Nuevo escándalo científico

Nueva señal de alarma: un estudio realizado por la Fundación Charles H. Hood y el hospital infantil de Boston, que ha difundido un comunicado, ha descubierto una relación entre diversos estudios sobre alimentación y el origen financiero de estos estudios. Las investigaciones financiadas íntegramente por la industria jamás tienen una conclusión desfavorable para los patrocinadores, mientras que el 37% de los estudios no patrocinados tienen conclusiones críticas con la industria. La influencia económica puede apreciarse en la presentación de datos falsos, sutiles manipulaciones y censura de resultados desfavorables. Después de lo que ha pasado con Exxon, y con otros fraudes científicos, el escándalo que salpica a algunos estudios sobre los alimentos infantiles siembra una justificada alarma social acerca del descontrol de cierta actividad científica que encuentra en la empresa privada los recursos que el Estado le niega.