Bill McKibben, uno de los primeros escritores que denunció en 1989 el calentamiento climático en su emblemático libro The End of Nature, ha demostrado ahora que hasta el 30% de los alimentos habituales pueden adquirirse en un radio de 20 kilómetros de su hogar en Vermont, sin necesidad de cambiar sus hábitos alimenticios, informa BurlingtonFreePress. Eso significa que con un módico esfuerzo pueden reducirse considerablemente los daños ambientales derivados de las costumbres alimenticias: una caloría de lechuga producida en California y consumida en Nueva Inglaterra necesita 97 calorías de energía fósil para su producción y transporte, según sus estimaciones. Comprar localmente es un movimiento cívico norteamericano que fomenta el consumo de productos de proximidad al que McKibben respalda con esta propuesta.
Comer localmenteEduardo Martínez
19/02/2006
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