La tesis apocalíptica de Huntington sobre el choque de civilizaciones puede estar en proceso de ejecución y sus “otros puntos” podrían validarse en el futuro próximo. El paradigma de Vietnam podría encontrar, a corto plazo, una réplica en el paradigma de Al Quaeda. La hipótesis sería que, tras un “ablandamiento” norteamericano infructuoso en Afganistán e Irak, el horror de la violencia terrorista se hace crónico en Arabia Saudita. Y con el conflicto político-religioso instalado en el corazón del Islam, tal como lo está en el corazón israelí de la cultura judeocristiana, ya no habría posibilidad de retroceso. Por José Rodríguez Elizondo.
Las nuevas tecnologías de la información y la Red están transformando radicalmente los modos de producción, difusión y consumo de la cultura. La reacción defensiva de la grandes industrias, con demandas y procesos, son una vía pantanosa, impopular y peligrosa para las libertades. Se empiezan a plantear los primeros pasos de una economía alternativa. Por Miguel Ormaetxea.
El desarrollo sostenible se desenvolverá en las próximas décadas en el marco de tres posibles escenarios de evolución: el triunfo de los mercados, el nuevo orden económico internacional subsiguiente al final de la guerra fría o en el escenario promovido por los foros alternativos de Porto Alegre, denominado “otro mundo es posible”. Estos escenarios sugieren que la lucha contra las deslocalizaciones productivas será intensa a corto plazo, que Europa tiene una gran oportunidad para diseñar un modelo de desarrollo ejemplar y que los gobiernos deben incentivar a las empresas para que adopten prácticas de sostenibilidad en sus estrategias mundiales. Lo esencial es que la empresa se replantee su papel como motor del desarrollo sostenible. Por Emilio Fontela.
Con la fertilización in vitro, la selección de embriones, la manipulación genética, la biónica y la clonación humana, no es extraño pensar en la posibilidad de un nuevo hombre y de una nueva especie. Algunos autores se refieren al presumible resultado de este cambio como hombre Post-humano y como Post-humanidad. Otros afirman que estamos a las puertas de una nueva civilización. Pero este hombre transformado en otra especie no dejará de ser, probablemente, la simple continuación del hombre actual. Por Adolfo Castilla.
El pensamiento no lineal, que es el que integra la relación exponencial de los acontecimientos en la previsión del futuro, descubre inéditas posibilidades de evolución para la especie, desde que la inteligencia de los ordenadores superará a la del conjunto de los seres humanos, hasta que la expectativa de vida puede alargarse al infinito. Muchas prospectivas lineales han fracasado por aplicar un modelo que no se corresponde con la estructura compleja de la realidad, si bien la proyección no lineal puede equivocarse también fácilmente en la dimensión cuantitativa y la temporal. Por Arnold Kling.
A nivel fundamental, lo que existe es una realidad quántica en la que no hay ni ladrillos, ni pantallas de ordenador, ni gatos vivos o muertos, ni observadores independientes, y en la que sólo se da una superposición de estados de complejidad inimaginable. Nuestros cerebros no tienen suficiente capacidad para almacenar y procesar información tan compleja, y por ello dividen la realidad en mundos paralelos que nuestra inteligencia puede manejar con más facilidad. La teoría de los mundos paralelos fue formulada en 1957 por Hugh Everett, uno de los personajes más interesantes y desconocidos de la ciencia del siglo XX del que el científico ruso Eugene Shikhovtsev acaba de editar una nueva biografía disponible en red. Gracias a Everett, la idea de mundos paralelos ha ido ganando puntos sobre otras interpretaciones de la física quántica, llegando incluso a formar parte de la cultura popular. Por G. P.
Un problema nuevo ha entrado al discurrir filosófico, en el campo de la Ética y su relación con las ciencias particulares: el impacto que los más modernos avances de la ciencia y la tecnología tendrán sobre los entornos físicos, sociales, biológicos y culturales del futuro humano, y de los dilemas morales que éstos traen consigo. Esta nueva vertiente de la especulación filosófica, en trámites de reafirmarse a lo largo del siglo XXI, tendrá que enredarse en fabulosas proyecciones futuristas que la convierten en Parafilosofía, disciplina que tendrá por delante la tarea de despejar el velo oscuro que cubre de incógnitas el mañana. Por Rafael Grillo.
Considerado por unos como conservador y por otros como revolucionario, Juan Pablo II ha sido uno de los líderes sociales más carismáticos de la Tierra que ya figura entre las personalidades políticas dominantes de esta encrucijada de siglos y milenios. Veinticinco años después de su entronización, los caminos de la Historia y de la Iglesia han cambiado, pero Juan Pablo II no puede darse por satisfecho. En el componente eclesiológico hay muestras de resentimiento derivadas de su estrategia polacocéntrica. En lo social y político, hoy parece claro que el fin de la guerra fría no trajo los dividendos de la paz que postulaban el Papa y las Naciones Unidas. Por José Rodríguez Elizondo.
Ciento treinta años después de que Nietzsche se planteara el sentido de la filosofía, esta ciencia que pretende interpretar al mundo sigue sin descubrir su significado y sentido para la mente humana. Unos filósofos han optado por vulgarizar esta disciplina y otros han renunciado a que pueda ser entendida por la sociedad, aumentando la polémica sobre su naturaleza sin por ello dar nuevas respuestas a las más antiguas preguntas. ¿Habremos llegado a la «postfilosofía»? Por Rafael Grillo.
Hoy lo que la empresa pide, y la ciencia también, es inteligencia más que acumulación de saberes, porque en la Sociedad del Conocimiento que se avecina, para pasar de una información abundante a un conocimiento enriquecedor de la persona humana, las capacidades básicas del investigador resultan fundamentales. Lentamente nos acercamos al trabajador-investigador y al ciudadano-investigador. La I+D no seguirá siendo una actividad encerrada en una torre de marfil; será un factor determinante para el buen funcionamiento de la sociedad. Por Emilio Fontela.