El agua es uno de los recursos más escasos y también más difíciles de obtener de manera sostenible. Imagen: Melinda Nagy. Fuente: PhotoXpress.
Cuba, pese a su pobreza, puede ser el ejemplo a seguir en algunos aspectos, en concreto el medioambiental.
Así lo sostiene el presidente del think tank estadounidense The Worldwatch Institute, Robert Engelman, en la guía State of the World 2013: Is Sustainability Still Possible (Estado del mundo 2013: ¿Es posible todavía la sostenibilidad?), en el que expertos de distintos sectores y de todo el mundo advierten de la urgencia de las medidas que se ocupen del medio ambiente.
En un artículo que cierra la publicación, Engelman repasa los últimos datos sobre el cambio climático, pero subraya que hay "mejores respuestas que hacer acopio de productos enlatados y armas"·.
Rediseñar la educación ambiental
"Una manera de prepararse es rediseñar la educación ambiental", para preparar a las nuevas generaciones para los conflictos que lleguen, y "también debemos considerar maneras de actualizar el diseño del movimiento ambiental para que no se limita a responder a las amenazas inmediatas, como la contaminación atmosférica, sino que ayude a crear una cultura sostenible y a poner las bases para que la forma en que vivimos y pensamos estén más profundamente conectadas con la realidad ecológica".
El experto advierte contra las tácticas ilegales en la resistencia ecológica, y defiende la desobediencia civil no violenta. También se muestra escéptico con las técnicas de geoingeniería, como el cemento de captura de carbono, que son "parches rápidos", y que tienen "efectos impredecibles" y "riesgos geopolíticos graves".
"Si las circunstancias superan a nuestros mejores esfuerzos, puede haber un poco de consuelo en las lecciones aprendidas de la decadencia de Cuba. Llevada al borde de un colapso por la Unión Soviética, Cuba sufrió un período de ajuste duro, pero ha encontrado una cultura que deja una huella ambiental pequeña y niveles notablemente altos de bienestar no material, incluyendo tasas de mortalidad infantil mejores que su vecino del norte".
Engelman concluye citando al escritor de ciencia ficción Kim Stanley Robinson, que dice que la verdadera pregunta no es "¿Es demasiado tarde?" sino "¿Cuánto vamos a salvar?" Y eso dependerá de la rapidez y audacia con que actuemos ahora, afirma.
Así lo sostiene el presidente del think tank estadounidense The Worldwatch Institute, Robert Engelman, en la guía State of the World 2013: Is Sustainability Still Possible (Estado del mundo 2013: ¿Es posible todavía la sostenibilidad?), en el que expertos de distintos sectores y de todo el mundo advierten de la urgencia de las medidas que se ocupen del medio ambiente.
En un artículo que cierra la publicación, Engelman repasa los últimos datos sobre el cambio climático, pero subraya que hay "mejores respuestas que hacer acopio de productos enlatados y armas"·.
Rediseñar la educación ambiental
"Una manera de prepararse es rediseñar la educación ambiental", para preparar a las nuevas generaciones para los conflictos que lleguen, y "también debemos considerar maneras de actualizar el diseño del movimiento ambiental para que no se limita a responder a las amenazas inmediatas, como la contaminación atmosférica, sino que ayude a crear una cultura sostenible y a poner las bases para que la forma en que vivimos y pensamos estén más profundamente conectadas con la realidad ecológica".
El experto advierte contra las tácticas ilegales en la resistencia ecológica, y defiende la desobediencia civil no violenta. También se muestra escéptico con las técnicas de geoingeniería, como el cemento de captura de carbono, que son "parches rápidos", y que tienen "efectos impredecibles" y "riesgos geopolíticos graves".
"Si las circunstancias superan a nuestros mejores esfuerzos, puede haber un poco de consuelo en las lecciones aprendidas de la decadencia de Cuba. Llevada al borde de un colapso por la Unión Soviética, Cuba sufrió un período de ajuste duro, pero ha encontrado una cultura que deja una huella ambiental pequeña y niveles notablemente altos de bienestar no material, incluyendo tasas de mortalidad infantil mejores que su vecino del norte".
Engelman concluye citando al escritor de ciencia ficción Kim Stanley Robinson, que dice que la verdadera pregunta no es "¿Es demasiado tarde?" sino "¿Cuánto vamos a salvar?" Y eso dependerá de la rapidez y audacia con que actuemos ahora, afirma.
El lado oscuro de lo conseguido
En el capítulo 1, el propio Engelman recuerda que el concepto de desarrollo sostenible surgió en 1987, con el informe Brundtland, que la definió como aquel desarrollo que "conjunta las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".
El experto repasa la situación actual de las necesidades del mundo, y se congratula de que se haya conseguido uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, fijados en 2000, y es que para 2010 la cantidad de gente sin acceso a agua potable se redujera a la mitad respecto a 1990.
También celebra que en la última década la pobreza se haya reducido de forma drástica en muchas partes del mundo (principalmente Asia). Además, ha aumentado la preocupación de los gobiernos por el clima, las emisiones de gases de efecto invernadero se están reduciendo, y está aumentando el uso de energías renovables.
Sin embargo, es posible que todos estos logros se estén obteniendo a costa de las generaciones futuras. Por ejemplo, el agua llega a más gente, pero a costa de sacrificar el suministro sostenible para el futuro. Y la reducción de la pobreza se consigue en parte mediante el uso excesivo de combustibles fósiles, que fomentan el calentamiento global.
La sostenibilidad en las empresas
¿Cuál es el papel de las empresas en la sostenibilidad? Por ejemplo, medir en qué medida son sostenibles, como señala Worldwatch Institute en una nota de prensa.
En los últimos 15 años, el número de empresas de cualquier tamaño que deciden auto-evaluar cómo de sostenibles son sus operaciones, usando los estándares más utilizados, y divulgan públicamente sus resultados ha estado creciendo rápidamente, especialmente en Europa y Asia.
En el capítulo 1, el propio Engelman recuerda que el concepto de desarrollo sostenible surgió en 1987, con el informe Brundtland, que la definió como aquel desarrollo que "conjunta las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".
El experto repasa la situación actual de las necesidades del mundo, y se congratula de que se haya conseguido uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015, fijados en 2000, y es que para 2010 la cantidad de gente sin acceso a agua potable se redujera a la mitad respecto a 1990.
También celebra que en la última década la pobreza se haya reducido de forma drástica en muchas partes del mundo (principalmente Asia). Además, ha aumentado la preocupación de los gobiernos por el clima, las emisiones de gases de efecto invernadero se están reduciendo, y está aumentando el uso de energías renovables.
Sin embargo, es posible que todos estos logros se estén obteniendo a costa de las generaciones futuras. Por ejemplo, el agua llega a más gente, pero a costa de sacrificar el suministro sostenible para el futuro. Y la reducción de la pobreza se consigue en parte mediante el uso excesivo de combustibles fósiles, que fomentan el calentamiento global.
La sostenibilidad en las empresas
¿Cuál es el papel de las empresas en la sostenibilidad? Por ejemplo, medir en qué medida son sostenibles, como señala Worldwatch Institute en una nota de prensa.
En los últimos 15 años, el número de empresas de cualquier tamaño que deciden auto-evaluar cómo de sostenibles son sus operaciones, usando los estándares más utilizados, y divulgan públicamente sus resultados ha estado creciendo rápidamente, especialmente en Europa y Asia.