Connie Hedegaard. Fuente: Comisión Europea
Johathan Stearns y Krukowska Ewa han hecho público en la revista económica Bloomberg que las compañías aéreas configurarán el segundo sector empresarial más relevante en referencia al sistema emissions trading system de la Unión Europea: sistema de comercio de emisiones de la UE. A dicho sector sólo le precederá el sector de la generación de energía.
Estos datos son debidos al hecho de que la aviación se unirá el próximo año a dicho sistema con un límite máximo de dióxido de carbono de 213 millones de toneladas métricas. No obstante, y según la información expresada en dicha publicación, el tope del sector se verá reducido al año siguiente hasta los 208,5 millones de toneladas de CO2 al año en 2013.
Estos límites han sido establecidos en virtud de una decisión adoptada, el 7 de marzo, por la Comisión Europea. No obstante, la inclusión de la aviación en este sistema puede traer consigo una subida en el precio de las tarifas de las compañías, puesto que las compañías que se excedan en sus límites se verán en la obligación de comprar permisos de repuesto de emisiones.
Estos datos son debidos al hecho de que la aviación se unirá el próximo año a dicho sistema con un límite máximo de dióxido de carbono de 213 millones de toneladas métricas. No obstante, y según la información expresada en dicha publicación, el tope del sector se verá reducido al año siguiente hasta los 208,5 millones de toneladas de CO2 al año en 2013.
Estos límites han sido establecidos en virtud de una decisión adoptada, el 7 de marzo, por la Comisión Europea. No obstante, la inclusión de la aviación en este sistema puede traer consigo una subida en el precio de las tarifas de las compañías, puesto que las compañías que se excedan en sus límites se verán en la obligación de comprar permisos de repuesto de emisiones.
El comercio de emisiones
El sistema de comercio de emisiones europeo, cuyo comienzo se materializó en el año 2000 con la publicación del Libro Verde sobre el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea, es el más grande del mundo del mercado de los gases de efecto invernadero si nos atenemos al dato del número de plantas de energía y fábricas: unas 11.000 (según Stearns y Ewa).
Este sistema se enmarca en el Protocolo de Kioto, adoptado en 1997. En él, la Comunidad Europea se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 8% entre 2008 y 2012 respecto de los niveles de 1990. En este sentido, la UE, tal y como expresaban en el Libro Verde, deseaba que el sistema comunitario de derechos de emisión se aplicase lo antes posible con el fin de adquirir experiencia antes de la introducción del sistema internacional de comercio de derechos de emisión.
La idea básica del programa está basado en el establecimiento de una serie de cuotas negociables (derechos de emisión) de manera semejante al que se aplicó con las cuotas lecheras o de captura. De tal manera que el comercio de derechos de emisión se configura como un sistema que permite asignar a las empresas cuotas para sus emisiones de gases de efecto invernadero en función de los objetivos de sus respectivos Gobiernos en materia de medio ambiente.
“Medidas firmes y necesaria”
"Medidas firmes y necesaria" es la expresión que empleó Connie Hedegaard, Comisionado del Clima, en un comunicado sobre la inclusión de la aviación en el sistema europeo de ETS. Además, añadió, "Las emisiones de la aviación están creciendo más rápido que el de cualquier otro sector, y todas las previsiones indican que continuarán haciéndolo bajo las condiciones de negocio actuales".
Según el documento de la Comisión Europea MEMO 11/139 la inclusión de la aviación en el programa ETS de la UE no afectará directamente al precio regular de los billetes de transporte aéreo. No obstante, y de manera indirecta, las empresas de aviación se verán en la obligación de invertir en aviones más eficientes o comprar derechos de emisión. Esto podrá traer consigo un incremento en los precios del viaje en transporte aéreo.
Pese a esta información, en el documento antedicho, se transmite un mensaje optimista ya que considera que, pese a todo, el impacto en el precio de los billetes será probablemente menor. En este sentido, y suponiendo que las compañías aéreas transfieran a los pasajeros estos costes adicionales, en 2020 el precio del billete para un vuelo de vuelta dentro de la UE podría aumentar entre 1,8 y 9 euros, dato que a juicio de la UE no es un coste muy elevado.
Aún así, y debido a su mayor impacto ambiental, si hablamos de viajes de larga distancia el incremento en el precio podría aumentar un poco más dependiendo de la duración del trayecto. Por ejemplo, en un vuelo a Nueva York el aumento podría rondar los 12 euros. Sin embargo, los aumentos del precio del billete se esperan que sea significativamente más bajos que los costes adicionales que las compañías han pasado a los consumidores debido a los aumentos de los precios mundiales del petróleo en los últimos años.
El sistema de comercio de emisiones europeo, cuyo comienzo se materializó en el año 2000 con la publicación del Libro Verde sobre el comercio de emisiones de gases de efecto invernadero en la Unión Europea, es el más grande del mundo del mercado de los gases de efecto invernadero si nos atenemos al dato del número de plantas de energía y fábricas: unas 11.000 (según Stearns y Ewa).
Este sistema se enmarca en el Protocolo de Kioto, adoptado en 1997. En él, la Comunidad Europea se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 8% entre 2008 y 2012 respecto de los niveles de 1990. En este sentido, la UE, tal y como expresaban en el Libro Verde, deseaba que el sistema comunitario de derechos de emisión se aplicase lo antes posible con el fin de adquirir experiencia antes de la introducción del sistema internacional de comercio de derechos de emisión.
La idea básica del programa está basado en el establecimiento de una serie de cuotas negociables (derechos de emisión) de manera semejante al que se aplicó con las cuotas lecheras o de captura. De tal manera que el comercio de derechos de emisión se configura como un sistema que permite asignar a las empresas cuotas para sus emisiones de gases de efecto invernadero en función de los objetivos de sus respectivos Gobiernos en materia de medio ambiente.
“Medidas firmes y necesaria”
"Medidas firmes y necesaria" es la expresión que empleó Connie Hedegaard, Comisionado del Clima, en un comunicado sobre la inclusión de la aviación en el sistema europeo de ETS. Además, añadió, "Las emisiones de la aviación están creciendo más rápido que el de cualquier otro sector, y todas las previsiones indican que continuarán haciéndolo bajo las condiciones de negocio actuales".
Según el documento de la Comisión Europea MEMO 11/139 la inclusión de la aviación en el programa ETS de la UE no afectará directamente al precio regular de los billetes de transporte aéreo. No obstante, y de manera indirecta, las empresas de aviación se verán en la obligación de invertir en aviones más eficientes o comprar derechos de emisión. Esto podrá traer consigo un incremento en los precios del viaje en transporte aéreo.
Pese a esta información, en el documento antedicho, se transmite un mensaje optimista ya que considera que, pese a todo, el impacto en el precio de los billetes será probablemente menor. En este sentido, y suponiendo que las compañías aéreas transfieran a los pasajeros estos costes adicionales, en 2020 el precio del billete para un vuelo de vuelta dentro de la UE podría aumentar entre 1,8 y 9 euros, dato que a juicio de la UE no es un coste muy elevado.
Aún así, y debido a su mayor impacto ambiental, si hablamos de viajes de larga distancia el incremento en el precio podría aumentar un poco más dependiendo de la duración del trayecto. Por ejemplo, en un vuelo a Nueva York el aumento podría rondar los 12 euros. Sin embargo, los aumentos del precio del billete se esperan que sea significativamente más bajos que los costes adicionales que las compañías han pasado a los consumidores debido a los aumentos de los precios mundiales del petróleo en los últimos años.
Evolución emisión CO2 2012-2020. Fuente: Redacción. Pinchar para ampliar
Respuesta de la industria
Las empresas del sector, tal y como informa Bloomberg, consideran que este proceso de inclusión en el sistema EU ETS (Emissions trading system) será perjudicial sobre todo para aquellas compañías con menor capacidad de respuesta ya que éstas tendrán menores posibilidades de revertir los costes hacia los viajeros al tener unos altos niveles de competitividad.
Además, como se comprueba en el informe de Ernst & Young industria considera que, de cualquier manera, las medidas traerán consigo una merma en las ganancias que rondarán los miles de millones de euros. De hecho, según Bloomberg New Energy Finance, las aerolíneas sumarán un total de 32 millones de toneladas por encima del tope de derechos de emisión de carbono establecido por la UE para el año 2012. Este dato, traducido a dinero, estaría valorado en unos 508 millones de euros a precios de hoy.
Sobre esto también se ha manifestado Peter Schneckenleitner, en declaraciones a Bloomberg afirmando: "El hecho es que EU ETS, significan costes adicionales para Lufthansa de hasta 350 millones de euros al año". A lo que añadió: "Todavía vemos la ETS de la UE de manera muy crítica, una gran cantidad de requisitos legales siguen abiertos. Para nosotros el ETS es una gran distorsión de la competencia; especialmente las compañías aéreas no europeas e beneficiarán de ella"
Mitigar el impacto ambiental
Con el objetivo de mitigar el impacto de la aviación en el cambio climático global, la UE ha decidido imponer un límite a las emisiones de CO2 para los vuelos que operan desde y hacia aeropuertos de la UE. En este sentido, se prevé que desde el inicio de 2012 unos 4.000 operadores de transporte aéreo llegarán y saldrán de la UE; todos ellos estarán incluidos dentro del paraguas de la UE ETS.
Al igual que las instalaciones industriales, las compañías aéreas recibirán derechos de emisión negociables que cubren un determinado nivel de CO2 de las emisiones de sus vuelos al año. La aviación representa alrededor del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero cubiertos por el UE ETS.
A finales de este año, según lo previsto en la Directiva UE ETS, la Comisión Europea determinará formalmente el montante de los derechos de emisión que serán subastados, aquellos que se distribuirá gratuitamente a las empresas de transporte aéreo y los que se asignarán a una reserva especial para las nuevas corporaciones entrantes. La Directiva EU ETS establece que los Estados miembros deberían utilizar todos los ingresos de la subasta de derechos de emisión de la aviación para enfrentarse al cambio climático, en particular en el sector del transporte, y para adaptarse a los procesos de minimización de los efectos del cambio climático.
El sistema de la UE de topes máximos y de comercio se inició en 2005 con un período de negociación de tres años, actualmente se encuentra en una segunda fase que termina en 2012 y entrará en una tercera fase a partir de 2013 hasta el 2020. La inclusión de la aviación en el ETS se prevé que ahorrará unas 183 millones de toneladas de dióxido de carbono hasta el año 2020. Esto supone una reducción del 46 por ciento en comparación con el consumo habitual de las empresas, según la comisión.
Las empresas del sector, tal y como informa Bloomberg, consideran que este proceso de inclusión en el sistema EU ETS (Emissions trading system) será perjudicial sobre todo para aquellas compañías con menor capacidad de respuesta ya que éstas tendrán menores posibilidades de revertir los costes hacia los viajeros al tener unos altos niveles de competitividad.
Además, como se comprueba en el informe de Ernst & Young industria considera que, de cualquier manera, las medidas traerán consigo una merma en las ganancias que rondarán los miles de millones de euros. De hecho, según Bloomberg New Energy Finance, las aerolíneas sumarán un total de 32 millones de toneladas por encima del tope de derechos de emisión de carbono establecido por la UE para el año 2012. Este dato, traducido a dinero, estaría valorado en unos 508 millones de euros a precios de hoy.
Sobre esto también se ha manifestado Peter Schneckenleitner, en declaraciones a Bloomberg afirmando: "El hecho es que EU ETS, significan costes adicionales para Lufthansa de hasta 350 millones de euros al año". A lo que añadió: "Todavía vemos la ETS de la UE de manera muy crítica, una gran cantidad de requisitos legales siguen abiertos. Para nosotros el ETS es una gran distorsión de la competencia; especialmente las compañías aéreas no europeas e beneficiarán de ella"
Mitigar el impacto ambiental
Con el objetivo de mitigar el impacto de la aviación en el cambio climático global, la UE ha decidido imponer un límite a las emisiones de CO2 para los vuelos que operan desde y hacia aeropuertos de la UE. En este sentido, se prevé que desde el inicio de 2012 unos 4.000 operadores de transporte aéreo llegarán y saldrán de la UE; todos ellos estarán incluidos dentro del paraguas de la UE ETS.
Al igual que las instalaciones industriales, las compañías aéreas recibirán derechos de emisión negociables que cubren un determinado nivel de CO2 de las emisiones de sus vuelos al año. La aviación representa alrededor del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero cubiertos por el UE ETS.
A finales de este año, según lo previsto en la Directiva UE ETS, la Comisión Europea determinará formalmente el montante de los derechos de emisión que serán subastados, aquellos que se distribuirá gratuitamente a las empresas de transporte aéreo y los que se asignarán a una reserva especial para las nuevas corporaciones entrantes. La Directiva EU ETS establece que los Estados miembros deberían utilizar todos los ingresos de la subasta de derechos de emisión de la aviación para enfrentarse al cambio climático, en particular en el sector del transporte, y para adaptarse a los procesos de minimización de los efectos del cambio climático.
El sistema de la UE de topes máximos y de comercio se inició en 2005 con un período de negociación de tres años, actualmente se encuentra en una segunda fase que termina en 2012 y entrará en una tercera fase a partir de 2013 hasta el 2020. La inclusión de la aviación en el ETS se prevé que ahorrará unas 183 millones de toneladas de dióxido de carbono hasta el año 2020. Esto supone una reducción del 46 por ciento en comparación con el consumo habitual de las empresas, según la comisión.