Descripción gráfica del experimento realizado. Imagen: Viputheshwar Sitaraman. Fuente: Draw Science.
Cada uno de nosotros soltamos al aire que nos rodea millones de bacterias de nuestro microbioma todos los días, y esa nube de bacterias puede rastrearse de vuelta a cada individuo.
Una nueva investigación centrada en la nube microbiana personal ha examinado la conexión microbiana que tenemos con el aire que nos rodea. Los hallazgos demuestran el grado en que los seres humanos poseen una única "firma o huella de nube microbiana".
Para probar la naturaleza individualizada de la nube microbiana personal, investigadores de la Universidad de Oregón (EE.UU.) secuenciaron microbios del aire circundante a 11 personas diferentes en una cámara experimental desinfectada. El estudio encontró que la mayoría de los ocupantes de la cámara pudieron ser identificados en 4 horas sólo por las combinaciones únicas de las bacterias del aire circundante. Los hallazgos aparecen en la revista de acceso libre PeerJ.
Los "sorprendentes" resultados incluyeron la detección de varios grupos de bacterias que se encuentran en todas partes dentro y sobre los seres humanos, tales como Streptococcus, que se encuentra comúnmente en la boca, y Propionibacterium y Corynebacterium, residentes comunes de la piel.
Si bien se detectaron estos microbios humanos comúnmente asociados en el aire alrededor de todas las personas del estudio, los autores encontraron que las diferentes combinaciones de esas bacterias eran la clave para distinguir entre las personas individuales.
Una nueva investigación centrada en la nube microbiana personal ha examinado la conexión microbiana que tenemos con el aire que nos rodea. Los hallazgos demuestran el grado en que los seres humanos poseen una única "firma o huella de nube microbiana".
Para probar la naturaleza individualizada de la nube microbiana personal, investigadores de la Universidad de Oregón (EE.UU.) secuenciaron microbios del aire circundante a 11 personas diferentes en una cámara experimental desinfectada. El estudio encontró que la mayoría de los ocupantes de la cámara pudieron ser identificados en 4 horas sólo por las combinaciones únicas de las bacterias del aire circundante. Los hallazgos aparecen en la revista de acceso libre PeerJ.
Los "sorprendentes" resultados incluyeron la detección de varios grupos de bacterias que se encuentran en todas partes dentro y sobre los seres humanos, tales como Streptococcus, que se encuentra comúnmente en la boca, y Propionibacterium y Corynebacterium, residentes comunes de la piel.
Si bien se detectaron estos microbios humanos comúnmente asociados en el aire alrededor de todas las personas del estudio, los autores encontraron que las diferentes combinaciones de esas bacterias eran la clave para distinguir entre las personas individuales.
Análisis
Los análisis, utilizando análisis de partículas en suspensión y secuenciación 16S, se centraron en la categorización de las comunidades microbianas enteras en lugar de identificar los patógenos concretos.
Los hallazgos surgieron de dos estudios diferentes y más de 14 millones de secuencias que representan miles de diferentes tipos de bacterias que se encuentran en las 312 muestras de aire y polvo de la cámara experimental.
"Esperábamos ser capaces de detectar el microbioma humano en el aire alrededor de una persona, pero nos sorprendió encontrar que pdíamos identificar a la mayoría de los ocupantes simplemente muestreando su nube microbiana", dice en la nota de prensa de PeerJ, recogida por EurekAlert!, el autor principal James F. Meadow, investigador postdoctoral antes en la Universidad de Oregón.
La investigación podría ayudar a comprender los mecanismos implicados en la propagación de enfermedades infecciosas en los edificios. Los resultados también sugieren posibles aplicaciones forenses, por ejemplo para identificar o determinar dónde ha estado una persona, aunque no está claro si los ocupantes individuales pueden ser detectados en una multitud.
Los análisis, utilizando análisis de partículas en suspensión y secuenciación 16S, se centraron en la categorización de las comunidades microbianas enteras en lugar de identificar los patógenos concretos.
Los hallazgos surgieron de dos estudios diferentes y más de 14 millones de secuencias que representan miles de diferentes tipos de bacterias que se encuentran en las 312 muestras de aire y polvo de la cámara experimental.
"Esperábamos ser capaces de detectar el microbioma humano en el aire alrededor de una persona, pero nos sorprendió encontrar que pdíamos identificar a la mayoría de los ocupantes simplemente muestreando su nube microbiana", dice en la nota de prensa de PeerJ, recogida por EurekAlert!, el autor principal James F. Meadow, investigador postdoctoral antes en la Universidad de Oregón.
La investigación podría ayudar a comprender los mecanismos implicados en la propagación de enfermedades infecciosas en los edificios. Los resultados también sugieren posibles aplicaciones forenses, por ejemplo para identificar o determinar dónde ha estado una persona, aunque no está claro si los ocupantes individuales pueden ser detectados en una multitud.
Referencia bibliográfica:
James F. Meadow, Adam E. Altrichter, Ashley C. Bateman, Jason Stenson, GZ Brown, Jessica L. Green, Brendan J.M. Bohannan: Humans differ in their personal microbial cloud. PeerJ (2015). DOI: 10.7717/peerj.1258.
James F. Meadow, Adam E. Altrichter, Ashley C. Bateman, Jason Stenson, GZ Brown, Jessica L. Green, Brendan J.M. Bohannan: Humans differ in their personal microbial cloud. PeerJ (2015). DOI: 10.7717/peerj.1258.