Implantan en Córdoba un modelo alternativo de producción ecológica

En 2009, nació en el sur de la provincia española de Córdoba la Asociación Subbética Ecológica, con la intención de promover la producción de productos ecológicos de huerta en la región, y de fomentar su consumo.

La idea era, según nos explica uno de sus fundadores, el actual Secretario de la Asociación y especialista en Ciencias Ambientales, Rafa Arroyo, implantar en la comarca la producción ecológica y su consumo local, mediante canales cortos sin intermediarios.

Lo que se pretendía, dice Arroyo, era “cuidar la salud de las personas y del medio ambiente, así como promover el comercio justo sin intermediarios y el desarrollo rural sostenible”.

Y se ha conseguido. Desde entonces, la Asociación ha agrupado a cada vez más productores ecológicos certificados de verduras, hortalizas, frutas, aceite, huevos y vinos; y también a cada vez más consumidores.

Así, lo que empezó siendo un pequeño grupo de personas - al principio eran cinco productores y cinco consumidores- ha acabado creciendo y expandiéndose: actualmente, ya son 18 los productores y casi 200 las familias consumidoras.

Según Arroyo: “Tenemos socios en casi todos los municipios de la comarca (Cabra, Carcabuey, Lucena, Doña Mencía, Zuheros, Priego de Córdoba, Luque, Rute) e incluso de fuera de ella (Montilla, Baena o Córdoba capital).

Un modelo alternativo de consumo

Para llevar a cabo las ventas de los productos ecológicos de las huertas implicadas en este proyecto, la Asociación Subbética Ecológica implantó, prácticamente desde su inicio, un sistema de “cestas”.

El sistema funciona así: cada semana, los socios productores preparan una cesta variada de verduras ecológicas, que se complementa con fruta y otros productos, y que es recogida en la propia explotación por los socios consumidores.

De este modo, se eliminan los intermediarios y se garantiza un precio justo para ambas partes. Pero, además, se establecen lazos de confianza y amistad entre productores y usuarios.

En este sentido, según cuentan los consumidores, el hecho de acudir a la huerta a recoger los productos permite un contacto directo y alegre con el campo, la producción y los hortelanos, lo que enriquece mucho el mero acto de la compra-venta.

Para los agricultores, nos cuenta Rosario Jurado, hortelana y actual Presidenta de la Asociación, el sistema ha supuesto, además de la revalorización económica de sus productos, un enriquecimiento personal enorme, porque les ha permitido relacionarse con personas de diversos estatus y profesiones, que de otro modo no habrían conocido.

Jurado señala, asimismo, que el sistema implantado por Subbética Ecológica ha hecho que aumente su propia autovaloración personal, como respuesta a la valoración que hacen los consumidores de su labor.

En definitiva, la metodología aplicada por la Asociación constituye un modelo alternativo de consumo, que promueve el bienestar de los actores implicados y el desarrollo rural sostenible de la comarca.

Otras actividades

La Asociación Subbética Ecológica despliega periódicamente, además, diversas actividades, destinadas a humanizar y mejorar la producción y el consumo agrícolas locales.

Rafa Arroyo nos cuenta que, cada trimestre, la Asociación desarrolla, por ejemplo, los “ecoencuentros”, en los que se venden productos no perecederos que se encargan a través de Internet (aceites, vinos, legumbres, harinas, arroces, cosmética, etc).

También se llevan a cabo “mercadillos ecológicos”, de venta directa y promoción, en los que los vendedores son los propios productores; así como talleres formativos para los socios, destinados a proporcionar o recuperar conocimientos muy útiles (cómo hacer conservas, pan o aliño de aceitunas; sobre apicultura e, incluso, sobre banca ética).

Por último, la Asociación suele organizar cursos y jornadas sobre técnicas y herramientas de producción ecológica.

Qué es la producción ecológica

La producción ecológica es un método de producción agrícola en el que no se emplean productos químicos de síntesis (herbicidas, plaguicidas, hormonas o abonos químicos) ni organismos modificados genéticamente (transgénicos).

Por otra parte, este tipo de producción promueve la fertilidad de la tierra, la biodiversidad, el respeto al medioambiente y el equilibrio natural, el paisaje agrario de calidad, la salud del productor y del consumidor; la cultura y la sabiduría rural, la recuperación de semillas tradicionales y la dignidad y la autonomía del productor.

Los consumidores de productos cultivados siguiendo estas técnicas se benefician de diversas formas.

Se sabe que los productos ecológicos tienen más vitaminas y minerales, más antioxidantes, más azúcares, y menos grasas y agua que los productos cultivados con productos químicos específicos.

Todo ello es salud para el consumidor. Por esa razón, este modelo de producción agrícola está creciendo y está siendo demandado por la sociedad en muchas partes del mundo.