EDUARDO MARTÍNEZ DE LA FE
Europa está en caída libre y los atentados de Bruselas lo han puesto de manifiesto en toda su crudeza. Se añaden a la capitulación europea ante Turquía para aplicar una solución “contra natura” sobre el tema de los refugiados, así como a la deriva griega, las tensiones con Rusia, los tratados secretos como TTIP y los bombardeos sobre Siria.
Para el diario europeo Político, en medio de esta crisis la UE intenta evitar el cierre de sus fronteras y retener al Reino Unido, su segundo miembro más importante, amenazado por el Brixit. El paro y el estancamiento económico que sufren además varios países del viejo continente desacreditan asimismo a las instituciones europeas.
A todo ello hay que añadir la carencia de una política de seguridad común, atrapada como está la UE en su propia contradicción: tiene medios limitados en materia de lucha antiterrorista porque los Estados miembros no han cedido competencias y el derecho europeo impide la substitución de responsabilidad en este dominio, como destaca Diploweb. Aquí radica la posible explicación de los fallos de seguridad que impidieron los atentados de París y Bruselas.
The Economist señala que Europa ha entrado en una nueva era que no gusta a nadie. Tal vez haya llegado el momento de refundar Europa sobre otras premisas que no sólo propicien la integración de los Estados, sino también la integración armónica de sus respectivas sociedades. Así tal vez podamos recuperar la ilusión perdida en un proyecto que atraviesa el peor momento de su historia.
Para el diario europeo Político, en medio de esta crisis la UE intenta evitar el cierre de sus fronteras y retener al Reino Unido, su segundo miembro más importante, amenazado por el Brixit. El paro y el estancamiento económico que sufren además varios países del viejo continente desacreditan asimismo a las instituciones europeas.
A todo ello hay que añadir la carencia de una política de seguridad común, atrapada como está la UE en su propia contradicción: tiene medios limitados en materia de lucha antiterrorista porque los Estados miembros no han cedido competencias y el derecho europeo impide la substitución de responsabilidad en este dominio, como destaca Diploweb. Aquí radica la posible explicación de los fallos de seguridad que impidieron los atentados de París y Bruselas.
The Economist señala que Europa ha entrado en una nueva era que no gusta a nadie. Tal vez haya llegado el momento de refundar Europa sobre otras premisas que no sólo propicien la integración de los Estados, sino también la integración armónica de sus respectivas sociedades. Así tal vez podamos recuperar la ilusión perdida en un proyecto que atraviesa el peor momento de su historia.