Canarias puede convertirse en el primer lugar del mundo que proporcione acceso barato al espacio, tras el lanzamiento de un femtosatélite (un satélite de unos 100 gramos de peso) desde una azotea de Las Palmas de Gran Canaria. Los femtosatélites ascienden arrastrados por un globo los primeros 32 kilómetros hasta la estratosfera. A partir de ahí continúan su viaje impulsados por un cohete. El uso de estos sistemas permite poner en órbita sistemas de vigilancia que ayuden a controlar catástrofes como inundaciones, incendios forestales o vertidos en el mar.
El Instituto de Biomecánica de Valencia y la marca de ropa deportiva Kelme trabajan en el diseño de unas zapatillas de correr "inteligentes", es decir, capaces, mediante un dispositivo integrado, de ayudar al deportista a planificar su entrenamiento y a evitar lesiones. El sistema estará basado en parámetros biomecánicos y hará recomendaciones al usuario en tiempo real.
La disfunción de las cuerdas vocales o DCV es un trastorno que impide hablar. Para sustituir la voz humana, existen ya dispositivos artificiales de voz, los sintetizadores de habla. Pero estos dispositivos solo son capaces de emular las voces de hombres. Nuevos cálculos matemáticos desarrollados en Finlandia permitirán mejorarlos para que también puedan emitir voces similares a las de mujeres y niños, y generar así un habla más natural y personalizada.
La arquitectura de la mayoría de robots actuales descansa sobre la estrategia de “percibir primero y actuar después”. Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco trabaja para cambiar este paradigma, y hacer que la acción no sea consecuencia de la percepción, sino una parte integral del proceso de percepción. Este proyecto, bautizado como eSMCs, mejorará el comportamiento robótico, y ayudará a comprender la naturaleza de la mente animal y humana.
Científicos de la UPV y del Naval Research Laboratory de Washington han desarrollado los primeros prototipos a nivel mundial de un Cristal Fotónico Radial en 2D, que permiten manipular la luz y el sonido. Con ellos, podrá desarrollarse una nueva tecnología de sensores que detecten automáticamente la frecuencia y la dirección de origen de una onda de sonido o electromagnética. Esta detección automática permitirá a su vez simplificar y reducir el tamaño de los sistemas acústicos o electrónicos.
Científicos de dos universidades británicas están trabajando en el desarrollo de un cerebro artificial destinado a ser colocado en un robot volador autónomo. Este cerebro será igual que el de una abeja real, gracias a modelos informáticos generados por ordenadores estándar, equipados con unos potentes procesadores. El resultado podría ser una pequeña máquina capaz de polinizar cultivos, entre otras aplicaciones sorprendentes.
Una nueva empresa alojada en el Vivero de Empresas del Parque Científico de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), GEKO NavSat, está trabajando en la integración de la tecnología de navegación por satélite con redes inalámbricas de comunicaciones. El objetivo: sacar todo el provecho que tiene la navegación por satélite e integrar este potencial con otras tecnologías para desarrollar productos innovadores y producir nuevas aplicaciones que ayuden a cuidar nuestro entorno.
Entre los elementos que garantizan el éxito de un partido político están las emociones que este despierta en los votantes. Conocer estos sentimientos resulta, por tanto, importante para el éxito de cualquier campaña electoral. Por esa razón, las empresas FIK y Tecnalia han creado un dispositivo de detección y comunicación automática de emociones, que permite ajustar e incluso potenciar los elementos que influyen en la intención de voto.
Un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid han desarrollado un dispositivo que funciona como un limpiaparabrisas y que elimina el polvo marciano de los sensores de las naves espaciales de la NASA que vuelan al planeta rojo. Una de sus características principales es que es muy ligero pero puede levantar mucho peso.