EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE
Dos expertos han publicado en Newstatesman un significativo artículo en el que plantean la necesidad de ir preparándonos para la desintegración de Europa, si el proyecto europeo no se replantea en profundidad.
Señalan que el problema del proyecto europeo radica en que las élites han ido más deprisa que la ciudadanía en su afán de consolidar cuanto antes una soberanía continental, pero que con la crisis económica el consenso sobre las políticas a seguir ha saltado hecho añicos.
Las secuelas de esta ruptura son evidentes en una serie de episodios como los cambios políticos en Grecia, Portugal y España, y en el resurgimiento de los partidos de la extrema derecha en algunos países europeos, que reclaman el retorno a posiciones nacionalistas históricamente ya superadas. El escenario se tiñe de dramatismo con las oleadas de refugiados, el aumento del euroescepticismo, y la incapacidad europea para tener voz propia ante crisis globales como la del cambio climático.
Es en este escenario donde hay que situar la particular situación de la política de España, donde una conjunción de circunstancias describe un escenario de pesadilla: la crisis catalana en medio de un vacío de poder en Madrid, mientras la monarquía pasa su peor momento en el banquillo de los acusados. Los partidos tradicionales están superados por las circunstancias, y los nuevos partidos no están siendo capaces de articular un amplio consenso ciudadano sobre las cuestiones fundamentales.
A crisis without end, the disintegration of the European project. Este es el título del artículo de Newstatesman, que podríamos traducir para el caso español: Una crisis sin fin, la desintegración del proyecto España, algo que probablemente ocurra si no se replantea en profundidad. Una tarea que no corresponde solamente a los partidos, sino a todos nosotros.
Señalan que el problema del proyecto europeo radica en que las élites han ido más deprisa que la ciudadanía en su afán de consolidar cuanto antes una soberanía continental, pero que con la crisis económica el consenso sobre las políticas a seguir ha saltado hecho añicos.
Las secuelas de esta ruptura son evidentes en una serie de episodios como los cambios políticos en Grecia, Portugal y España, y en el resurgimiento de los partidos de la extrema derecha en algunos países europeos, que reclaman el retorno a posiciones nacionalistas históricamente ya superadas. El escenario se tiñe de dramatismo con las oleadas de refugiados, el aumento del euroescepticismo, y la incapacidad europea para tener voz propia ante crisis globales como la del cambio climático.
Es en este escenario donde hay que situar la particular situación de la política de España, donde una conjunción de circunstancias describe un escenario de pesadilla: la crisis catalana en medio de un vacío de poder en Madrid, mientras la monarquía pasa su peor momento en el banquillo de los acusados. Los partidos tradicionales están superados por las circunstancias, y los nuevos partidos no están siendo capaces de articular un amplio consenso ciudadano sobre las cuestiones fundamentales.
A crisis without end, the disintegration of the European project. Este es el título del artículo de Newstatesman, que podríamos traducir para el caso español: Una crisis sin fin, la desintegración del proyecto España, algo que probablemente ocurra si no se replantea en profundidad. Una tarea que no corresponde solamente a los partidos, sino a todos nosotros.