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La evolución es un hecho, el darwinismo una teoría

La exaltación de Darwin debe atender a la discusión del darwinismo


Desde hace décadas se vienen levantando voces que afirman que el darwinismo se ha convertido en el nuevo mito siglo XXI. Pero no debe confundirse un hecho con la explicación de este hecho. La evolución es una evidencia empírica y hoy es comúnmente admitida como tal; pero el darwinismo es una visión teórica que debe ser discutida y valorada. La discusión científica en torno al darwinismo no deja lugar a dudas: ayudar a perfilar el alcance de estas discusiones es necesario para que cada cual asuma críticamente su propia posición valorativa sobre la pertinencia, alcance y limitación del darwinismo como teoría. Por Juan Jesús Cañete Olmedo.


Juan Jesús Cañete Olmedo.
20/07/2009

Darwin, diferentes perspectivas. Museo de Ciencias Naturales de Londres.
Darwin, diferentes perspectivas. Museo de Ciencias Naturales de Londres.
En el año 2009 se conmemora el bicentenario del nacimiento de Darwin. Desde hace varios años se realizan multitud de actos para celebrar tal evento, por lo que es interesante saber como comenzaron a organizarse estos fastos.

La “Asamblea General de la ONU” había decidido honrar a Galileo, considerado padre de la ciencia, declarando el 2009 como “Año internacional de la astronomía”. Sin embargo, desde el ámbito científico se decidía festejar a Charles Darwin, elevado al rango de santo patrón de la ciencia.

Bueno ¿y qué?, podrán pensar ustedes, el padre de la biología, el padre de la teoría de la evolución que desentrañó el misterio del desarrollo de la vida al descubrir los mecanismos por los que ésta evolucionaba, que luchó denodadamente contra el inmovilismo del “stablishment” social y contra el oscurantismo eclesiástico, que destronó la irracionalidad con la fuerza de la razón ¿no se merece sobradamente este homenaje?

Sin embargo, desde hace décadas se vienen levantando voces que afirman que el darwinismo se ha convertido en el nuevo mito siglo XXI ¿Pero cómo? Se sorprenderá algún lector. Si la evolución es un hecho avalado científicamente. Cierto, el lector tendría razón, la evolución, el hecho de que las especies evolucionan, es un hecho, pero el darwinismo no, no debemos confundir un hecho con la explicación de ese hecho.

La asociación que se establece entre evolución y darwinismo, algo que se hace patente al popularizar la ciencia, es errónea. La evolución es un hecho, el darwinismo una visión teórica. P or mucho que se empeñe la plana mayor del darwinismo en identificar la evolución con Darwin, la realidad es otra, como a lo largo de este artículo mostraremos.

Si esta confusión ya de por sí tiene relevancia, lo peor no es eso. En el mundo de la ciencia han aparecido los nuevos censores, una especie de nueva inquisición, obviamente algo que va contra el espíritu de la ciencia que presume de no tener dogmas. Estos nuevos censores son los defensores del “pensamiento único” que quieren evitar que se debata y se discuta públicamente sobre la teoría de Darwin y el neodarwinismo, especialmente a la luz de determinados hallazgos que nos van ofreciendo numerosas investigaciones. Recientemente el filósofo de la ciencia Telmo Pievani publicaba “Creación sin Dios” [Telmo Pievani, “Creación sin Dios”. Madrid 2009], en la que en tono victimista calificaba a cualquiera que osara cuestionar la teoría darwinista como un “caballo de Troya” del creacionismo.

Desde el principio quiero dejar claro qué es lo que intentaré mostrar a lo largo de estas páginas para que el lector siga leyendo o simplemente lo deje. Ante todo quiero “dar que pensar”, los temas de la vida y las repercusiones éticas que tienen no pueden dejarse en manos de los biólogos, a todos nos incumben.

En segundo lugar, quiero dejar claro que no existe la unanimidad que se pretende mostrar en el terreno de la biología respecto a la teoría evolucionista en la versión darwinista. Muchos científicos y no científicos ven sus lagunas, sus límites o simplemente sus incongruencias. Otra cosa es que en público se atrevan a expresarlo.

La teoría sintética o también conocida como neodarwinismo representa la visión estándar de la biología evolutiva. Es la que se enseña en la universidad y por lo tanto domina el pensamiento biológico, pero ¡ojo! no es oro todo lo que reluce. En la actualidad cada vez va tomando mas relevancia lo que algunos consideran un nuevo paradigma evolutivo al que se conoce como “Evo-Devo”, “Biología Evolutiva y del Desarrollo”, que uniría la teoría neodarwinista de la selección natural y la genética del desarrollo. Se volvería así a tener en consideración la embriología para explicar la evolución.

Esto permitiría explicar la macroevolución (A título de ejemplo pueden cotejarse los artículos y libros que siguen que confirmarían lo dicho C. H. Waddington. “Evolutionary Adaptation”. Tax. Vol I, p. 381-392. Rémy Chauvin. “El darwinismo el fin de un mito”. Madrid 2000. Michele Sarà. “L’evoluzione costruttiva”. Universidad Agromento 2005. J. Cairns , J. Overbaugh, S. Miller “ The origin of mutants”. Nature 1988, 335.142-145. B. Hall. “Spontaneus point mutations that occur often when advantageous than when neutral”. Genetics 1990. Vol. 126, p. 5-16. Lynn Margulis and C. Sagan. “Acquiring genomes: a theory of the origins of species” New York 2002. Máximo Sandín. “Pensando en la evolución, pensando en la vida”. Murcia 2007. Los artículos que citaré de Máximo Sandín pueden encontrarse aquí. Agradezco a I. Nuñez de Castro el que me facilitase su artículo actualmente en prensa, “En busca del Logos para Bíos. Estado de la cuestión en Biofilosofía” Dialogo Filosófico, 2009).

Pienso que este campo de estudio abre nuevas expectativas, pero para constituirse en un nuevo paradigma debe desligarse de lastres darwinistas como la selección natural: si siguen el desarrollo de este trabajo ya entenderán porque. Si mis argumentos no convencen será porque se tendrán argumentos mejores, que me gustaría conocer, y si cuestionan y generan reflexiones propias mejor que mejor. En ambos casos habremos hecho una brecha en el “pensamiento único” que como siempre no es más que ausencia de pensamiento.

1.- Deconstruyendo a Darwin desde la historia

La evolución de las especies se asocia, como hemos dicho, a la figura de Darwin. Darwin se suele presentar como el padre de la biología moderna y el que revolucionó el mundo con su teoría de la evolución por selección natural. ¿Qué hay de mito? ¿Qué de realidad? Hagámonos eco de una serie de acontecimientos.

Corría el verano del año 1858 cuando en “La Sociedad Linneana de Londres” se leía una síntesis de lo que un año después se publicaría con el título del “Origen de las especies”, junto con un manuscrito de Alfred Russell Wallace en los que se presentaba la teoría, que expresada de modo grandilocuente, cambiaría el mundo: la evolución de las especies por selección natural. Estos escritos iban acompañados de una carta de Darwin al botánico Asa Gray fechada el 5 de septiembre de 1857 en la que le había enviado un esbozo de su teoría sobre la selección natural.

Esta maniobra permitía a Darwin coanunciar el descubrimiento con Wallace; era una cuestión de precedencia y sobre este tema se ha escrito mucho. La cuestión sobre si fue correcta o no la actuación de Darwin no importa mucho.

Los hechos se desarrollaron así. El héroe del H. M. S. Beagle no había publicado nada cuando, el 18 de junio de 1858, recibió una carta de Wallace y un manuscrito en el que sintetizaba sus trabajos en el archipiélago de las Malucas; en él se detallaban las conclusiones a las que había llegado que eran semejantes a las de Darwin.

La recepción de la obra de Wallace hizo que apresuradamente redactara un resumen de sus trabajos, ya que él estaba escribiendo una obra en la que desarrollaba las conclusiones de sus estudios, pero esta obra no estaba acabada. El escribir aquella síntesis apresurada le permitió que pudiese presentarla junto al manuscrito de Wallace. La teoría de la evolución de las especies por selección natural no es, como podemos observar, exclusiva de Darwin. Lo cierto es que Wallace fue rápidamente olvidado por el gran público, la sociedad victoriana y sus prejuicios premiaban a un típico representante de la clase media como Darwin sobre una persona de carácter modesto como Wallace.

La “salida a la luz” de las ideas de Darwin

¿Qué impacto tuvo en el ámbito científico la recepción de esta “revolucionaria teoría”? Un dato interesante es que el presidente de la “Sociedad Linneana” indicaba que el año 1858 no estaba señalado por ningún descubrimiento revolucionario. Si tan novedosa era la teoría, esto no se entiende. Quizás el tema de la evolución no era tan novedoso en el mundo científico y en la historia que se ha contado haya mucho de mito. Lo cierto es que un año después, cuando el 22 de noviembre de 1859 salía publicado “El origen de las especies”, los 1.250 ejemplares de su primera edición se agotaron rápidamente.

Da mucho que pensar la forma en que nació el darwinismo, cómo se ha narrado su historia en la que se han inventado temas que poco tienen que ver con los hechos y cómo se ha mitificado la figura de Darwin. Todo esto produce la sospecha de que en este tema no tratamos sólo de cuestiones científicas (M. Sandín).

Cuando Darwin publicó “El origen de las especies”, la evolución llevaba ya un siglo estudiándose en las universidades europeas (A. Galera). Ni siquiera utilizó el término evolución hasta la sexta edición de su obra principal y lo hizo por sugerencia de T. H. Huxley.

Desde la segunda mitad del siglo XVIII, filósofos de la naturaleza como Maupertois y Buffon expresaban la idea de la progresiva diferenciación de unas especies a partir de otras. Esta idea se fue abriendo paso a paso en la intelectualidad europea.

Posteriormente, autores como Lamarck le dieron mayor consistencia científica, décadas anteriores a la publicación de la teoría darwiniano-wallaciana. Esto explica que la presentación de sus trabajos no pareciese revolucionaria. Los elementos que barajaban no tenían demasiada claridad y las pruebas fehacientes brillaban por su ausencia. Si a esto añadimos que se trataba de una aplicación de la teoría socioeconómica liberal a la naturaleza, no es de extrañar la indiferencia con que fue recibida la teoría en el ámbito científico.

Fijémonos en la principal tesis, principio o dogma (elíjase el término que se quiera, como señala Juan Arana) de la teoría evolutiva de Darwin: “la evolución por selección natural”. Lo primero que llama la atención es que Darwin no estaba convencido de su exclusividad. Él buscó prótesis para ella como la pangénesis o el aumento de eficacia reproductiva. Lo que siempre rechazó fue que la evolución se diese de modo independiente a la supervivencia o a la fertilidad, es decir, que se diesen tendencias ortogenéticas.

Más aún, el propio Darwin no creía en la selección natural porque pudiese probar en un caso particular la derivación de una especie respecto de otra, sino porque clarificaba, explicaba y agrupaba muchos hechos embriológicos, morfológicos y de sucesión y distribución geográfica. A pesar de los propios límites que encontraba Darwin a la idea de la selección natural, esta sigue siendo su principal aportación a la teoría evolutiva. ¿De dónde le vino esta idea?

Las raíces socio-económico-políticas de la intuición de Darwin

La selección natural es una extrapolación de la teoría de la visión del capitalismo liberal a la biología (Michael Ruse, Mauricio Abdalla, Máximo Sandín). Según narra el mismo Darwin, la idea de selección le venía de la selección artificial de ganaderos y agricultores mediante la que obtenían éxito con las plantas y el ganado; cómo aplicar esto a los organismos en la naturaleza le parecía un misterio.

La idea de la selección natural le vino tras la lectura de la obra deT. R. Malthus “Ensayo sobre el principio de población”. Es curioso que Wallace también tuviera la intuición de la evolución por selección natural tras la lectura de la obra de Malthus.

La tesis central de esta obra es que, mientras los alimentos crecen a ritmo aritmético, la población crece a ritmo geométrico: dada la escasez de recursos se da una lucha por los recursos en la que salen vencedores los más aptos. La idea que ponía al egoísmo como la clave en las relaciones humanas había sido elevada a categoría metafísica por Adam Smith, quien la consideraba el concepto fundamental para explicar el funcionamiento de la sociedad.

La economía y las relaciones sociales deben regirse por la libertad de mercado, el Estado debe limitarse a que se garantice esta libertad. Es el famoso “laissez faire”, dejar hacer, en la que cada uno buscará su interés propio del que surgirá lo mejor para la sociedad, una sociedad que verá el triunfo de los mejores.

Malthus, discípulo de A. Smith, planteará desde estos criterios la lucha por los recursos como clave del funcionamiento social. Los que acaban venciendo son los más aptos, se observa una clara legitimación del “status quo”, el que está en lo alto es el mejor, el que debe estar; desde aquí se justificarían políticas sociales que hoy día consideraríamos totalmente inhumanas.

Además, no lo olvidemos, también justificaba la expansión colonialista del siglo XIX. Apliquemos estas ideas a la totalidad del reino animal y vegetal y tendremos, como el mismo Darwin dice, la teoría de la evolución por selección natural. A partir de aquí, como señala Mauricio Abdalla, nuestras mentes fueron entrenadas para ver la competición predador-presa en todo, sin fijarse en otros hechos como el equilibrio armónico que reina en los ecosistemas. Más que una ley de la naturaleza, lo que podemos observar es una ley que se decretó y se impuso a la naturaleza.

Un último ejemplo dará aún más luz sobre la cuestión, me refiero a la famosa contienda entre el obispo Wilberforce y T. H. Huxley. En una memorable sesión de la “British Association for the Advancement of Science” en Oxford el 30 de Junio de 1860, Huxley relata como Samuel Wilberforce habría ridiculizado las tesis de Darwin y la respuesta contundente de Huxley (en adelante considerado el bulldog de Darwin) que habría destrozado y destronado las tesis del pomposo prelado. Los informes refieren algo muy distinto al épico duelo. Fue luego cuando se generó el mito que escenificaba la lucha entre la luz de la ciencia y el oscurantismo eclesiástico. Así se intentaba forjar un nuevo caso Galileo.

Pensemos que nos encontramos en una Gran Bretaña de la segunda mitad del siglo XIX donde las clases medias adquieren un lugar relevante en la sociedad industrializada, reemplazando a los terratenientes y a las clases feudales del pasado. Las clases emergentes luchaban por una reforma en la administración y por una educación laica que, entre otras cosas, liberase a la ciencia de la tutela de la iglesia establecida. Ellas fueron elaborando sus propios mitos. La ciencia no deja de ser una práctica social que refleja las virtudes y defectos de la sociedad de una época. Luchas de poder e influencia, cuestiones económicas, ideologías y propaganda, siempre se mezclarán. La realidad es que detrás de todo esto hubo mucha propaganda y una fuerte carga ideológica, como nos muestra M. Ruse.

Darwin murió en Kent el 19 de abril de 1882. Su vida se nos ha presentado de forma heroica, desde el viaje en el Beagle, a las luchas contra los dogmatismos de una época, especialmente en su enfrentamiento con las doctrinas de la iglesia, hasta su muerte. Un auténtico ejemplo de honestidad científica y de coherencia.

Unos pocos datos: en su muerte recibió un funeral de Estado en la Abadía de Westmister (sólo cinco personas no pertenecientes a la nobleza lo habían recibido durante el siglo XIX). Fue enterrado, ni más ni menos, que junto a John Herschel y Newton. A lo largo de su vida fue miembro del Consejo Rector de la “Geological Society”, de la “Royal Society”, de la Academia de Ciencias Francesa, etc. Las dificultades épicas que sufrió Darwin parece que brillan por su ausencia. La historia nos muestra a una sociedad que lo ensalzaba, pues proponía su visión social como paradigma de toda la naturaleza, justificaba el triunfo del fuerte, algo que era debido a sus propias condiciones y venía muy bien para justificar, de hecho, la expansión colonial británica.

Podemos pensar que fuese lo que fuese de la historia de Darwin, de cómo surgió y se forjó la teoría, de extrapolaciones y mitos aparte, si la teoría científica que propuso tiene tanta relevancia, por algo será. Esto es lo que me propongo debatir en el siguiente punto: ¿Cuál es la relevancia real de la teoría evolutiva darwinista?

2.- Deconstruyendo la teoría de la evolución de Darwin

Pero ¿en qué consiste la teoría de la evolución de Darwin? Indiquemos los principios básicos:

1) Los seres vivos tienen como característica la posibilidad de variación. Esta variación se da de modo gradual y no a saltos. Las variaciones congénitas, no las adquiridas a lo largo de la vida, son heredadas por los descendientes.

2) En cualquier especie, el número de los individuos que nacen es mayor que la cantidad de recursos que hay en el ambiente, o sea los organismos producen más descendientes de los que pueden sobrevivir.

3) Debido a lo anterior se origina una lucha por la existencia donde se competirá por el espacio vital y el alimento: los que salgan vencedores y por tanto sobrevivan serán los más aptos. Cuando las variaciones capaciten mejor a un organismo para sobrevivir en un determinado ambiente, éste triunfará en la lucha. Los individuos supervivientes transmitirán a sus descendientes las variaciones aventajadas y éstas pasarán a la generación siguiente y así, acumulándose, permitirían no solamente la adaptación a un ambiente determinado, sino la posibilidad para evolucionar de una especie a otra.

Principios esenciales del darwinismo

Los principios esenciales de esta teoría serían el gradualismo de las variaciones que se irían acumulando generación tras generación. No existirían por lo tanto saltos evolutivos, entre otras cosas porque admitirlos podría llevar a que se postulasen tendencias finalistas en la evolución, algo que de principio niega.

En segundo lugar, la ausencia de un principio causante del cambio, todo ocurriría por azar (como hemos dicho antes un postulado es la ausencia de todo tipo de teleología). Y en tercer lugar la idea clave de la selección natural es que viene definida como una lucha por la supervivencia en la que sobrevivirían los más aptos.

“Lo paradójico es que Darwin se convirtió en el Newton de las ciencias de la vida escribiendo sobre el origen de las especies pero sin haber aclarado el secreto de la vida” (Juan Arana). Darwin no poseía información sobre las mutaciones genéticas y los mecanismos de la herencia. La teoría sintética o neodarwinismo, actual visión ortodoxa de la biología evolutiva, daría como razón de la variabilidad, a la que se refería Darwin, las mutaciones genéticas entendiéndolas como cambios aleatorios que ocurren en el código genético.

El hito de la teoría neodarwinista fue la publicación de T. Dobzhansky “La genética y el origen de las especies”. A principios del siglo XX Bateson y De Vries proponían un mecanismo evolutivo alternativo a la selección natural y a su visión gradualista al que denominaron mutacionismo; en él sostenían que las especies aparecían de forma repentina por mutaciones.

T. Dobzhansky, junto con otros biólogos, lograrían aunar ambas teorías, el mutacionismo y la evolución por selección natural, construyendo el marco actual que rige la ortodoxia de la biología evolutiva, lo que se conoce como “teoría sintética”. Llamo la atención sobre esa capacidad adaptativa que tiene desde el principio la teoría darwiniana que va o moldeándose o fagocitando todas aquellas propuestas que en principio parecen contradecirla, eso si que es una verdadera adaptación.

Dobzhansky resume del siguiente modo la teoría neodarwinista: el proceso de mutación aporta la materia prima genética. Los cambios evolutivos son elaborados por selección natural a partir de la materia prima. En los organismos sexuados, el aislamiento reproductivo hace que la divergencia de las especies biológicas sea irreversible. Aquí tenemos los tres ejes perfectamente definidos: gradualismo (micromutaciones frecuentes y repetidas que se van acumulando), azar (esto sucede en todas direcciones y sin tendencias definidas) y selección natural (la supervivencia del más apto). A esto le añadimos el tiempo necesario y ya tenemos la teoría de la evolución que se acepta comúnmente. En adelante me propondré discutir los tres ejes.

Gradualismo

Respecto al gradualismo, lo primero que encontramos es la ambigüedad a que nos lleva. ¿Cuántos eslabones intermedios son necesarios? ¿Debe haber algún momento en que ya no hay eslabón intermedio entre una especie y otra? Si la ambigüedad es un problema, peor aún es que el registro fósil no revela tal gradualismo. ¿Qué es lo que científicamente conecta a estas especies aisladas sino hay ningún resto fósil? ¿Cómo podrían tales muestras desconectadas demostrar el gradualismo?

S. J. Gould y Eldredge propusieron en los años 70 la teoría del “equilibrio puntuado” para poder explicar los datos que nos ofrecía la paleontología; en ella defendían los “cambios espasmódicos y episódicos”. El gradualismo quedaba seriamente cuestionado por la paleontología. La visión conocida como Evo-Devo, que cuestiona el gradualismo evolutivo y a la que antes hemos hecho referencia, va encontrando cada vez más adeptos. Parece claro, por los datos que ofrecen los nuevos desarrollos científicos, que la visión gradualista de la teoría estándar queda seriamente “tocada”.

Azar

Si al gradualismo en la evolución se le presentan grandes dificultades, veamos ahora el tema del azar. La indefinición que acompaña al darwinismo desde su origen le sigue acompañando aún hoy; esto se puede observar claramente en la cuota de participación cada vez mayor que la teoría sintética le va atribuyendo al papel del azar.

J. Monod, en su famoso libro “Azar y necesidad”, llegó a convertirlo en un especie de “deus ex machina”. Como las mutaciones genéticas consisten en último término en cambios en la secuencia o bases dentro del ADN que codifica la síntesis de proteínas y no hay modo de determinar el advenimiento de ese cambio, podemos especular y decir que ciertas cosas suceden “porque sí”. Los cambios genéticos no tendrían ningún norte, serían ciegos, y sólo la selección natural transformaría este caos en orden.

El azar ha llegado a magnificarse de tal modo que es “la caja negra” donde arrojamos todo aquello que no podemos predecir, o simplemente que no comprendemos. Deberíamos deducir de aquí una especie de indefinición cognoscitiva, es decir, podemos o deberíamos concluir que en la biosfera, la clase de objetos que se contienen y sucesos que acontecen, no podemos preverlos.

Pero el darwinista convierte lo que es un concepto límite de la ciencia, que no encontramos leyes esenciales, probabilistas o estadísticas para predecir lo que vendrá o para explicar el desarrollo del devenir biológico, o sea esa indefinición cognoscitiva que llamamos azar, la transforma en una cuestión esencial; es decir, al azar le da un uso metafísico al afirmar, no que no pueda prever, sino que no existe ninguna finalidad.

El biólogo hace este uso cuando presenta la aparición de la vida como pura casualidad, o cuando afirma que la evolución solo está marcada por el azar, sin ninguna orientación, ni necesaria ni probabilista. Este tipo de afirmaciones son excesivas.

Decir que en la naturaleza no hay preferencia entre los infinitos modos del ser vivo o muerto, ni discriminación entre las innumerables fórmulas imaginables de diferenciación vital, no se puede asumir honestamente sin aportar las pruebas fehacientes. Precisamente aquellos que hacen del azar el monarca absoluto de la vida y de la evolución, suelen hacer este tipo de afirmaciones sin ningún tipo de prueba (Juan Arana).

El pretender excluir de antemano cualquier cuestión que pudiera dar que pensar sobre el finalismo no es más que pura ideología. Me parece muy significativo en este sentido, al ser el padre de la teoría sintética, lo que Dobzhansky en una de sus cartas dijo a su amigo el profesor J.C. Greene.

Él se quejaba de modo apesadumbrado de por qué los biólogos no podían hablar de finalismo, creatividad, crecimiento, tanteo, cuando se observaba que esto es lo que se infería que ha acontecido en la naturaleza [I. Núñez de Castro. “Evolución y sentido en la correspondencia de T. Dobzhansky en Blanch (ed) “La nueva alianza de las ciencias y la filosofía”. Madrid 2001, p. 109-114. La correspondencia entre Dobzhansky y J.C. Greene puede encontrarse en: J.C. Greene y M. Ruse “On the Nature of the Evolutionary Process: The Correspondence Between Theodosius Dobzhansky and Jhon C. Greene”. Biology and Philosophy 11:445-491 (1996)]. El “status quo” científico no permite hablar de finalidad en la evolución, he aquí otro de los dogmas que se generaron desde Darwin.

Además, no tiene por qué existir siempre una contradicción entre el azar y la finalidad: pondré un ejemplo sencillo. En una habitación oscura yo busco el interruptor de la luz, lo haré de modo azaroso, tanteando en las paredes, pero nadie puede negarme que en este hecho no haya una finalidad clara.

Unos acontecimientos pueden parecer casuales con relación a determinadas leyes científicas, con todo pueden ser intencionales. Al materialista que excluye, por definición, la finalidad hay que decirle que si algo hay que no es absoluto es el azar, luego nunca podremos estar seguros de que las casualidades no sigan ninguna regularidad pues siempre serán imaginables unos marcos de referencia en el que tales casualidades estén más planificadas de lo que podemos entrever: Teilhard de Chardin hablaba en este sentido de “Azar planificado”.

Cuando se habla del azar con un carácter metafísico, ese azar puro, del que habla el materialista, debiéramos comprender que se trata de afirmaciones metacientíficas que requieren una fuerza argumentativa que ellos nunca dan. La cuestión es que por repetir por activa y por pasiva que Darwin destronó el finalismo en el ámbito de lo viviente, eso no es cierto. Es lógico que uno desde la metodología científica no se plantee finalidades, pero no es menos cierto que cuando reflexionamos sobre los datos que nos aporta la ciencia, no podemos dejar de plantearnos qué sentido tiene eso.

Selección natural

Planteemos finalmente la cuestión más central: la selección natural. En la teoría de la evolución se habla de variación, ambiente, especiación, etc. Esto no son aportaciones originales de Darwin, su auténtica aportación, en la que le acompañaría Wallace, es la de la selección natural de las especies.

La selección natural nos habla de la supervivencia del más apto en un ambiente determinado. ¿Cuál es el criterio mínimo para poder afirmar que una teoría es científica? La condición básica para establecer una teoría o hipótesis científica es que sea falsable. Una hipótesis es falsable si existe un enunciado observacional posible que sea incompatible con ella, es decir, que en el caso de ser establecido mostraría que la hipótesis está errada.

Una hipótesis o teoría es falsable porque dice algo definido del mundo; una teoría será muy buena cuando haga afirmaciones de largo alcance, siendo así sumamente falsable, y sin embargo resista los intentos de falsación. Las teorías deben ser así precisadas y establecidas con claridad sin ninguna ambigüedad que permitiera evitar la falsación.

Una vez tenemos una teoría o una hipótesis, la sometemos a las pruebas más severas, modificándolas sólo en aspectos que tengan consecuencias comprobables. No considero que Popper lograra una concepción universal de la metodología científica, simplemente me quedo con estos mínimos que considero imprescindibles para separar lo científico de lo no científico.

El breve resumen que he hecho de la propuesta popperiana choca con diversos aspectos de la teoría darwinista. En primer lugar la ambigüedad que, como hemos reseñado, conlleva la teoría y en segundo lugar esa capacidad que tiene la teoría de fagocitarlo todo.

La cosmovisión darwinista ha ido ajustándose a todos aquellos desarrollos que en un principio la ponían en cuestión; para algunos esta sería una gran virtud, sin embargo en ciencia algo que lo explica todo al final no termina por explicar nada.

Siendo importantes los aspectos indicados, lo más grave y quizás más sorprendente para el lector es plantearse la siguiente pregunta: ¿es falsable la teoría de la evolución de las especies por selección natural? Para ver más claro el desarrollo de esta cuestión lo podríamos poder aclarar mediante un sencillo análisis lógico. La propuesta popperiana, en la que utiliza lo que en lógica se conoce como el “Modus Tollendo Tollens”, nombre formal que se le da a la prueba indirecta, se expresaría así:

P. 1.- Si la hipótesis científica H es correcta se observará el fenómeno empírico F. / P. 2.- No se observa el fenómeno empírico F. / Conclusión.- La hipótesis H no es correcta.

Lo que debemos plantearnos es cuál es el fenómeno empírico que, de darse, haría que la teoría de la selección natural de las especies fuera incorrecta. Pongamos un ejemplo: en el laboratorio diseñamos una serie de experimentos para ver qué individuos sobreviven en una población a la que sometemos a diferentes tratamientos químicos. Por otro lado, realizamos otra serie de experimentos en los que observamos qué especies sobreviven en una competición en la que los recursos alimenticios son limitados.

Observamos que unos sobreviven y otros no, obtengamos los resultados que obtengamos siempre sobrevivirán los más aptos y, por lo tanto, el experimento no me permite responder a la cuestión ¿es válida la teoría de la selección natural o no? No puedo, pues, avanzar en el conocimiento. Sobrevivir y más aptos significa lo mismo.

Lo único que aprendería de este experimento es que unos sobreviven y otros no, que unos son más resistentes que otros, que unos mutan y se adaptan. Pero nada me diría sobre la selección natural. Intente el lector imaginarse cuál debiera ser el resultado para que la selección natural fuese falsada, piénselo detenidamente y verá que no es posible. Puede existir toda la evolución que se quiera, pero siempre se seleccionarán los más aptos porque por definición estos son los que permanecen.

La teoría es infalsable “ergo” la teoría no es científica. Cualquier resultado podrá ser incorporado a esta visión. No olvidemos que una teoría científica requiere ser confirmada por un experimento falsable, y la teoría de la selección natural no puede serlo; no pone en juego elementos bien descritos y consensuados que puedan someterse a experimentación.

Si el método científico se sustenta en pilares tan fundamentales como la capacidad de repetir un determinado experimento en cualquier lugar o por cualquier experimentador y la falsabilidad, y si ésto no es aplicable a la teoría evolutiva de Darwin, simplemente no es una teoría científica (invito al lector a visitar el blog del biólogo Emilio Cervantes, o las webs Biología y pensamiento y decrecimiento.

Así pues lo que ocurre, es que hablar de “supervivencia del más apto” no es más que una tautología, o sea una redundancia explicativa. Se trata de explicar algo mediante la variación de algunas palabras que en conjunto significan lo mismo que lo supuestamente explicado. Aquí no hay avance en el conocimiento, es lo mismo que decir “A es igual a A”; esto se acepta independientemente de que sea un hecho real o no.

Tenemos así una tautología revestida de lenguaje científico y presentada como una teoría fundamental de la ciencia: “la causa de la evolución es la selección natural”. Quisiera que se me explicara dónde están las referencias bibliográficas en las que se muestre de modo reproducible esta afirmación, o en la que se me den datos de la evidencia experimental.

Podemos presentar la cosmovisión darwinista como un marco conceptual o una cosmovisión que me permita interpretar la naturaleza desde esa visión de ley selvática, como expresaba Tennyson en aquel verso que hablaba de una naturaleza de dientes y sangre, una extrapolación del “laissez faire” a la naturaleza, pero no podremos considerarla como una teoría científica. Invito a pensar sobre este hecho, una idea sin base experimental y sin posibilidad de comprobación, quizás una idea dogmática que reemplazaba un dogma creacionista por otra creencia.


Portada de la revista Newscientist de enero 2009
Portada de la revista Newscientist de enero 2009
La adaptabilidad del darwinismo

En este sentido parece tener razón T. S. Kuhn cuando afirmaba que los paradigmas científicos hacen que veamos el mundo de una manera determinada, que en cierto modo los que sustentan paradigmas distintos viven en mundos distintos y que el cambio de un paradigma a otro se produce por una especie de conversión. No existirían argumentos puramente lógicos para el paso de un paradigma a otro, existiendo muchos elementos, condicionantes externos, sociales, económicos e intelectuales que intervendrían en el cambio de paradigmas.

La cosmovisión darwinista, cuyos principios fundamentales como el gradualismo y el puro azar son muy cuestionables y, cuyo aspecto central, “la selección natural” o supervivencia del más apto es pura tautología, irá siendo cada vez más puesta en entre dicho, y en su defensa fagocitará las propias visiones que lo vayan cuestionando.

Pondré un ejemplo reciente. En un revista digital de la UNAM plantea el articulista José Narro Robles esta cuestión ¿es perfecta la teoría de Darwin? Responde que no, pero prosigue diciendo que las diferencias no son insuperables y que dentro del evolucionismo contemporáneo se han desarrollado concepciones innovadoras basadas en (aquí viene la sorpresa mayúscula) la dialéctica, la teoría de sistemas o el holismo que intentan con éxito superar los fallos.

Pero si precisamente desde la teoría de sistemas o desde el holismo se pone en un brete a la visión darwinista, ¿cómo es que el propio darwinismo asume estos avances como logros?. La respuesta la podemos encontrar en el mismo Kuhn, cuando afirma que las revoluciones se van dando invisiblemente.

Mirando desde una perspectiva histórica, puede ser que ya estemos en el centro de la revolución, creyendo eso sí, que estamos echando incienso a Darwin. Quizás esto es lo que ocurre con nuevos paradigmas teóricos como el de “Evo-Devo” antes citado, que cuestionando los principios fundamentales del neodarwinismo, aún creen que lo están completando (Nuñez de Castro, Emilio Cervantes).

Mientras tanto, como el ser humano vive en un espacio de razones y las ideas que tenga sobre el cosmos y sobre sí mismo le humanizan o deshumanizan, habrá que plantearse si la visión competitiva, de lucha sin cuartel, de triunfo del poderoso justificado como el más apto, etc, sirven para generar un mundo más humano y plantear un futuro esperanzado o no.

La teoría de Darwin ha biologizado la realidad en todos sus dominios, como afirma Carlos Castrodeza. El principio de selección natural impera en un mundo donde prima la lucha, el sufrimiento, la injusticia. Pero más que un principio físico es un principio metafísico que, extrapolado de una teoría social, impregnó la cosmovisión naturalista.

Considero que una visión en la que se plantee la realidad natural desde claves de interdependencia y cooperación, donde se haga resaltar el equilibrio propio de los biosistemas, es mucho más humanizadora. Quizás sea hora de invertir el proceso: si a mediados del siglo XIX una teoría social sirvió de marco para interpretar la naturaleza, llegando a impregnar nuestras mentes de conceptos tales como lucha, poder, o modelos competitivos, ahora sería conveniente que una visión holística de la naturaleza basada en el equilibrio de los ecosistemas pasase a la sociedad humana planteando otro tipo de relaciones entre los hombres [C. Castrodeza, “La darwinización del mundo”, Barcelona 2009. Estas ideas están también en el fondo del artículo de M. Abdalla “O capitalismo é selvagem?”].

3.- ¿Celebrar a Darwin?

No voy a negar la importancia histórica que tiene Darwin, cuestionar su influjo sería una necedad por mi parte. He querido, eso sí, desmitificar una figura, un ídolo en parte forjado desde determinadas ideologías e intereses. En segundo lugar cuestionar esa visión que quiere convertir a la ciencia en la nueva religión del futuro, con sus excomuniones, cánones, liturgias y ministros. En tercer lugar dar que pensar sobre el hacer científico que puede llegar a convertir en hechos lo que son teorías muy cuestionables.

La reflexión sobre la vida es cuestión de todos: las consecuencias que tienen nuestras cosmovisiones son muy importantes a la hora de plantearnos el futuro de la humanidad. Si el objetivo único de la vida fuera producir las generaciones siguientes de seres vivos sin más en una especie de prosecución de la vida sin sentido, siendo la supervivencia “el todo”, las consecuencias a las que nos llevarían éstos planteamientos aplicados al ser humano serían puramente nihilistas.

Debemos mirar cara a cara a la verdad. El hecho de que algunos científicos e intelectuales sigan obcecados en plantear la oposición entre los resultados de la ciencia y las cosmovisiones finalistas para evitar los excesos religiosos. no lleva más que a enfangarse en proyectos deshumanizadores.

Es hora de proponer otras alternativas, de debatirlas, de sacarlas a la luz y en esto estamos implicados todos. Es hora de superar los rancios enfrentamientos y buscar cauces de diálogo en todos los ámbitos del ser humano. Los exclusivismos y los anatemas no suelen ser buenos.

Si he dado que pensar me sentiré satisfecho, se esté o no de acuerdo conmigo. Se debe celebrar a Darwin, sí, pero sabiendo realmente lo que celebramos. La Vida trae sus mensajes, y debemos escucharla, para mí esos mensajes son la voz de Dios, para otros pueden ser otro tipo de voces, pero si las escuchamos siempre nos hablarán de “Vida”, futuro, fundamento, sentido. Sobre esto podremos dialogar y escucharnos unos a otros, sólo así podremos evitar el vacío y la nada.


Jesús Cañete Olmedo es profesor de filosofía y colaborador de la Cátedra CTR







Juan Jesús Cañete Olmedo.
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31.Publicado por roldán el 09/10/2009 14:10
Llevas mucha razón en tu conclusión J.D. roldán. Seria interesante saber si el profesor Cañete Olmedo opina igual.

30.Publicado por roldan el 08/10/2009 01:21
Que gracioso, roldán BIS. Aunque aquello que afecta al ser humano en sus preguntas existenciales, no lo responde desde su mente sino desde su cultura. Tendríamos que pensar en cómo evolucionan las culturas y aquello que la forman (religión, filosofía, ciencia, etc.).
En cuanto a la mente humana... fíjate, seguramente evoluciona entre intrincadas redes neuronales y lo que el desarrollo biológico de éstas le permiten. Pero ya entro en terreno farragoso.

29.Publicado por J,D, roldán el 04/10/2009 20:27
SÍNTESIS.
EL SER HUMANO TEME QUE LA EXISTENCIA NO TENGA FINALIDAD E INTENTA DEFENDERLO
EL SER HUMANO TEME QUE LA EXISTENCIA TENGA FINALIDAD E INTENTA DEFENDERLO

CONCLUSIÓN
LA MENTE HUMANA ES LO ÚNICO QUE NO EVOLUCIONA.

28.Publicado por roldan el 02/10/2009 13:41
Me ha sorprendido gratamente este artículo y quiero dar las gracias al profesor JJ.Cañete Olmedo por su atrevimiento y originalidad. La deconstrucción de la teoría darvinista en sus principales puntales de gradualismo, azar y selección natural, incluso en su mitificación histórica, resulta bastante convincente.
Por apuntar algo, tras leer el artículo se me plantean cuestiones como la referente al azar. Que el método empírico no nos deje demostrarlo todo no quiere decir que el azar quede como única solución, y en el caso de que sea puro azar lo que queda por conocer, pienso que no tiene porqué estar reñido con una finalidad, incluso podría ser la causa de su existencia.
Igualmente el tema referente a la tautología del darwinismo me parece sobradamente demostrada pese a la discusión mantenida por el lector Jay. Sobrevivir y ser el más apto acaba siendo lo mismo, no es una teoría falsable y por tanto, padece en su estructura científica. Lo que el autor pretende es poner en duda la teoría, no el hecho de la evolución.
Como apunte personal, opino que es posible que ciencia y filosofía no sean capaces de desarrollarse juntas, pero sí que deberían "contagiarse" un tanto de sus mutuos puntos de vista. Aunque que la ciencia no busque fines sino hechos, pues no es este su funcionamiento, el hombre por naturaleza es un ser finalista, nunca dejará de buscar sentidos a su realidad, y el debate acerca de lo que el hombre consigue u olvida de sí mismo através de sus logros científicos no debe ser olvidado.

27.Publicado por Jay el 03/09/2009 21:43
Ya de aquí no sale mas nada Joan. Concluyendo un poco creo que el problema se encuentra en que muchas personas solo conocen el enunciado general y no sus aplicaciones particulares. En la práctica, contrario a lo que se diga la teoría de la seleccion natural es una teoría fructífera exitosa y unificadora como para ser considerada vacua. Como expliqué, es falsable y sería si un organismo NO sobrevive teniendo habilidades o aptitudes comprobadas de supervivencia es decir que las adaptaciones no se propagan. Al no observar tendencia en la supervivencia de ciertos rasgos sobre otros de una generacion a otra podríamos afirmar que la supervivencia es al Azar y no selectiva.
No creo que sea un dogma mas bien es como una ley fundamental ya que casi todas parecen analíticas. Como por ejemplo el segundo principio de la mecánica clásica.
P.D. Si NO encontraramos un patrón selectivo sino que las proporciones de los rasgos no cambian la seleccion natural sería una mentira. Entoces existe la posibilidad de que sea refutada.

26.Publicado por joan el 03/09/2009 12:36
Saludos jay, parece que estamos monopolizando el tema en cuestión. Pero bueno antes de llegar a un punto muerto quiero darte mi opinión. El experimento que propones no falsaría la teoría que habla de la seleccion natural como supervivencia del mas apto.Lo que has conseguido es falsar la relación causa -efecto entre la posesión de una habilidad determinada y la supervivencia. La investigación te llevaria a buscar otros elementos que no has tomado en consideración y que intervienen en el proceso. Tal como has planteado la cuestión la teoría de Darwin habría sido falsada en muchas ocasiones, pero no es asi. Los que han sobrivido por la causa que sea son los mas aptos . Tal como Darwin planteo la cuestión esto es infalsable pues se trata de una definición circular. Supervivencia=mas apto o mas fuerte. La unica manera de escapar a la tautologia seria replantear la propia teoria ,algo que no hizo Darwin, por ejemplo supongamos que definimos apto o fuerte en terminos de replicabilidad molecular independiente de la supervivencia, quedaria algo asi:Las moleculas autorreplicantes más fuertes se adaptan mejor a las presiones ambientales ambientales. Aqui abririamos otro tema, por ejemplo si esto es aplicable a un conglomerado de celulas vivas, a un organismo. Tal como lo plantea Darwin o el Darwinismo no hay salida y desde esta perspectiva no me extraña la afirmacion de J. Huxley en un articulo publicado en los 60 decía: "El primer punto que debemos destacar de la teoria de Drwin es que ya no es una teoria , sino un hecho", claro aqui ya no hablamos de ciencia sino de dogma.
pd. Ya nos comunicaremos en tu blog.

25.Publicado por Antonio Perea el 03/09/2009 12:12
Hay algo en lo que todos estamos de acuerdo: la evolución es un hecho. El problema viene a la hora de explicar los mecanismos. En mi opinión, la propuesta de la selección natural como mecanismo explicativo es insuficiente. o debe ser completada.
Si determinamos que después de realizar una prueba que los que sobreviven son los más aptos, me parece un hecho refutable, ya que a esos individuos que sobreviven los podemos someter a una nueva prueba "más exigente que la primera" y obtendremos como resultado que "muchos de los aptos" de la primera prueba no pasaron la segunda. Y si hacemos una tercera prueba es posible que al final no sobreviva ninguno.
En mi opinión debemos entender que el "progreso" evolutivo lo determina el "ambiente" ( la exigencia del ambiente), y lo hace de tal manera que es capaz de provocar las mutaciones oportunas para una adaptación idónea al entorno. En este caso no es la selección natural por si misma lo que convierte a un individuo en apto, sino que es el entorno el que provova la mutación oportuna y hace que algunos individuos pasen a ser aptos en este entorno. En definitiva, si no se produce una extinción de una especie, las continuas exigencias del ambiente provocarán indefectiblemente una mutación genética en alguno de los individuos que supondrá una mejora adaptativa, y que a su vez será transmitida a sus herederos. Ese individuo que ha mutado es con todo derecho el más apto. No es el que sobrevive el más apto, sino el que muta genéticamente para transmitir la mejora adaptativa. Es evidente que hay una relación entre los que sobreviven y los que mutan, pero no necesariamente todos los que sobreviven son los que mutan.
La ecuación sería: el entorno provoca selección, de la seleción algunos mutan, y la mutación supone una mejora que se traduce en progreso evolutivo. Entorno=selección=mutación=evolución. Sin mutación no hay evolución, y la selección natural de los más aptos solo sería sobrevivir hasta desaparecer.

24.Publicado por Jay el 03/09/2009 03:28
Saludos Joan. Podríamos hipotéticamente falsarlo así: Si tomamos 20 cepas estándares de una misma especie de bacteria y cada una con diferente grado de resistencia a determinado antibiótico. Luego las cultivamos en exactas condiciones y exponemos al antibiótico en una misma concentración letal Y en por lo menos 10 réplicas. Es decir 10 grupos o réplicas con 15 cepas cada uno. Si cada réplica da un resultado diferente (estadisticamente significativo), o sea que si por ejemplo en una réplica la cepa C5 fué muy resistente al antibiótico y en otras réplicas C5 no sobrevivió o sobrevivió escasamente y lo mismo con las otras 19 cepas, sería una forma clara de falsar la teoría dado que no habría correlación alguna entre la posesión una habilidad aparentemente útil y la supervivencia del organismo.
Si crees que no es una proposicion sintética crees que es analitica (5=5). Si determinamos empíricamente cuál es el más apto de un grupo (el que sobrevivió) no por eso no es posible que no muera en otra réplica o experimento (es posible pero no probable) así que si es falsable así como si vemos un cuervo amarillo falsaria la afirmacion de que "todos los cuervos son negros"
pd. espero que el blog se ponga aún más interesante

23.Publicado por joan el 02/09/2009 11:00
Para Jay. Estoy de acuerdo con tu argumentación. la investigación demostraría que cierta bacteria, por ej. sobrevive, o que cierto material tiene la propiedad determinada . Un programa posible de investigación sería encontrar el porqué. Pero Jay sobrevivir y mas apto siguen siendo lo mismo. Como podrias hipoteticamente falsarlo. Que resultados potenciales de un programa de investigación cuestionarián la teoría al mostrar que sobreviven los menos aptos.Siempre que sobrevivan seran los mas aptos y afirmar como gran hallazgo que sobreviven los mas aptos no aumenta nuestro conocimiento, no es una proposición sintética, es una pura tautología.
pd. me he metido en tu pg. Web y me parece muy interesante, sobre todo la imagen de Darwin, quizas todo sea cuestión de power.Saludos.

22.Publicado por Jay el 01/09/2009 17:43
Respondiendole a Joan. Al igual que la lógica matemática en esa forma de expresarlo encontramos tautologia. Esto es mera ingenieria ya que la inmensidad de las variables no nos permite hacer una prediccion o saber el resultado a priori. ¿Cuando sabemos entre varios productos cual de todos es antibalas con absoluta certeza? pues, cuando le disparamos a todos y alguno resiste. Entonces, apegandome a tu lógica ¿cual resistirá las balas? : el que sea antibalas y ¿cual es antibalas?: el que resista las balas. Al igual que en la selección natural, el resultado del experimento siempre nos dirá cuales en definitiva son los antibalas. Y que importa esto? Se podria argumentar las caracteristicas que lo hicieron antibalas o apto pero no estarémos seguros hasta que los sometamos al experimento -y aún más en ciencias biológicas-. Por cierto, solo respondiste parcialmente.
Saludos

21.Publicado por joan el 01/09/2009 10:59
Quiero responderle a Jay. En el experimento que propones lo que realmente obtiene el investigador es el hecho de que la modificación de un gen en una determinada bacteria le permite sobrevivir en un ambiente que anteriormente le era hostil. Mas aptos y sobrevivir es lo mismo luego el experimento no demuestra que los mas aptos sobreviven sino que una modificación genetica permite sobrevivir a determinadas bacterias en unas circunstancias que anteriormente eran letales. La supervivencia del mas apto sigue siendo una pura tautología, fuese cual fuese el resultado de una investigación siempre sobrevive el mas apto, luego realmente no estamos confirmando la teoría de darwin. Insisto "quien sobrevive? :el mas apto", "quien es el mas apto? :el que sobrevive" , pienso Jay que esto es una pura tautologia.

20.Publicado por joan el 01/09/2009 00:44
He leído varios artículos sobre Darwin en esta revista. Se puede ser darwinista y cristiano?, o para generalizar la cuestión: se puede ser darwinista y teista?.Si el debate se plantea en esos términos la cuestión de fondo no se debate. Si muchos defensores del darwinismo han sido teistas es obvio que la respuesta a la cuestión es sí, se puede ser darwinista y teista. El problema no es ese, la cuestión no es darwinismo o teismo.El autor plantea un tema de singular importancia: Se puede discutir sobre Newton, y nadie dudaría de la altura científica de Newton, cuál es la razón de que la discusión sobre Darwin genere tantas polémicas. Aquí , por llamarle de algún modo ,hay mucha política y, perdón por los ofendidos, poca ciencia. Este artículo tiene el valor de sacar a debate un tema para algunos tabú. Bienvenido el debate.

19.Publicado por Jay el 31/08/2009 21:07
"...obtengamos los resultados que obtengamos siempre sobrevivirán los más aptos y, por lo tanto, el experimento no me permite responder a la cuestión ¿es válida la teoría de la selección natural o no?..."
"...“supervivencia del más apto” no es más que una tautología..."

Este argumento muestra una clara incomprensión de la experimentación en las ciencias biológicas. Acaso que valor empírico tiene pedir resultados a priori en un experimento de biología? ¿Cual sería el valor de la experimentación biológica?. En biología tan solo las variables conocidas son tan numerosas y aún más las interacciones posibles entre ellas que intentar predecir los resultados a priori es pura necedad. No obstante, en el terreno de la Microbiología si un investigador inserta un plásmido portador de un gen de resistencia al cloranfenicol a una bacteria sensible a este antibiótico el resultado será que los microorganismos que asimilaron el gen sobrevivirán mientras que los sensibles no. En este caso los mas aptos son las cepas transformadas y esto es una práctica común en biotecnología ¿Es esto una tautología?
SALUDOS

18.Publicado por david el 14/08/2009 00:21
estoy de acuerdo con el autor en la desmitificación de la figura de Darwin, no me cabe duda de su importancia, pero como decia recientemente E. Agazzi el darwinismo se ha convertido en un mito y su visión en dogmática. Creo que lo que se pretende celebrar es mas el triunfo del laicismo que defienden los ultradarwinistas que la importancia de un gran cientifico.El que opiniones bien argumentadas cuestionen todo esto me parece de lo más saludable.

17.Publicado por alex el 12/08/2009 00:02
El artículo me parece interesante pero me suscita muchas cuestiones.Si como se argumenta. La figura de Darwin ha sido mitificada. Si su teoría fue una extrapolación de una teoría social al terreno de la biología. Si los fundamentos del darwinismo como el azar, el gradualismo o la selección natural son tan cuestionables.¿Cual es la razón de que siga siendo la columna en la que se sostiene la biología actual?No creo que todo sean razones idelógicas, o mercantiles o cuestiones de este estilo.Quizás ,simplemente ,esta es la mejor cosmovisión que tenemos.

16.Publicado por Sis el 07/08/2009 17:44
Me ha gustado el artículo. Creo que cumple con su objetivo de desmitificar la figura de Darwin. La verdad es que yo ya estoy cansado de esta idolatría sin mucho fundamento que le hacen muchos reduccionistas actuales. Por suerte, algo nuevo se está perfilando, se esboza poco a poco y se siente en el aire. Vientos nuevos soplarán este siglo. Vientos de síntesis, de comprensión con ebarcadora y no simplista que asume la diferencia inherente a todos y cada uno de los elementos del mundo.

Como apoyo a los argumentos citados, traigo a colación a Kropotkin: un naturalista y anarquista clásico que en sus libros combatió (sobre todo en "Apoyo mutuo") la visión malthusiana y darwinista social de que la naturaleza y, por tanto, el hombre, solo consiste en competencia y lucha encarnizada. Kropotkin muestra cómo la cooperación, la socialización, la integración de los organismos en ecosistemas y sus redes de dependencia, simbiosis y ayuda son realmente lo característico de la naturaleza. La visión de lucha atroz es un sesgo, una magnificación de una realidad natural que coexiste con otras con mucha mayor influencia si cabe, como es la cooperación.

15.Publicado por Antonio Perea el 05/08/2009 19:16
Estoy de acuerdo con Jesús Cañete cuando afirma que "lo único que aprendería de este experimento es que unos sobreviven y otros no, que unos son más resistentes que otros, que unos mutan y se adaptan. Pero nada me diría sobre la selección natural... Puede existir toda la evolución que se quiera, pero siempre se seleccionarán los más aptos porque por definición estos son los que permanecen".
Y me explico, según le he entendido yo. Si " la selección natural, la selección de los más aptos" es una ley que se cumple invariablemente, entonces el biólogo o científico que realiza una prueba debería saber de antemano, predecir y anticipar sin ningún margen de error (ya que supuestamente la ley se cumple invariablemete en cualquier caso) cuales serán los individuos que van ha sobrevivir antes de realizar la prueba. Decir a posteriori que los que sobrevivieron eran los más aptos se puede entender como una tautología, una afirmación gratuita.
Si se establece una teoría científica como un paradigma irefutable, éste debe tener la capacidad de anticipar en todos los supuestos cuales serán los resultados finales, y en el caso que a nosostros nos ocupa, deberá anticipar siempre, sin error, cuales son los individuos que sobrevivirán. Si es capaz de anticipar tal hecho, entonces diremos con propiedad que los que sobrevivien son siempre los más aptos.
En este sentido, la selección natural no es un modelo anticipativo, sino que establece sus conclusiones a posteriori, y no hay manera de refutarlo ya que no hay segundas oportunidades para realizar otra prueba.
Pongo un ejemplo.Si usted me dice antes de realizar una prueba con A,B y C, que tras la prueba A y B van ha sobrevivir y C no, y eso se cumple siempre, entonces realmente me dices algo cierto por una ley que has descubierto. Pero si no me dices nada sobre cuáles van a ser los resultados, no me vale que me digas a posteriori que " esos eran los individuos que iban a sobrevivir" y a continuación llamarles los "más aptos"

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14.Publicado por jesus el 05/08/2009 10:15
Creo que el artículo no cuestiona tanto a Darwin como al darwinismo. En una obra reciente Amit Goswami señalaba que se puede oir como crugen los cimientos de la teroria darwinista. No se si la cosa llega a tanto, desde luegoen este artículo se presentan serias dudas respecto a los cimientos del darwinismo. Creo que como dice Kjordan a Darwin se le recordara siempre pero como un hito historico, eso no significa que su visión sea incuestionable.
Como a Julio, tambien a mi me asombra la afirmacion de la seleccion natural como una tautologia, pero el ejemplo que pone no es correcto pues en el laboratorio se puededemostrar que el hierro funde a 15oo grados, si en un experimento se mostrase que funde a 1000 grados esto quedaria falsado, ademas eso no es ninguna teoria. Lo que el autor sostiene es que en un laboratorio no se puede mostrar ningun experimento en el pudiesen sobrevivir los menos aptos, pues sobrevivir y mas aptos es lo mismo, ¿como podrian sobrevivir los menos aptos? Una tautologia seria decir que que el hierro funde a 1500 grados centigrados porque funde a determinados grados Kelvin, eso no explicaria nada. Me sorprende lo de la tautologia pero desde luego ahora no se bien como respoderle, quizas sea que nos hemos acostumbrado a pensar en claves darwinistas y ahora nos cuesta desprendernos de ellas.

13.Publicado por kjordan el 04/08/2009 03:34
dices que la finalidad de tener piernas es para tener sexo o es lo que malamente comprendo? acaso no sera para caminar erguido tambien; es cierto que muchos de los cambios fisicos que se autoimponen las especies estan directamente vinculadas al sexo, pero dudo mucho que en los humanos lo sea el tener piernas o no.

En el articulo se discute la verdad historica de que si Darwin fue el que propuso como genialidad la teoria de la evolucion, cosa de la cual dudo y aqui explica de sobre manera como en su epoca ya estava establecida una corriente intelectual que afirmaba esto, mas nadie la habia DIVULGADO a tal punto como lo hizo EL ORIGEN DE LAS ESPECIES, para mi este es el motivo principal por el cual se le recordara eternamente.

12.Publicado por Julio el 03/08/2009 17:17
No soy científico, pero me asombra la visión de que la supervivencia del más apto sea una tautología. El gran hallazgo de la teoria de Darwin, a mi entender, no es demostrar que sobrevive el mas apto, si no haber encontrado que ESO es lo que ocurre y que ESO es lo que ha generado la enorme diversidad de los seres vivos, cambiando la idea, hasta entonces en vigor, indiscutible e indiscutida, de que eran inmutables y que así habían sido creados por Dios. Probar en el laboratorio que el hierro siempre funde cuando lo calentamos a unos 1.500 ºC tambien debe ser una tautología, pero su hallazgo fué un salto enorme para la humanidad.

11.Publicado por claudio valenzuela el 03/08/2009 06:52
Para mi, las cosas se hacen en forma de azar, pero si tiene una finalidad. por ejemplo: Es verdad que la estructura o forma de hacer las cosas parecen azar, pero piensen esto....................... Fíjense en el placer sexual de el hombre y la mujer, es algo que aparece y hace que el hombre desee tanto tener relaciones como la mujer y lo hagan, eso es claramente un "ansuelo" inteligentemente planeado, para que se reproduzcan y continue la evolucion, eso es claramente con una finalidad, las manos, las piernas todo tiene finalidad. eso para mí es un acto de finalidad (aún que parezca azar), muchos podrían decir que la naturaleza tiene su inteligencia propia, pero luego también me pregunto: no todo es biología, no solo los organismos evolucionan, todo evoluciona, la materia, la estructura universal, sus leyes de la física, y si uno estudia la física de partículas subatómicas, también se da cuenta que todo está en conspiración o armonía para estructurarse y crecer juntos.....
-Pienso lo siguiente (esto es mas una filosofía): Piensen en nuestro conocimiento, experimentando yo el nacimiento de mi hijo me di cuenta que totalmente comenzamos de cero, un cuando nace comienza totalmente de cero, no conoce nada de física, no tiene idea nisiquiera por instinto que al levantar la mano caerá. etc. ahora: con nuestros conociminto comenzando desde cero sabemos que atravez de la vida nuestro conocimiento va evolucionando, pero para sorpreza si lo pensamos también se hace en una cierta forma de "azar" por que nosotros no sabemos todo automatcamente, sinó, que vamos aprendiendo de errores en errores hasta que nuestras ideas se´"reproducen tabién entre ellas" cuando una junta una idea con otra y nace una idea mejor y mas completa, es la evolución de nuestras ideas, que hace que evolucionen los pensamientos y asi el conocimiento general, ahora.... nosotros como conciencia sabemos que esta evolucion personal del conocimiento no es por azar, pero si parace como si fuera "atravez del azar".

10.Publicado por yanina el 31/07/2009 02:53
felicitaiones !!!! gracias a ustedes pude hacer la tarea de biologia . espero que la profesora me felicite como lo estoy haciendo yo ahra . exelente trabajo


9.Publicado por Antonio Perea el 30/07/2009 19:57
A raiz de la constatación de que la evolución es un hecho, no puedo atribuirle como cualidad a la misma el hecho de que sea " ciega y azarosa", en todo caso "miope". Podemos buscar el interruptor de la luz de forma indeterminada, sin saber exactamente donde está, a base de tanteo, pero sabemos que tal interruptor existe, y sabemos de su existencia por una experiencia acumulativa heredada que se convierte en un sello genético que finalmente nos conduce al éxito evolutivo. ¿cual es la ley que sigue la indeterminación? Como indeterminación que es, por propia definición, no sigue ninguna ley. De ahí que yo sustituiría el término indeterminación por " miopía cuántica" o la "ley de ensayo y error".
Decir que "los más aptos sobreviven" no lo convierte en una ley. Simplemente afirmamos que " no todos han sobrevivido", después habrá que demostrar empíricamente que los que sobrevivieron eran los más capacitados. Para que tal supuesto (la ley de la selección natural )fuera falsable y convertirlo en teoría, tendríamos que someter a " los mismos individuos", no una sola vez sino varias veces, a la misma prueba y constatar que siempre, es decir siempre, se obtienen los mismos resutados, que siempre son los mismos individuos los que sobreviven; y esto es algo que no podemos hacer ya que en la primera prueba una parte de ellos dejaron de existir o, lo que es lo mismo, no llegaron a encontrar el interruptor.

8.Publicado por elías el 28/07/2009 14:59
Mi pequeña reflexión girará en torno a las siguientes palabras: “Además, no tiene por qué existir siempre una contradicción entre el azar y la finalidad: pondré un ejemplo sencillo. En una habitación oscura yo busco el interruptor de la luz, lo haré de modo azaroso, tanteando en las paredes, pero nadie puede negarme que en este hecho no haya una finalidad clara.”

Considero que no existe contradicción entre los conceptos del azar y de finalidad siempre y cuando se apliquen a sucesos diferentes, aunque relacionados. En este ejemplo, se aplica el concepto de finalidad a la intención de búsqueda del interruptor, mientras que se aplica el concepto de azar a la estrategia para encontrarlo. Aunque en realidad, nadie busca un interruptor al azar. Ninguna persona palpa en el suelo para encontrarlo, ni da saltos a la altura del techo para encontrarlo, sino que sigue una cierta estrategia que consiste en ir palpando a una determinada altura, altura ésta, que es a la que se suelen colocar los interruptores).

El problema surge cuando se aplica el concepto de azar y finalidad al mismo hecho, como ocurre en el caso de la evolución. Así, desde la comunidad científica se defiende la no finalidad de la evolución mientras que desde ciertas teorías metafísicas se defiende el finalismo. Y el problema consiste en que o bien existe la finalidad en la evolución o bien no existe. Este hecho pone de manifiesto la tensión entre ciencia y filosofía (metafísica).

¿En qué consiste dicho enfrentamiento?

1)La ciencia moderna se desarrolla teniendo en cuenta sólo las causas eficientes y no las causas finales. Por eso me extraña que se cite una de las cartas de Dobzhansky, en la cual, se quejaba de que los biólogos no hablasen de finalismo-salvo que lo que estuviese proponiendo el autor de dicha carta fuese un nuevo concepto de ciencia-. Desde la ciencia moderna no se puede hablar de finalismo. Además, pedirle a la ciencia que hable de causas finales sería pedirle que incumpla el criterio de falsabilidad de Popper. Las causa finales no son falsables, por lo que las supuestas teorías científicas que incorporasen el finalismo, no cumplirían el criterio de cientificidad establecido por Popper. Por lo que me parece injusto que se le pida a la ciencia lo que no puede dar.

2)Desde la metafísica si se puede hablar de finalismo. Lo que ocurre, y como es obvio, es que no se puede aplicar el criterio de falsabilidad de Popper a una teoría metafísica.


Con lo cual surge un enfrentamiento irreductible entre ciencia y metafísica (independientemente, y estoy de acuerdo con lo defendido en el texto, de que la teoría de la evolución –mejor dicho, el mecanismo propuesto por Darwin- no cumple con el criterio de falsabilidad de Popper).

Esto hace que aparezcan cuestiones enojosas como la de dar una visión desde la ciencia contradictoria con una determinada visión metafísica.

Aunque considero que la contradicción podría minimizarse, siempre y cuando, se tenga en cuenta que se están hablando desde planos diferentes (físico y metafísico), y que además, tanto la ciencia como la metafísica no se empeñen en disminuir o infravalorar la importancia del ”campo contrario”.

Considero que la filosofía siempre tiene que partir de lo que diga la ciencia. Partir de lo que diga la ciencia no implica una reducción o dependencia en grado de inferioridad de la filosofía a la ciencia. Lo que digo es que la filosofía debe apoyarse en la ciencia para trascenderla.

Igualmente considero, pese a lo que se suele defender, que la ciencia parte de una determinada concepción de la realidad, y por lo tanto, de una determinada concepción filosófica o metafísica.

Por lo tanto, ambas se necesitan. Aunque dicha necesidad lleva consigo una cierta tensión.

7.Publicado por rivera el 27/07/2009 22:49
La primera impresión que tuve fue de extrañeza. Es cierto que Wallace tiene tanto mérito como Darwin, que la evolución no es planteada por él por primera vez , que Malthus tuvo una clara influencia en su visión de la evolución como selección natural. Pero la figura de Darwin estaba por encima de esto. Pero el tema sería puramente histórico. La cuestión es que han hecho de Darwin los neodarvinistas, ¿hoy sería Darwin darwinista?¿cuál ha sido la influencía real de su visión en todas las versiones del darwinismo social que se han ido sufriendo paulatinamente? ¿Que explica realmente el darwinismo y que oculta? Si el profesor Jesús Cañete ha pretendido hacer pensar creo que lo ha conseguido.

Sin embargo la cuestión que me ha llamado la atención es presentar la selección natural como una tautología. Lo cierto es que el breve desarrollo lógico del tema deja dudas e interrogantes, no creo que llegue a demostrar todo lo que pretende, aunque eso si da que pensar. Desde luego el artículo es fresco y atrevido. Me ha parecido muy sugerente y le invito a seguir publicando sobre el tema.

6.Publicado por JORDAN el 24/07/2009 16:53
su apreciacion critica es correcta, pero en el siglo XIV NO HABIA LA TECNOLOGIA QUE HAY AHORA, como supone que Darwin al observar el mundo natural pudiera ver o entender lo que refiere ah ADN o ah interacciones moleculares hereditarias?? ni que fuera adivino.

Su afan de ver la naturaleza desde el punto de vista humano y de amor, lo conduce a pensar que matar para comer, son actos reprochables y sanguinarios, la supervivencia del mas fuerte es un hecho probado, mas no por ello es lo unico que conlleva a la evolucion.

Podria incluso aceptar que Darwin plagiara ideas de otros cientificos, pero gracias a su publicacion (dado esee caso seria solo eso) lo cientifico dejo de verse como de interes de unos pocos y llego al vulgo;popularizando la ciencia, y dando inspiracion a muchos.Si fueran acertados los datos que aqui presenta, Darwin aun asi seria un gran hito enla historia de la ciencia moderna.

5.Publicado por andy el 24/07/2009 12:01
El artículo me parece muy interesante. nos hace reflexionar sobre cuestiones que parece admitidas por todos. y que practicamente nadie las pone en entredicho. el darwinismo, como bien dice, es una teoría, la evolución es un hecho. además el plenteamiento que hace de la selección natural como una pura tautología me parece contundente. detrás de muchos de los conocimientos que parecen asentados, en el fondo hay mucha ideología, es hora de cuestionar muchas de esos gigantes que tienen los pies de barro. considero que una visión holística de la realidad natural es mucho más acertada que la visión neodarwinista que nos presenta una naturaleza en guerra continua.

4.Publicado por Mario Hails el 22/07/2009 16:28
El artículo es muy interesante porque moviliza el pensamiento. Las nuevas ideas deben ser siempre bienvenidas, aunque después las desechemos.
Juan Jesús Cañete Olmedo hace referencia en su escrito a concepciones innovadoras basadas en la dialéctica, la teoría de sistemas o el holismo que intentan con éxito superar los fallos de la teoría de Darwin. Estas ideas, según Cañete Olmedo, las plantea José Narro Robles en una revista digital de la UNAM.
Por estar trabajando en el tema, quisiera, si es posible, mayor información al respecto, ya que no he podido ubicar la revista ni el autor de la UNAM.
Gracias

3.Publicado por Elías el 22/07/2009 12:45
Me ha parecido un artículo extraordinario. Aunque existen dos cuestiones que quisiera puntualizar.

1)En el artículo se dice: “La visión conocida como Evo-Devo, que cuestiona el gradualismo evolutivo y a la que antes hemos hecho referencia, va encontrando cada vez más adeptos. Parece claro, por los datos que ofrecen los nuevos desarrollos científicos, que la visión gradualista de la teoría estándar queda seriamente “tocada”.”

No digo que esta visión no sea cierta, sino, que existen otras interpretaciones en relación a la visión de la Evo-Devo.
Así, por ejemplo, el catedrático del Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga, Don Ramón Muñoz-Chápuli afirma- y cito textualmente-:

“Es importante señalar que la Evo-Devo no refuta en modo alguno el neodarwinismo, sino que lo completa en el marco de una teoría evolutiva mucho más comprehensiva. Para entender esto es útil distinguir entre microevolución y macroevolución. El primer proceso, basado en mecanismos neodarwinistas de mutación y selección, sería gradual y estaría implicado en el ajuste fino de los organismos a su medio ambiente. La macroevolución, en cambio, consistiría sobre todo en innovaciones evolutivas generadas a partir de cambios en los genes reguladores del desarrollo.” .Según esta segunda interpretación, la visión gradualista, no quedaría “tocada”.

Por lo que considero que sería más conveniente decir, que algunas interpretaciones de la teoría conocida como Evo- Devo cuestionan la visión gradualista, a decir, que los datos que ofrecen los nuevos desarrollos científicos dejan “tocada” la visión gradualista.


2)La segunda puntualización tiene que ver con el tema del azar. Aunque no estoy muy seguro si el sentido que le da el autor coincide con lo que voy a exponer. Por lo que pido disculpas si éste no era el sentido de su crítica.

Si se pudiera, y de hecho creo que se puede, relacionar los cambios en las secuencias de ADN con fenómenos cuánticos, entonces si estaría- más o menos- justificado hablar de azar. Aunque, más bien, habría que hablar de indeterminación. La mayor parte de los intérpretes del formalismo cuántico se inclinan por una lectura indeterminista, siguiendo más o menos la línea de interpretación de Copenhague, debido a que las interpretaciones deterministas requieren suponer cosas ad hoc y muy contraintuitivas (aunque dichas interpretaciones no puedan descartarse lógicamente).

Estos intérpretes consideran, que dicha indeterminación, no es fruto de una incapacidad epistemológica sino de una carencia ontológica.
¿Hasta que punto está justificado, a partir de esta interpretación y de las evidencias científicas, elevar la indeterminación desde el plano epistemológico al ontológico? Pues, francamente, no lo se. ¿Hasta que punto está justificado mantener la indeterminación sólo en el plano epistemológico? Pues, tampoco lo se.

El autor del texto dice: “luego nunca podremos estar seguros de que las casualidades no sigan ninguna regularidad pues siempre serán imaginables unos marcos de referencia en el que tales casualidades estén más planificadas de lo que podemos entrever….”. Pues bien, dicha afirmación podría ser perfectamente cierta.

Lo que digo es que la interpretación mayoritaria que se da desde la física cuántica sobre el problema de la indeterminación no apunta en ese sentido. Insisto, sólo se trata de una interpretación, aunque ésta sea la mayoritaria.

2.Publicado por 9JQKA el 21/07/2009 03:14
Me he quedado a la mitad del artículo y parece que tiene sentido ante lo inevitable, crear una figura acomodada que no tuviera una repercusión demasiado grande, aceptada y consensuada. Ahora, aunque no sea el caso, ahí tenemos al malvado de Ben Laden como idea principal de lo que importa para tomar otras medidas.

PD: Siempre habia pensado que darwin fue descubridor basado en conocimientos previos y estratega divulgador, principalemten por el entorno eclesiastico. Pero terminaré el articulo a ver que dices.

1.Publicado por J. Antonio Paz Pineda el 21/07/2009 02:56
El título es acertado. La propuesta está bien escrita. El autor nos trata de convencer pero en mi caso las dudas sembradas al final no son suficientes para sustituir mi creencia en la evolución a través de la selección natural. La afirmación de que la teoría darwinista tuvo su cuna en el liberalismo sugiere que el materialismo dialéctico con su lucha de clases y otras proposiciones dialécticas está emparentado con el darwinismo. Así podría decir que una elite de los más aptos no es la que prevalecerá cuando el número e instinto gregario de los menos aptos sea abrumadoramente mayor. Entraríasmos a la discusión de si la evolución es resultado predominante de individuos mutantes o de grupos o especies vigorosas. ¿Quién hace la historia, individuos o las sociedades?

El argumento de que el darwinismo no es falsable y, por ello, carece de cientificidad es un sofisma. Este comentario por su brevedad no es propicio para contrargumentar.

El hecho es que el autor no me dio argumentos para substituir mis creencias sobre el asunto. Esto es como un juego de base cero: intentar debilitar el darwinismo y el neo-darwinismo es abonar en la cuenta del creaciosnismo, y en sentido contrario. Para quienes somos agnósticos este tipo de razonamientos son objeto de una apreciación estética muy satisfactoria. En lo particular, en ocasiones me atrevo a argumentar ¿especular? en uno u otro sentido, pero termino regresando a mi posición original. Hago un sincero reconocimiento al profesor Jesús Cañete por esta y otras colaboraciones en Tendencia 21. Las disfuto mucho.

0.Publicado por Luis Alejandro el 21/07/2009 01:08
Hay una gran confusiónen el escrito. Interpone autores de fechas diferentes sin contextualizarlos. Afirma y niega sin demostración. Su planteamiemto al separar lo s hechos de la toería se vuelve mecánico y subjetivo,ya que son esos hechos los que alimentan la teoría. de toda smaneras es un buena reflexión
Invito a leer varios ensayos sobre Darwin en

http://luisalejandrorincon.blogspot.com/
y quizá podamos ampliar un buen debate o discusion

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