Autores piden transparencia en premios de poesía subvencionados con fondos públicos

Desde que, a finales de la semana pasada, se lanzase el manifiesto “Justicia Poética Ya”, impulsado por miembros de la Asociación Genialogías de poetas mujeres, diversos han sido los movimientos que se han producido.

Para empezar, más de 500 personas del mundo de la cultura se han adherido ya a este manifiesto a favor del reconocimiento y la igualdad de oportunidades para la poesía escrita por mujeres, a través del blog Justicia Poética Ya; y, hasta ahora, casi 1.700 personas han respaldado la petición ciudadana que las impulsoras del manifiesto han promovido a través de la plataforma Change.org.

Recordemos el origen de la polémica. El  pasado 25 de junio de 2015, el suplemento El Cultural del diario El Mundo, un periódico de tirada nacional, publicaba las siguientes declaraciones de Chus Visor, editor de uno de las principales editoriales de poesía de España: "Lo siento, la poesía femenina en España no está a la altura de la masculina. No hay mujeres poetas comparables a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite (...). Desde la generación del 98 y todo el siglo XX no hay ninguna gran poeta, ninguna (...). Hay muchas que están bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar, por una Medel hay cinco hombres equivalentes”.

Otras reacciones

A raíz de estas declaraciones, ha habido diversas reacciones, además del manifiesto mencionado. Por una parte, la poeta Elena Medel ha puesto en marcha un  blog en el que se están publicando gran cantidad de nombres y versos de poetas mujeres españolas del siglo XX.

Además, hace unos días, Medel declaraba en su muro de Facebook que “tengo que llevar la contraria a Chus Visor: la poesía que escriben las mujeres en España está a la altura de la que escriben los hombres, por supuesto, y en todo el siglo XX —y ya en el XXI, y antes, faltaría— se me ocurren muchas poetas inmensas. Otra cuestión, claro, es que las mujeres hayan escrito o publicado en las mismas circunstancias que los hombres; que hayan accedido en igualdad de condiciones a los catálogos de las editoriales, y a los premios, y a las antologías, y a la atención de la crítica —al canon, en resumen—; o que —en el caso de las autoras más veteranas— el tiempo haya ocultado muchas voces, en lugar de permitir su recuperación. Ese es otro debate, y quizá merezca la pena planteárselo. Justo ahora tenemos la oportunidad y las herramientas para reparar muchos olvidos, y sería fantástico que Visor, cuyo catálogo está tan presente en librerías y medios, no se mantuviera al margen".

Por otro lado, el poeta Martín López-Vega (autor de la editorial Visor en 2002 con el libro Árbol desconocido), ha comentado hoy en  El Cultural de El Mundo las palabras del editor, que no solo ha arremetido contra la poesía escrita por mujeres en España, sino también contra la poesía escrita por jóvenes o contra el poeta Antonio Gamoneda, entre otros.

López-Vega señala en su artículo (que no podemos enlazar por la entrada en vigor de la ILP) que, a pesar de todos esos ataques, lo que “ha hecho correr la pólvora” ha sido “eso de no creo que la poesía femenina en España no está a la altura de la otra, de la masculina”.

El escritor José María Merino, por su parte ha salido en defensa de Chus Visor, en una carta destinada a la poeta Amalia Iglesias, también aparecida en El Cultural de El Mundo.

En su misiva, Merino señala que las declaraciones de Visor han desencadenado “un sorprendente acoso inquisitorial y un derribo malévolo de Chus Visor, uno de nuestros mejores editores de poesía”.

Necesidad de transparencia

La poeta Amalia Iglesias, coordinadora del suplemento Culturas de Diario 16 y directora de Revista de Libros durante años, responde hoy a Merino en el mismo medio. En su carta defiende que las declaraciones de Visor no son compatibles con la imparcialidad que ha de tener cualquier persona que dirima “todos los premios importantes” públicos de este país. Escribe iglesias:

“(…) no considero en absoluto que el manifiesto sea un ataque inquisitorial, más bien es una respuesta a su ataque inquisitorial por no llamarlo "caza de brujas" y su anulación de todas las autoras (incluidas las publicadas por él). Un acto de legítima defensa. No se dice en ningún lugar que este empresario de la edición no pueda tener su opinión respecto a la poesía española y respecto a sus gustos estéticos, incluso que no sea un ben editor, lo único que sí se pide es que alguien que piensa así no siga estando implicado en la mayor parte de los jurados y prejurados, (que tú y yo sabemos muy bien que es donde se dirimen los premios) de la mayor parte de los premios oficiales de este país, que pagan todos los españoles. Entiendo tus razones, pero imagínate que un editor significativo que dirime todos los premios importantes de ahora mismo dijera que no existen escritores leoneses relevantes en el último siglo salvo uno, pon el que quieras ¿Lo considerarías adecuado? ¿Creerías que esa persona debería seguir pilotando la mayor parte de los premios? ¿No es mejor que se pida cierta imparcialidad? ¿No considerarías que anular al resto de los escritores leoneses es sí inquisitorial? Respeto tus motivos y tu libertad de firmar o no un manifiesto, pero en nombre de nuestra vieja amistad, creo que inquisitoriales son ciertas actitudes que se llevan practicando ya desde hace demasiado tiempo con absoluta impunidad, y en este último caso de Chus Visor, con prepotencia y chulería. ¿Cuándo llegara al terreno de la cultura ese decálogo de buenas prácticas y esa transparencia que se predica ahora tanto en otros ámbitos como el político o el económico? Es una pregunta, claro, retórica”.

Martín López-Vega parece coincidir con Iglesias en este último punto, pues escribe en su artículo de hoy que, en lo en que a participación en premios públicos se refiere, Chus Visor “debería ser más transparente (…) “ser honrado y parecerlo, además”.