El programa de reciclaje de vasos de Starbucks ha requerido la colaboración de sus competidoras. Imagen: kazuh. Fuente: Flickr.
En ocasiones hace falta que varios competidores se unan entre sí para enfrentarse a un enemigo común, o para conseguir un objetivo común. Es el caso de la sostenibilidad, que está consiguiendo que empresas rivales del mismo sector unan sus fuerzas para lograr avances comunes, de los que todas se benefician.
Empresas del sector del té, como Tata Global Beverages, Unilever, Yorkshire Tea y Finlays han formado una coalición, denominada Tea 2030 project que abordará los asuntos relacionados con la sostenibilidad, informa el portal Sustainable Brands.
La colaboración abordará los riesgos de que el mercado del té se vuelva especulativo, como el de otras materias primas. Aunque eso puede tener ventajas, como que se vuelva más transparente, puede producirse volatilidad artificial en los precios.
En un artículo publicado en el blog de The Guardian Negocio sostenible (Sustainable Business), resaltan que según una encuesta realizada a las propias empresas, consideran que es más eficiente centrarse en un solo objetivo que en varios.
Empresas del sector del té, como Tata Global Beverages, Unilever, Yorkshire Tea y Finlays han formado una coalición, denominada Tea 2030 project que abordará los asuntos relacionados con la sostenibilidad, informa el portal Sustainable Brands.
La colaboración abordará los riesgos de que el mercado del té se vuelva especulativo, como el de otras materias primas. Aunque eso puede tener ventajas, como que se vuelva más transparente, puede producirse volatilidad artificial en los precios.
En un artículo publicado en el blog de The Guardian Negocio sostenible (Sustainable Business), resaltan que según una encuesta realizada a las propias empresas, consideran que es más eficiente centrarse en un solo objetivo que en varios.
Reciclaje
Citan el ejemplo de Starbucks, que desde el principio pretendió extender su programa de reciclaje de vasos a todo el sector alimentario, puesto que hacía falta tanto cambiar la conducta de la gente como la infraestructura de reciclaje. El Gobierno también se vio involucrado, además de los grupos ecologistas y los expertos académicos.
Otro ejemplo es el de Nike, que trabaja junto a sus competidores para eliminar productos químicos peligrosos de la cadena de suministro.
Sin embargo, según los encuestados, "la colaboración no siempre es la respuesta", y creen que la competición tiene mucho que aportar también.
Según el artículo, el delicado equilibrio entre colaboración y competición está personificado por la Coalición de Ropa Sostenible (Sustainable Apparel Coalition), una alianza de fabricantes de ropa, calzado, minoristas, proveedores y ONG. El grupo está trabajando en crear un índice que mida el efecto medioambiental de los productos de ropa. De ese modo, todas las empresas tendrán un lenguaje común para entender lo que es la sostenibilidad y cómo conseguirla.
Citan el ejemplo de Starbucks, que desde el principio pretendió extender su programa de reciclaje de vasos a todo el sector alimentario, puesto que hacía falta tanto cambiar la conducta de la gente como la infraestructura de reciclaje. El Gobierno también se vio involucrado, además de los grupos ecologistas y los expertos académicos.
Otro ejemplo es el de Nike, que trabaja junto a sus competidores para eliminar productos químicos peligrosos de la cadena de suministro.
Sin embargo, según los encuestados, "la colaboración no siempre es la respuesta", y creen que la competición tiene mucho que aportar también.
Según el artículo, el delicado equilibrio entre colaboración y competición está personificado por la Coalición de Ropa Sostenible (Sustainable Apparel Coalition), una alianza de fabricantes de ropa, calzado, minoristas, proveedores y ONG. El grupo está trabajando en crear un índice que mida el efecto medioambiental de los productos de ropa. De ese modo, todas las empresas tendrán un lenguaje común para entender lo que es la sostenibilidad y cómo conseguirla.