Más mujeres deberían ocupar puestos de responsabilidad en las empresas financieras

Según una encuesta llevada a cabo por la consultora británica Aziz Corporation, si más mujeres ocuparan puestos de responsabilidad en las grandes empresas, muchos de los descalabros que vivimos el año pasado o no se hubieran producido o, por lo menos, se hubieran podido afrontar en mejor disposición.

Según esa misma encuesta, nueve de cada diez entrevistados creían firmemente que la cultura empresarial que ha apoyado y premiado el riesgo ha contribuido de manera decisiva a la crisis financiera.

En este sentido, ocho de cada diez encuestados sentían que este fallo a la hora de comprender el riesgo por parte de muchas instituciones financieras ha sido agravado por la cultura “masculina” imperante. Tres cuartas partes argumentaron que la ambivalencia de género en las organizaciones tiene efectos significativos sobre éstas.

Así, por lo menos la mitad de los entrevistados (muchos de los cuales trabajaban en compañías financieras) creían que teniendo más mujeres en puestos clave se hubieran prevenido todos estos excesos.

Según la profesora de comportamiento organizativo de la Universidad de Harvard Myra White, las mujeres tienen una aproximación más cautelosa a la hora de tomar riesgos, en parte porque toman sus decisiones con más cuidado que los hombres, apunta en un artículo publicado por la revista Management-Issues.

Actuar y pensar

“Ellas consideran otras alternativas así como los problemas potenciales antes de pasar a la acción. En el mundo predominantemente masculino de las finanzas y los negocios, prevalece valorar rápidamente las opciones y pasar a la acción. En este contexto, la forma de proceder de las mujeres no les ha permitido avanzar en sus carreras”, comenta.

El “actúa primero y luego piensa” que suelen blandir los hombres se ha convertido en todo un estándar. Las mujeres que no lo han asumido son acusadas con frecuencia de rumiar y pensar demasiado los problemas. Incluso hay autores que se han aventurado a afirmar que esta tendencia hace que las mujeres sean más susceptibles de sufrir de depresiones.

El movimiento que ahora podríamos ver en las empresas financieras quizá sea el de volver la vista a las mujeres, teniendo en cuenta que la estrategia “masculina” clásica no ha tenido muy buenos resultados, sostiene esta profesora de Harvard.

White puntualiza, sin embargo, que lo hechos están contradiciendo esta tendencia, ya que lo que se está haciendo es poner mucho dinero sobre la mesa sin que, de nuevo, se tengan en cuenta las consecuencias de estas acciones.

Sobre el papel, las mujeres son vistas como más altruistas, más orientadas hacia los demás, más abiertas y, en general, más preparadas para liderar las organizaciones modernas.

Cuestión de testosterona

Como apunta, Debora Spar, que también enseña en la escuela de negocios de Harvard, en un artículo aparecido recientemente en el Washington Post, no se saben las razones por las que las mujeres responden de manera diferente a los hombres frente a señales de peligro.

Una posibilidad (un poco exótica) es la que planteaba un estudio escrito por John Coates y Joe Herbert, de la Universidad de Cambridge, donde se decía que, sencillamente, las mujeres no tienen la testosterona para hacerlo. Decían, asimismo, que los beneficios están directamente relacionados con mayores niveles de testosterona masculina.

Otros experimentos llevados a cabo por Muries Niederle y Lise Vesterlund, de la Universidad de Pittsburgh, han puesto de manifiesto que las mujeres están menos inclinadas a mejorar su sueldo, incluso teniendo evidencias de que rinden más que sus compañeros.

Independientemente de las razones, la experiencia del año pasado sugiere que las mujeres tienen que tener más huecos en las instituciones y organizaciones financieras, así como en los organismos reguladores, dice Spar. Durante décadas, las empresas han pagado costosos programas de formación para permitir que las mujeres promocionasen. Muchas de estas iniciativas, sin embargo, han tenido más que ver con el miedo de las empresas a tener una publicidad adversa.

“Muchos comentaristas se han centrado en una mayor regulación y en la mejora de los sistemas del control del riesgo. La misma importancia es la cultura dentro de las empresas”, afirma Khalid Aziz, director de Aziz Corporation. “Unas pequeñas dosis de la prudencia y de la intuición femeninas tendrían unas repercusiones que sorprenderían a las instituciones financieras”.