Representantes de más de 190 países han acordado un proceso para aumentar los niveles de ambición de la acción climática antes de 2020. Este acuerdo puso punto y final a la conferencia sobre el clima de la ONU (COP23) que se celebró la semana pasada en la ciudad alemana de Bonn.
Los delegados se comprometieron a entablar un proceso durante los próximos 12 meses para analizar "¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde queremos ir? Y, ¿cómo llegamos hasta allí?”. La decisión llega en medio de un importante respaldo con los numerosos anuncios positivos que durante estos días han hecho representantes de gobiernos, ciudades, estados, regiones, empresas y de la sociedad civil.
Este proceso se denomina “Diálogo de Talanoa” inspirado por el concepto tradicional de diálogo constructivo originario del Pacífico. Este diálogo va a poner las bases para que, en la conferencia de 2018, en Polonia, se revisen al alza los planes nacionales de acción climática necesarios para poner al mundo camino de lograr los objetivos para antes de 2020, y los objetivos de largo plazo del Acuerdo de París que está a punto de cumplir dos años.
El objetivo principal del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados, y lo más cerca posible de 1,5 grados, el punto crítico de supervivencia para los pequeños estados insulares y los países vulnerables.
Desde la era preindustrial la temperatura media mundial ya ha aumentado de un grado y con el conjunto actual de planes nacionales de acción climática, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional, el mundo va camino de un aumento de 3 grados centígrados o incluso más.
En 2018 se espera realizar una evaluación sobre la adecuación real de las acciones climáticas, ya que en el documento que se ha aprobado en esta cumbre los países se comprometen a evaluar sus emisiones de CO2 para el próximo año. Hasta 2020, los países tendrán que volver a la mesa con planes de acción fortalecidos.
Los delegados se comprometieron a entablar un proceso durante los próximos 12 meses para analizar "¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde queremos ir? Y, ¿cómo llegamos hasta allí?”. La decisión llega en medio de un importante respaldo con los numerosos anuncios positivos que durante estos días han hecho representantes de gobiernos, ciudades, estados, regiones, empresas y de la sociedad civil.
Este proceso se denomina “Diálogo de Talanoa” inspirado por el concepto tradicional de diálogo constructivo originario del Pacífico. Este diálogo va a poner las bases para que, en la conferencia de 2018, en Polonia, se revisen al alza los planes nacionales de acción climática necesarios para poner al mundo camino de lograr los objetivos para antes de 2020, y los objetivos de largo plazo del Acuerdo de París que está a punto de cumplir dos años.
El objetivo principal del Acuerdo de París es limitar el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2 grados centígrados, y lo más cerca posible de 1,5 grados, el punto crítico de supervivencia para los pequeños estados insulares y los países vulnerables.
Desde la era preindustrial la temperatura media mundial ya ha aumentado de un grado y con el conjunto actual de planes nacionales de acción climática, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional, el mundo va camino de un aumento de 3 grados centígrados o incluso más.
En 2018 se espera realizar una evaluación sobre la adecuación real de las acciones climáticas, ya que en el documento que se ha aprobado en esta cumbre los países se comprometen a evaluar sus emisiones de CO2 para el próximo año. Hasta 2020, los países tendrán que volver a la mesa con planes de acción fortalecidos.
Más renovables
Un informe presentado por la Agencia Internacional de Energías Renovables durante la conferencia mostró que muchos países tienen ahora mayores objetivos con energía renovable que los establecidos en sus planes nacionales de acción climática, o contribuciones determinadas a nivel nacional. Esto indica que, en muchos de ellos, al menos con respecto a la energía verde, ya se está viendo una mayor ambición.
Según un informe científico especial, producido para la conferencia por Future Earth y The Earth League, la expansión de las energías renovables en todo el mundo se está duplicando cada cinco años y medio aproximadamente, con la finalidad de conseguir la descarbonización completa del sector de la energía a mediados de siglo.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, organizadora de la conferencia, dijo: “La COP23 en Bonn ha tenido como telón de fondo desastres naturales severos y sin precedentes que afectaron a hogares, familias y economías en Asia, el Caribe y las Américas. Estos desastres nos han recordado la urgencia de nuestra tarea colectiva”.
“Con la adopción del Diálogo de Talanoa, la conferencia ha facilitado una plataforma de lanzamiento para pasar a la siguiente etapa de mayor ambición. También ha avanzado en las directrices de implementación del Acuerdo de París para que en 2018 sea posible realmente apoyar la cooperación internacional de manera sostenida, y los esfuerzos nacionales para lograr un mundo más seguro, próspero y mejor para todos”, añadió.
“Pero Bonn 2017 ha logrado mucho más. Ha puesto de manifiesto un fuerte apoyo al Acuerdo de París y ha subrayado que el viaje hacia el cual se ha embarcado el mundo es imparable y cuenta con el apoyo de todos los sectores de la sociedad, en todos los rincones del planeta”, concluyó Patricia Espinosa.
Con tantas promesas e iniciativas de acción climática, un mensaje aún más potente que se ha extraído de la COP23 ha sido la creciente necesidad de coordinar esfuerzos en materia de políticas, planificación e inversión para garantizar que cada céntimo invertido, y cada minuto de trabajo contribuido, tenga un impacto mucho mayor y aumente la ambición en cuanto a los planes climáticos nacionales.
Un informe presentado por la Agencia Internacional de Energías Renovables durante la conferencia mostró que muchos países tienen ahora mayores objetivos con energía renovable que los establecidos en sus planes nacionales de acción climática, o contribuciones determinadas a nivel nacional. Esto indica que, en muchos de ellos, al menos con respecto a la energía verde, ya se está viendo una mayor ambición.
Según un informe científico especial, producido para la conferencia por Future Earth y The Earth League, la expansión de las energías renovables en todo el mundo se está duplicando cada cinco años y medio aproximadamente, con la finalidad de conseguir la descarbonización completa del sector de la energía a mediados de siglo.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de ONU Cambio Climático, organizadora de la conferencia, dijo: “La COP23 en Bonn ha tenido como telón de fondo desastres naturales severos y sin precedentes que afectaron a hogares, familias y economías en Asia, el Caribe y las Américas. Estos desastres nos han recordado la urgencia de nuestra tarea colectiva”.
“Con la adopción del Diálogo de Talanoa, la conferencia ha facilitado una plataforma de lanzamiento para pasar a la siguiente etapa de mayor ambición. También ha avanzado en las directrices de implementación del Acuerdo de París para que en 2018 sea posible realmente apoyar la cooperación internacional de manera sostenida, y los esfuerzos nacionales para lograr un mundo más seguro, próspero y mejor para todos”, añadió.
“Pero Bonn 2017 ha logrado mucho más. Ha puesto de manifiesto un fuerte apoyo al Acuerdo de París y ha subrayado que el viaje hacia el cual se ha embarcado el mundo es imparable y cuenta con el apoyo de todos los sectores de la sociedad, en todos los rincones del planeta”, concluyó Patricia Espinosa.
Con tantas promesas e iniciativas de acción climática, un mensaje aún más potente que se ha extraído de la COP23 ha sido la creciente necesidad de coordinar esfuerzos en materia de políticas, planificación e inversión para garantizar que cada céntimo invertido, y cada minuto de trabajo contribuido, tenga un impacto mucho mayor y aumente la ambición en cuanto a los planes climáticos nacionales.