Con la creciente mala prensa y opiniones negativas sobre la idoneidad de Second Life como plataforma virtual orientada a la colaboración y los negocios, cada vez hay más y más comentarios sobre metaversos alternativos orientados a la colaboración profesional como Qwaq Forums, una capa de aplicaciones empresariales de valor añadido basadas en la plataforma de código abierto Open Croquet, que ocupará un nicho de importancia creciente en el mercado emergente de los espacios de trabajo virtual (Tele-trabajo en Realidad Virtual). Second Life como plataforma cerrada y propietaria puede tener los días contados, con proyectos como OpenSim que ofrecen alternativas de software libre basadas en estándares abiertos. Una interesante posibilidad es la fusión de los dos enfoques, integrando las herramientas de colaboración virtual características de Qwaq Forums en OpenSim.
Cada persona puede, si quiere, transformarse a sí misma y a su realidad. Es una enseñanza que procede no sólo de la tradición oral (querer es poder), sino del budismo. Recientes investigaciones científicas corroboran además la validez de esta capacidad humana: somos libres para decidir qué tipo de persona deseamos ser. La piedra filosofal para la transformación es una mezcla de la voluntad, la intención y de la impresionante plasticidad del cerebro. La meditación permite cultivar cualidades nuevas que poco a poco se van incorporando de forma natural a la vida cotidiana.
El desarrollo de técnicas más eficaces de negociación es una necesidad imperiosa en el campo de las relaciones internacionales y también para liberar al individuo de muchos malos momentos en su vida ordinaria. Sin una base teórica entroncada en la neuropsicología estos avances serán poco significativos. Las técnicas de negociación de que disponemos actualmente adolecen de un pragmatismo rampante o de un idealismo que no hace pie en la realidad.
La subida continuada de los tipos de interés, la presión fiscal al alza, la apreciación continuada de los tipos de cambio, la disminución notable del crecimiento en los Estados Unidos y la presencia del llamado efecto esloveno (entendido como mercados pequeños, “encefalograma” plano en cuanto a crecimiento, no reformas estructurales y débil atractivo para la inversión internacional) se consideran los cinco dedos de la muerte económica. El consenso de relativa bonanza económica mundial está amenazado por estos peligros, que pueden activarse por una incorrecta actuación de las potentes instituciones reguladoras de la economía mundial.
Cuando la divulgación científica abandona el mundo académico para ofrecerse el gran público, se convierte en un bien de consumo. En campos abstractos como la física cuántica o la relatividad, entender la ciencia como un producto entraña un riesgo fundamental: el consumidor puede creer fenómenos que no comprende en absoluto, en un mero acto de fe. Esta situación no sólo vulnera la esencia del espíritu científico, sino que abre la puerta a productos de escaso rigor científico. Es el riesgo de convertir a nuestros científicos en sacerdotes.
Como toda forma de existencia cambia constantemente, lo que denominamos Universo se transmuta continua e ininterrumpidamente en otros “Universos diferentes”. Por tanto, el Ser se manifiesta no en un Universo, sino a través de continuos e infinitos Universos en diferenciación, el Transmultiverso. Si un cuerpo se transforma mientras se traslada en un espacio continuamente diferente, no es posible prescribirle una posición o movimiento en ninguna dimensión espacio-temporal, pues continuamente el objeto, el espacio y todo ente, serían continuamente diferentes. En este contexto transmultiversal se hace necesario otro enfoque teórico del Ser.
Hasta hoy, sólo el Hombre se comprometió a un razonamiento ético, pero ya es hora de incorporarle una dimensión ética a algunas máquinas complejas. Se trata de un nuevo campo de estudio que considera a las máquinas, computadoras y robots, como un tipo de agentes éticos e intenta implementar en ellos facultades morales de toma de decisiones. Dado que las investigaciones científicas y los objetos tecnológicos tienen el poder de afectar a toda la humanidad, las decisiones sobre su curso actual y futuro no deben involucrar únicamente a los científicos, los empresarios y los gobernantes. Es necesario que la mayoría de la gente tenga una participación mucho más activa a fin de fijar los límites adecuados.
El pasado 28 de marzo el ayuntamiento de Tarragona creó el Observatorio para la Diversidad. Se une así a ciudades como Mälmo, Leicester County, Copenhague, Seattle, San Francisco, Temple, Toronto y tantas otras que estratégicamente generan su desarrollo fomentando en la ciudad, la estructura, el acceso a la información y el soporte necesario para atraer y retener una población diversa. La Gestión de la Diversidad será el aspecto de negocio más relevante de las empresas a medida que establecen como objetivo lograr mayores niveles de creatividad, innovación, eficacia y sostenibilidad, en los escenarios globales cada vez más diversos. Escenarios en los que las personas se mueven y llevan consigo su comportamiento cultural, cambiando así la tipología de las ciudades y regiones a las que emigran para crear comunidades cada vez más diversas.
El actual desarrollo de las nuevas ciencias y tecnologías no tiene precedentes y da la impresión de que alumbra un mundo que las religiones, las filosofías, las diferentes morales, no habían previsto. Este mundo emergente necesita, para ser comprendido, el recurso a formas de pensamiento en la que no tienen sitio las creencias tradicionales. Por eso es preciso crear un nuevo materialismo, basado en la gran convergencia tecnológica, y evitar que los fundamentalismos religiosos perjudiquen el alumbramiento de este nuevo momento de la especie.
Una nueva economía, que trasciende a la sociedad de la información y a la economía informacional, se desarrolla desde hace unos años en los Estados Unidos y apenas comienza a surgir en Europa. Es la economía de Red, un mundo en el que todos los ciudadanos pueden producir las noticias más variadas, diseñar, crear e innovar casi sin límite, y comunicarse con otros sin barreras de ningún tipo. Un mundo que sólo podrá perdurar y desarrollarse si todas esas nuevas actividades surgidas alrededor de la Red terminan echando raíces económicas.