Felicidad Cristóbal es una mujer polifacética. Entre 2001 y 2006, dirigió los Asuntos Internacionales de al compañía de acero número uno del mundo, Arcelor. En 2006, tras la fusión de Arcelor con Mittal Steel, crea y dirige la Fundación ArcelorMittal.
Hace unos años cambió de rumbo en su carrera profesional para fundar, junto a Gonzalo Rodríguez Fraile, la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia.
Desde entonces trabaja como Presidenta de dicha Fundación que, en colaboración con la Cátedra Consciencia y Desarrollo de la Universidad de Granada, proyecta actividades para el incremento de la consciencia en la sociedad, a múltiples niveles.
Asesora de Synergy Capital (UK) y del Business Council for International Understanding (USA), lo último que Cristóbal ha hecho ha sido crear un nuevo concepto, el de “filantropía consciente”, que nos explica en la siguiente entrevista.
Antes de presidir la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia, usted crea y dirige la Fundación ArcelorMittal, surgida a partir de la fusión de dos gigantes, Arcelor (segunda siderúrgica mundial) y Mittal Steel (la mayor productora de acero a nivel mundial). ¿Cómo fue ese proceso de creación y cómo se produce ese salto de una Fundación a otra?
La creación de la Fundación ArcelorMittal fue un proceso maravilloso en el que hubo que crear la visión, la misión, las áreas de actividad, los indicadores de actividad, la política de comunicación, etc. para 30 países. Los viajes fueron cientos; los proyectos desarrollados entre 500 y 700 por año, y los beneficiarios de los mismos fueron millones.
El paso de una fundación otra se produce de forma coherente. Una vez finalizado mi trabajo en la fundación ArcelorMittal, y tras conocer la información sobre la consciencia, Gonzalo Rodríguez Fraile y yo decidimos crear la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia, porque es algo necesario en este momento. Las personas nos vamos dando cuenta de que el cambio ha de provenir de nuestro interior, si queremos ver cambios fuera.
El pasado 8 de marzo, se vivieron importantes movilizaciones del movimiento feminista en muchos países del mundo, entre ellos España. ¿Qué papel cree que pueden jugar las mujeres en este aumento de la consciencia en el mundo?
La mujer tiene algo especial dentro de ella y ya es algo aceptado que los cambios en los países tienen lugar cuando las mujeres se hacen conscientes de su valor, de su poder para construir un mundo mejor; y cuando las leyes en sus países les permiten realizar los cambios necesarios.
En este sentido, debo mencionar que, el próximo 26 de mayo, tendrá lugar en Palma de Mallorca el mayor evento de España de conversación en femenino durante 2018. Se llama “Mujeres que marcan” y a él he sido invitada por María Gómez, cocreadora del evento, para hablar sobre la consciencia.
Este es un ejemplo de la cantidad de cosas que se están moviendo en distintos lugares del mundo, para dar a la mujer y a la consciencia la importancia que han de tener para colaborar a mejorar la vida en este planeta.
Hace unos años cambió de rumbo en su carrera profesional para fundar, junto a Gonzalo Rodríguez Fraile, la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia.
Desde entonces trabaja como Presidenta de dicha Fundación que, en colaboración con la Cátedra Consciencia y Desarrollo de la Universidad de Granada, proyecta actividades para el incremento de la consciencia en la sociedad, a múltiples niveles.
Asesora de Synergy Capital (UK) y del Business Council for International Understanding (USA), lo último que Cristóbal ha hecho ha sido crear un nuevo concepto, el de “filantropía consciente”, que nos explica en la siguiente entrevista.
Antes de presidir la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia, usted crea y dirige la Fundación ArcelorMittal, surgida a partir de la fusión de dos gigantes, Arcelor (segunda siderúrgica mundial) y Mittal Steel (la mayor productora de acero a nivel mundial). ¿Cómo fue ese proceso de creación y cómo se produce ese salto de una Fundación a otra?
La creación de la Fundación ArcelorMittal fue un proceso maravilloso en el que hubo que crear la visión, la misión, las áreas de actividad, los indicadores de actividad, la política de comunicación, etc. para 30 países. Los viajes fueron cientos; los proyectos desarrollados entre 500 y 700 por año, y los beneficiarios de los mismos fueron millones.
El paso de una fundación otra se produce de forma coherente. Una vez finalizado mi trabajo en la fundación ArcelorMittal, y tras conocer la información sobre la consciencia, Gonzalo Rodríguez Fraile y yo decidimos crear la Fundación para el Desarrollo de la Consciencia, porque es algo necesario en este momento. Las personas nos vamos dando cuenta de que el cambio ha de provenir de nuestro interior, si queremos ver cambios fuera.
El pasado 8 de marzo, se vivieron importantes movilizaciones del movimiento feminista en muchos países del mundo, entre ellos España. ¿Qué papel cree que pueden jugar las mujeres en este aumento de la consciencia en el mundo?
La mujer tiene algo especial dentro de ella y ya es algo aceptado que los cambios en los países tienen lugar cuando las mujeres se hacen conscientes de su valor, de su poder para construir un mundo mejor; y cuando las leyes en sus países les permiten realizar los cambios necesarios.
En este sentido, debo mencionar que, el próximo 26 de mayo, tendrá lugar en Palma de Mallorca el mayor evento de España de conversación en femenino durante 2018. Se llama “Mujeres que marcan” y a él he sido invitada por María Gómez, cocreadora del evento, para hablar sobre la consciencia.
Este es un ejemplo de la cantidad de cosas que se están moviendo en distintos lugares del mundo, para dar a la mujer y a la consciencia la importancia que han de tener para colaborar a mejorar la vida en este planeta.
Usted ha creado un concepto nuevo llamado "filantropía consciente", ¿en qué consiste?
La filantropía consciente mira hacia dentro y no hacia fuera. La filantropía tradicional crea hospitales, escuelas, etc. y la filantropía consciente se centra en el interior del ser humano para decirnos que ese “amor al ser humano” (definición de la palabra filantropía) tendría un elevado resultado si trabajáramos ayudando a la personas a comprender que nuestra felicidad está dentro de nosotros y no fuera; este cambio de enfoque produce una disminución enorme del sufrimiento y es un camino que dura toda una vida, con muy buenos resultados.
¿Cómo se aplicaría y extendería la práctica de este nuevo tipo de filantropía?
Llevando a cabo proyectos en todo el mundo que nos enseñen a obtener la felicidad de nuestro interior, a no colocar nuestro activo más valioso -nuestra felicidad- en manos de cualquier tipo de situación o de persona. Cuando los seres humanos nos vamos dando cuenta de ello, recuperamos nuestro poder, dejamos de perder energía intentando cambiar lo de fuera y nos centramos en el crecimiento personal. Estos proyectos pueden llevarse a cabo en distintos lugares, desde escuelas a hospitales, cárceles, etc. Esta información es para todos los seres humanos, sin excepción.
Usted ha desarrollado parte de su carrera profesional dentro de las instituciones del Estado español, ya que creó y dirigió el Departamento de Relaciones Internacionales del Consejo Económico y Social del Estado y también trabajó como asesora para el Presidente del Gobierno Felipe González. ¿Cómo cree que podría aumentarse el nivel de consciencia en las instituciones?
Evidentemente, aplicar lo mencionado anteriormente en el mundo de las instituciones y en la política tendría la ventaja de beneficiar a millones de personas, porque la política de un país afecta a todos los ciudadanos. Si los políticos incrementaran su nivel de consciencia sería algo que los ciudadanos percibirían inmediatamente y el aumento de consciencia se nota fácilmente porque se instala la sinceridad, el velar por el otro como lo haríamos por nosotros mismos, el sentido común, la distribución de los recursos de la forma más beneficiosa para los más débiles sin caer en demagogias tampoco, etc. Es un camino a recorrer y a medida que los ciudadanos vayamos teniendo mayor nivel de consciencia no votaremos a políticos que no la tengan.
Este cambio resultaría en un absoluto beneficio para los ciudadanos. El ver la actuación correcta de aquellos a los que hemos votado y de los que ellos nombran posteriormente para ocupar cargos en la Administración tranquilizaría a la sociedad, y ésta comenzaría a considerar la clase política como a personas de las que nos podemos fiar, que velan por nuestros intereses, que respetan la ley, y que son mejores que nosotros en su ética y su correspondiente comportamiento.
La filantropía consciente mira hacia dentro y no hacia fuera. La filantropía tradicional crea hospitales, escuelas, etc. y la filantropía consciente se centra en el interior del ser humano para decirnos que ese “amor al ser humano” (definición de la palabra filantropía) tendría un elevado resultado si trabajáramos ayudando a la personas a comprender que nuestra felicidad está dentro de nosotros y no fuera; este cambio de enfoque produce una disminución enorme del sufrimiento y es un camino que dura toda una vida, con muy buenos resultados.
¿Cómo se aplicaría y extendería la práctica de este nuevo tipo de filantropía?
Llevando a cabo proyectos en todo el mundo que nos enseñen a obtener la felicidad de nuestro interior, a no colocar nuestro activo más valioso -nuestra felicidad- en manos de cualquier tipo de situación o de persona. Cuando los seres humanos nos vamos dando cuenta de ello, recuperamos nuestro poder, dejamos de perder energía intentando cambiar lo de fuera y nos centramos en el crecimiento personal. Estos proyectos pueden llevarse a cabo en distintos lugares, desde escuelas a hospitales, cárceles, etc. Esta información es para todos los seres humanos, sin excepción.
Usted ha desarrollado parte de su carrera profesional dentro de las instituciones del Estado español, ya que creó y dirigió el Departamento de Relaciones Internacionales del Consejo Económico y Social del Estado y también trabajó como asesora para el Presidente del Gobierno Felipe González. ¿Cómo cree que podría aumentarse el nivel de consciencia en las instituciones?
Evidentemente, aplicar lo mencionado anteriormente en el mundo de las instituciones y en la política tendría la ventaja de beneficiar a millones de personas, porque la política de un país afecta a todos los ciudadanos. Si los políticos incrementaran su nivel de consciencia sería algo que los ciudadanos percibirían inmediatamente y el aumento de consciencia se nota fácilmente porque se instala la sinceridad, el velar por el otro como lo haríamos por nosotros mismos, el sentido común, la distribución de los recursos de la forma más beneficiosa para los más débiles sin caer en demagogias tampoco, etc. Es un camino a recorrer y a medida que los ciudadanos vayamos teniendo mayor nivel de consciencia no votaremos a políticos que no la tengan.
Este cambio resultaría en un absoluto beneficio para los ciudadanos. El ver la actuación correcta de aquellos a los que hemos votado y de los que ellos nombran posteriormente para ocupar cargos en la Administración tranquilizaría a la sociedad, y ésta comenzaría a considerar la clase política como a personas de las que nos podemos fiar, que velan por nuestros intereses, que respetan la ley, y que son mejores que nosotros en su ética y su correspondiente comportamiento.