Científicos de EE.UU. han descubierto que los antibióticos provocan un aumento del oxígeno presente en el intestino, lo cual acaba con las bacterias 'buenas' y potencia las que provocan enfermedades, como la 'Salmonella'.
Un grupo de investigadores inyectaron una proteína denominada IL-33 en ratones que manifestaban síntomas característicos del Alzheimer. Comprobaron así que, asombrosamente, la memoria y las funciones cognitivas de estos animales mejoraban a corto plazo.
Investigadores de EE.UU. han reprogramado químicamente células de la piel para que se transformen en células del corazón y del cerebro, sin tener que añadir genes externos. Por el momento han probado el método con ratones.
Investigadores de Suiza han demostrado con ratones que el ribósido nicotinamida, sustancia similar a la vitamina B3, frena el envejecimiento de los órganos y les ayuda a regenerarse. Sin embargo, es posible que impulse también a las células patológicas, por lo que los científicos señalan que hay que investigar más sobre sus efectos.
Un 93% de 29 pacientes con un tipo avanzado de la leucemia que habían demostrado ser resistentes a múltiples formas de terapia entraron en remisión a corto plazo después de que sus células T (células inmunes que combaten la enfermedad) fueran modificadas genéticamente para combatir sus cánceres, según un estudio realizado en EE.UU. Los resultados aún son preliminares y deben estudiarse a largo plazo, y con un mayor número de pacientes.
Investigadores de Canadá financiados por el ejército estadounidense han demostrado que inoculando bacterias fecales de ratones calmados a ratones ansiosos, se puede cambiar el estado de ánimo de éstos. También se observan cambios en biomarcadores específicos en el cerebro.
La exposición a un químico presente en el plástico, el ftalato de benzilo y butilo, puede fomentar la obesidad, según un estudio 'in vitro' con células de ratones. Provoca acumulación de gotas de grasa, al igual que el bisfenol A, pero más grandes que las de éste.
Investigadores de EE.UU. han creado un nuevo método computacional para detectar mutaciones en el ADN de células individuales, que pueden ayudar a diagnosticar y tratar el cáncer.
Ciertas combinaciones de bacterias intestinales producen sustancias que afectan al contenido de la mielina del cerebro y causan comportamientos de aislamiento social en ratones, según un estudio llevado a cabo en el Hospital Monte Sinaí (Nueva York, EE.UU.). Los científicos lo comprobaron transfiriendo bacterias fecales de ratones deprimidos a ratones genéticamente distintos y no deprimidos.