Argentina apuesta por autobuses que también circulan como trenes

Tomando como antecedente otros sistemas desarrollados en Alemania, Japón y Estados Unidos, el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) de Argentina trabaja en un sistema de transporte híbrido que puede utilizarse como ferrocarril o autobús al mismo tiempo. El objetivo es comunicar mediante un transporte económico a distintas localidades y pueblos con escasa infraestructura.

El sistema “dúo móvil” busca revertir los fenómenos de degradación económica que se advierten en determinadas zonas del interior de Argentina, que padecieron agudos procesos de despoblación debido a la clausura de diferentes ramales de trenes en la década de 1990.

La comunicación que aportaba el ferrocarril con otras localidades y regiones era vital para la economía de los pequeños poblados del país, que en muchos casos quedaron en una situación de aislamiento como consecuencia de la desaparición de este medio de transporte.

Con el nuevo sistema híbrido de transporte, el INTI busca junto a la Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF) de Argentina una solución a esta problemática, para potenciar el desarrollo local y regional.

Según una nota de prensa difundida por el INTI y un artículo publicado por lapoliticaonline.com, este sistema de vehículos biviales se basa en otras experiencias ya probadas, como el servicio desarrollado por la firma JR Hokkaido de Japón o el sistema BladeRunner de la Universidad de Washington, en Estados Unidos.

Ventajas del sistema

Una de las principales ventajas del “dúo móvil” es su amplia flexibilidad, ya que al poder aprovechar caminos de carretera puede reemplazar trayectos sin vías férreas. Al mismo tiempo, presenta costes de construcción y operación mucho más accesibles con relación a otras formas de transporte.

¿Cómo funciona este sistema híbrido? Los vehículos pueden circular acoplados sobre las vías férreas, pero al mismo tiempo cada uno de ellos puede trasladarse de manera independiente sobre la ruta, a modo de un autobús tradicional. Esta doble función permite alcanzar destinos inaccesibles para los servicios ferroviarios, mejorando la comunicación en muchas regiones.

Por otra parte, la posibilidad de portar carga en cada unidad, concentrando los vehículos en una estación desde la cual pueden acoplarse y comenzar un trayecto como formación, es otra de las ventajas de este sistema. Esta opción permite al mismo tiempo ahorrar combustible, porque circula solamente con una unidad tractiva, debido a que los vehículos remolcados se mantienen inactivos.

Además, este sistema destaca porque con él puede aprovecharse la infraestructura férrea existente y la tecnología disponible, sin tener que concretar nuevos desarrollos. Esto es vital en un país como Argentina, donde las vías férreas se encuentran en muchos sectores en un estado de falta de mantenimiento y ausencia de renovación tecnológica.

Experiencias exitosas

A las ventajas mencionadas anteriormente se suma que este transporte híbrido podrá realizarse con tecnología argentina, disminuyendo de esta forma los costes de producción. El menor consumo de combustible y la mayor seguridad de tránsito son otros factores a favor de este desarrollo, que aporta así otra alternativa en el marco de las nuevas soluciones de transporte a nivel regional y local.

Considerando que el propósito principal del “dúo móvil” es comunizar zonas con escasa infraestructura en cuanto a transporte, también es importante tener en cuenta que el nuevo sistema estimulará la activación de ramales ferroviarios hoy en desuso. Asimismo, puede utilizarse con independencia de factores climáticos en caminos rurales, otro punto vital teniendo en cuenta las regiones a las que estaría dirigido.

Como se indicó anteriormente, el “dúo móvil” del INTI se encuentra inspirado básicamente en dos modelos de transporte que ya han sido probados con éxito. Uno de ellos es el sistema japonés gestionado por la firma JR Hokkaido, que consiste en un minibús con un mecanismo retráctil de ruedas ferroviarias para su empleo en vías férreas. Funciona desde 2007 entre las ciudades de Hamakoshimizu y Mokoto, y cambia de modalidad en sólo 15 segundos.

La segunda experiencia analizada por el INTI es el sistema BladeRunner de la Universidad de Washington. Se trata de una propuesta similar a la concretada en Japón, pero en este caso las unidades pueden ensamblarse como en una formación ferroviaria, separándose al llegar a su destino y propulsándose de manera independiente.