Londres debate la incorporación de trenes sin conductor en el metro

En los últimos meses se ha intensificado el debate en Londres en torno a la posible incorporación de la tecnología de trenes sin conductor en el servicio de metro de la capital británica. La medida es impulsada por las autoridades comunales, indicando que mejorará aspectos como la puntualidad o la eficiencia. Por el contrario, desde otros ámbitos se indica que la presencia de conductores humanos no puede obviarse ante determinadas cuestiones de seguridad en la operatoria diaria.

En un artículo recientemente publicado en el medio especializado Railway Technology se resumen las principales aristas y conclusiones de este debate, en el marco de una tendencia hacia la automatización de los sistemas de metro que puede comprobarse en otras ciudades importantes del mundo, como San Pablo, Kuala Lumpur, Dubai, Tokio y Copenhague.

De acuerdo a los defensores de esta opción, los trenes sin conductor tienen el potencial de eliminar el error humano y transformar el transporte público en las ciudades modernas. En el debate que se lleva adelante en Londres, sin embargo, pueden advertirse algunos beneficios de esta tecnología y otros potenciales peligros.

Aunque estas tecnologías ya no son un concepto nuevo para los sistemas de metro en todo el planeta, siguen siendo un tema polémico en el campo del transporte público ante cada proyecto que se pone en marcha. También ha sido el caso de Londres, con una iniciativa que tomó nueva fuerza a principios de mayo de 2012.

Opiniones contrapuestas

Para resumir, los defensores de los trenes sin conductor indican que la nueva tecnología es una forma de evitar errores humanos y de alcanzar máximos niveles de eficiencia, en momentos en los cuales muchos sistemas de metro están operando sobre los límites de su capacidad, frente al incremento en la demanda y los problemas de congestión del tráfico urbano.

Por otro lado, los críticos están preocupados por las implicancias que podría tener confiar la seguridad pública a un sistema sin conductor, así como también temen a los efectos sociales, ante la posibilidad de masivas pérdidas de empleo. El principal impulsor de la automatización total del metro londinense es el alcalde Boris Johnson, recientemente reelecto.

Resaltando la eliminación de los inconvenientes relacionados con las huelgas sindicales, además de una mejora en la puntualidad y la eficiencia sin sacrificar seguridad, Johnson defiende el proyecto como un avance para el servicio de metro de Londres, planificando la adopción de esta tecnología que ya funciona en las líneas del Docklands Light Railway, un sistema de tren ligero que comunica a la recuperada zona de Docklands, en el este de Londres.

Por el contrario, los sindicatos creen que los pasajeros serán los principales perjudicados con esta medida, porque no tendrán la posibilidad de confiar su seguridad a conductores entrenados en situaciones de emergencia. Para las organizaciones gremiales, la automatización no es beneficiosa en términos de seguridad de los servicios de metro.

¿Puede obviarse la presencia del factor humano?

Estas tecnologías ya han llegado al metro de Londres en algunos tramos, pero únicamente en una versión semi-automática en la cual los conductores sólo tienen que abrir y cerrar las puertas mientras el tren está en la plataforma. El siguiente paso incluye la automatización de algunos aspectos de la operación del tren, pero requiriendo aún la presencia de un controlador en la cabina.

En el caso del Docklands Light Railway, todos los trenes son controlados por ordenador y no poseen conductor. Sin embargo, un agente está encargado de la vigilancia, de verificar los billetes, de dar avisos y de controlar las puertas. Al mismo tiempo, este agente puede tomar control del tren en caso de una falla informática o una emergencia.

Además, todas las operaciones son supervisadas mediante una amplia gama de tecnologías remotas, telemetría y un circuito cerrado de televisión a bordo, junto a otros sistemas automáticos de detección. Esta tendencia también puede apreciarse en parte de las redes de metro de París y Barcelona.

Los sectores que se oponen a esta automatización integral indican que un conductor humano calificado en los trenes permite reaccionar ante situaciones inusuales. Se ha puesto como ejemplo un reciente incidente en la estación Finchley Road de Londres, en el marco del cual un niño salvó su vida gracias a un agente que lo observó al caer entre un tren y el borde del andén. En esa línea existe un sistema semi-automático, pero mientras el tren automatizado seguía su marcha sin apreciar al niño, el agente pudo verlo y salvar su vida.