Imagen: Deborah Benbrook. Fuente: PhotoXpress.
Las empresas cada vez tienen más clara la importancia de combatir el cambio climático para que sus negocios no sean ya solo rentables, sino sostenibles en el tiempo. Una política energética más eficiente y más respetuosa con el medio ambiente es más rentable, si no a corto plazo, sí a medio y a largo.
De ello habla un reportaje de The Guardian, en el que se apunta también que los consumidores cada vez están más dispuestos a pagar por productos y servicios sostenibles.
Las empresas de bebidas se dedican especialmente al apartado de agua. Productores como Nestlé se han dado cuenta de que las malas prácticas agrícolas, unidas al cambio del clima, harán que materias primas como el café y el cacao sean más escasos y de menor calidad.
Grandes empresas como Starbucks tienen claro que el cambio climático es su enemigo. Jim Hana, director de Impacto Ambiental de la compañía, explica según un artículo de Edie.net que un cambio de dos grados en la temperatura podría hacer que grandes áreas agrícolas de la empresa de café se vuelvan inservibles.
El enfoque es por tanto cuestión de negocio, no preocupación por la humanidad ni cosas más intangibles, aunque también incluye una preocupación por el trato a los agricultores de la cadena de suministro. Además, la nueva política produce más interés en los usuarios, añade.
Las reticentes
El artículo de The Guardian señala que, sin embargo, para algunas empresas es el valor de la compañía entera el que está en juego, en sentido contrario. "La viabilidad de cinco de las mayores empresas del mundo -Royal Dutch Shell, Chevron, Exxon Mobil, Petrobras y Petrochina- depende del valor del carbón para las economías del mundo".
En Exxon Mobil, el consejero delegado rechazó reducir la producción de gases de efecto invernadero, con el argumento de que era más importante combatir el sufrimiento de la humanidad. Su posición de dominio depende de que el carbón siga siendo considerado una materia prima básica. Aunque, según afirman también muchos políticos y votantes, si se reducen las emisiones de carbono se provocará sufrimiento a la población.
The Guardian cita un informe de PricewaterhouseCoopers que pronostica graves efectos para la humanidad debidos al cambio del clima, y que "ven los riesgos que se avecinan para las empresas".
De ello habla un reportaje de The Guardian, en el que se apunta también que los consumidores cada vez están más dispuestos a pagar por productos y servicios sostenibles.
Las empresas de bebidas se dedican especialmente al apartado de agua. Productores como Nestlé se han dado cuenta de que las malas prácticas agrícolas, unidas al cambio del clima, harán que materias primas como el café y el cacao sean más escasos y de menor calidad.
Grandes empresas como Starbucks tienen claro que el cambio climático es su enemigo. Jim Hana, director de Impacto Ambiental de la compañía, explica según un artículo de Edie.net que un cambio de dos grados en la temperatura podría hacer que grandes áreas agrícolas de la empresa de café se vuelvan inservibles.
El enfoque es por tanto cuestión de negocio, no preocupación por la humanidad ni cosas más intangibles, aunque también incluye una preocupación por el trato a los agricultores de la cadena de suministro. Además, la nueva política produce más interés en los usuarios, añade.
Las reticentes
El artículo de The Guardian señala que, sin embargo, para algunas empresas es el valor de la compañía entera el que está en juego, en sentido contrario. "La viabilidad de cinco de las mayores empresas del mundo -Royal Dutch Shell, Chevron, Exxon Mobil, Petrobras y Petrochina- depende del valor del carbón para las economías del mundo".
En Exxon Mobil, el consejero delegado rechazó reducir la producción de gases de efecto invernadero, con el argumento de que era más importante combatir el sufrimiento de la humanidad. Su posición de dominio depende de que el carbón siga siendo considerado una materia prima básica. Aunque, según afirman también muchos políticos y votantes, si se reducen las emisiones de carbono se provocará sufrimiento a la población.
The Guardian cita un informe de PricewaterhouseCoopers que pronostica graves efectos para la humanidad debidos al cambio del clima, y que "ven los riesgos que se avecinan para las empresas".
Warren Buffett está dividido sobre el cambio climático, con inversiones contrapuestas. Fuente: Fortune Live Media/Flickr.
No son solo las productoras de carbón y petróleo las que se resisten al cambio. Warren Buffett, cuya compañía de inversión Berkshire Hathaway ha sido elogiada por invertir en energías renovables, invierte también en BNSF (Burlington Northern Santa Fe) Railway, que obtiene el 25% de sus beneficios del carbón. Por eso Buffett ha hecho lobby por la industria del carbón.
Su amigo Bill Gates, cuenta otro artículo de The Guardian, es en cambio un gran activista en cuestiones climáticas. Ha convocado y apoyado a científicos para que busquen soluciones al problema, y ha reclutado a líderes empresariales para presionar al Gobierno de EE UU, para que invierta más en I+D sobre energía.
Warren Buffett no habla sobre el cambio climático, e incluso se negó a ser entrevistado por el tema. The Guardian afirma que no parece que le preocupe demasiado. "Berkshire Hathaway es una de las pocas grandes compañías de Estados Unidos que no ha informado sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero en el Carbon Disclosure Project. En 2011 y nuevamente en 2013, los propietarios de Berkshire Hathaway de propietarios rechazaron una propuesta de accionistas activistas que requerían a la compañía que estableciera metas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero".
Buffett deja generalmente el manejo de las empresas a los gerentes. En el caso de Burlington Northern, es el consejero delegado, Matthew Rose, que tampoco ha querido pronunciarse sobre el tema.
Su amigo Bill Gates, cuenta otro artículo de The Guardian, es en cambio un gran activista en cuestiones climáticas. Ha convocado y apoyado a científicos para que busquen soluciones al problema, y ha reclutado a líderes empresariales para presionar al Gobierno de EE UU, para que invierta más en I+D sobre energía.
Warren Buffett no habla sobre el cambio climático, e incluso se negó a ser entrevistado por el tema. The Guardian afirma que no parece que le preocupe demasiado. "Berkshire Hathaway es una de las pocas grandes compañías de Estados Unidos que no ha informado sobre sus emisiones de gases de efecto invernadero en el Carbon Disclosure Project. En 2011 y nuevamente en 2013, los propietarios de Berkshire Hathaway de propietarios rechazaron una propuesta de accionistas activistas que requerían a la compañía que estableciera metas para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero".
Buffett deja generalmente el manejo de las empresas a los gerentes. En el caso de Burlington Northern, es el consejero delegado, Matthew Rose, que tampoco ha querido pronunciarse sobre el tema.