Un equipo internacional de científicos, entre ellos uno de la Universidad Autónoma de Madrid, han conseguido usar un nanohilo de alumnio como un interruptor que funciona mediante el control de un único átomo. El sistema podría ser utilizado además como el elemento de memoria más pequeño jamás fabricado.
Ingenieros mecánicos de la Universidad del País Vasco han desarrollado un programa de ordenador que realiza simulaciones del movimiento de las proteínas dinámicas, las que se unen a elementos químicos en el interior del cuerpo humano para realizar funciones biológicas. El método permitirá conocer más a fondo el comportamiento de las proteínas.
Los CubeSats son satélites muy baratos con un volumen de un litro y un peso de no más de un kilo. Pero tienen una pega: no pueden portar grandes antenas y, por tanto, emitir señalas desde muy lejos. Investigadores del MIT han ideado una fórmula para solucionar este problema: unas antenas que se hinchan gracias a unos polvos que pasan de sólido a gas al entrar en contacto con las bajas presiones del espacio.
Investigadores de la Universidad de Valencia y de otros centros de investigación de la región están trabajando en la creación de plantillas inteligentes, que ayudarán a los usuarios a reducir los efectos de ciertas enfermedades, y a encontrar la combinación adecuada de zapatos y plantillas. Para ello utilizan diversos avances informáticos, como escáneres en 4D.
Un equipo de científicos europeos y mexicanos, liderados desde Alemania, han analizado por qué se corroen los materiales, en especial los especialmente diseñados para evitarlo, como el acero inoxidable. Han descubierto que a altas temperaturas los metales que lo componen (cromo y molibdeno) pierden su estructura homogénea y se pierde capacidad protectora.
Científicos estadounidenses han desarrollado materiales elásticos y con alta capacidad de conductividad incrustando nanopartículas esféricas en poliuretano. Esta electrónica flexible podría servir para fabricar dispositivos que se doblen (por ejemplo, pantallas enrollables) o implantes médicos que se muevan con los tejidos del organismo.
lnvestigadores del Instituto Nacional del Carbón, integrado en el CSIC, han desarrollado una tecnología que permite obtener grafeno a partir de coque, un derivado del carbón y el petróleo. La técnica evita el uso del grafito como material original, y por tanto exige menos temperatura para el proceso de fabricación, lo cual abarata los costes. El proceso consiste en oxidar el coque, obteniendo óxido de grafito, a partir del cual se obtiene el grafeno.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid participan en crear un sistema de atención sanitaria para los enfermos de apraxia (un problema cognitivo que les impide hacer tareas cotidianas), que se instala en casa y permite una rehabilitación práctica y asequible. Si los pacientes preparan un café o se disponen a vestirse, el sistema los guía y los avisa de los errores que cometan, y les da pistas para solucionarlos.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid participan en la construcción y ensayos del prototipo de un dispositivo de aprovechamiento de la energía de las corrientes marinas capaz de trabajar en aguas profundas. El prototipo es menos costoso que los que existen hasta ahora.