Alfonso Paso (1926-1978), el autor más prolífico y exitoso del franquismo, llegó a tener en cartel siete obras en otros tantos teatros madrileños con el letrero de “No hay billetes”, noche tras noche durante meses.
Desde tiempos de Lope, sin ánimo de establecer analogía alguna entre ambos dramaturgos, salvo su origen madrileño, se veía cosa igual. Casado con Evangelina, una hija de Jardiel Poncela, suegro y yerno mueren casi a la misma edad, apenas cumplidos los cincuenta, solo que Jardiel lo hacía en 1952, tras sus años de gloria, prácticamente olvidado en la noche oscura del franquismo, refugiado en La codorniz, en una España gris ajena a su genialidad absoluta, perseguido por la censura, solo y abandonado por los suyos; mientras Alfonso Paso lo hacía, víctima de un cáncer, en plena popularidad, saboreando, como si fuera uno de esos enormes puros que siempre blandía, el enorme éxito comercial durante el tardofranquismo.
Usted puede ser un asesino , estrenada en 1958 y llevada al cine, es su comedia de evasión más jardielesca, por los conatos de humor absurdo y por las réplicas delirantes que hacen las delicias del público; baste un ejemplo:
-No tengo el gusto de conocerle
-Me pasa a mí lo mismo con Eisenhower.
Nunca llegó el madrileño a repetir el acierto de esta comedia, en cuyo arranque y ciertas situaciones destella la magia surreal de las mejores comedias del suegro. Hay malas lenguas que han llegado a pensar si no encontraría entre los papeles del prematuramente fallecido suegro apuntes o esbozos de esta obra. Recordemos que Jardiel no estrenó nada en los últimos años de vida.
Desde tiempos de Lope, sin ánimo de establecer analogía alguna entre ambos dramaturgos, salvo su origen madrileño, se veía cosa igual. Casado con Evangelina, una hija de Jardiel Poncela, suegro y yerno mueren casi a la misma edad, apenas cumplidos los cincuenta, solo que Jardiel lo hacía en 1952, tras sus años de gloria, prácticamente olvidado en la noche oscura del franquismo, refugiado en La codorniz, en una España gris ajena a su genialidad absoluta, perseguido por la censura, solo y abandonado por los suyos; mientras Alfonso Paso lo hacía, víctima de un cáncer, en plena popularidad, saboreando, como si fuera uno de esos enormes puros que siempre blandía, el enorme éxito comercial durante el tardofranquismo.
Usted puede ser un asesino , estrenada en 1958 y llevada al cine, es su comedia de evasión más jardielesca, por los conatos de humor absurdo y por las réplicas delirantes que hacen las delicias del público; baste un ejemplo:
-No tengo el gusto de conocerle
-Me pasa a mí lo mismo con Eisenhower.
Nunca llegó el madrileño a repetir el acierto de esta comedia, en cuyo arranque y ciertas situaciones destella la magia surreal de las mejores comedias del suegro. Hay malas lenguas que han llegado a pensar si no encontraría entre los papeles del prematuramente fallecido suegro apuntes o esbozos de esta obra. Recordemos que Jardiel no estrenó nada en los últimos años de vida.
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Sin caspa ni oxidación
En cualquier caso, humor basado en el enredo situacional, la brillantez de ciertas réplicas y muy dependiente del buen hacer de los actores (destaquemos aquí a un inspiradísimo Victor Benedé, en el papel del amigo, Julio), la obra no ha envejecido apenas y buena prueba de ello son las carcajadas con que el público seguía el enredo de estos dos Rodríguez que, una vez despedidas las esposas camino del veraneo, deciden echar una canita al aire esa misma noche.
Un decorado funcional que representa una casa burguesa de los años cincuenta y que recuerda a las famosas películas “de teléfono blanco”, acción disparatada, entradas y salidas de personajes, el cadáver de Dupont itinerante, un comisario despistado y dos esposa tronadas para recalar en un final sin moralina, muy bien resuelto, tras dos horas de entretenimiento garantizado.
Un acierto por parte del Teatro Marquina, pues, como decía, la obra se sostiene muy bien, sin caspa ni signos de oxidación. La dirección de José Luis Gago es correcta, el elenco está, en general, a la altura del texto y el público, fielato inasequible, responde con satisfacción a esta muestra de nuestro mejor teatro intrascendente de la posguerra.
En cualquier caso, humor basado en el enredo situacional, la brillantez de ciertas réplicas y muy dependiente del buen hacer de los actores (destaquemos aquí a un inspiradísimo Victor Benedé, en el papel del amigo, Julio), la obra no ha envejecido apenas y buena prueba de ello son las carcajadas con que el público seguía el enredo de estos dos Rodríguez que, una vez despedidas las esposas camino del veraneo, deciden echar una canita al aire esa misma noche.
Un decorado funcional que representa una casa burguesa de los años cincuenta y que recuerda a las famosas películas “de teléfono blanco”, acción disparatada, entradas y salidas de personajes, el cadáver de Dupont itinerante, un comisario despistado y dos esposa tronadas para recalar en un final sin moralina, muy bien resuelto, tras dos horas de entretenimiento garantizado.
Un acierto por parte del Teatro Marquina, pues, como decía, la obra se sostiene muy bien, sin caspa ni signos de oxidación. La dirección de José Luis Gago es correcta, el elenco está, en general, a la altura del texto y el público, fielato inasequible, responde con satisfacción a esta muestra de nuestro mejor teatro intrascendente de la posguerra.
Referencia:
Obra: Usted puede ser un asesino.
Autor: Alfonso Paso.
Dirección: José Luis Gago.
Reparto: José Luis Gago, Víctor Benedé, Estrella Blanco, Natalia Jara, Antonio M, Alex Cueva, Diana Irazábal, Diego Pizarro.
Próximas representaciones: Actualmente en cartelera en el Teatro Marquina de Madrid.
Obra: Usted puede ser un asesino.
Autor: Alfonso Paso.
Dirección: José Luis Gago.
Reparto: José Luis Gago, Víctor Benedé, Estrella Blanco, Natalia Jara, Antonio M, Alex Cueva, Diana Irazábal, Diego Pizarro.
Próximas representaciones: Actualmente en cartelera en el Teatro Marquina de Madrid.