Fotografía de Leticia Wilson. PhotoXpress.
Los efectos que tiene una crisis económica fuerte en la vida de cada una de las personas que trabajan para alguna empresa empiezan a sentirse y a transformarse en sentimientos y tendencias globales después de un tiempo de pasada la crisis. Es el caso de la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008 y que ahora genera diversos estudios sobre el comportamiento actual de las compañías, los líderes y los empleados después de haber pasado por momentos difíciles y ahora que empieza la recuperación.
PricewaterhouseCoopers (PwC) dio a conocer su reciente estudio “Managing Tomorrow’s People: Where will you be in 2020?” (Gestionando la gente del mañana: ¿Dónde estará usted en 2020?) en el que se realizaron entrevistas a 5746 profesionales de todo el mundo (incluyendo 1167 del Reino Unido) para conocer sus prioridades actuales y lo que esperan del futuro en lo que concierne al trabajo.
La investigación reveló que la crisis económica modificó las prioridades y los objetivos de los empleados y que, en la actualidad, lo más importante para 47% (41% de los hombres y 54% de las mujeres) de ellos es el trabajo flexible, por encima de retribuciones de corte económico como, por ejemplo, los bonos por desempeño, que ocuparon el segundo lugar en la lista (19%).
Buscando calidad de vida
La realidad es que la calidad de vida, la flexibilidad y la libertad parecen haber pasado a ocupar un lugar fundamental para quienes prestan servicios a otras personas, muy por encima de otros aspectos que tradicionalmente han ocupado los primeros lugares en esta lista.
Siguiendo al trabajo flexible y a los bonos está, en tercer lugar, el que la empresa cuente con un buen plan de pensiones (15% en el Reino Unido y 9% a nivel global); en cuarto lugar está el tiempo libre pago para hacer trabajo social o humanitario (7%); y en quinto lugar aparecen la exposición a actividades sociales y de relacionamiento con contactos importantes (6%), así como la capacitación y el desarrollo pagos (6%).
Además, la encuesta reveló que 50% de los empleados afirman que preferirían trabajar para ellos mismos en vez de hacerlo para una empresa como lo vienen haciendo hasta ahora; que para casi un tercio de los trabajadores hoy son más importantes los valores corporativos que el prestigio que les da el hecho de trabajar para una compañía reconocida; y que solo el 20% restante escoge trabajar para una compañía reconocida que solamente emplee a los mejores.
Michael Rendell, líder de servicios de recursos humanos en PricewaterhouseCoopers LLP, explica que “Dos años de recesión han cambiado la actitud de las personas frente al trabajo. Con las compañías mostrándose muy reservadas a la hora de contratar nuevos empleados, se ha esperado que el personal existente haga más con menos. Nuestra encuesta indica que los trabajadores han sentido la presión, con números muy elevados de ellos ansiando un mejor balance en su vida laboral para el futuro y la mitad afirmando que preferirían trabajar para ellos mismos”.
Y es que el balance en la vida laboral también es visto como algo más posible: 42% de los empleados encuestados consideran que el balance en su vida laboral es más alcanzable en el largo plazo que un gran aumento en sus responsabilidades y sus salarios (39%).
PricewaterhouseCoopers (PwC) dio a conocer su reciente estudio “Managing Tomorrow’s People: Where will you be in 2020?” (Gestionando la gente del mañana: ¿Dónde estará usted en 2020?) en el que se realizaron entrevistas a 5746 profesionales de todo el mundo (incluyendo 1167 del Reino Unido) para conocer sus prioridades actuales y lo que esperan del futuro en lo que concierne al trabajo.
La investigación reveló que la crisis económica modificó las prioridades y los objetivos de los empleados y que, en la actualidad, lo más importante para 47% (41% de los hombres y 54% de las mujeres) de ellos es el trabajo flexible, por encima de retribuciones de corte económico como, por ejemplo, los bonos por desempeño, que ocuparon el segundo lugar en la lista (19%).
Buscando calidad de vida
La realidad es que la calidad de vida, la flexibilidad y la libertad parecen haber pasado a ocupar un lugar fundamental para quienes prestan servicios a otras personas, muy por encima de otros aspectos que tradicionalmente han ocupado los primeros lugares en esta lista.
Siguiendo al trabajo flexible y a los bonos está, en tercer lugar, el que la empresa cuente con un buen plan de pensiones (15% en el Reino Unido y 9% a nivel global); en cuarto lugar está el tiempo libre pago para hacer trabajo social o humanitario (7%); y en quinto lugar aparecen la exposición a actividades sociales y de relacionamiento con contactos importantes (6%), así como la capacitación y el desarrollo pagos (6%).
Además, la encuesta reveló que 50% de los empleados afirman que preferirían trabajar para ellos mismos en vez de hacerlo para una empresa como lo vienen haciendo hasta ahora; que para casi un tercio de los trabajadores hoy son más importantes los valores corporativos que el prestigio que les da el hecho de trabajar para una compañía reconocida; y que solo el 20% restante escoge trabajar para una compañía reconocida que solamente emplee a los mejores.
Michael Rendell, líder de servicios de recursos humanos en PricewaterhouseCoopers LLP, explica que “Dos años de recesión han cambiado la actitud de las personas frente al trabajo. Con las compañías mostrándose muy reservadas a la hora de contratar nuevos empleados, se ha esperado que el personal existente haga más con menos. Nuestra encuesta indica que los trabajadores han sentido la presión, con números muy elevados de ellos ansiando un mejor balance en su vida laboral para el futuro y la mitad afirmando que preferirían trabajar para ellos mismos”.
Y es que el balance en la vida laboral también es visto como algo más posible: 42% de los empleados encuestados consideran que el balance en su vida laboral es más alcanzable en el largo plazo que un gran aumento en sus responsabilidades y sus salarios (39%).
El futuro
La tendencia del trabajo a distancia y de la flexibilidad en los horarios y los lugares de trabajo también se vio reflejada en la investigación: la mayoría de los profesionales del Reino Unido se imaginan un futuro en el que trabajarán en espacios virtuales desde los que podrán conectarse sin importar su locación, dejando atrás las hasta hoy imperantes oficinas en los centros de las ciudades.
Esta visión del futuro es una especie de esperanza que expresan los trabajadores y que hoy no se ve tan lejana debido a los avances tecnológicos y a los costos económicos y ambientales que esta puede representarles a las compañías. Los empleados están empezando a hacer públicas sus prioridades y sus deseos para que estos sean tenidos en cuenta por los empresarios, más allá de considerar que solo lo económico puede influir en ellos.
Como dice Rendell, “Con lo impredecible de los bonos en un ambiente de incertidumbre económica, los empleados están buscando beneficios más amplios. Las compañías que puedan adaptarse a la creciente cultura de trabajo flexible del Reino Unido estarán mejor posicionadas para sostener la moral y retener el mejor talento cuando el mercado laboral esté más optimista”.
Las empresas y sus líderes deberán tener en cuenta las prioridades y las expectativas de los empleados para poderles ofrecer las condiciones que ellos buscan en un puesto de trabajo, de manera que den lo mejor de sí mismos y contribuyan a la productividad general de la compañía.
La tendencia del trabajo a distancia y de la flexibilidad en los horarios y los lugares de trabajo también se vio reflejada en la investigación: la mayoría de los profesionales del Reino Unido se imaginan un futuro en el que trabajarán en espacios virtuales desde los que podrán conectarse sin importar su locación, dejando atrás las hasta hoy imperantes oficinas en los centros de las ciudades.
Esta visión del futuro es una especie de esperanza que expresan los trabajadores y que hoy no se ve tan lejana debido a los avances tecnológicos y a los costos económicos y ambientales que esta puede representarles a las compañías. Los empleados están empezando a hacer públicas sus prioridades y sus deseos para que estos sean tenidos en cuenta por los empresarios, más allá de considerar que solo lo económico puede influir en ellos.
Como dice Rendell, “Con lo impredecible de los bonos en un ambiente de incertidumbre económica, los empleados están buscando beneficios más amplios. Las compañías que puedan adaptarse a la creciente cultura de trabajo flexible del Reino Unido estarán mejor posicionadas para sostener la moral y retener el mejor talento cuando el mercado laboral esté más optimista”.
Las empresas y sus líderes deberán tener en cuenta las prioridades y las expectativas de los empleados para poderles ofrecer las condiciones que ellos buscan en un puesto de trabajo, de manera que den lo mejor de sí mismos y contribuyan a la productividad general de la compañía.