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Miden la dirección de los besos

Ahora resulta que en función de si damos un beso a un hijo o a una pareja giramos la cabeza hacia un lado u otro


Aunque, por suerte, ya se ha pasado San Valentín, aún seguimos pagando sus consecuencias; en este caso, en forma de un nuevo estudio de #CienciaAbsurda inspirado por las flechas de Cupido.


Take Tan-Tan
15/02/2016

Nada es porque sí, ni siquiera en el mundo de los besos. Fuente: PixaBay.
Nada es porque sí, ni siquiera en el mundo de los besos. Fuente: PixaBay.
Aunque, por suerte, ya se ha pasado San Valentín, aún seguimos pagando sus consecuencias; en este caso, en forma de un nuevo estudio de #CienciaAbsurda inspirado por las flechas de Cupido.

Ya sabíamos que la forma más corriente de expresar el amor entre humanos es el beso, y que los besos pueden darse casi a cualquiera, por ejemplo, a una pareja o a un hijo.

Ahora resulta que en función de si damos un beso a un hijo o a una pareja giramos la cabeza hacia un lado u otro. Es decir, que no todos los besos son iguales  en "lateralidad". La investigación fue realizada analizando
529 imágenes de besos entre padres e hijos y parejas tomadas de Instagram.

El amor está en la ciencia

En cuanto a los hijos, aquí se produce un sesgo significativo de giro a la izquierda al besar. La explicación es "la costumbre": Como a menudo los padres acunan a sus hijos usando su brazo izquierdo, se acostumbran desde siempre a besarlos en esa misma dirección.

En cuanto a las parejas, el estudio respalda hallazgos previos que habían señalado que estas tienden a girar a la derecha para darse besos románticos (también en los abrazos, por cierto), explican los autores de la investigación.

Esto podría ser porque, al principio de una relación romántica, se da una mayor actividad en las regiones cerebrales de la corteza cingulada anterior izquierda y del núcleo caudado. Así que los besos hacia la derecha estarían asociados con un aumento del uso del hemisferio izquierdo del cerebro. Luego se coge el hábito y se besa así a la pareja para siempre.


Este estudio, según sus autores, pone de relieve que la dirección de un beso no sólo está determinada por la emoción, sino también por la lateralidad y el comportamiento aprendido.  Desde el 15 de febrero, el amor sigue en el aire. Para quien no haya tenido suficiente, aquí os dejo dos enlaces más sobre el tema. Uno habla sobre el origen cerebral del amor y  otro sobre los secretos del amor eterno.



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