El controvertido laboratorio PEAR (Princeton Engineering Anomalies Research) cerrará sus puertas esta semana después de 28 años de investigaciones sobre las interacciones entre el psiquismo y los sistemas físicos, particularmente los sistemas aleatorios, tal como informamos en un anterior artículo. Integrado por ingenieros, físicos y psicólogos, el equipo del PEAR ha pretendido aportar modelos teóricos para una mejor comprensión del papel de la conciencia sobre la realidad física, explica el laboratorio en un comunicado. El principal resultado de esta experiencia, según sus protagonistas, es haber comprobado que las personas pueden modificar el comportamiento de las máquinas, sin intervención física directa, únicamente 2 o 3 veces por cada 10.000 experimentos. Aunque adscrito a la Universidad de Princeton y fundado por el antiguo decano de la facultad de ingeniería Robert G. Jahn, el PEAR no recibía fondos de la universidad ni del gobierno, dependiendo únicamente de contribuciones voluntarias que en la actualidad son insuficientes para el mantenimiento del laboratorio. El PEAR ha vivido bajo la indiferencia de gran parte de la comunidad científica, lo que ha contribuido a restar credibilidad a sus investigaciones. En el futuro el PEAR se integrará en el International Consciousness Research Laboratorios, el ICRL, una organización no lucrativa especializada asimismo en el estudio de los fenómenos físicos vinculados a la conciencia. La tarea continúa, enriquecida con un abanico interdisciplinar mucho mayor.
Física y concienciaEduardo Martínez
24/02/2007
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