El actor español Nancho Novo comienza la sexta temporada del monólogo El cavernícola en el Teatro Fígaro de Madrid, bajo la producción de Iria Producciones y Theater Mogul.
Se trata del monólogo con más permanencia en cartel de la historia en Broadway, un texto que ha sido llevado ya con éxito a más de treinta países. Ha sido traducido a quince idiomas diferentes. Su autor es Rob Becker, que inició la andadura de este monólogo, también como actor, en 1988, y que fue configurando la obra durante los tres años siguientes.
En España, Nancho Novo defiende la obra con sobresaliente, y es que es un hombre con mucha andadura en el mundo teatral. Además de actor, Novo es director, dramaturgo y ha trabajado también en cine y teatro. De todas sus características destacaría su extraordinaria dicción; es todo un placer oírlo en escena.
Basado en “verdades obvias”
El monólogo está basado simplemente en las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres. Se construye en torno a “verdades obvias”, tan obvias que resultan irrisorias.
En ocasiones, la realidad es tan humorística que con poner un espejo para que todos nos miremos en él resulta más que suficiente para obtener un éxito de taquilla.
Ya lo hicieron Moratín, Muñoz Seca y otros tantos, con resultados parecidos. Y, por supuesto, la crítica social viene sola de la mano de la risa. El texto fluye de la voz de Novo, que nos invita a dar un paseo por nuestra esencia más primitiva, seamos hombres o mujeres, y nos dice “esto es así, señores y señoras, no hay más. Tratemos de conjugarnos los unos con los otros por muy diferentes que seamos”.
Y es que en el fondo, por muchas diferencias que existan entre hombres y mujeres, sin saber muy bien por qué, nos gusta compartir la vida.
Se trata del monólogo con más permanencia en cartel de la historia en Broadway, un texto que ha sido llevado ya con éxito a más de treinta países. Ha sido traducido a quince idiomas diferentes. Su autor es Rob Becker, que inició la andadura de este monólogo, también como actor, en 1988, y que fue configurando la obra durante los tres años siguientes.
En España, Nancho Novo defiende la obra con sobresaliente, y es que es un hombre con mucha andadura en el mundo teatral. Además de actor, Novo es director, dramaturgo y ha trabajado también en cine y teatro. De todas sus características destacaría su extraordinaria dicción; es todo un placer oírlo en escena.
Basado en “verdades obvias”
El monólogo está basado simplemente en las diferencias que existen entre los hombres y las mujeres. Se construye en torno a “verdades obvias”, tan obvias que resultan irrisorias.
En ocasiones, la realidad es tan humorística que con poner un espejo para que todos nos miremos en él resulta más que suficiente para obtener un éxito de taquilla.
Ya lo hicieron Moratín, Muñoz Seca y otros tantos, con resultados parecidos. Y, por supuesto, la crítica social viene sola de la mano de la risa. El texto fluye de la voz de Novo, que nos invita a dar un paseo por nuestra esencia más primitiva, seamos hombres o mujeres, y nos dice “esto es así, señores y señoras, no hay más. Tratemos de conjugarnos los unos con los otros por muy diferentes que seamos”.
Y es que en el fondo, por muchas diferencias que existan entre hombres y mujeres, sin saber muy bien por qué, nos gusta compartir la vida.
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Invitación a la introspección
A lo largo del monólogo se produjeron algunos fallos técnicos de sonido, que espero que se solucionen rápido, porque la acústica del Teatro Fígaro tampoco es que sea “`para tirar cohetes”; y perder una oración de Nancho Novo en un texto de estas características debería estar multado.
El monólogo, además, invita a la introspección de manera sutil, a reflexionar sobre cómo somos cada uno de nosotros y por qué somos así.
Nancho Novo da una explicación que se remonta a la época prehistórica, de ahí el título del monólogo (aunque evidentemente tiene su doble sentido); a la esencia básica de las funciones que tenían las mujeres y los hombres en aquella época; y juega con esa esencia a lo largo de toda la representación. Y no voy a profundizar más en este tema porque es mucho mejor que ustedes lo vean.
La escenografía, realizada por Miguel Brayda, gira en torno a la temática de “Los Picapiedra”, y da juego a la obra, ya que por medio de juegos lumínicos y sonoros nos transporta a la prehistoria o a la edad contemporánea, según se precise.
Sin duda alguna, recomiendo ver “El cavernícola”, porque mirarse al espejo, reírse y luego reflexionar un poco sobre cómo somos y por qué actuamos en nuestra vida como lo hacemos es de vital importancia, y más aún hoy en día, en el que las parejas duran menos que lo que dura el monólogo que nos ocupa. ¡Qué ustedes lo disfruten!
A lo largo del monólogo se produjeron algunos fallos técnicos de sonido, que espero que se solucionen rápido, porque la acústica del Teatro Fígaro tampoco es que sea “`para tirar cohetes”; y perder una oración de Nancho Novo en un texto de estas características debería estar multado.
El monólogo, además, invita a la introspección de manera sutil, a reflexionar sobre cómo somos cada uno de nosotros y por qué somos así.
Nancho Novo da una explicación que se remonta a la época prehistórica, de ahí el título del monólogo (aunque evidentemente tiene su doble sentido); a la esencia básica de las funciones que tenían las mujeres y los hombres en aquella época; y juega con esa esencia a lo largo de toda la representación. Y no voy a profundizar más en este tema porque es mucho mejor que ustedes lo vean.
La escenografía, realizada por Miguel Brayda, gira en torno a la temática de “Los Picapiedra”, y da juego a la obra, ya que por medio de juegos lumínicos y sonoros nos transporta a la prehistoria o a la edad contemporánea, según se precise.
Sin duda alguna, recomiendo ver “El cavernícola”, porque mirarse al espejo, reírse y luego reflexionar un poco sobre cómo somos y por qué actuamos en nuestra vida como lo hacemos es de vital importancia, y más aún hoy en día, en el que las parejas duran menos que lo que dura el monólogo que nos ocupa. ¡Qué ustedes lo disfruten!
Referencia:
Obra: El Cavernícola.
Productores: Iria Producciones y Theater Mogul
Guión: Rob Becker.
Interpretación: Nancho Novo.
Escenografía: Miguel Brayda.
Próximas representaciones: Teatro Fígaro de Madrid. Desde el 18 de septiembre de 2014. Mércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados 19 y 21:00 horas y domingos 19:00 horas.
Obra: El Cavernícola.
Productores: Iria Producciones y Theater Mogul
Guión: Rob Becker.
Interpretación: Nancho Novo.
Escenografía: Miguel Brayda.
Próximas representaciones: Teatro Fígaro de Madrid. Desde el 18 de septiembre de 2014. Mércoles a viernes a las 20:30 horas; sábados 19 y 21:00 horas y domingos 19:00 horas.