Un sistema ideado en la Universidad de Cornell (EE.UU.) es capaz de predecir, con 3,5 segundos de anticipación, y un 77% de éxito, las decisiones que va a tomar un conductor. Para ello, observa por ejemplo sus movimientos de cabeza, que en muchos casos le permiten adivinar si va a tomar un giro, y los compara con el entorno de la carretera y con las señales del GPS. La idea es que advierta al conductor si va a hacer algo erróneo o peligroso.