Nuestra especie no cambiará en el futuro por una lenta evolución biológica, sino por una nueva, rápida y directa evolución tecnológica que nos permitirá rediseñarnos a nosotros mismos en muchos sentidos. Esta aproximación futurista es conocida como transhumanismo y se basa en la premisa de que la especie humana no representa el fin de la evolución, sino el comienzo. La humanidad ya está empezando a conocer las implicaciones de esta evolución tecnológica, particularmente aquellas en el área de la moral. Es el camino hacia el "demiurgo" racional permanente en el espacio y el tiempo. Por José Cordeiro.
Desde la nueva visión de la biología, la sinergia emerge como el origen y la razón de ser de un crecimiento constante en el camino evolutivo. Puede alienarse junto a conceptos tan fundamentales como la gravedad, la energía, la entropía y la información, como una de las claves para entender cómo funciona el mundo y cómo llegamos hasta aquí, o hacia dónde nos dirigimos. Formas de sinergia impredecibles, e incluso nuevos principios, emergen en cada nivel organizativo formando un “castillo mágico”, porque hay algo verdaderamente mágico en este aspecto creativo de la naturaleza. La “selección sinérgica” sustituye así a la selección genética y puede aplicarse también a la aparición explosiva de las complejas sociedades humanas durantes los últimos miles de años. Por el Doctor D. Peter A. Corning.
Desde distintos foros se elevan propuestas económicas, políticas y sociales para corregir los males de la globalización y recuperar el sentido del sistema económico, que surgió para estar al servicio de las necesidades humanas. Son un total de 12 medidas para regular sobre otras premisas la actividad económica internacional, proteger el medio ambiente, reestructurar las relaciones laborales, potenciar la cohesión social y alcanzar el uso intensivo de Internet. Por David Carrión.
Ilya Prigogine, Premio Nobel de Química en 1977 y miembro del Consejo Editorial de Tendencias Científicas desde 1988, falleció el pasado 28 de mayo a los 86 años de edad en Bruselas. Fue el creador de una nueva revolución conceptual que recuperó el protagonismo humano para la evolución en lo que él mismo llamó la tercera concepción de la realidad, subsiguiente a la mecanicista de Newton y a la inaccesible del mundo cuántico. Por Eduardo Martínez de la Fe.
La prolongación de la vida y del envejecimiento ya constituye un hecho en muchas sociedades, a pesar de lo cual la tendencia mundial es continuar ofreciendo respuestas efímeras al fenómeno. Sin embargo, la prolongación de la vida nos enfrenta a profundos conflictos con los valores actuales, en los que la mayoría de las sociedades aún no se detuvo a pensar, a pesar de ser un fenómeno con el que una importante parte del mundo se encuentra conviviendo desde hace más de cincuenta años, y que las proyecciones más optimistas vaticinan su extensión y permanencia futura. Por Nora Jarma.
El desarrollo sostenible posee tres paradojas. Por un lado es popular, pero al mismo tiempo padece debilidad conceptual y operacional. Por otro lado, dispone de muchos proyectos y promesas que apenas se han concretado. Por último, y a pesar del escepticismo y pesimismo reinantes, hay experiencias concretas en todo el mundo de desarrollo sostenible que apenas son conocidas ni reconocidas. Las nuevas aperturas - descentralizadas y transversales – de la sociedad de la información son las que las hacen posible. Por Francesco di Castri.
La presente crisis internacional aconseja una relectura de Bertrand Russel y de su obra ¿Tiene futuro el hombre? porque, aunque algunos peligros preocupantes entonces parecen haber desaparecido, otros similares se abren paso en nuestro tiempo. Algunos de estos peligros proceden de las rivalidades y enfrentamientos entre los hombres, y otros de la tecnología, de los efectos perniciosos de su aplicación y de sus consecuencias no deseadas. La fórmula para enfrentarse a ellos no es muy distinta, sin embargo, a la propuesta por Russell: un Gobierno mundial y, desde luego, ideas universales difundidas, aceptadas, y hasta consensuadas por todos. Por Adolfo Castilla.
Una ética desprovista de religión es posible y necesaria porque la moralidad se encuentra profundamente arraigada con cualidades y excelencias éticas que son esenciales para la supervivencia de la especie. Para los humanistas laicos, el significado de la vida no es algo que deba descubrirse sólo tras la muerte, en algún reino misterioso y oculto. Más bien al contrario, se puede encontrar saboreando la suculenta fruta del Árbol de la Vida, y viviendo el aquí y el ahora de la forma más completa y creativa de la que seamos capaces. Por Paul Kurtz.
La inmortalidad física ya forma parte de las hipótesis del futuro humano. Todavía es una especulación práctica que se apoya en la crionización y en las posibilidades de la tecnología para prolongar la vida indefinidamente. Sus partidarios argumentan que con la inmortalidad se conservaría gran parte del conocimiento adquirido por la humanidad, que hasta ahora se pierde con la muerte. Sin embargo, la muerte sigue siendo para muchos una etapa natural y una liberación, por lo que los “inmortalistas” son todavía una minoría de la que no sabemos si dentro de 100 años serán considerados unos visionarios o unos cómicos. Por Bruce J. Klein.
La humanidad está a las puertas de un nuevo salto evolutivo basado en las posibilidades de manipulación de sus genes y en las de la simbiosis hombre-máquina, lo que ha dado origen a diversos escenarios de evolución que, por un lado, asustan, y por otro son motivo de esperanza. Al final todo dependerá del uso que los humanos demos a la tecnología. Por Adolfo Castilla.