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Hay indicios de espiritualidad más allá del Homo sapiens

Las manifestaciones protorreligiosas aparecen también en seres vivos no humanos


Las manifestaciones protorreligiosas que dieron origen a la espiritualidad humana aparecen también en seres vivos no humanos, por lo que la evolución natural no ha reservado a una única especie una herramienta tan útil para la supervivencia y adaptación. Por Federico Gómez Costa (*).


Federico Gómez Costa.
14/12/2018

Neanderthales, Foto: Pixabay.
Neanderthales, Foto: Pixabay.
El orgullo de especie es un sentimiento muy tramposo. Esto de etiquetar al ser humano como la única especie capaz de vivir experiencias espirituales y religiosas tiene ya muchos años, incluso nos hemos autodenominado Homo religious como queriendo distinguirnos del resto del reino animal precisamente por esta característica. Y sin embargo, se ha constatado que algunos seres vivos no humanos muestran señales de una cierta vida espiritual o religiosa.

Sería ingenuo intentar identificar una doctrina dogmática en un delfín: evidentemente, los signos de trascendencia se adecúan al alcance y los límites del ser en los que se manifiestan y, por tanto, no son iguales en humanos que en no humanos.

Aun así, cabe recordar que la religiosidad humana no siempre ha tenido la forma actual, es más, la mayor parte de la vida de la humanidad ha sido radicalmente distinta y las fronteras entre magia, ciencia, superstición, técnica, fe y arte nunca fueron tan claras como lo son ahora.

Algunos hitos han revolucionado el estilo religioso, como la generalización de la agricultura -que generó una riqueza y estabilidad social capaz de dedicar personas al culto religioso exclusivamente- o la escritura -que dio lugar a la plasmación de las palabras para su veneración y exportación-.

Pues bien, en los seres vivos no humanos, estos eventos u otros relevantes de la historia humana están ausentes; sin embargo, eso no quita que tengan experiencias análogas a las de nuestros antepasados y en esencia equivalentes a las nuestras.

Para establecer la distinción entre las formas de religiosidad a las que estamos acostumbrados y otras mucho más primitivas, se puede utilizar el término protorreligiosidad. Con él se denotan religiosidades prototípicas o versiones beta que carecen de una estructura compleja y de nitidez o pureza espiritual. Así, uno puede descansar más tranquilo y satisfecho al ver que no se le compara con una musaraña.

Elementos protorregligiosos

Identificar los elementos protorreligiosos genera gran dificultad porque son fácilmente confundibles con prácticas que nada tienen que ver con lo religioso y porque no podemos contrastar las motivaciones de los no humanos mediante entrevistas.

Sin ningún afán de rigor filosófico-teológico, se va a proponer que se entienda como protorreligiosa cualquier manifestación de espiritualidad, es decir de la conjunción de dos experiencias o conciencia: la experiencia o conciencia de finitud (identidad de sí, muerte, limitación, deseo…) y la experiencia o conciencia de infinitud (identificación con la familia o sociedad, con el universo, con la vida a pesar de la muerte…).

Con esta abstracción podemos enfocar los comportamientos observados y registrados en seres vivos no humanos para catalogarlos como protorreligiosos como son: las pinturas rupestres de carácter simbólico, el comportamiento ético prosocial, el lamento por la finitud de la vida, la realización de rituales funerarios y el consumo voluntario de sustancias que alteran la conciencia.

Manifestaciones protorreligiosas

A continuación se justifica la aparición de estos elementos:
 
  • Los Homo neandertalensis realizaron pinturas rupestres de carácter simbólico (1) que hasta el año pasado se habían atribuido a Homo sapiens, ya sabe usted: el orgullo de especie, lo mejor es barrer para casa. El simbolismo denota una conciencia de la realidad material y su trascendencia por medio de la imaginación y la estética.
  • Comportamiento ético prosocial en gran variedad de mamíferos: elefantes, lobos, primates, delfines… Ellos muestran capacidad de colaboración para el disfrute de ellos mismos o de otros, así como consciencia de justicia y deseo de ésta: ciertos experimentos han llegado a demostrar que algunos primates están dispuestos a hacer sacrificios personales (rechazar premios) hasta que se trate con justicia a sus iguales (2). La disposición al sacrificio personal por valores éticos denota la identificación de sí con el otro, un rudimento para (o indicador de) la identificación con el Otro.
  • Consciencia de finitud de la vida en animales superiores como elefantes, monos de distintas especies, delfines, orcas, ballenas y cuervos; ya que pasan un duelo por la muerte de miembros de la comunidad (3) como si parte de sí también pereciera.
  • Algunas pruebas apuntan a rituales funerarios en Homo neandertalensi (4,5), pero también en no humanos. Se ha observado a chimpancés limpiando la boca y el cuerpo del cadáver permaneciendo sin alimentarse largas horas (6). También se ha observado rituales funerarios de elefantes consistentes en una reunión de la comunidad en torno al cadáver en la que se emite gritos de duelo cerca del cuerpo y unas horas después se alejan todos excepto los familiares más cercanos quienes permanecen 24 horas más; posteriormente, durante las migraciones anuales desvían sus caminos para pasar por el lugar en el que yacen los restos del cadáver y los familiares vuelven a llorar la muerte (7).
  • Se ha observado pequeños mamíferos, primates, perros, gatos y aves consumiendo conscientemente sustancias embriagadoras, enteógenas o psicoactivas (8) comportamiento con el que el consumidor tiene voluntad de alterar su percepción de la realidad, su consciencia, y por ende experimentar la finitud abriéndose a la infinitud que los enteógenos le muestran.
 
Estrategias análogas

Todo esto puede sonar extravagante, pero ¿por qué iba la evolución natural a reservar a una única especie en exclusiva una herramienta tan útil para la supervivencia y adaptación? De la misma manera que las especies que evolucionan aisladas en ambientes similares desarrollan órganos análogos, es razonable que similares estructuras encefálicas den lugar a estrategias análogas de comprensión de la realidad.

En una clave teológica, ¿por qué iba un Dios omnipotente a limitar su oferta de salvación a una especie concreta? No pretendo establecer bases para una teología animalista, no obstante, dar crédito a estos hechos puede ser útil y conforme a la verdad.

Si un ser vivo puede sentirse en cierto modo cerca de Dios, ¿acaso el valor de su vida y de la Creación entera no cobran una nueva dimensión?, ¿acaso no habría que repensar muchos de los mensajes religiosos para purificarlos mediante la razón?


 
(*) Federico Gómez es titulado en Ingeniería superior de Montes y Bachillerato en Ciencias Religiosas. Es profesor, tanto en secundaria y bachillerato, de ciencias y religión en el colegio San Antonio Abad de Valencia, así como en el Bachillerato de Ciencias Religiosa que ofrece el ISCR Don Bosco de Barcelona, donde imparte "Islam para la integración pastoral de musulmanes" e "Identidad religiosa y diálogo interreligioso".

 

Notas
 
(1) D. L. Hoffmann. et al., U-Th dating of carbonate crusts reveals Neandertal origin of Iberian cave art, Sciencie, (2018), Vol. 359, Issue 6378, 912-915.
(2) Frans De Waal, Bien natural: los origenes del bien y del mal en los humanos y otros animales, (2009).
(3) Barbara J. King, When Animals Mourn, Scientific American (2018), 27, 100-105.
(4) King, Barbara, Evolving God: A Provocative View on the Origins of Religion., (2007).
(5) Jared M. Diamond, Were Neanderthals the first humans to bury their dead?, Nature (1989), 340, 344.
(6) University of St Andrews, Descubren un nuevo ritual funerario en chimpancés [youtube], (2017). Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=aCyNY6mwqwM
(7) National geographic. Rare Footage: Wild Elephants “Mourn” Their Dead | National Geographic [youtube],  (2016). Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=Ku_GUNzXoeQ
(8)Rubia, Francisco J., El cerebro espiritual, (2015), p. 79.



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1.Publicado por clean el 14/12/2018 20:27
Porqué el hombre,sin la revelación y Amor de nuestro Creador, es el Mayor depredador…

2.Publicado por clean el 15/12/2018 04:14
El árbol sus ramas són su lenguaje y el trónco seccinado, para el fuego Eterno…?

3.Publicado por Juan José de Haro el 15/12/2018 08:01
Creo que en este artículo se confunde lo que es espiritualidad con otras características que se consideran típicamente humanas como darse a los otros, sacrificarse o amar, por ejemplo.

Sin embargo la espiritualidad no es exactamente eso. Igualmente la definición de protoreligión me parece tremendamente ambigua y confusa y no necesitaré acudir a una definición más concreta y clara de la que se da a entender en el artículo para aclarar que conductas que sin lugar a dudas, el autor considera signos de una protoreligión como el altruismo, el sacrificio por los otros, el amor, el odio o la venganza, están perfectamente documentados desde hace ya tiempo por la sociobiología y la etología en el mundo animal.

¿Qué mayor servicio puede proporcionar un hombre o una mujer que dedicar su vida entera a la comunidad en la que vive, renunciando incluso a tener descendencia para dedicar su vida enteramente a los demás? Sin embargo, esta misma conducta la encontramos en los insectos sociales como hormigas, abejas y termitas, donde la mayoría de la colonia no trabaja para sí misma, sino para su comunidad, sin reproducirse y dedicando su vida entera a los demás y donde una hormiga soldado, por ejemplo, no dudará en morir defendiendo a los suyos.

Como este hay muchos más ejemplos. La cuestión está en que lo que nos hace humanos no son estas características, que son comunes a muchos animales sobre la Tierra, sino precisamente la capacidad de comprenderlas.

Ningún animal es capaz de comprender lo que le sucede, así como las causas de lo que le rodea, al menos no con la profundidad con la que lo hacemos los hombres. Ninguno es capaz de explicar a su descendencia lo que aprendió sobre el mundo durante su propia vida, cosa que es la base de la civilización humana.

Esta capacidad de comprender y de transmitir conocimientos complejos sobre el funcionamiento de las cosas se vio en la necesidad de rellenar lagunas que se escapaban a su comprensión, como la muerte, el sol, las estrellas, las estaciones, el nacimiento de una nueva vida, las desgracias, el sufrimiento. Ahí creo yo que nace la espiritualidad, cuando una inteligencia más desarrollada que cualquier otra y evolucionada para buscar causas y efectos tiene que explicar sucesos que escapan totalmente a su comprensión. Probablemente la espiritualidad y la religiosidad tengan una fuerte componente evolutiva, como adaptación para poder explicar, como un mecanismo adaptativo más, un mundo donde nuestra mente no puede captar y explicar todo.

En cuanto a los neandertales, se sabe que se han hibridado con el Homo sapiens ya que tenemos un 2% de sus genes (puede consultarse este artículo sobre el tema https://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/138728/1/MAR%C3%8DN%20FOLGADO_MIGUEL_18TFG340.pdf).

Aunque el concepto de lo que es una especie es resbaladizo y en ocasiones contradictorio o casi inaplicable (como pasa con muchas bacterias) en general se considera que dos especies son distintas cuando, en condiciones naturales, no se reproducen, cosa que evidentemente sí ha sucedido entre neandertales y sapiens. Esto significaría que los neandertales son de nuestra misma especie y por lo tanto no es raro que tengan ya el inicio de lo que es nuestra religiosidad. Evidentemente eran ya inteligentes.

En definitiva, no creo que exista ninguna protoreligiosidad ni espiritualidad en los animales ya que carecen de la inteligencia suficiente para articular la más mínima idea abstracta sobre el tema y mucho menos de transmitirlo a sus semejantes o sus propios hijos. Incluso aunque una madre elefante se quede días junto a su hijo muerto. El amor materno-filial llega a límites insospechados también entre organismos nada sospechosos de tener una elevada inteligencia como la araña Stegodyphus lineatus cuyas madres se dejan comer por los hijos como sacrificio personal (sublime si hablásemos de seres humanos) para que su descendencia pueda sobrevivir en ausencia de alimento (https://www.investigacionyciencia.es/revistas/investigacion-y-ciencia/la-especie-que-conquist-el-planeta-650/matrifagia-el-sacrificio-supremo-de-una-araa-aterciopelada-13544)

Juan José de Haro
Doctor en Biología

4.Publicado por José Luis Barba Gutiérrez el 16/12/2018 19:15
Desde la biología no comparto casi nada lo que se expone en el artículo. Asigna una categoría a algo que no se relaciona con la experiencia religiosa.
Podría decir también que crecer juntos como lo hacen los pinos es una experiencia protoreligiosa. ¿por qué no?

5.Publicado por CachiBrasil el 16/12/2018 19:42
Pues sí, la espiritualidad es difícil de aprehender y experimentar, y seguramente por eso fue y sigue siendo aprisionada en dogmas religiosos en los que cuentan unicamente las creencias sociales y las explicaciones impuestas por la cultura humana.
No hay sentido en la vida si todo acaba con la muerte.

6.Publicado por Beatriz Basenji el 18/12/2018 00:03
Quiero dirigir unas palabras al Dr. de Haro: La Biología es sin duda apasionante.Mas nuestro Espíritu es anterior a la misma Biología, porque procede de la misma Divinidad. La CUAL es inexpresable en palabras. La Música es entre las Artes la que puede por instantes acercarnos a la Plenitud de la Divinidad Creadora. Tanto elefantes, como variedad de monos, delfines, etc. son criaturas de los que ni siquiera sospechamos la sutileza de sus percepciones.Tenemos el caso de Jonás, que dice la Biblia fue tragado por una ballena. Pero en otras mitologías, Jonás no fue tragado por la ballena, sino que ella le salvó de perecer ahogado y lo llevó sobre sus lomos a tierra firme. ¿Cómo la Ballena salvó a Jonás? ¿Quien la envió? No nos engañemos con las apariencias de los "animales". Ellos están cumpliendo una Misión de protección dirigida a nuestra especie. Hoy en día vamos conociendo casos de personas que nacieron con parálisis cerebral y están ganando competencia de Atletismo.Es el Espíritu que habita en estos Seres quien los impulsa a vencer los obstáculos que traen desde su nacimiento. ¿A cuántos Seres los médicos han desahuciado en su posibilidad de superviviencia? Y resulta que algunos de esos Seres han donado escuelas, becas para estudiantes sin recursos, etc. etc.Habitamos un Universo de apariencias múltiples, mas cada uno de los Reinos de la Naturaleza posee sensibilidades para nosotros aún desconocidas.

7.Publicado por José Luis San Miguel de Pablos el 26/12/2018 15:08
Un buen artículo, pero qué me perdone el autor pero su observación de que no podemos esperar encontrar formulaciones dogmáticas en un delfín me hace reír... Ni en nadie, en ningún ser, realmente espiritual! Hay que ver lo que se puede colar en un artículo inteligente por provenir de una tradición dogmática. La espiritualidad (que incluye la recuperada capacidad de reconocer y SENTIR el alma de los animales) está volviendo gracias a que las dogmáticas se están yendo. Una dogmática que aseguraba hasta hace muy poco que los animales no tenían alma.

8.Publicado por clean el 05/04/2019 19:29
La ciudadania Española no tiene excusa. Por los hechos los conocereis…?

9.Publicado por clean el 07/04/2019 02:38
La ciudadania Española, en este siglo tiene que estar despierta. la jerarquía de jueces, fiscales y abogados,atentan contra los valores de la familia y la Dignidad de las personas.
Se sustentan en el poder…?

10.Publicado por Oliver el 12/01/2020 07:58
Todos pasamos por varias etapas de desarrollo de la conciencia>>> http://www.desarrolloespiritual.org/index/78_materialismo_religiosidad_racionalismo_espiritualidad/0-1088

11.Publicado por Ernesto el 07/04/2020 10:29
Pregunto: ¿Hace cuántos años creó Dios a Adán y Eva?, ¿solo 6.000?, ¿y los homínidos anteriores a ellos tenían alma?, ¿entonces Adán en qué se diferenciaba de los anteriores?, ¿cómo se explica que fue Adán el primer hombre?

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