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La consciencia es el mayor enigma de la ciencia y la filosofía

Estamos lejos de comprender el salto cualitativo que supone pasar de la actividad neuronal del cerebro a la experiencia consciente


La consciencia no es un fenómeno todo-o-nada, sino que existen diversos niveles de consciencia. Y la transición de la inconsciencia a la consciencia no es simplemente un cambio de una inactividad a una actividad neuronal, sino que supone un cambio en lo que hacen las neuronas, cambio que hoy por hoy es desconocido. El dualismo que subyace a algunas de las teorías sobre la consciencia plantea la cuestión de cómo superarlo, ya que este dualismo no ha podido aclarar cómo es posible que un ente inmaterial pueda interaccionar con la materia que es el cerebro. Estamos lejos de comprender el salto cualitativo que supone pasar de la actividad neuronal del cerebro a la experiencia subjetiva de la consciencia. Por Francisco J. Rubia.


Francisco J. Rubia.
23/01/2010

Epictura.
Epictura.
La consciencia es un enigma, probablemente el mayor enigma tanto en filosofía como en ciencia. Las cuestiones fundamentales que plantea son: ¿qué es la consciencia? ¿de dónde procede? y ¿para qué sirve?

El filósofo australiano David J. Chalmers distingue entre los “problemas fáciles” y el “problema duro o difícil” (hard problem) de la consciencia. Los problemas fáciles tratan la consciencia como una facultad mental más y analizan temas como la discriminación entre estímulos sensoriales, la integración de la información para guiar el comportamiento o la verbalización de estados internos, cómo se integran los datos sensoriales con la experiencia del pasado, cómo focalizamos la atención o lo que distingue el estado de vigilia del sueño. Pero el “problema difícil” de la consciencia es saber cómo los procesos físicos cerebrales dan lugar a la consciencia, cómo las descargas de millones de neuronas pueden producir la experiencia consciente, la experiencia subjetiva.

Si ser consciente implica la existencia de un “yo” y este yo, como nos dice la neurociencia, es una ficción, ¿qué consecuencias tendría este hecho para la consciencia? Por otra parte, ¿existe un solo yo? El psicólogo estadounidense William James planteó la existencia de al menos tres yos diferentes: un yo material, otro social y un tercero espiritual. Además, los enfermos con cerebro escindido han mostrado que pueden surgir tras la separación del cuerpo calloso dos yos distintos.

El psicólogo californiano Michael Gazzaniga dice que el hemisferio izquierdo es dominante para la mayoría de las funciones cognoscitivas, como la resolución de problemas, mientras que el hemisferio derecho es muy deficiente para resolver problemas difíciles. El resultado de muchos años de investigación sobre el cerebro hendido le hace concluir que el hemisferio derecho tiene una experiencia consciente muy diferente de la exacta y literal del hemisferio izquierdo.

Aunque ambos son conscientes, la consciencia del cerebro izquierdo supera con mucho a la del derecho. ¿Cuál sería pues el sustrato neuronal que hace surgir estos dos tipos de consciencia en los hemisferios cerebrales? Existe un “vacío explicativo”, como dice el filósofo de Harvard, Joseph Levine, entre las funciones cerebrales y la experiencia subjetiva.

La cuestión fundamental es, pues: ¿cómo podemos superar el abismo que separa lo objetivo y lo subjetivo, el cerebro y la experiencia consciente? Es un planteamiento muy parecido al planteamiento tradicional cuerpo/alma o mente/cerebro, que han discutido los filósofos desde hace más de 2.000 años. Y aún siguen discutiendo.

Otra cuestión que se plantea es la siguiente: si un sistema, como el cerebro, puede resolver problemas y procesar información de manera inconsciente, ¿para qué sirve la consciencia?

Algunos filósofos afirman que cuando comprendamos suficientemente bien el funcionamiento del cerebro, el concepto de consciencia se disipará del mismo modo que se disipó el concepto del flogisto una vez que se comprendió el proceso de la oxidación. El flogisto era un hipotético constituyente volátil de todas las sustancias combustibles que, según se creía, se liberaba en forma de llama durante la combustión.

Sir Charles Sherrington, premio Nobel de Medicina y Fisiología del año 1932, era de la opinión que la consciencia era científicamente inexplicable. Y el psicólogo Stephen Pinker, de la Universidad de Harvard, piensa que puede que podamos entender la mayoría de los detalles de cómo funciona la mente, pero la consciencia puede permanecer oculta. También el filósofo británico Colin McGinn opina que el problema es demasiado difícil para nuestras mentes limitadas, añadiendo que estamos cerrados cognoscitivamente ante ese problema. Afortunadamente, no todos los científicos y filósofos piensan lo mismo.

Definición de consciencia

La consciencia es un concepto que entendemos intuitivamente, pero que es difícil o imposible de describir adecuadamente en palabras. Se puede decir que consciencia es el estado subjetivo de apercibir algo, sea dentro o fuera de nosotros mismos.

No existe ninguna definición consensuada de la consciencia. Pero consciencia significa experiencia subjetiva, o sea, lo opuesto a objetividad. En algunos escritos la consciencia es considerada sinónimo de mente. Pero la mente incluye procesos mentales inconscientes, y puede definirse como el funcionamiento del cerebro para procesar información y controlar la acción de manera flexible y adaptativa.

La consciencia tiene contenidos, pero aunque pueda tener una enorme variedad de contenidos no puede tener muchos al mismo tiempo. La consciencia no es un fenómeno pasivo como respuesta a estímulos, sino un proceso activo de interpretación y construcción de datos externos y de la memoria relacionándolos entre sí.

Se ha equiparado la consciencia a la vigilia, pero estar despierto no es lo mismo que ser consciente de algo en el sentido de apercibirse de algo. En el sueño podemos apercibir imágenes mentales visuales o auditivas.

Los actos voluntarios y la toma de decisiones son aspectos importantes de la experiencia consciente. Por ello, uno de los significados más comunes de consciencia es que es un sistema de control ejecutivo que supervisa y coordina las actividades del organismo.

Para el profesor de psicología de la Universidad de Princeton, Philip Johnson-Laird, el cerebro es un sistema organizado jerárquicamente que procesa información en paralelo y cuyo nivel más alto que controla la conducta corresponde a la consciencia, aunque interacciona con varios subsistemas inconscientes.

Se ha considerado a la consciencia íntimamente relacionada con la memoria operativa, la atención y el procesamiento controlado. La memoria operativa es importante para la solución de problemas, la toma de decisiones y la iniciación de la acción. La relación con la atención es clara: prestar atención a algo es ser consciente de ese algo. El ejemplo más clásico de atención selectiva es el conocido como “efecto cocktail party”, por el que seleccionamos información interesante en medio de un gran ruido de fondo.

También se ha considerado la consciencia como sinónimo de auto-consciencia. Pero como se puede ser consciente de muchas cosas que no son la propia persona, hoy se estima que la auto-consciencia es una forma especial de la consciencia.

Todo el mundo sabe lo que es consciencia, dicen el fallecido premio Nobel Francis Crick y su colaborador alemán Christof Koch, pero mientras sepamos tan poco de ella, lo mejor es no dar ninguna definición que pueda inducir a errores o que sea restrictiva, o ambas cosas a la vez.

En la bibliografía anglosajona se utilizan dos palabras distintas que en español se suelen traducir por consciencia. La primera es “awareness”, que yo traduzco por apercepción; la segunda es "consciousness" que se traduce por consciencia. Esta diferenciación es importante, ya que existe la expresión en inglés “unconscious awareness” que se traduciría por “apercepción inconsciente”, lo que sería imposible si la palabra “awareness” se tradujese por consciencia, como suele hacerse.

Algunos autores definen la apercepción como un estado en el que tenemos acceso a cierta información que puede usarse para controlar la conducta. La consciencia está siempre acompañada de apercepción, pero la apercepción no tiene por qué estar acompañada por consciencia.

Se pueden distinguir dos tipos de consciencia. La consciencia primaria, que es la experiencia directa de percepciones, sensaciones, pensamientos y contenidos de la memoria, así como imágenes, ensueños y sueños diurnos. La consciencia reflexiva es la experiencia consciente per se. Este tipo de consciencia es necesaria para la auto-consciencia, que implica darse cuenta de ser un individuo único, separado de los demás, con una historia y un futuro personales. La consciencia reflexiva incluye el proceso de integración, o sea, de observar la propia mente y sus funciones; con otras palabras: conocer que se conoce. En realidad, la experiencia consciente en el humano adulto normal implica tanto la consciencia primaria como la consciencia reflexiva.

Características de la consciencia

William James, padre de la psicología norteamericana, en sus Principios de Psicología describió cinco características de alto nivel de la consciencia que aún siguen vigentes. Son las siguientes:

1) Subjetividad: Todos los pensamientos son subjetivos, pertenecen a un individuo y son sólo conocidos por ese individuo
2) Cambio: Dentro de la consciencia de cada persona, el pensamiento está siempre cambiando
3) Intencionalidad: La consciencia es siempre de algo, apunta siempre a algo
4) Continuidad: James utilizó siempre la expresión “curso de la consciencia” para dar a entender que la consciencia parece ser siempre algo continuo
5) Selectividad: Aquí James se refirió a la presencia de la atención selectiva, o sea que en cada momento somos conscientes de sólo una parte de todos los estímulos

A pesar de la enorme variedad de percepciones y pensamientos de naturaleza siempre cambiante, tenemos la impresión de que nuestra consciencia es algo unificado y continuo. Esta sensación de unidad de la consciencia algunos autores la consideran una ilusión.

Algunas teorías sobre la consciencia

Al igual que entre los filósofos post-cartesianos había diversas teorías, como la teoría del doble aspecto de Spinoza, el ocasionalismo de Malebranche, el paralelismo de Leibniz y su doctrina de la armonía preestablecida, hoy existen diversas teorías de la consciencia.

La teoría “clásica” ha sido la postulada por el psicólogo norteamericano William James en el siglo XIX. Para James, la consciencia es una secuencia de estados mentales conscientes, siendo cada uno de estos estados la experiencia de algún contenido concreto. James pensaba también que la consciencia tiene que haber tenido un propósito evolutivo, por lo que trataba la consciencia como una función y no como una entidad.

En el siglo XVIII el biólogo suizo Charles Bonnet intentó resolver el dilema introduciendo el llamado “epifenomenalismo”, una idea que después asumió también el biólogo británico Thomas Huxley. El epifenomenalismo acepta que la mente y el cuerpo están hechos de diferentes sustancias, pero la mente no tiene influencia sobre el cuerpo, aunque está causada por el cerebro. Los sucesos mentales son productos accesorios de los sucesos materiales.

La teoría basada en un dualismo cartesiano postula que la mente, alma o espíritu es inmaterial y la autoconsciencia, como propiedad de esa mente, está separada del cerebro que es físico e inconsciente. Esta teoría ha sido mantenida por Karl Popper y John Eccles; con este último yo colaboré en la Universidad del Estado de Nueva York en Buffalo en su periodo tardío de laboratorio en 1975. El problema que plantea esta teoría es que no explica cómo se produce la experiencia subjetiva, ni tampoco cómo funciona la interacción entre un ente inmaterial y otro material.

Otra teoría es la sostenida por Stuart Hameroff y Roger Penrose que supone que los microtúbulos, que se encuentran en toda célula nerviosa, están designados para permitir la coherencia cuántica y las conexiones cuánticas en todo el cerebro. La dificultad es que no explica cómo surge la experiencia subjetiva por lo que muchos autores concluyen que la teoría cuántica de la consciencia sustituye un misterio por otro. Penrose es también de la opinión que el fenómeno de la vida mental requiere un conocimiento de la física que aún no tenemos.

Superveniencia

El filósofo coreano Jaegwon Kim utiliza el término “superveniencia” (supervenience) para expresar el hecho de que un ámbito o dominio está determinado por otro. Por ejemplo, las propiedades biológicas supervienen o son supervenientes a las propiedades físicas, porque las propiedades biológicas de un sistema están determinadas por sus propiedades físicas. En una tabla de madera, por ejemplo, la madera superviene a las moléculas y las moléculas supervienen a los átomos. Lo mental sería, pues, superveniente a lo físico. La mente sería al cerebro como el rayo a las partículas cargadas eléctricamente.

Los electrones tienen masa y rotación, pero la electricidad tiene potencial e intensidad. Los componentes químicos tienen densidad y conductividad, mientras que los organismos biológicos tienen crecimiento y reproducción. A cada nivel hay propiedades distintas, propiedades “emergentes”. Sin embargo, la superveniencia no explica por qué y cómo la mente emerge del cerebro.

Los neurobiólogos Gerald Edelman, premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1972 por sus trabajos sobre el sistema inmunológico, y Giulio Tononi, proponen que la consciencia emerge cuando grandes grupos de neuronas forman un núcleo dinámico en el cerebro con conexiones que forman bucles entre la corteza y el tálamo. A estas conexiones Edelman les llama “mapas de reentrada”, parecido a lo que el psicólogo británico Nicholas Humphrey denomina “bucles de realimentación reverberantes sensoriales”. La idea en ambos es que el cerebro se refiere a sí mismo y esto es lo que desencadena la consciencia.

La alternativa al dualismo es el monismo que plantea que el cuerpo y la mente están hechos de la misma sustancia. Los idealistas piensan que todo es mental, los materialistas que todo es material. El filósofo Spinoza pensaba que sólo existía una sustancia y que la sustancia tenía dos propiedades: que era consciente y que tenía extensión.

Un ejemplo típico de la postura materialista es la sostenida por el filósofo francés Julien Offroy de LaMettrie que en su obra L’Homme machine (El hombre máquina) decía que la mente es una máquina hecha de materia y que el pensamiento era un proceso material.

Y el filósofo británico Bertrand Russell pensaba que lo mental y lo físico son diferentes formas de conocer la misma cosa, la primera por la consciencia y la segunda por los sentidos. La consciencia nos da un conocimiento directo, inmediato, de lo que hay en el cerebro, mientras que los sentidos pueden observar (posiblemente ayudado por instrumentos) lo que hay en el cerebro. La consciencia es, básicamente, otro sentido, un sentido que, en vez de percibir colores, olores o sonidos, percibe la verdadera naturaleza del cerebro.

Dudas sobre lo mental

El materialismo eliminativo es la doctrina que postula que los estados mentales no existen, o, al menos, que la terminología es equivocada y debería abandonarse. Tanto el filósofo alemán Paul Feyerabend como el filósofo norteamericano Richard Rorty niegan la existencia de lo mental. Lo mental no es más que un mito. Y el neurocientífico norteamericano Paul Churchland dice que lo mental es el sujeto de la “psicología popular”, y la psicología popular no es una ciencia. Adscribimos estados mentales a los individuos, pero en realidad sólo existen procesos cerebrales.

El filósofo estadounidense John Searle piensa que la consciencia no puede reducirse a los procesos neuronales que la causan, pero que la consciencia es una característica biológica del cerebro. Searle ataca tanto al dualismo como al materialismo diciendo que la división del mundo en materia y mente es arbitraria y contraproducente. En su opinión tenemos que tener en cuenta que la consciencia está causada por procesos cerebrales, pero no puede ser reducida a esos procesos porque es un fenómeno de “primera persona”, o subjetivo, mientras que los procesos cerebrales son fenómenos de “tercera persona”, es decir objetivos.

El psicólogo norteamericano Julian Jaynes estudió los documentos históricos, arqueológicos y biológicos de civilizaciones antiguas, llegando a la conclusión que hace unos 3000 años los humanos no tenían aún consciencia. Dependían aún, como otros primates, de reacciones aprendidas. Los individuos de civilizaciones desarrolladas antes de los 1000 años a.C. (en Asiria, Babilonia, Mesopotamia, Egipto) no eran verdaderamente conscientes. Libros antiguos, como la Ilíada o la Biblia fueron compuestos por personas no conscientes que no distinguían entre los sucesos reales y los imaginarios. Los personajes de esos libros actuaban inconscientemente tomando decisiones confiando en voces, en alucinaciones. Según este psicólogo la consciencia apareció en la Odisea y en las partes más recientes de la Biblia, hará unos 3000 años. Lógicamente, estas afirmaciones han sido muy discutidas.

El antropólogo británico Kenneth Oakley planteó que existirían tres niveles de consciencia que corresponderían a tres capas evolutivas del cerebro: la apercepción, controlada por las regiones más antiguas del cerebro y relacionada sólo con el condicionamiento; la consciencia, controlada por la corteza cerebral y el hipocampo y relacionada con la representación interna del mundo; y, finalmente, la auto-consciencia, dependiente de las regiones más modernas de la corteza cerebral y relacionada con la representación interna de la propia representación interna.

El lingüista sueco Peter Gardenfors ve en el lenguaje el último estadio en el proceso que lleva a la consciencia humana. Piensa que primero estuvieron las sensaciones, luego la atención, las emociones, la memoria, los pensamientos, la planificación, el yo, el libre albedrío y, finalmente, el lenguaje. La mayoría de estas facultades no son únicas en los humanos, ya que la mayoría de los mamíferos tienen emociones e incluso pensamientos. Los chimpancés llegan hasta la planificación, pero sólo los humanos tienen consciencia de sí mismos y lenguaje. Todos los animales tienen un cierto grado de consciencia, pero sólo mamíferos y aves tienen corteza que les permite representaciones separadas de la realidad por lo que pueden adivinar y planificar. Los pensamientos son representaciones internas del mundo, lo que permite a los animales que los tienen separarse del mundo inmediato, pudiendo crear más de un curso posible de acción.

Red de funciones cognitivas

El yo sería para Gardenfors un fenómeno emergente, una propiedad que surge de una red de funciones cognoscitivas relacionadas entre sí. El lenguaje, como último estadio en el ser humano requiere una representación interna sofisticada, que son los símbolos. Las representaciones de otros animales no están suficientemente separadas de la realidad exterior.

Nicholas Humphrey dice que ser consciente es tener sensaciones, como algo opuesto a las percepciones. Los animales desarrollaron dos formas de representación de la interacción entre el cuerpo y el entorno: unas cargadas de afecto que son las sensaciones y otras neutrales con respecto a los afectos que son las percepciones. Para Humphrey tenemos un “ojo interior” que se comporta como cualquier otro sentido, menos en el hecho de que su objeto es el propio cerebro. La consciencia me permite percibir el estado de mi cerebro.

El neurofisiólogo norteamericano William Calvin propuso la teoría llamada “darwinismo mental”. Según esta teoría, lo mismo que el sistema inmunológico y la evolución de las especies están impulsados por la selección natural, la vida mental también lo está. Los pensamientos se producen inconscientemente y el proceso darwiniano elige los mejores. Para Calvin, lo que pensamos está siempre en función de la acción; los pensamientos son sólo movimientos que no han sido aún realizados.

El psicólogo estadounidense Marcel Kinsbourne cree que la consciencia no es un producto de la actividad neural, sino la actividad neural misma. El cerebro no genera consciencia, sino que es consciente, por lo que no es necesario buscar una región que genere consciencia; no es la región lo que importa, sino el estado del circuito; cualquier región del cerebro puede ser consciente si sus circuitos están en un estado apropiado.

El matemático danés Tor Norretranders piensa que la consciencia no contiene casi ninguna información. La mayoría de los procesos mentales nunca alcanzan la consciencia. El cerebro descarta cantidades ingentes de información antes de que tenga lugar la consciencia, aunque esta información descartada tenga influencia sobre nuestra conducta. Esto significa que la consciencia trata sobre todo de lo que ocurre dentro de nosotros y no fuera. Los datos sensoriales se procesan de acuerdo con estructuras cerebrales y se comparan con los contenidos de la memoria, volviendo a ser procesados, y luego surge una sensación consciente. En esta sensación poco queda de los datos sensoriales originales. Nunca podemos experimentar los datos sensoriales originales, sino que experimentamos sólo los productos terminados. Con otras palabras: nuestro cerebro conoce mucho más de lo que conoce la consciencia.

Con esto no agotamos todas las teorías existentes sobre la consciencia, pero he elegido las que me parecieron más relevantes. Como vemos, hay opiniones para todos los gustos.

Origen y evolución de la consciencia

¿Cómo surge la consciencia en un individuo y cómo surgió en la evolución? Todos creemos que los humanos no nacen con consciencia y que la vida, como fenómeno natural no fue originalmente consciente. Existe, pues, un problema ontogenético, de cuándo surge la consciencia en un individuo, y un problema filogenético, de cuándo surgió la consciencia de la materia, si fue repentinamente en una especie determinada o por el desarrollo de ciertas estructuras cerebrales. La auto-consciencia surge en el niño en la segunda mitad del segundo año de vida, y depende de la memoria episódica y de la capacidad para la consciencia reflexiva.

Ya mencionamos que el psicólogo norteamericano Julian Jaynes piensa que surgió muy recientemente en el ser humano, en la época homérica. Por el contrario el neurofisiólogo australiano John Eccles pensaba que surgió con el neocórtex de los mamíferos y la bióloga norteamericana Lynn Margulis es de la opinión que la consciencia es una propiedad tan antigua como la vida de organismos unicelulares simples, hace miles de millones de años. Otros científicos piensan que la consciencia surgió por la necesidad de comunicación con otros individuos, es decir, que fue cercana al lenguaje. El filósofo austriaco Karl Popper decía que la consciencia emerge con el lenguaje, tanto ontogenética como filogenéticamente.

El psicólogo británico Nicholas Humphrey coincide con la opinión de que la función de la consciencia es la de interacción social con otras consciencias. La consciencia aporta a los humanos un modelo explicativo de su propia conducta y esta facultad es útil para la supervivencia; con otras palabras: los mejores psicólogos son los que mejor sobreviven. Al entender la propia mente, entienden también la mente de los demás y eso supone una ventaja evolutiva importante.

Sin embargo, la consciencia difícilmente contribuye a la supervivencia. Muchas veces nos deprimimos cuando pensamos en cosas futuras, como la vejez o la muerte. La consciencia muy a menudo resulta en una menor determinación y perseverancia. Visto así, no parece que sea el producto de una evolución darwiniana porque realmente lo que hace es debilitar nuestro sistema de supervivencia en esos casos.

El lingüista estadounidense Merlin Donald planteó que la mente moderna con pensamiento simbólico surgió de una forma de inteligencia no simbólica por absorción gradual de sistemas nuevos de representación. La mente humana se desarrolló en cuatro estadios que coinciden con los estadios de crecimiento cognoscitivo en humanos modernos. Los homínidos más antiguos estaban limitados a representaciones episódicas del conocimiento. La memoria episódica era útil para aprender asociaciones estímulo-respuesta, pero no podía recuperar memorias independientemente de las señales del entorno, es decir, no podía pensar. Estos seres episódicos vivían sus vidas totalmente en el presente.

El Homo erectus desarrolló un sistema “mimético” de representación. La mente podía recuperar memorias independientemente del entorno y era capaz de re-describir la experiencia. La mente tiene una representación del mundo y es capaz de adaptarse continuamente a los nuevos conocimientos. Estas representaciones permitían al individuo comunicar sus intenciones y deseos. En este estadio existía una especie de memoria colectiva. En el tercer estadio, el Homo sapiens adquirió el lenguaje y, por consiguiente, la capacidad de construir relatos y formar mitos que representan modelos integrados del mundo por los que los individuos podían generalizar y predecir acontecimientos. El lenguaje permitió contar historias en grupo.

Hace unos 50.000 años los humanos comenzaron a almacenar contenidos de memoria en el mundo exterior en vez de en sus cerebros (pinturas rupestres, figuras, calendarios, etc.). Finalmente, con la escritura, hará unos 10.000 años, los humanos modernos alcanzaron capacidades representativas simbólicas y la lógica. Es la mente “teórica”.

En otro orden de cosas se estima que existen unos 10.000 millones de células corticales en el hombre moderno, de los que 1.000 millones estarían en relación con el cuerpo. Así que 8.900 millones se utilizarían para procesos internos y para las conexiones con otras neuronas del sistema. Se estima que el cerebro del Australopiteco tendría 3.500 millones de neuronas por encima de las relacionadas con el cuerpo, comparadas con los 2.000 millones del gorila y los 2.400 millones del chimpancé.

El Homo habilis tendría unos 4.500 millones de interneuronas y el Homo erectus 7.000. Respecto al volumen, el Australopiteco tenía un cerebro de 500 c.c. frente a los 450 c.c. del gorila. El Homo habilis tenía unos 700 c.c., el Homo erectus unos 950-1050 c.c. y el Homo sapiens 1.350 c.c. Sin embargo, parece que el número de células no es determinante. El lingüista y neurólogo alemán Eric Lenneberg dice que el cambio más importante durante la expansión cerebral fue la interconexión entre las células.

Urracas tratando de quitarse la marca que se han visto en el espejo. Oliver Wrobel. PlosBiology.
Urracas tratando de quitarse la marca que se han visto en el espejo. Oliver Wrobel. PlosBiology.
Conciencia compartida

Aparte de nuestras experiencias cotidianas existen informes procedentes de estadios cognoscitivos que sugieren que los seres humanos no somos los únicos animales que tienen consciencia. Quizá seamos los únicos que somos conscientes de que somos conscientes, y, desde luego, los únicos que podemos informar de nuestro estado consciente mediante el lenguaje sintáctico.

Parece evidente que la consciencia surge sobre el sustrato biológico del sistema nervioso y, por tanto, es un estado adquirido a lo largo de la evolución. Se suele distinguir entre una consciencia sensorial, llamada también “consciencia primaria”, probablemente común a muchos animales, y una consciencia llamada metacognición o “consciencia de nivel superior”, única en el hombre.

Desde luego, si reconocerse en un espejo es señal de auto-consciencia, las ballenas, los delfines, los elefantes, los chimpancés, los gorilas, los orangutanes y los tamarinos poseen autoconsciencia. A favor de la presencia de consciencia en los mamíferos está el hecho de que todos poseen un sistema tálamo-cortical altamente desarrollado.

Informes sobre rendimientos considerables de la memoria en algunas aves, el aprendizaje vocal y la reproducción de lo aprendido, así como la discriminación en tareas difíciles, hace pensar que la consciencia surge en las aves, probablemente de manera independiente de los mamíferos. En la solución de problemas que parecen requerir habilidades cognoscitivas de alto nivel destacan también los cuervos que son capaces de utilizar herramientas de distinto tamaño y longitud de acuerdo con la dificultad de la tarea para obtener alimentos.

Se ha llegado incluso a plantear niveles muy simples de consciencia en cefalópodos, tales como los pulpos y las sepias a los que se le reconoce una capacidad cognoscitiva muy elevada en la discriminación de objetos, en atención y en memoria.

¿Cuándo surge, pues, la consciencia? El problema cuando intentamos saber si otros animales son conscientes es que los organismos no humanos no pueden hablar. Estamos convencidos de que pueden sentir placer y dolor, pero no podemos saber si son conscientes de esos sentimientos. Entre los humanos también los niños pequeños no pueden hablar, aunque también estamos convencidos de que pueden tener sentimientos como nosotros.

No obstante, ha habido controversias sobre si los bebés son capaces de sentir como los adultos. La circunsición suele realizarse sin anestesia y generalmente a los bebés se les prescribe dosis post-operativas de analgésicos inferiores a las que se utilizan para el adulto. Se les puede preguntar cuando se hacen mayores, pero existe lo que Freud llamó la amnesia infantil, algo que según él se producía porque los contenidos de la memoria estaban reprimidos. Explorando esa amnesia se ha podido comprobar que los bebés tienen una buena memoria a largo plazo y que esa información no sufre en la transición entre la vida pre-verbal y la verbal. Pero no podemos saber si en la vida pre-verbal el bebé tiene consciencia de esa memoria, ya que el recuerdo utiliza el lenguaje.

Por todo ello se ha sugerido que los bebés que aún no han aprendido a hablar no tienen recuerdos conscientes, mientras que los bebés parlantes sí los tienen. Que el lenguaje juegue un papel crítico en este proceso lo indica que las niñas, que suelen aprender antes a hablar que los niños, tienen recuerdos más antiguos de su niñez.

Se ha propuesto la existencia de dos tipos de memoria. El primer sistema operaría a lo largo de toda la vida y no puede accederse a él intencionalmente; el segundo sistema dependería del lenguaje y puede accederse a él intencionalmente. Otros autores han planteado que la memoria autobiográfica se desarrolla cuando lo hace el concepto del yo o de sí mismo. Los niños comienzan a utilizar la palabra ‘yo’ y ‘mi’ poco antes de los dos años de edad y ‘tú’ uno o dos meses después. Se calcula que el concepto del yo surge, pues entre los 18 y los 24 meses de edad. En resumen: que el acceso consciente al sistema autobiográfico que depende del hipocampo coincide con el desarrollo del lenguaje y con el desarrollo del concepto de sí mismo.

Correlatos neurales de la consciencia

Cuerpo y cerebro son observables por terceros. Pero la mente sólo es accesible por el que la posee. Los pesimistas niegan la posibilidad de salvar esa distancia. Sólo podremos describir los correlatos de estados mentales, pero no cómo esos correlatos generan la consciencia, el sentido del yo. Otros argumentan que es absurdo llevar a cabo una investigación sobre la mente que es el instrumento que se emplea en la búsqueda de la solución del problema.

Algunos científicos han abordado la prometedora tarea de buscar los correlatos neuronales específicos de la consciencia. Los diversos autores proponen diferentes estructuras del cerebro para el asiento de la consciencia, estructuras como los núcleos talámicos intralaminares, el núcleo reticular, la formación reticular mesencefálica, la red intracortical tangencial de las capas I y II y los bucles tálamo-corticales.

Para Francis Crick y Christof Koch la mejor manera de abordar el tema de la consciencia es concentrarse en encontrar sus correlatos neuronales y las funciones cerebrales que dan lugar a las experiencias conscientes.

Edelman y Tononi piensan que el sustrato neuronal de la consciencia comprende grandes poblaciones de neuronas – en especial las del sistema tálamo-cortical – que se encuentran ampliamente distribuidas por todo el cerebro. Por otro lado, ningún área concreta y única del cerebro es responsable de la experiencia consciente.

Las únicas lesiones cerebrales localizadas que tienen como resultado la pérdida de la consciencia son las que suelen afectar al llamado sistema reticular de activación, situado en las porciones superiores del tronco cerebral (las regiones superiores de la protuberancia y el mesencéfalo) hasta el hipotálamo posterior, los llamados núcleos talámicos intralaminares y reticulares y el cerebro basal anterior. Su actividad es esencial para el mantenimiento del estado de la consciencia. Se supone que no genera consciencia por sí mismo.

En seres humanos se han identificado varios correlatos de la consciencia, como el bucle tálamo-cortical, un EEG característico de ondas frecuentes y de baja amplitud que va de 12-70 Hz y la formación reticular mesencefálica. Se ha propuesto que la descarga sincrónica de neuronas corticales, con una frecuencia de 40 Hz, también conocida como oscilación gamma, sea el correlato neural de la consciencia y sirva para unir la actividad de diversas áreas corticales, en relación con un mismo objeto. Pero estudios recientes en sujetos anestesiados han podido mostrar que la frecuencia de 40 Hz puede existir sin consciencia.

Se ha postulado que las células piramidales de la capa V y VI de la corteza, cuyos axones proyectan fuera de la corteza, serían responsables de la consciencia visual.

Los neurocientíficos británicos Karl Friston y Richard Frackowiak mostraron que las áreas que disminuyeron su actividad cuando una actividad motriz es aprendida son la corteza prefrontal y el área motriz suplementaria, lo que puede indicar que estas regiones cerebrales están implicadas en la producción de consciencia. La corteza prefrontal se sabe que está implicada en la toma de decisiones y el AMS es uno de los lugares implicados en la iniciación de la acción. Las regiones que participan en el control inconsciente de la actividad motriz son probablemente la corteza parietal posterior y el cerebelo. Es sorprendente la cantidad de corteza cerebral que puede perderse sin que el individuo pierda la consciencia.

El neurocirujano norteamericano Joseph Bogen tenía dos pacientes que tras una operación habían conservado sólo el hemisferio derecho. Perdieron las funciones sensoriales y motoras de la parte derecha del cuerpo y casi toda la capacidad de hablar, pero los sujetos estaban conscientes y respondían apropiadamente a los estímulos.

Consciencia ocasional

El nivel de consciencia se regula por el Sistema Activador Reticular Ascendente, descubierto por Moruzzi y Magoun en 1949 y que es la formación reticular que se extiende por el bulbo, la protuberancia y el mesencéfalo. Las neuronas necesitan mantener un nivel de actividad determinado. La formación reticular actúa no sólo modificando el nivel de actividad, sino también modulando las entradas y salidas, sobre todo las que salen de la médula espinal. Podemos modular los niveles de consciencia alterando la actividad de la formación reticular probablemente desde la corteza prefrontal. Estas estructuras son necesarias, pero no suficientes para la consciencia. Se necesita también la actividad de neuronas corticales.

El núcleo reticular del tálamo funciona como un interruptor para la consciencia. Cuando el nivel de activación del tronco del encéfalo disminuye, los circuitos tálamo-corticales comienzan a oscilar. Este ritmo sincrónico contribuye a la pérdida global de consciencia como ocurre en el sueño no REM. En el EEG se ven los husos característicos del sueño y las ondas lentas. A este fenómeno se le ha llamado “sincronización del EEG”.

Cuatro neurotransmisores juegan un papel en la función cerebral: el sistema noradrenérgico del locus coeruleus, el sistema serotoninérgico de los núcleos del rafe, el sistema dopaminérgico del mesencéfalo y el sistema histaminérgico del hipotálamo. La noradrenalina y la histamina están implicadas en la vigilia, la alerta y la atención; la serotonina en frenar la acción motora, ayudándola para que sea estímulo- y situación- específica; la dopamina apoyando y facilitando el movimiento, la emoción positiva y el pensamiento.

En la visión hay una vía que va desde la retina a la corteza visual primaria, pasando por el núcleo geniculado lateral. Esa vía no implica consciencia. En la corteza visual primaria, la información se dirige luego a las áreas corticales donde está representado el movimiento y a otras donde se representa el color; de ahí pasa la información a células que reconocen los objetos en la corteza asociativa temporal inferior, donde la información se hace consciente.

La cuestión es: ¿cómo se explica que unas descargas neuronales de una región asociativa de la corteza pueda ir acompañadas de consciencia y otras no? Gerald Edelman piensa que esa pregunta puede contestarse con lo que él llama “darwinismo neural”, que trata sobre la cooperación y competición entre grandes grupos de neuronas; las que salen triunfantes de esta competición serían las que van acompañadas de consciencia. A esto Edelman le llamó la “hipótesis del núcleo dinámico”.

Se sabe asimismo que la vía visual dorsal, que va desde el área visual primaria hacia la corteza asociativa parietal, también llamada la vía del “dónde”, que es capaz de localizar los objetos en el espacio, es inconsciente, mientras que la vía ventral que se dirige a las áreas asociativas temporales, llamada vía del “qué” es consciente. Las proyecciones de la corteza parietal a las áreas premotoras son inconscientes, mientras que las proyecciones de corteza parietal a la corteza prefrontal están relacionadas con la consciencia.

Experimentos realizados por Benjamín Libet mostraron que era necesario estimular la corteza somestésica con un tren de impulsos de al menos medio segundo para producir una experiencia consciente. Libet llamó a este fenómeno la “adecuación neural para la consciencia”. Este hecho significa que la consciencia tiene que estar mucho más atrás en el tiempo que los sucesos del mundo real y, por tanto, tiene que ser inútil para responder a un mundo que se mueve rápidamente.

La consciencia no es un fenómeno todo-o-nada, sino que existen diversos niveles de consciencia. Y la transición de la inconsciencia a la consciencia no es simplemente un cambio de una inactividad a una actividad neuronal, sino que supone un cambio en lo que hacen las neuronas, cambio que hoy por hoy es desconocido.

Todos estos resultados indican que la consciencia es un producto de la actividad cerebral, pero que muchas de las actividades de las neuronas cerebrales no van acompañadas de consciencia.

¿Máquinas con consciencia?

¿Puede crearse consciencia en una máquina? Los ordenadores pueden resolver problemas que los humanos encuentran difíciles, como la comprobación de teoremas, pero tienen enormes dificultades en tareas fáciles para los humanos, como el reconocimiento de objetos y la manipulación de los mismos.

En 1997 el mejor jugador del mundo de ajedrez, Gary Kasparov fue vencido por “Deep Blue”, un ordenador IBM. El ordenador era capaz de calcular 200 millones de posiciones de las fichas del ajedrez por segundo, mientras que Kasparov sólo podía procesar tres o cuatro posiciones. Además, el ordenador no estaba sometido a emociones o a estrés. La pregunta que se plantea es la siguiente: si Kasparov es considerado un ser inteligente, ¿por qué no podemos darle a Deep Blue la misma consideración?

Uno de los ataques más relevantes a la idea de que la IA podría desarrollar una mente ha sido la llamada Habitación China del filósofo estadounidense John Searle, un “Gedankenexperiment” en el que una persona en una habitación recibe caracteres chinos, los procesa siguiendo una serie de reglas, saca los resultados correctos sin entender lo que significan.

Aunque muchas actividades y acciones complejas pueden realizarse de manera inconsciente, actividades más dinámicas e interactivas, como el diálogo interpersonal, sólo puede llevarse a cabo de manera consciente.

Ahora mismo, en Internet, hay unidos cientos de millones de ordenadores, y el ancho de banda de las conexiones crece cada año. Algunas personas afirman que si Internet sigue creciendo llegará a un tamaño en el que inevitablemente se volverá consciente.

En los últimos 50 años la densidad de empaquetamiento de transistores en los circuitos integrados se dobla aproximadamente cada dos años. Esta tasa de crecimiento exponencial, llamada la ley de Moore, se espera que continúe durante una década o dos, lo que supone un aumento del rendimiento y una disminución de los costes. Se ha calculado que en el año 2019 un ordenador típico de mesa tendrá la capacidad del cerebro humano y costará sólo unos 1000 dólares. Y se calcula que el año 2029 se podrá construir una máquina que pase el test de Touring.

En 1950 Alan Touring planteó la respuesta a la pregunta: “¿Pueden pensar las máquinas?”. El test que lleva su nombre se aprobaría si durante 5 minutos la máquina podría responder de tal manera que el interrogador no pudiese distinguirla de un ser humano. Supongo que se necesitará más que pasar el test de Touring para que una máquina genere consciencia.

Conclusiones

El dualismo que subyace a algunas de las teorías sobre la consciencia plantea una cuestión importante, a saber cómo superarlo, ya que a lo largo de la historia de la filosofía este dualismo no ha podido aclarar cómo es posible que un ente inmaterial pueda interaccionar con la materia que es el cerebro. Por tanto, entiendo que la superación de esta visión dualista ha ayudado mucho a la neurociencia para plantearse el estudio de las funciones mentales, considerando éstas como el producto de la actividad cerebral.

Ahora bien, la cuestión no es tan fácil, ya que considero imposible liberarse completamente del pensamiento o la visión dualista. Y pienso que es imposible porque supongo que esta forma de pensamiento en antinomias o antítesis podría bien ser una categoría más de nuestra mente con la que analizamos el mundo. Estoy convencido de que nuestro pensamiento lógico-analista es dualista, nos hace ver el mundo en antinomias o conceptos contrarios.

Todos tenemos la impresión de que nuestra experiencia consciente subjetiva es algo distinto del mundo físico que nos rodea y, si el cerebro pertenece a ese mundo físico, como es el caso, nos resulta muy sencillo separar la actividad cerebral de las experiencias subjetivas. De ahí que el pensamiento dualista sea común a mitos y religiones, a la filosofía y a la ciencia.

Me hace pensar en una predisposición genética que denomino “pensamiento dualista”, aunque ya previamente el psiquiatra de Pensilvania Eugene D’Aquili, fallecido en 1998, lo llamó “operador binario”, una estructura, módulo o dispositivo neural que estaría localizado en el lóbulo parietal inferior izquierdo. El neuropsicólogo ruso Alejandro Luria tuvo un paciente con una lesión en esa región cerebral y el sujeto no podía ya distinguir entre los conceptos contradictorios, como arriba/abajo, delante/detrás o antes y después. Había perdido la visión dualista del mundo que nos caracteriza.

Si esto es cierto, entonces el dualismo que parecemos percibir en la naturaleza no es tal, sino simplemente que nuestro cerebro lo percibe así, pero que no existe en la naturaleza, en el mundo exterior.

A mi entender, esta manera de ver el problema de la consciencia dificulta enormemente su solución. En otro lugar he argumentado que la experiencia mística, producida no sólo espontáneamente, sino provocada experimentalmente por estimulación de ciertas regiones del cerebro, es una experiencia en la que una de sus características es la anulación de la visión dualista, o sea, la desaparición del yo frente al mundo, uniéndose el sujeto con la naturaleza, el vacío o Dios.

Este hecho nos está diciendo, en mi opinión, que la visión dualista no es la única posible con la que el cerebro se enfrenta a la realidad exterior. Pero también nos dice que el cerebro es capaz de generar experiencias espirituales, es decir, que considerar a este órgano como materia, simplemente, no sería correcto. Más bien habría que hablar de algo así como “espiriteria”, o sea la contracción de espíritu y materia.

Esto quiere decir que los conceptos “materialismo”, “espiritualismo”, no son otra cosa que “dualismos cojos” en el sentido que de la partición dualista de una totalidad eligen solamente una parte.

En cualquier caso, espero que haya quedado claro que estamos aún lejos de comprender el salto cualitativo que supone pasar de la actividad neuronal del cerebro a la experiencia subjetiva de la consciencia. Aquellos que opinan que este es un enigma insoluble y que nunca llegaremos a encontrar una solución deberían considerar los enormes avances que ha experimentado la neurociencia, sobre todo en la segunda mitad del siglo pasado, y deberían asimismo pensar que en ciencia la palabra “nunca” no debe utilizarse. Por mi parte, considero que es posible que sea el resultado de una visión dualista que habría que superar.



Conferencia pronunciada por el Prof. F. J. Rubia en la Real Academia Nacional de Medicina el 12 de enero de 2010, con motivo de la inauguración del curso académico. Este texto se publicó originalmente en el blog Neurociencias del autor en Tendencias21. Francisco J. Rubia Vila es Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, y también lo fue de la Universidad Ludwig Maximillian de Munich, así como Consejero Científico de dicha Universidad.



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Francisco J. Rubia.
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14.Publicado por carlos el 04/02/2010 10:06
Sr. Antonio Salguero:

Gracias por su disposición. La consciencia no es lo mismo que la mente, es una parte y capacidad de la mente humana, la que nos hace conscientes de nuestra propia existencia.

Usted dice:
Las pruebas que existen y que se realizan, sólo se sujetan a interpretar la actividad cerebral neuronal. Allí no está la base esencial del pensamiento de cada Humano. La búqueda debe hacerse en otro sentido, diferente al que hasta ahora se emplea. Cuando eso suceda, los científicos habrán echo un aporte revolucionario hacia la posteridad científica del Hombre.


Entonces según usted ¿Dónde está la base del pensamiento humano?

Todos tenemos diferente capacidad y estados de pensamiento, inteligencia, consciencia
¿No dependen estas capacidades de la condición de la red neuronal de cada cerebro?

El término "espiriteria", acuñado por el Sr. Francisco Rubia, me parece acertado para definir lo que va mas allá del funcionamiento mecanicista del cerebro, pero, considero que, según lo que está demostrado de momento, la base que produce la consciencia es el propio cerebro con toda su actividad y funciones conocidas y por conocer, si no existe esa base neuronal no existe ni el pensamiento ni la enigmática consciencia.

Gracias por sus respuestas.
Atentamente,
Carlos


13.Publicado por mvr1981 el 03/02/2010 18:46
Pienso que es producto de la evolucion pero que se va dando de forma gradual desde una sustancia mineral, inconciente hasta donde sabemos, pasando por los priones y virus, los organismos unicelulares, los pluricelulares, los vegetales y animales.... desde un nivel de conciencia nulo hasta un nivel de conciencia que aun no hemos alcanzado.

12.Publicado por Antonio Salguero el 01/02/2010 14:30
___Estimado Carlos
___Gracias por vuestra respuesta.
___Antes que nada deseo dejar claro que son cosas muy distintas la mente y la conciencia humanas.
___La mente, en el cuerpo físico orgánico homínido, posee una estructura Dual y simultánea.
___Resumiendo muy acotadamente, el cuerpo por medio de cerebro realiza infinidad de procesos mentales del tipo electro-químico, que bien pueden considerarse como una mente corporal casi independiente. La conciencia corporal de esos procesos es similar a la que demuestran la mayoría de los animales.
___Por otro lado, en ese mismo cuerpo físico, el otro aspecto Dual le corresponde a los procesos mentales del Sujeto Psíquico Anaeróbico, que son de otra naturaleza distinta a la orgánica, son electromagneticos, y hasta ahora no han sido descubiertos, ni medidos por laboratorio centífico alguno. Las pruebas que existen y que se realizan, sólo se sujetan a interpretar la actividad cerebral neuronal. Allí no está la base esencial del pensamiento de cada Humano. La búqueda debe hacerse en otro sentido, diferente al que hasta ahora se emplea. Cuando eso suceda, los científicos habrán echo un aporte revolucionario hacia la posteridad científica del Hombre.
___De modo extraño, el pensamiento humano interactúa simultáneamente, tanto en el plano físico de la materia, como en el plano fisico-cuántico, sólo que hasta ahora no se ha sabido buscar ni medir ese hecho. De algún modo eso es comprensible pues todavía muchos investigadores no saben que ello existe en todo momento, a la espera de ser descubierto. El pensamiento es una onda inteligente, que está en varios sitios a la misma vez. Por supuesto, también interactúa con el cerebro para dar órdenes al cuerpo físico. La conciencia de ese particular proceso pensante lleva otro tipo de análisis.
___Estimado Carlos, agradezco su interés por mis exposiciones. No dispongo de un laboratorio ni equipo que pueda hacer mediciones en una jaula gigante de Faraday, sólo he hecho unas comprobaciones visuales y mecánicas de la intensidad del pensamiento humano.
___Usted Carlos, com el Dr. Rubia, sabrán encontrar mi correo personal en mi página web, para disfrutar de una conexión más directa y extensa.
___Estoy dispuesto a brindar mis conocimientos a quien así lo requiera. ¿De qué valdría que todo lo que conozco se quede solo en mí? El Conocimiento pertenece a la Humanidad.
___Un abrazo a Ustedes.
Atentamente
Antonio Salguero
---fin

11.Publicado por carlos el 01/02/2010 02:02
Sr. Francisco Rubia:

Muchas gracias por todo su excelente trabajo. Personalmente soy partidario de la opinión de Penrose, se necesita una nueva teoría para comprender mejor tanto el universo como la mente o consciencia de los seres humanos.


Sr. Antonio Salguero:

Aunque se dirige usted al Dr. Francisco Rubia, aprovecho esta página para decirle que he leído la teoría que expone en su Web y no encuentro el experimento de laboratorio que usted dice que apoya su teoría ¿Sería usted tan amable de indicarme el enlace o la página donde puedo leer en que consistió ese experimento o prueba?
Por lo demás, decirle que, considero interesante su teoría, pero suelo ser escéptico, aunque estoy dispuesto a aceptar nuevas formas de entender las cosas si las pruebas y los argumentos me convencen.

Atentamente,
Carlos

10.Publicado por Antonio Salguero el 31/01/2010 00:04
Estimado Dr. Rubia:
___Debo decir que son muy importantes sus aportes respecto de la neurociencia y de la mente humana. Es Usted una persona que permite el intercambio de visiones respecto del mismo tema o similar.
___Le escribo desde Argentina, donde he investigado durante dos décadas, algunos fenómenos de la mente y ello me ha permitido conectarme con otros conocimientos que estaban muy distantes de mi en ese momento. Los he expuesto en un reciente libro, englobándolos en lo que denomino como "Teoría de la Inteligencia Anaeróbica", la cual me hace describir de algún modo, la estructura y la naturaleza de la mente humana.
___El libro del que hablo: "Teoría de la Mente, versión Patagónica" está en formato Pdf, y puede ser descargado con facilidad para todo aquel que guste del tema. Es cierto que en el mismo yo asumo cierto carisma polémico, confrontador, pero lo hago en aras de aquellas cosas importantes que he descubierto.
___Con toda sinceridad le digo Sr. Rubia, tardé muchos años en decidirme a expresar ese conocimiento al que he arribado, y me agradaría enormemente que científicos de su renombre pudieran, al menos, sopesar algunos de los distintos conceptos que allí vierto.
___Para poder realizar algún aporte sobre la Conciencia, a mi entender, es necesario saber antes un par de detalles no menos importantes que atañen a la estructura Dual de la mente Humana, a la naturaleza electromagnética del pensamiento y al concepto cuántico del No-tiempo. Conceptos muy largos para resumir aquí. El Ser Humano terrestre posee una mente unificada que obedece a dos naturalezas distintas y que actúan en forma simultánea. Todo un concepto difícil de comprender aún por muchos.
___Pero mucho me agradaría poder dialogar con Usted estimado Dr. Francisco Rubia, todos estos conceptos. Apelo a vuestra buena voluntad para que pudiera tener a bien, hacerse de un pequeño espacio de tiempo para leer algunos de mis capítulos, sino todo el contenido de dicho libro.
___Le pido a Usted disculpas si en algo escapo al decoro que se espera de un buen Ser Humano.
___Reciba Usted mi abrazo fraterno y mi cordial saludo.
Atentamente
Antonio Salguero

9.Publicado por Jose Antonio Palos el 26/01/2010 19:20
Felicidades.
Es fenomenal la cantidad de información-datos tecnicos y puntos de vista teorias acrca de este "Phe-Noumenon", de este fenomeno de la conciencia.
Recientemente acabode leer un articulo del homo sapiens-sapiens, y se aborda la idea de los limeites del analisis y el nuevo reinado de la sisntesis.
No recuerdo si Carl Sagan ya decia que los tres límites del concimiento Cartesiano-Tetradimesnional son el "Borde y origen del Universo", el "Límite de la Mecánica cuántica" y "La mente".
Antes de proseguir, que pena que no esten citados Pierre Tehilhard de Chardin (Solo en el sitio, en el baner de arriba) ni Ilyan Marshall y Danah Zohar (Mas si Penrosse y Hammerof), asi como Linus Pauling, Rupert Sheldrake y Gregg Braden y en las matemáticas B. Manderbolt, pues si no se reconoce la "Fractalidad Matematica" (Manderbolt, "The Fractal Geometry of Nature") de la realidad y "La Caoticidad Determinsita" (I. Prigogine, "El fin de las Certidumbres") de la misma seguiremos un poco "lejos" de acercarnos mas a ella, ensimismados en la "Ludwig Josef Johann Wittgenstein_iana idea de que:
"Si todos estamos equivocados, Nadie sabrá que estamos equivocados", tal vez.
En "La nueva Piedra Roseta" Dr JAPalos 2008, se plantea la dimesnión "Oscilatoria Fractal_Holográfica de la conciencia y su evolución", tomando en cuenta las hipotéticas cuatro dimensones estandar del Espacio Tiempo, plateando el futuro como una_la mitad de la dimension del tiempo y el pasado como la otra mitad, asi como nuestro anclaje auto_conciente en el aqui y ahora como un fenómeno holografico_fractal oscilante EVOLUTIVO de acceso a la exoeriencia memorica memorizada espacio temporal en saltos de cuantos de memoria, accesibles incluso en estado hipnótico.
En este mismo foro he planteado que si es cierto que e=mC2, el que confunde al ser conciente con Ser enegético es C al cuadardo "Mas materialista" que el que lo es en estado "Solido-Liquido-Gaseoso" pues E=M por 3x10_5 al Cuadrado. En las tendencias aveces pasamos por alto lo obio.
Es curioso que en este mismo sitio y en cualquier universidad se acepte que no lacanzan las 4 diemsniones estandar Euclidianas para entender lo manifestado, al phisys, la naturaleza.
En este mismo sitio se han expeusto teorias donde se proponen dos diemsniones espaciales y dos temporales para simplifcar las de 7 a 12 necesarias en Super Ccuerdas y M-Branas.
Si alguien intenta recordar que comió en una tarde de un día cualquiera no especial de una primavera hace 15 años, se topará con el fenomeno de la fractalidad de su memoria, mas puede recurrir al psicologo de terapia berve del tipo hipnosisi erikssoniana para saber, recordar, estar Re-Conciente de lo que comió.
Creo que estamos, Todos y Todo, oscilando en "Cuantos-Islas-de conciencia-memoria" en un "Modelo Holografico-Fractal-Oscilante", avanzando en nuestro dominio de la memoria_forma de memoria-recuerdo en el ESPACIO-TIEMPO (Espacio y/o teimpo como derivado(s) de las interacciones energéticas de agentes Externos, inherentes al vacio cuantico que evolucionan en su amplitiud de dominio de lo accesible de las epxeriencias en el pasado) de la "Experiencia-Vivida".
Cabe proponer y asi se hizo, una diemsion fractal de conciencia en el tiempo para la materia, los priones, los virus, los hongos, las celulas, los pluricelulares, los vegetales, los anlmales , Et_al., me incluyo.
Un Profeta sería un ser super evolucinado capaz de acceder a la mitad del tiempo no accesible a los no evolucionados, mas si no exsite mas que evolucion del tiempo de los profetas ahce mas de 2300 años para acá, solo nos falta acceder a esa parte que ya estña codificada en el ADN y ARN, en la Genética y la Epigenética para cumplir con uno de los mas importantes mandatos de los juedo-crsitiano-musulmanes:
"Creced"....
y Multiplicaos, ok, en esto ya somos bastantes, pero...
Hemos crecido?
En que diemsión?
Mas eneajenados?
Todos tenemos millones de furellenos-cuanticamente activos en miles de millones de células, nos falta enfocarnos a saber usarlos bien, al menos eso creo.
Espero nos sea de utuilidad.

8.Publicado por Alberto el 25/01/2010 19:26
"Los asombrosos síntomas del lóbulo temporal"

Muy curioso todas formas que se desconocen que puede adoptar los sustratos de las redes neuronales. Creo que así puede estar bien dicho. Ahora entiendo que estas funciones, quizás asociadas por cultura o costumbre a la religiosidad durante miles de años, puede ser una función que haya emergido sin que llegue a ser patología o síndrome, principalmente por entrenamiento, dadas la forma de pensar de los pueblos antiguos, como comenta en su libro "la conexión divina". Recuerdo que también comenta que la experiencias misticas, o los resultados que describian los paciente de la inducción artificial de estas áreas "religiosas", sus descripciones , estaban en relación a la cultura. Así un cristiano esperimentaba presencia de Dios o Angeles y un Budista experimentaba otras percepciones asociadas a su aprendizaje, o modo de entender las cosas. Por supuesto no estoy menoscabando estas sensaciones que antiguamente han determinado tanto a la sociedad en el desconocimiento, y que ahora, por lo que se conoce, no son fruto de lo paranormal, tampoco anormales bajo cirscunstancias normales.

Sobre el "síndrome de Gastaut-Geschwind" supongo que será cuando a estos pacientes entra en una obsesión excesiva más que un entretenimiento o ejercicio mental, de conocimiento, pues los sintomas que se dán estos paciente, excluyendo alguno, son muy habituales entre los intereses intelectuales de gran cantidad de personas, más aún entre los religiosos.

Yo creo que lo deseable sería que estos conocimientos, a la espera que usted, por ejemplo, nos vuelva a ilustrar desinteresamente sobre estos temas (intelectualemente hablando), que las personas conociesen los entresijos de los comportamientos y actitudes humanas con la única finalidad de igualarnos tal y como nos ha creado la naturaleza.

Muchas Gracias por su atención

7.Publicado por Francisco J. Rubia el 25/01/2010 12:00
Respueta a Alberto:

Respecto a la primera pregunta: Efectivamente, se conoce la enfermedad llamada "síndrome de Gastaut-Geschwind", un tipo de epilepsia del lóbulo temporal, caracterizada por síntomas como hiperreligiosidad, hipergrafia, trastornos de la función sexual (generalmente hiposexualidad), preocupaciones filosóficas exageradas, etc. Se produce por activación de las mismas estructuras del sistema límbico (cerebro emocional) que las que se excitan experimentalmente para producir las experiencias místicas. Le recomiendo lea una conferencia mía del 29 de mayo de 2001 titulada: "Los asombrosos síntomas del lóbulo temporal", y que figura en el blog de Neurociencias de esta página web.
En relación con la segunda pregunta, tendría mucho que decir. Pero estoy convencido que en épocas pasadas los humanos vivían más en "participation mystique" con la naturaleza o con los dioses, como decía el antropólogo francés Lévy-Bruhl, que utilizando nuestra capacidad lógico-analítica con su visión dualista del mundo.

6.Publicado por luigi donato el 25/01/2010 03:26
C omo para la mayoria de las cosas que ignoramos y son muchísimas, para determinar que es la conciencia, solo nos queda un camino.-Sin dejar de tener en cuenta lo ya recorrido, debemos seguir pensando en el problema, investigandolo y experimentandolo.-

No se puede hablar del tema con ligereza, pues ello nos puede llevar a lugares equivocados, de los cuales muchas veces, es dificil retornar.-

Excelente articulo, que brinda un grano de arena más , para el objetivo precitado.-saludos.-conocer cosmoglobal.-

5.Publicado por hugo luchetti el 24/01/2010 18:24


CONCIENCIA ES

la capacidad cerebral de interactuar sobre lugares o lìneas o àreas del espacio (cadenas dde àtomos) que conectamos al prestar atenciòn (ver, oir, pensar, hablar, caminar, etc.).

ESPACIO es el àrea u objeto destacado en ese "enfoque" incluyendo signos y sìmbolos que usamos.

LA DESCRIPCION que hacemos se designa como UNIVERSO O MUNDO,

4.Publicado por Alejandro Vázquez el 24/01/2010 05:24
Un breve comentario sólo, para discrepar de un punto de este precioso post: en el siguiente párrafo "Características de la consciencia
William James, padre de la psicología norteamericana, en sus Principios de Psicología describió cinco características de alto nivel de la consciencia que aún siguen vigentes. Son las siguientes:
1) Subjetividad: Todos los pensamientos son subjetivos, pertenecen a un individuo y son sólo conocidos por ese individuo"
debo discrepar severamente, ya que diversos estudios (y a mi en particular, multitud de experiencias personales) demuestran que hay pensamientos (los más simples) que pueden ser compartidos por un grupo de personas que se encuentran en un área cercana, e incluso otros (que pueden ser tan complejos como frases completas, notas musicales o incluso imágenes) pueden estar a la vez, sin necesidad de hablar, en la mente de dos personas afines y que estén cerca físicamente.
Gracias por su atención.

3.Publicado por Beatriz Basenji el 23/01/2010 23:07
Un tema apasionante. Solo puedo expresarme a traves de mi propia experiencia. La Consciencia en sí se manifiesta a través de imágenes y simbolos. Lo que mas nos maravilla es la exactitud y la oportunidad del mensaje. Sus momentos de comunicación en estado normal suceden cuando estamos acostados cercanos a dormirnos. Digamos que es exactamente un telon negro donde aparecen imagenes unas veces reales y otras simbólicas. Pero las percibimos con toda claridad y llegamos a captar todo el sentido del mensaje.
La mayoria de estas imágenes tienen relación con nuestros familiares, incluso con episodios familiares que nosotros ignorábamos totalmente. Por lo que me inclino a sospechar que nos conectamos con una Realidad mas abarcativa que la nuestra individual.

2.Publicado por JOSUÉ el 23/01/2010 21:16
No he leido todo el contenido del artículo, pero desde que comencé a leer los primeros párrafos hizo un revuelo en mi mente de especulaciones y formulaciones de mi propia teoría de lo que es la consciencia. De hecho antes de leer alguna de las propuestas que se han dado de lo que es la consciencia di mi propia definición intuitiva no excenta de ambigüedades ni de inconsistencias: DEFINICIÓN: Es el proceso de prestar atención a nuestros recuerdos (conceptos, definiciones y experiencias, todo relacionado a la memoria de trabajo) y relacionarlo con nuestra propia identidad en ese preciso momento en ese preciso espacio en que se hace la relación. Pues al dar mi definición me di cuenta que la parte de "prestar atención" de hecho era una implicación de lo que es la consciencia y no puede ser definida a base de ella, y también me fijé que la estaba "homodefiniendo" como autoconsciencia. Luego, al seguir leyendo, se hacían válidos mis pensamientos anteriores y, supongo que muchos que han tratado de dar la definición de consciencia, empezando este artículo y deteniéndose un momento para dar tal definición, les habrá pasado lo mismo, entonces será que existe un tipo de consciencia colectiva en el que los pensamientos "subjetivos" no lo son tanto enrealidad, ¿o será que hemos adquirido esa información, y la hemos interiorizado, anteriormente y no somos conscientes de ello sino hasta que se nos estimula a pensar sobre tal concepto o idea?
Me encantaría seguir hablando sobre ello, pero también me gustaría dar una experiencia mía: hace unos días me pasó algo extraño, me paré de la cama (ya que estaba acostado) rápidamente para hacer algo, de pronto me entró un mareo, mi vista quedó negra y mi cuerpo se hacía pesado, así que para no caerme tomé una posición más estable al flexionar mis rodillas; luego recuerdo que estaba teniendo recuerdos, tan claramente como si los estuviese viviendo en ese momento, mientras pasaba el tiempo los pensamientos pasaban inconexamente cada vez más rápido, hasta estar consciente de que había tenido tales pensamiento vívidos, que estaba temblando y que había estado siempre en esa posición sólo unos segundos después de que sintiera el mareo. No fui consciente del momento del cambio entre el "nublamiento" de la vista y los pensamientos que estaba teniendo unos segundos después. Por eso diría que estoy de acuerdo con aquellos especialistas que no están de acuerdo con la continuidad de la consciencia; además de que muchas veces no nos damos cuenta del cambio entre la atención que le prestamos a una actividad y luego a ciertos pensamientos que tenemos no relacionados con esa actividad. Ahora pregunto será realmente una discontinuidad, o simplemente nuestra consciencia pasa a algo que nos interesa sin darnos cuenta y nos disociamos de nuestro alrededor y nuestra acciones físicas. ¿Cómo lo ven?

1.Publicado por Alberto el 23/01/2010 19:48
Sr. Rubia,

Le sigo en sus libros y sus artículos. Aunque no me los aprendo de memoria, si he adquirido una idea bastante abierta sobre los conceptos analizados en sus textos, ya que como expone tantas alternativas no queda más remedio que dejar al tiempo la inspiración de alguna pregunta que aclare algo. En este artículo me han surgido alguna:

- La primera es sobre en relación a la experiencia mística o relacionada con la religión, y me pregunto, ¿sí estos estados alterados de conciencia inducidos artificialmente o en la meditación, no pueden ser semejantes a otros estados que se producen en una enfermedad del organismo, como por ejemplo, en una una fiebre, que sin llegar a la patología tengan una afectación psicosomática?

En la misma línea, ¿no podría ser estos estados algo proviniente de nuestros antepasado como remanente de experiencias que ahora no son tan vividas ?. Por ejemplo, he leído que los griegos tenían presente en todos sus actos y pensamientos el reflejo místico, aunque tambien sus razonamietnos eran de otro cariz.

Y sobre la conciencia: ¿ no puede ser como resultado o consecuencia que imponen límites en la naturaleza, y de aquí, haber surgido este "límite" del pensamiento donde parece terminar la actividad neuronal (aunque tenga componente de retroalimentación) ?. Por ejemplo, cuando se consigue un objetivo.

0.Publicado por José Carlos Maguiña. el 23/01/2010 13:43
Coincido plenamente. Según lo dice el Dr. Rubia "...es posible que sea el resultado de una visión dualista que habría que superar". Superar esquemas de análisis Dualismo-Monismo es necesario, urgente, inevitable, irreversible.
Sobre lo complejo (supercomplejo- incluso Penrose sugirió que no tenemos los elementos físicos ni mentales para abordarlo) de definir la consciencia (menudo primer paso):
Tomando sólo un punto de su exposición; si la percepción es uno de los componentes de la consciencia; y la percepción consciente es sólo una fracción (cuánta según el ancho de banda?) de lo que conocemos a través de nuestros sentidos, se complica aún más cuando se afirma que lo que emerge a la "Consciencia" es una desdibujada, somera y frágil sombra de cosas que percibimos y "creemos conocer"
Para resumir; el temor del género humano acerca de la consciencia en las máquinas es uno de los últimos parapetos que defienden la "superioridad" de los humanos con respecto a los demás habitantes del planeta; pero... es ésta la cuestión vital? Desvelar el enigma de la Consciencia? Sería como preguntarle al lobo "Por qué devoras?" y la respuesta -sea cual sea- no lo liberará de nada; aunque sea correcta; porque ya de por sí, es su esencia... y basta.
Los enigmas corren por otros carriles, y otros análisis.
Son más de 2,000 años de dar de coces al mismo aguijón, o al mismo vacío.

Atte. José Carlos Maguiña.

-1.Publicado por Alejandro Álvarez Silva el 23/01/2010 12:13
Francamente una conferencia-artículo sensacional a la que no puede ponerse "peros". Mis felicitaciones para el profesor Rubia. Saludos:
Alejandro Álvarez

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