La atmósfera febril de fines de los 90s dio paso a un período de retracción y honorarios declinantes a principios de la década del 2000, con un gran escepticismo por parte del mundo empresario sobre el verdadero valor de los consultores, exacerbado por la caída en los negocios a nivel mundial y los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Para las firmas de consultoría, según un informe del Financial Times, la experiencia fue dolorosa pero también les ayudó a cambiar el rumbo. “La industria entró en un túnel con determinada forma y salió con otra diferente” comenta Fiona Czerniawska, analista líder del sector de consultoría en el Reino Unido.
El desierto llegó a su fin
Cifras proporcionadas por Management Consultant International (MCI), una publicación editada por Kennedy Information, testifican una firme mejoría en el rendimiento del sector desde el año 2003.
El año pasado, 52 de las 75 consultoras más grandes vieron un crecimiento en las ganancias, mientras que 15 sufrieron una ligera declinación y las otras 8 no percibieron cambios desde el 2003.
Las ganancias por consultor, un indicador clave en una industria cuyos activos son primordialmente las personas, crecieron significativamente el año pasado, de acuerdo con las cifras de MCI, si bien este hecho también demuestra cierta renuencia a contratar talento nuevo combinada con un incremento de trabajo.
Los líderes de la industria se sienten visiblemente aliviados de que no haya “una próxima gran cosa” en el horizonte, que podría causar un repentino boom en ganancias pero exponiendo a las consultoras a acusaciones similares a las que han sufrido. “Es mejor este mercado actual que aquel del florecimiento tecnológico” afirma David Owen, Director de Consultoría de Deloitte. Según el ejecutivo, las consultoras están ayudando a sus clientes a innovar sobre cosas que existen desde mucho tiempo.
A por más
Incluso en un mercado más firme y tranquilo, existen los retos. “El crecimiento está nuevamente en la agenda de los empresarios” asevera Likhit Wagle, socio de IBM Global Services. “Pero por primera vez en mi experiencia, al menos, las empresas ahora quieren crecimiento y reducción de costes al mismo tiempo”.
Si las consultoras han cambiado debido a las experiencias de los últimos años, los clientes también han pasado por un proceso de aprendizaje. Se están haciendo más astutos y sofisticados, manifiesta Bruce Tindale, Director General de PA Consulting Group. “Una gran cantidad de clientes han quedado muy marcados por las sumas de dinero gastadas en consultores que no han agregado valor y por los enormes equipos empleados, incluyendo recién egresados de las universidades cuyo coste de contratación era de varios miles de libras por día”.
Añadir valor a cambio de dinero, y probarlo fehacientemente, se ha convertido en un imperativo para el cliente de cara a la contratación de consultoría. “En estos días, si uno va a proponer un programa de cambio, necesita contar con un business case riguroso, y un consistente mecanismo de seguimiento que demuestre al Board, a través de todo el ciclo de vida del proyecto, que está generando el esperado retorno sobre la inversión”, explica Wagle, de IBM.
En resumen, las firmas consultoras se contentarán con un modesto crecimiento en los próximos años y esto es lo que predice MCI hasta el 2007. Pero hay algunos puntos brillantes, tales como los mercados de salud y sector público, que prometen crecer en importancia en un lapso de dos años.
Por otra parte, Asia, América Latina y Europa del Este exhiben un campo fértil para la consultoría y servicios asociados. Será la oportunidad para los consultores de demostrar que pueden cumplir con el rol de generar el valor deseado.
Para las firmas de consultoría, según un informe del Financial Times, la experiencia fue dolorosa pero también les ayudó a cambiar el rumbo. “La industria entró en un túnel con determinada forma y salió con otra diferente” comenta Fiona Czerniawska, analista líder del sector de consultoría en el Reino Unido.
El desierto llegó a su fin
Cifras proporcionadas por Management Consultant International (MCI), una publicación editada por Kennedy Information, testifican una firme mejoría en el rendimiento del sector desde el año 2003.
El año pasado, 52 de las 75 consultoras más grandes vieron un crecimiento en las ganancias, mientras que 15 sufrieron una ligera declinación y las otras 8 no percibieron cambios desde el 2003.
Las ganancias por consultor, un indicador clave en una industria cuyos activos son primordialmente las personas, crecieron significativamente el año pasado, de acuerdo con las cifras de MCI, si bien este hecho también demuestra cierta renuencia a contratar talento nuevo combinada con un incremento de trabajo.
Los líderes de la industria se sienten visiblemente aliviados de que no haya “una próxima gran cosa” en el horizonte, que podría causar un repentino boom en ganancias pero exponiendo a las consultoras a acusaciones similares a las que han sufrido. “Es mejor este mercado actual que aquel del florecimiento tecnológico” afirma David Owen, Director de Consultoría de Deloitte. Según el ejecutivo, las consultoras están ayudando a sus clientes a innovar sobre cosas que existen desde mucho tiempo.
A por más
Incluso en un mercado más firme y tranquilo, existen los retos. “El crecimiento está nuevamente en la agenda de los empresarios” asevera Likhit Wagle, socio de IBM Global Services. “Pero por primera vez en mi experiencia, al menos, las empresas ahora quieren crecimiento y reducción de costes al mismo tiempo”.
Si las consultoras han cambiado debido a las experiencias de los últimos años, los clientes también han pasado por un proceso de aprendizaje. Se están haciendo más astutos y sofisticados, manifiesta Bruce Tindale, Director General de PA Consulting Group. “Una gran cantidad de clientes han quedado muy marcados por las sumas de dinero gastadas en consultores que no han agregado valor y por los enormes equipos empleados, incluyendo recién egresados de las universidades cuyo coste de contratación era de varios miles de libras por día”.
Añadir valor a cambio de dinero, y probarlo fehacientemente, se ha convertido en un imperativo para el cliente de cara a la contratación de consultoría. “En estos días, si uno va a proponer un programa de cambio, necesita contar con un business case riguroso, y un consistente mecanismo de seguimiento que demuestre al Board, a través de todo el ciclo de vida del proyecto, que está generando el esperado retorno sobre la inversión”, explica Wagle, de IBM.
En resumen, las firmas consultoras se contentarán con un modesto crecimiento en los próximos años y esto es lo que predice MCI hasta el 2007. Pero hay algunos puntos brillantes, tales como los mercados de salud y sector público, que prometen crecer en importancia en un lapso de dos años.
Por otra parte, Asia, América Latina y Europa del Este exhiben un campo fértil para la consultoría y servicios asociados. Será la oportunidad para los consultores de demostrar que pueden cumplir con el rol de generar el valor deseado.