Fotografía tomada de smallbusinessnewz.
La mayoría de las personas construyen determinados sueños profesionales y personales durante su juventud e intentan, en la medida de lo posible, empezar a perseguirlos una vez dan inicio a su vida laboral. El problema es que cuando se encuentran con una realidad en la que se ven obligadas a conseguir lo suficiente para sostener una familia, esos sueños empiezan a tambalear y, muchas veces, la felicidad de una persona se ve muy afectada negativamente por la insatisfacción que le produce su trabajo.
Sobra decir que cuando se trabaja se espera obtener ingresos que son indispensables para satisfacer otras necesidades. Pero, idealmente, esto no debe quedarse allí, sino convertirse en un complemento constructivo de la vida de una persona, proporcionándole aprendizaje, desarrollo, satisfacción, creación de nuevas metas y felicidad.
La firma Healthy Companies International realizó una encuesta a más de quinientos trabajadores estadounidenses en la que les preguntó lo siguiente: “Todos los empleados deberían poder buscar el éxito y disfrutar de una vida completa. ¿Cómo afecta su trabajo su habilidad para disfrutar la vida?”.
Al analizar los resultados, los autores de la encuesta se encontraron con que sólo uno de cada cuatro (26%) empleados encuentra felicidad y realización en su trabajo, mientras que la mayoría (60%) sólo ven sus labores profesionales como una forma de recibir ingresos y así poder satisfacer otras necesidades y aspectos de la vida. Por otra parte, el 11% de los trabajadores lamentan que su trabajo es, sobre todo, algo que les roba toda su energía y su felicidad.
Trabajar y vivir
Existen varios aspectos que influyen a la hora de que una persona se sienta o no feliz con su trabajo y este sentimiento también varía con la edad y con el momento de la vida de cada quien. De acuerdo con la encuesta, la mayor satisfacción laboral la expresaron aquellos que están en la mitad de su carrera profesional: 30% de los empleados de entre 45 y 54 años de edad se sienten realizados, en comparación con 25% de aquellos de entre 18 y 34 años.
Asimismo, los hombres presentan una tendencia un poco más alta (28%) a sentirse felices y satisfechos con su trabajo, en comparación con las mujeres (24%).
Por otra parte, la encuesta encontró que los factores ingresos y educación son los más determinantes a la hora de sentirse o no realizado con el propio trabajo: 32% de quienes ganan 75.000 dólares anuales o más consideran su empleo una gran fuente de felicidad, en comparación con solo 17% de quienes ganan menos de 25.000 dólares anuales. De igual manera, 41% de aquellos que completaron al menos la universidad sienten felicidad en su trabajo, en comparación con el 20% de esos que completaron solamente el bachillerato o menos.
Stephen Parker de Healthy Companies explica que es alentador que uno de cuatro empleados se sienta feliz en su trabajo, pero que los hallazgos de la investigación indican que hay todavía mucho por hacer para mejorar la situación de los trabajadores, lo cual los beneficiaría no solo a ellos, sino también a sus empleadores.
Sobra decir que cuando se trabaja se espera obtener ingresos que son indispensables para satisfacer otras necesidades. Pero, idealmente, esto no debe quedarse allí, sino convertirse en un complemento constructivo de la vida de una persona, proporcionándole aprendizaje, desarrollo, satisfacción, creación de nuevas metas y felicidad.
La firma Healthy Companies International realizó una encuesta a más de quinientos trabajadores estadounidenses en la que les preguntó lo siguiente: “Todos los empleados deberían poder buscar el éxito y disfrutar de una vida completa. ¿Cómo afecta su trabajo su habilidad para disfrutar la vida?”.
Al analizar los resultados, los autores de la encuesta se encontraron con que sólo uno de cada cuatro (26%) empleados encuentra felicidad y realización en su trabajo, mientras que la mayoría (60%) sólo ven sus labores profesionales como una forma de recibir ingresos y así poder satisfacer otras necesidades y aspectos de la vida. Por otra parte, el 11% de los trabajadores lamentan que su trabajo es, sobre todo, algo que les roba toda su energía y su felicidad.
Trabajar y vivir
Existen varios aspectos que influyen a la hora de que una persona se sienta o no feliz con su trabajo y este sentimiento también varía con la edad y con el momento de la vida de cada quien. De acuerdo con la encuesta, la mayor satisfacción laboral la expresaron aquellos que están en la mitad de su carrera profesional: 30% de los empleados de entre 45 y 54 años de edad se sienten realizados, en comparación con 25% de aquellos de entre 18 y 34 años.
Asimismo, los hombres presentan una tendencia un poco más alta (28%) a sentirse felices y satisfechos con su trabajo, en comparación con las mujeres (24%).
Por otra parte, la encuesta encontró que los factores ingresos y educación son los más determinantes a la hora de sentirse o no realizado con el propio trabajo: 32% de quienes ganan 75.000 dólares anuales o más consideran su empleo una gran fuente de felicidad, en comparación con solo 17% de quienes ganan menos de 25.000 dólares anuales. De igual manera, 41% de aquellos que completaron al menos la universidad sienten felicidad en su trabajo, en comparación con el 20% de esos que completaron solamente el bachillerato o menos.
Stephen Parker de Healthy Companies explica que es alentador que uno de cuatro empleados se sienta feliz en su trabajo, pero que los hallazgos de la investigación indican que hay todavía mucho por hacer para mejorar la situación de los trabajadores, lo cual los beneficiaría no solo a ellos, sino también a sus empleadores.
Empresas que busquen el bienestar de sus empleados
De acuerdo con Parker, no se trata de que un trabajo deje de ser lo que es: simplemente un trabajo, pero sí de que, paso a paso, se vaya motivando y permitiendo obtener satisfacción a quienes desarrollan cada una de las labores de las empresas.
Parker explica que muchas compañías y directivos han entendido la importancia de buscar el bienestar para sus trabajadores porque saben que es lo correcto y también porque son conscientes de que la productividad mejora cuando un empleado siente que su trabajo le proporciona diferentes tipos de valor. Pero, asimismo, afirma que todavía hay organizaciones que sólo aportan lo mínimo en este sentido, lo que es lamentable, teniendo en cuenta que las personas pasan gran parte de su tiempo cumpliendo con sus tareas laborales y que este tiempo debería proporcionarles sentimientos positivos y motivación.
El experto aconseja fomentar la realización de los trabajadores a través de diversas estrategias como ayudarles a que comprendan su rol dentro de la compañía y la forma en la que pueden servir a los propósitos globales de ésta; mostrándoles su valor en relación con el de la empresa; reconociéndoles sus contribuciones al equipo de trabajo; motivándolos a descubrir nuevas formas de utilizar sus talentos naturales; y ofreciéndoles la posibilidad de colaborar más con sus colegas.
Finalmente, Parker hace énfasis en que el capital humano no debe darse por sentado, sino estar fortaleciéndose continuamente para explotar todo ese talento que se desperdicia cada día, y se pregunta cómo sería el mundo si tan solo una pequeña parte de esa mayoría que hoy se siente insatisfecha con su trabajo encontrara felicidad en él.
Se trata de un llamado a todas las compañías del mundo. Para nadie es un secreto que una persona feliz se desempeña mejor en lo que debe hacer y aporta todo de sí misma con la máxima energía. Se puede invertir un poco para empezar y los resultados no tardarán en aparecer.
De acuerdo con Parker, no se trata de que un trabajo deje de ser lo que es: simplemente un trabajo, pero sí de que, paso a paso, se vaya motivando y permitiendo obtener satisfacción a quienes desarrollan cada una de las labores de las empresas.
Parker explica que muchas compañías y directivos han entendido la importancia de buscar el bienestar para sus trabajadores porque saben que es lo correcto y también porque son conscientes de que la productividad mejora cuando un empleado siente que su trabajo le proporciona diferentes tipos de valor. Pero, asimismo, afirma que todavía hay organizaciones que sólo aportan lo mínimo en este sentido, lo que es lamentable, teniendo en cuenta que las personas pasan gran parte de su tiempo cumpliendo con sus tareas laborales y que este tiempo debería proporcionarles sentimientos positivos y motivación.
El experto aconseja fomentar la realización de los trabajadores a través de diversas estrategias como ayudarles a que comprendan su rol dentro de la compañía y la forma en la que pueden servir a los propósitos globales de ésta; mostrándoles su valor en relación con el de la empresa; reconociéndoles sus contribuciones al equipo de trabajo; motivándolos a descubrir nuevas formas de utilizar sus talentos naturales; y ofreciéndoles la posibilidad de colaborar más con sus colegas.
Finalmente, Parker hace énfasis en que el capital humano no debe darse por sentado, sino estar fortaleciéndose continuamente para explotar todo ese talento que se desperdicia cada día, y se pregunta cómo sería el mundo si tan solo una pequeña parte de esa mayoría que hoy se siente insatisfecha con su trabajo encontrara felicidad en él.
Se trata de un llamado a todas las compañías del mundo. Para nadie es un secreto que una persona feliz se desempeña mejor en lo que debe hacer y aporta todo de sí misma con la máxima energía. Se puede invertir un poco para empezar y los resultados no tardarán en aparecer.