Foto: Andydr. Everystockphoto.
La crisis económica representó muchos momentos difíciles para miles de compañías en todo el mundo y llevó a sus líderes a actuar y a tomar decisiones que, probablemente, hoy lamentan, ya que las consecuencias no han facilitado para nada la salida de la crisis, ni el impulso que se necesita en el empinado camino que hay que recorrer para recuperarse.
Una de las actitudes que hoy puede ser motivo de preocupación es la forma como se trató a los empleados y el ambiente que, debido a las decisiones tomadas, éstos se vieron forzados a vivir, lo que los ha llevado a sentirse insatisfechos con sus presentes empleos y a pensar que, una vez mejore la situación económica mundial, ellos pueden buscar mejores oportunidades.
Es el caso, por ejemplo, de los empleados estadounidenses, de los cuales, de acuerdo con un estudio realizado a finales del año pasado por Right Management, el 60% afirma querer cambiar de trabajo cuando la economía mejore durante 2010; el 21% expresa que es posible que lo hagan y que están analizando opciones; el 6% dice que no es tan probable que lo hagan pero que han actualizado su curriculum; y sólo el 13% asegura que planea quedarse con su actual empleo.
Empleados insatisfechos
Gran parte de ese descontento, que parece estar presente en una porción tan amplia de los trabajadores, tiene que ver con las condiciones a las que se vieron sometidos durante la crisis, como lo explica Douglas J. Matthews, presidente de Right Management: “Los empleados están expresando claramente su frustración acumulada con la forma en que han sido tratados durante la crisis.
Mientras que los empresarios han dado los pasos necesarios para viabilizar las empresas, sin embargo muchos empleados se han sentido abandonados durante el proceso. El resultado es una fuerza de trabajo poco comprometida y descontenta”.
Las empresas y sus directivos no pueden subestimar las consecuencias de una fuerza de trabajo aburrida y poco comprometida con la compañía, ni tampoco pueden asumir que las altas cifras de desempleo son garantía de que ningún trabajador vaya a abandonar su empleo actual, ya que las cifras de estudios como el mencionado indican que durante este año muchos de esos empleados buscarán cambiar para mejorar.
WorldatWork (WDW) cita en un artículo a Joyce Gioia, director ejecutivo de Employers of Choice Inc., y enumera algunas de las opciones con las que cuentan las empresas para recuperar el ánimo y la satisfacción de sus empleados.
Gioia piensa que “mientras que la recesión indudablemente jugó un papel en esta espiral descendente, hemos visto un creciente descontento entre los empleados estadounidenses durante años. Los empresarios necesitan ver la abrumadora sombra de infelicidad como una llamada a despertar, el catalizador del cambio. Hay varios pasos efectivos que los empleadores necesitan dar en estos tiempos difíciles –y siempre- para comprometer a sus empleados y aumentar su satisfacción”.
¿Cómo recuperar la motivación y la satisfacción?
Son muchas las metodologías que se han mencionado en diversos artículos y estudios, pero, definitivamente, a la hora de motivar a los empleados hay elementos clave como hacerlos sentir parte activa e importante de la organización, y hacerles ver que sus opiniones e ideas cuentan y son llevadas a la práctica.
Gioia menciona algunas opciones que pueden ser efectivas y que no son costosas:
• Establecer metas en las que los líderes accedan a realizar algo ellos mismos (Gioia menciona el ejemplo de disfrazarse y repartirles desayuno a todos) una vez se cumplan estos objetivos.
• Insistir a los integrantes de la empresa en para que den sus mejores ideas, y después escuchar, realmente escuchar sus sugerencias.
• Llevar a cabo una reorientación para los antiguos empleados y realizar “Stay interviews” (entrevistas de permanencia) con todos.
• Programar una sesión de “lluvia de ideas” con la gente de la compañía para desarrollar una lista de recompensas no monetarias que los líderes pueden usar para reconocer y recompensar a las personas sin gastar dinero.
En fin, a la hora de recuperar la motivación y de hacer fluir la buena energía dentro de las empresas, no sobra ninguna idea y hay que ser creativos. Cada líder debe tener en cuenta que los resultados dependerán en gran medida de con cuántas ganas y entusiasmo lleven a cabo sus tareas los empleados. Para eso, nada mejor que mantenerlos satisfechos.
Una de las actitudes que hoy puede ser motivo de preocupación es la forma como se trató a los empleados y el ambiente que, debido a las decisiones tomadas, éstos se vieron forzados a vivir, lo que los ha llevado a sentirse insatisfechos con sus presentes empleos y a pensar que, una vez mejore la situación económica mundial, ellos pueden buscar mejores oportunidades.
Es el caso, por ejemplo, de los empleados estadounidenses, de los cuales, de acuerdo con un estudio realizado a finales del año pasado por Right Management, el 60% afirma querer cambiar de trabajo cuando la economía mejore durante 2010; el 21% expresa que es posible que lo hagan y que están analizando opciones; el 6% dice que no es tan probable que lo hagan pero que han actualizado su curriculum; y sólo el 13% asegura que planea quedarse con su actual empleo.
Empleados insatisfechos
Gran parte de ese descontento, que parece estar presente en una porción tan amplia de los trabajadores, tiene que ver con las condiciones a las que se vieron sometidos durante la crisis, como lo explica Douglas J. Matthews, presidente de Right Management: “Los empleados están expresando claramente su frustración acumulada con la forma en que han sido tratados durante la crisis.
Mientras que los empresarios han dado los pasos necesarios para viabilizar las empresas, sin embargo muchos empleados se han sentido abandonados durante el proceso. El resultado es una fuerza de trabajo poco comprometida y descontenta”.
Las empresas y sus directivos no pueden subestimar las consecuencias de una fuerza de trabajo aburrida y poco comprometida con la compañía, ni tampoco pueden asumir que las altas cifras de desempleo son garantía de que ningún trabajador vaya a abandonar su empleo actual, ya que las cifras de estudios como el mencionado indican que durante este año muchos de esos empleados buscarán cambiar para mejorar.
WorldatWork (WDW) cita en un artículo a Joyce Gioia, director ejecutivo de Employers of Choice Inc., y enumera algunas de las opciones con las que cuentan las empresas para recuperar el ánimo y la satisfacción de sus empleados.
Gioia piensa que “mientras que la recesión indudablemente jugó un papel en esta espiral descendente, hemos visto un creciente descontento entre los empleados estadounidenses durante años. Los empresarios necesitan ver la abrumadora sombra de infelicidad como una llamada a despertar, el catalizador del cambio. Hay varios pasos efectivos que los empleadores necesitan dar en estos tiempos difíciles –y siempre- para comprometer a sus empleados y aumentar su satisfacción”.
¿Cómo recuperar la motivación y la satisfacción?
Son muchas las metodologías que se han mencionado en diversos artículos y estudios, pero, definitivamente, a la hora de motivar a los empleados hay elementos clave como hacerlos sentir parte activa e importante de la organización, y hacerles ver que sus opiniones e ideas cuentan y son llevadas a la práctica.
Gioia menciona algunas opciones que pueden ser efectivas y que no son costosas:
• Establecer metas en las que los líderes accedan a realizar algo ellos mismos (Gioia menciona el ejemplo de disfrazarse y repartirles desayuno a todos) una vez se cumplan estos objetivos.
• Insistir a los integrantes de la empresa en para que den sus mejores ideas, y después escuchar, realmente escuchar sus sugerencias.
• Llevar a cabo una reorientación para los antiguos empleados y realizar “Stay interviews” (entrevistas de permanencia) con todos.
• Programar una sesión de “lluvia de ideas” con la gente de la compañía para desarrollar una lista de recompensas no monetarias que los líderes pueden usar para reconocer y recompensar a las personas sin gastar dinero.
En fin, a la hora de recuperar la motivación y de hacer fluir la buena energía dentro de las empresas, no sobra ninguna idea y hay que ser creativos. Cada líder debe tener en cuenta que los resultados dependerán en gran medida de con cuántas ganas y entusiasmo lleven a cabo sus tareas los empleados. Para eso, nada mejor que mantenerlos satisfechos.