El negocio del transporte urbano es uno de los más transformados por la llegada de la economía colaborativa. Imagen: StockSnap. Fuente: Pixabay.
En España, el ciudadano se está transformando, a través de la tecnología, en productor de bienes y servicios, y no en un mero usuario de ellos. La economía colaborativa ha llegado.
De hecho, nuestro país se sitúa entre los países de la Unión Europea con mayor potencial de crecimiento en este tipo de economía, según un informe reciente de Relendo.com, y uno de cada dos españoles está dispuesto a compartir o alquilar bienes en un contexto de consumo colaborativo, ha señalado un estudio de Nielsen. En total, hay 16 empresas líderes en consumo colaborativo de España.
En este contexto, la semana pasada la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sometía a consulta pública las Conclusiones y recomendaciones preliminares de un estudio sobre los Nuevos Modelos de Prestación de Servicios y la Economía Colaborativa.
El informe es el primero que se realiza en colaboración con la sociedad antes de ser aprobado. Con él, la CNMC (organismo que tiene entre sus funciones promover y realizar estudios en materia de competencia, así como informes generales sobre los distintos sectores) pretende recabar la máxima información sobre un fenómeno “que está transformando la sociedad”, reza su nota de prensa informativa.
A grandes rasgos, la CNMC considera que la economía colaborativa es “una enorme oportunidad para fomentar una mayor competencia en los mercados”, a pesar de que su implantación deba “afrontarse con cautela”.
Características de la investigación
El presente estudio ha supuesto más de un año de trabajo, en el que adicionalmente han colaborado expertos y la opinión pública; y está dirigido a dar pautas para afrontar la economía colaborativa desde el punto de vista de la competencia y de una regulación económica eficiente.
El trabajo comenzó con una primera consulta pública realizada entre noviembre de 2014 y enero de 2015, en la que se preguntó sobre los principios que deben regir la regulación, los efectos sobre el mercado de los nuevos modelos de prestación de servicios y la economía colaborativa; y sobre la necesidad y proporcionalidad de la regulación conforme a estas nuevas circunstancias.
Las preguntas se centraron de manera más concreta en los sectores de transporte de pasajeros y de alojamiento turístico, que son los que están teniendo una mayor y más rápida penetración en el marco del consumo colaborativo.
La consulta recibió un total de 261 respuestas de particulares, Administraciones públicas, empresas y asociaciones, que fueron publicadas por la CNMC en su página web.
Para alcanzar las Conclusiones preliminares del presente informe, la CNMC analizó estas contribuciones, además de mantener diversas entrevistas con algunos de los principales agentes de los sectores de alojamiento turístico y transporte discrecional de viajeros.
La fase actual del estudio (la consulta pública abierta la semana pasada) se prolongará hasta el 15 de abril, momento hasta el cual podrán hacerse llegar a la CNMC los comentarios sobre las Conclusiones y recomendaciones preliminares presentadas. Estas opiniones serán publicadas y tenidas en cuenta en una versión final que será elevada al Consejo de la CNMC para su aprobación.
De hecho, nuestro país se sitúa entre los países de la Unión Europea con mayor potencial de crecimiento en este tipo de economía, según un informe reciente de Relendo.com, y uno de cada dos españoles está dispuesto a compartir o alquilar bienes en un contexto de consumo colaborativo, ha señalado un estudio de Nielsen. En total, hay 16 empresas líderes en consumo colaborativo de España.
En este contexto, la semana pasada la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sometía a consulta pública las Conclusiones y recomendaciones preliminares de un estudio sobre los Nuevos Modelos de Prestación de Servicios y la Economía Colaborativa.
El informe es el primero que se realiza en colaboración con la sociedad antes de ser aprobado. Con él, la CNMC (organismo que tiene entre sus funciones promover y realizar estudios en materia de competencia, así como informes generales sobre los distintos sectores) pretende recabar la máxima información sobre un fenómeno “que está transformando la sociedad”, reza su nota de prensa informativa.
A grandes rasgos, la CNMC considera que la economía colaborativa es “una enorme oportunidad para fomentar una mayor competencia en los mercados”, a pesar de que su implantación deba “afrontarse con cautela”.
Características de la investigación
El presente estudio ha supuesto más de un año de trabajo, en el que adicionalmente han colaborado expertos y la opinión pública; y está dirigido a dar pautas para afrontar la economía colaborativa desde el punto de vista de la competencia y de una regulación económica eficiente.
El trabajo comenzó con una primera consulta pública realizada entre noviembre de 2014 y enero de 2015, en la que se preguntó sobre los principios que deben regir la regulación, los efectos sobre el mercado de los nuevos modelos de prestación de servicios y la economía colaborativa; y sobre la necesidad y proporcionalidad de la regulación conforme a estas nuevas circunstancias.
Las preguntas se centraron de manera más concreta en los sectores de transporte de pasajeros y de alojamiento turístico, que son los que están teniendo una mayor y más rápida penetración en el marco del consumo colaborativo.
La consulta recibió un total de 261 respuestas de particulares, Administraciones públicas, empresas y asociaciones, que fueron publicadas por la CNMC en su página web.
Para alcanzar las Conclusiones preliminares del presente informe, la CNMC analizó estas contribuciones, además de mantener diversas entrevistas con algunos de los principales agentes de los sectores de alojamiento turístico y transporte discrecional de viajeros.
La fase actual del estudio (la consulta pública abierta la semana pasada) se prolongará hasta el 15 de abril, momento hasta el cual podrán hacerse llegar a la CNMC los comentarios sobre las Conclusiones y recomendaciones preliminares presentadas. Estas opiniones serán publicadas y tenidas en cuenta en una versión final que será elevada al Consejo de la CNMC para su aprobación.
Ventajas y restricciones innecesarias
Por ahora, el análisis de la CNMC ha señalado que los nuevos modelos de economía colaborativa presentan numerosas ventajas. Entre ellas, mayor oferta y diferenciación de esta, precios más eficientes, calidad, y fomento de la innovación.
Sin embargo, también ha detectado que existen restricciones innecesarias o desproporcionadas en la normativa horizontal y sectorial y, en particular, en los sectores de transporte y alojamiento, que impiden a los usuarios beneficiarse de forma plena de los potenciales beneficios de estas nuevas estructuras productivas. Por ello, la Comisión realiza una serie de recomendaciones que podrían y beneficiosa para consumidores y usuarios.
Recomendaciones preliminares
Para ello, señala, las Administraciones Públicas deben aplicar una regulación económica eficiente de esta economía e incorporar las actividades de economía colaborativa en sus estadísticas oficiales. A las asociaciones de consumidores y usuarios, por su parte, la CNMC les recomienda que usen sistemas eficientes de detección del fraude o de la desprotección del consumidor colaborativo.
En lo que respecta al sector de economía colaborativa de la vivienda, la CNMC recomienda, entre otras cosas, que haya una mayor libertad de acceso al mercado de viviendas de uso turístico, que se elimine cualquier tipo de requisito de estancia mínima o máxima en ellas; y mayores libertades en el ejercicio de la actividad de alquiler de viviendas de uso turístico.
Estas recomendaciones surgen tras la entrada en vigor, en verano de 2015, de un decreto que obliga al registro de pisos para arrendar por estancias menores de un mes, con fines turísticos.
En el terreno del transporte “colaborativo”, la CNMC recomienda eliminar cualquier restricción de acceso o la prohibición de arrendar o ceder la explotación vehículos. Por último, otra de las recomendaciones de la CNMC es crear una mesa de seguimiento de la economía colaborativa.
Reacciones en contra
El informe de la CNMC ha levantado ampollas en la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que ya en 2015 ponía en duda la legalidad de las plataformas P2P. Según epturismo, la CEHAT ha calificado el informe de “grotesco” y espera una rectificación posterior.
La organización representativa del sector del taxi en España, Fedetaxi, por su parte, considera el informe "sesgado y deficiente" desde el punto de vista legal y técnico porque, entre otras cosas, no aclara “cuánto empleo y de qué calidad van a crear estas plataformas (de economía colaborativa), ni tampoco cuánto van a destruir y cuánta contaminación y congestión van a producir al triplicar el número de vehículos dedicados al transporte urbano en un breve lapso de tiempo”. Por último, al parecer, tampoco habría un acuerdo general sobre las conclusiones preliminares del informe en el propio consejo de la CNMC.
Todos estos desacuerdos ponen de relieve la necesidad de regular y legislar lo antes posible un modelo productivo cuya penetración parece imparable, por lo que ya está afectando –para bien o para mal- a múltiples sectores de la población y de la economía españolas.
Por ahora, el análisis de la CNMC ha señalado que los nuevos modelos de economía colaborativa presentan numerosas ventajas. Entre ellas, mayor oferta y diferenciación de esta, precios más eficientes, calidad, y fomento de la innovación.
Sin embargo, también ha detectado que existen restricciones innecesarias o desproporcionadas en la normativa horizontal y sectorial y, en particular, en los sectores de transporte y alojamiento, que impiden a los usuarios beneficiarse de forma plena de los potenciales beneficios de estas nuevas estructuras productivas. Por ello, la Comisión realiza una serie de recomendaciones que podrían y beneficiosa para consumidores y usuarios.
Recomendaciones preliminares
Para ello, señala, las Administraciones Públicas deben aplicar una regulación económica eficiente de esta economía e incorporar las actividades de economía colaborativa en sus estadísticas oficiales. A las asociaciones de consumidores y usuarios, por su parte, la CNMC les recomienda que usen sistemas eficientes de detección del fraude o de la desprotección del consumidor colaborativo.
En lo que respecta al sector de economía colaborativa de la vivienda, la CNMC recomienda, entre otras cosas, que haya una mayor libertad de acceso al mercado de viviendas de uso turístico, que se elimine cualquier tipo de requisito de estancia mínima o máxima en ellas; y mayores libertades en el ejercicio de la actividad de alquiler de viviendas de uso turístico.
Estas recomendaciones surgen tras la entrada en vigor, en verano de 2015, de un decreto que obliga al registro de pisos para arrendar por estancias menores de un mes, con fines turísticos.
En el terreno del transporte “colaborativo”, la CNMC recomienda eliminar cualquier restricción de acceso o la prohibición de arrendar o ceder la explotación vehículos. Por último, otra de las recomendaciones de la CNMC es crear una mesa de seguimiento de la economía colaborativa.
Reacciones en contra
El informe de la CNMC ha levantado ampollas en la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT), que ya en 2015 ponía en duda la legalidad de las plataformas P2P. Según epturismo, la CEHAT ha calificado el informe de “grotesco” y espera una rectificación posterior.
La organización representativa del sector del taxi en España, Fedetaxi, por su parte, considera el informe "sesgado y deficiente" desde el punto de vista legal y técnico porque, entre otras cosas, no aclara “cuánto empleo y de qué calidad van a crear estas plataformas (de economía colaborativa), ni tampoco cuánto van a destruir y cuánta contaminación y congestión van a producir al triplicar el número de vehículos dedicados al transporte urbano en un breve lapso de tiempo”. Por último, al parecer, tampoco habría un acuerdo general sobre las conclusiones preliminares del informe en el propio consejo de la CNMC.
Todos estos desacuerdos ponen de relieve la necesidad de regular y legislar lo antes posible un modelo productivo cuya penetración parece imparable, por lo que ya está afectando –para bien o para mal- a múltiples sectores de la población y de la economía españolas.