La OMS alerta: la próxima epidemia mundial será algo nunca visto. Puede originarse por una mutación biológica, un ataque bioterrorista, un accidente o por transmisión animal, como ya ha ocurrido con el virus del Zika o el Ébola. Los sistemas sanitarios deben extremar la vigilancia y preparar vacunas y tratamientos ante la que llama Enfermedad X.
El sistema inmunitario reacciona igual ante una infección bacteriana que ante el consumo de una dieta rica en grasas y azúcares y pobre en fibra, ha descubierto un estudio. Desencadena una reacción inflamatoria que provoca cambios epigenéticos y agudiza la crisis. Posibles consecuencias: accidente cerebrovascular o ataque cardíaco.
Una nueva investigación ha descubierto que el LSD no sólo aumenta la energía total del cerebro, sino que también potencia las conexiones armónicas. Recluta zonas neuronales que generalmente no trabajan juntas y sus efectos se amplifican con la música. El nuevo orden cerebral puede aprovecharse para tratar enfermedades mentales.
Neuronas individuales del sistema olfativo afectadas por el estrés oxidativo originan la pérdida de olfato y provocan además el Alzheimer o el Parkinson, según una investigación. Un tratamiento con antioxidantes previene la disminución del olfato y retrasa las enfermedades neurodegenerativas.
El alcoholismo triplica el riesgo de demencia y duplica el de padecer Alzheimer, según un estudio. Es un factor de riesgo más importante que el tabaquismo o la hipertensión arterial. Afecta mayoritariamente a los hombres, provocándoles locura, demencias vasculares y neurodegenerativas.
Una nueva investigación ha establecido una relación entre el consumo de alimentos ultraprocesados, que constituyen la mitad de la dieta en los países desarrollados, y diferentes tipos de cáncer, especialmente el de mama. Aunque no puede concluirse una relación causa-efecto, el estudio constituye una llamada de atención.
Después de haber conseguido controlar la peste, el cólera, la malaria, la viruela, el escorbuto y hasta el sida, el hombre del s. XXI se encuentra perdido y no encuentra la vacuna, no menos compleja, que logre mitigar la melancolía, también conocida como el mal de la bilis negra. Esta epidemia emocional es diagnosticada hoy como Código Z porque nadie sabe cómo tratarla: hacen falta algo más que médicos para resolver lo que llaman la “insatisfacción del bienestar”.
El hambre de la madre durante el embarazo deja una huella en el feto que perdura al menos 70 años después de nacer, ha comprobado un estudio realizado con adultos que estuvieron en el vientre materno durante la hambruna holandesa de 1944. El estudio confirma la huella en sus genes que afecta al IMC, los niveles de grasa y azúcar en la sangre, y provoca obesidad.
Pasar demasiado tiempo en habitaciones y oficinas con poca luz puede cambiar la estructura del cerebro y dañar la facultad de recordar y aprender, según una investigación realizada con ratas. La luz tenue reduce la capacidad del hipocampo, disminuye las proteínas que alimentan las conexiones neuronales y las espinas dendríticas de las que depende la reorganización de las neuronas. Nos vuelve más torpes.