Los próximos días 11, 12 y 13 de marzo tendrán lugar en Barcelona unas jornadas en las que se analizará el modelo de economía colaborativa procomún, esto es, aquel basado en la colaboración de comunidades de personas que, usando los medios digitales, desarrollan y comparten recursos, de tal manera que estos son de todos y se convierten en un bien público.
El “procomún” es un concepto que ha cobrado vigencia en los últimos años gracias a factores como el software libre o la concesión del premio Nobel de Economía a Elinor Ostrom (compartido con Oliver E. Williamson) en 2009.
Esta politóloga estadounidense (1933-2012) se especializó en el análisis de la gobernanza económica, especialmente de los recursos compartidos o bienes comunes (commons, en inglés), y la manera en que diversas sociedades han desarrollado e instituido prácticas comunales que han permitido la preservación de recursos comunes y evitado la degradación del medio (su trabajo fundamental fue El Gobierno de los Bienes Comunes, publicado en 1990).
Objetivos de las jornadas
Bajo el título de “Economías Colaborativas Procomún: Políticas, Tecnologías y Ciudad para las Personas”, las jornadas del 11-13 de marzo han sido organizadas por el Departamento Otras Economías de Barcelona Activa (Ayuntamiento de Barcelona), junto con BarCola-Grupo de trabajo sobre economía colaborativa y producción procomún de Barcelona; y por miembros locales del proyecto europeo P2Pvalue : Dimmons recerca en procomú en el IN3-UAB, e IGOPnet.cc de la UAB.
Según informa el IGOP, el encuentro pretende poner de manifiesto la relevancia del modelo procomún de la economía colaborativa, proponer el co-diseño de políticas públicas de promoción de este modelo, y avanzar propuestas técnicas para la construcción de plataformas colaborativas.
De manera más concreta, durante los tres días de trabajo colectivo se abordará cómo proyectar internacionalmente la relevancia de la producción orientada al procomún en Barcelona y Cataluña; y se abrirá un debate sobre qué modelo a impulsar desde las administraciones que ayude a la economía colaborativa procomún/local/cooperativista, con la elaboración final de un “Carta de recomendaciones políticas” que se hará llegar al Programa de Actuación Municipal del Ayuntamiento de Barcelona y a la consulta que está llevando a cabo la Comisión Europea.
Por último, en las Jornadas se proporcionarán directrices técnicas para la construcción de software abierto y descentralizado, que permita un mayor desarrollo de este tipo de economía colaborativa. El programa completo del evento puede consultarse en procomuns.net.
El “procomún” es un concepto que ha cobrado vigencia en los últimos años gracias a factores como el software libre o la concesión del premio Nobel de Economía a Elinor Ostrom (compartido con Oliver E. Williamson) en 2009.
Esta politóloga estadounidense (1933-2012) se especializó en el análisis de la gobernanza económica, especialmente de los recursos compartidos o bienes comunes (commons, en inglés), y la manera en que diversas sociedades han desarrollado e instituido prácticas comunales que han permitido la preservación de recursos comunes y evitado la degradación del medio (su trabajo fundamental fue El Gobierno de los Bienes Comunes, publicado en 1990).
Objetivos de las jornadas
Bajo el título de “Economías Colaborativas Procomún: Políticas, Tecnologías y Ciudad para las Personas”, las jornadas del 11-13 de marzo han sido organizadas por el Departamento Otras Economías de Barcelona Activa (Ayuntamiento de Barcelona), junto con BarCola-Grupo de trabajo sobre economía colaborativa y producción procomún de Barcelona; y por miembros locales del proyecto europeo P2Pvalue : Dimmons recerca en procomú en el IN3-UAB, e IGOPnet.cc de la UAB.
Según informa el IGOP, el encuentro pretende poner de manifiesto la relevancia del modelo procomún de la economía colaborativa, proponer el co-diseño de políticas públicas de promoción de este modelo, y avanzar propuestas técnicas para la construcción de plataformas colaborativas.
De manera más concreta, durante los tres días de trabajo colectivo se abordará cómo proyectar internacionalmente la relevancia de la producción orientada al procomún en Barcelona y Cataluña; y se abrirá un debate sobre qué modelo a impulsar desde las administraciones que ayude a la economía colaborativa procomún/local/cooperativista, con la elaboración final de un “Carta de recomendaciones políticas” que se hará llegar al Programa de Actuación Municipal del Ayuntamiento de Barcelona y a la consulta que está llevando a cabo la Comisión Europea.
Por último, en las Jornadas se proporcionarán directrices técnicas para la construcción de software abierto y descentralizado, que permita un mayor desarrollo de este tipo de economía colaborativa. El programa completo del evento puede consultarse en procomuns.net.
Ejemplos de economía colaborativa procomún
Como se ha dicho, la Economía Colaborativa Procomún se refiere a un modelo basado en la colaboración de comunidades de personas, a través de plataformas digitales. Los casos clásicos de esta economía son el software libre (que domina por encima del software privativo en muchos campos de softwares) y la Wikipedia.
Pero, según informa la Universidad Ouberta de Catalunya (UOB) la producción procomún se está expandiendo no solo en áreas con una fuerte componente de conocimiento de carácter inmaterial, sino también a producciones materiales como maquinaria (FabLabs, Open Source Ecology), alojamientos (couchsurfing) o divisas (monedas locales).
Más recientemente, también ha aparecido y se han desarrollado modelos híbridos que presentan lógicas de organización similares, basadas en principios de colaboración, pero privatizando otros. Es el caso de la producción entre iguales de base corporativista como Uber o Airbnb.
Como se ha dicho, la Economía Colaborativa Procomún se refiere a un modelo basado en la colaboración de comunidades de personas, a través de plataformas digitales. Los casos clásicos de esta economía son el software libre (que domina por encima del software privativo en muchos campos de softwares) y la Wikipedia.
Pero, según informa la Universidad Ouberta de Catalunya (UOB) la producción procomún se está expandiendo no solo en áreas con una fuerte componente de conocimiento de carácter inmaterial, sino también a producciones materiales como maquinaria (FabLabs, Open Source Ecology), alojamientos (couchsurfing) o divisas (monedas locales).
Más recientemente, también ha aparecido y se han desarrollado modelos híbridos que presentan lógicas de organización similares, basadas en principios de colaboración, pero privatizando otros. Es el caso de la producción entre iguales de base corporativista como Uber o Airbnb.