La diversidad biológica —la esencial variedad de formas de vida en la Tierra— continúa en declive en todas las regiones del mundo y va reduciendo significativamente la capacidad de la naturaleza de contribuir al bienestar de las personas. Esta alarmante tendencia pone en peligro las economías, los medios de vida, la seguridad alimentaria y la calidad de vida de las personas de todo el mundo, según cuatro informes científicos realizados por más de 550 expertos de más de 100 países.
Las cuatro evaluaciones regionales sobre la diversidad biológica y los servicios que los ecosistemas prestan a las personas abarcan a las Américas, la región Asia y el Pacífico, África y también a Europa y Asia Central, es decir, a todo el planeta, excepto los polos y los océanos abiertos.
Los informes de evaluación fueron aprobados por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), en Medellín, Colombia, la semana pasada, tal como informamos en otro artículo.
Según explica el Presidente de IPBES, Robert Watson, en un comunicado, la mayor evidencia alcanzada por los expertos señala una sola conclusión: debemos actuar para detener y revertir el uso no sostenible que hacemos de la naturaleza, o pondremos en peligro no sólo el futuro que queremos, sino también las vidas que vivimos actualmente. Afortunadamente, la evidencia también muestra que sabemos cómo proteger y restaurar parcialmente nuestros activos vitales naturales, añadió.
Los informes de evaluación de IPBES señalan que en todas las regiones, con excepción de una serie de ejemplos positivos que ofrecen enseñanzas, la capacidad de la naturaleza y de la diversidad biológica para aportar contribuciones a las personas se está degradando, reduciéndose y perdiéndose, debido a un conjunto de presiones comunes: el estrés del hábitat; la sobreexplotación y el uso no sostenible de los recursos naturales; la contaminación del aire, de la tierra y del agua; el creciente número de especies exóticas invasoras y el impacto que producen, así como debido también al cambio climático, entre otras presiones.
Américas: 40% de especies menos en 2050
Según el informe, el cambio climático será el factor de más rápido crecimiento que afectará negativamente la diversidad biológica de las Américas en 2050, un fenómeno comparable a las presiones impuestas por el cambio de uso de la tierra.
Hoy, en promedio, las poblaciones de especies en un área son casi un 31% más pequeñas de lo que eran al momento del asentamiento europeo. Con los efectos en aumento del cambio climático, sumado a los demás factores, se proyecta que esta pérdida alcanzará el 40% para el año 2050.
El informe destaca el hecho de que el pueblo indígena y las comunidades locales han creado una diversidad de sistemas agroforestales y de policultivo, que ha aumentado la biodiversidad y moldeado paisajes. Sin embargo, la disociación de los estilos de vida del entorno local ha deteriorado, para muchos, su sentido de lugar, la lengua y el conocimiento local indígena. Más del 60% de las lenguas de las Américas y las culturas asociadas a ellas están en dificultad o en peligro de extinción.
El valor económico de las contribuciones de la naturaleza basadas en la tierra a la población de las Américas es de más de 24 billones de dólares por año, equivalente al PIB de la región. Sin embargo, casi dos tercios (el 65%) de estas contribuciones está disminuyendo. La reducción más intensa es del 21%.
El cambio climático inducido por la acción humana, que afecta a la temperatura, a las precipitaciones y a la naturaleza de los eventos extremos, acentúa la pérdida de la biodiversidad y la disminución de las contribuciones de la naturaleza a las personas, empeorando el impacto de la degradación del hábitat, de la contaminación, de las especies invasoras y de la sobreexplotación de los recursos naturales, señala el informe.
Las cuatro evaluaciones regionales sobre la diversidad biológica y los servicios que los ecosistemas prestan a las personas abarcan a las Américas, la región Asia y el Pacífico, África y también a Europa y Asia Central, es decir, a todo el planeta, excepto los polos y los océanos abiertos.
Los informes de evaluación fueron aprobados por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), en Medellín, Colombia, la semana pasada, tal como informamos en otro artículo.
Según explica el Presidente de IPBES, Robert Watson, en un comunicado, la mayor evidencia alcanzada por los expertos señala una sola conclusión: debemos actuar para detener y revertir el uso no sostenible que hacemos de la naturaleza, o pondremos en peligro no sólo el futuro que queremos, sino también las vidas que vivimos actualmente. Afortunadamente, la evidencia también muestra que sabemos cómo proteger y restaurar parcialmente nuestros activos vitales naturales, añadió.
Los informes de evaluación de IPBES señalan que en todas las regiones, con excepción de una serie de ejemplos positivos que ofrecen enseñanzas, la capacidad de la naturaleza y de la diversidad biológica para aportar contribuciones a las personas se está degradando, reduciéndose y perdiéndose, debido a un conjunto de presiones comunes: el estrés del hábitat; la sobreexplotación y el uso no sostenible de los recursos naturales; la contaminación del aire, de la tierra y del agua; el creciente número de especies exóticas invasoras y el impacto que producen, así como debido también al cambio climático, entre otras presiones.
Américas: 40% de especies menos en 2050
Según el informe, el cambio climático será el factor de más rápido crecimiento que afectará negativamente la diversidad biológica de las Américas en 2050, un fenómeno comparable a las presiones impuestas por el cambio de uso de la tierra.
Hoy, en promedio, las poblaciones de especies en un área son casi un 31% más pequeñas de lo que eran al momento del asentamiento europeo. Con los efectos en aumento del cambio climático, sumado a los demás factores, se proyecta que esta pérdida alcanzará el 40% para el año 2050.
El informe destaca el hecho de que el pueblo indígena y las comunidades locales han creado una diversidad de sistemas agroforestales y de policultivo, que ha aumentado la biodiversidad y moldeado paisajes. Sin embargo, la disociación de los estilos de vida del entorno local ha deteriorado, para muchos, su sentido de lugar, la lengua y el conocimiento local indígena. Más del 60% de las lenguas de las Américas y las culturas asociadas a ellas están en dificultad o en peligro de extinción.
El valor económico de las contribuciones de la naturaleza basadas en la tierra a la población de las Américas es de más de 24 billones de dólares por año, equivalente al PIB de la región. Sin embargo, casi dos tercios (el 65%) de estas contribuciones está disminuyendo. La reducción más intensa es del 21%.
El cambio climático inducido por la acción humana, que afecta a la temperatura, a las precipitaciones y a la naturaleza de los eventos extremos, acentúa la pérdida de la biodiversidad y la disminución de las contribuciones de la naturaleza a las personas, empeorando el impacto de la degradación del hábitat, de la contaminación, de las especies invasoras y de la sobreexplotación de los recursos naturales, señala el informe.
África: Amenazadas la mitad de las especies
África es el último lugar de la Tierra con una gran variedad de grandes mamíferos. Sin embargo, hoy hay más plantas, peces, anfibios, reptiles, aves y grandes mamíferos más amenazados que nunca por una variedad de causas, tanto inducidas por la acción humana como naturales.
África es extremadamente vulnerable a los efectos del cambio climático y esto va a tener graves consecuencias para las poblaciones económicamente marginadas, señala el informe. Para el año 2100, el cambio climático podría causar la pérdida de más de la mitad de las especies de aves y mamíferos del continente, una disminución del 20-30% de la productividad de los lagos africanos y una pérdida significativa de especies de plantas africanas, añade.
El informe agrega que aproximadamente 500.000 kilómetros cuadrados de tierra africana ya ha sido degradada por la sobreexplotación de los recursos naturales, erosión, salinización y contaminación, provocando pérdidas significativas de las contribuciones de la naturaleza a las personas. Incluso habrá mayor presión sobre la biodiversidad del continente debido a que la población actual de África, de 1.250 millones, será de 2.500 millones en el año 2050.
El informe sobre África concluye señalando que, si bien los ambientes marinos y costeros aportan contribuciones económicas, sociales y culturales significativas la población, el daño causado a los sistemas coralinos, en gran medida debido a la contaminación y cambio climático, tienen enormes consecuencias para la pesca, la seguridad alimentaria, el turismo y la diversidad biológica marina en general.
Asia-Pacífico: sin peces en 2048
Respecto a la región de Asia-Pacífico, el informe señala que la biodiversidad enfrenta amenazas sin precedentes, que van desde fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar, hasta la llegada de especies exóticas invasoras, la intensificación agrícola y el aumento de residuos y de la polución.
El informe indica que, a pesar de que hubo una disminución general en la diversidad biológica, también hubo éxitos importantes, incluidos por ejemplo aumentos de áreas protegidas. En los últimos 25 años, las áreas marinas protegidas en la región aumentaron casi un 14%, y el área terrestre protegida aumentó un 0,3%. La cubierta forestal aumentó un 2,5%, siendo los mayores aumentos en Asia Nororiental (22,9% ) y Asia Meridional (5,8%).
Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes para detener la pérdida de diversidad biológica y la disminución en el valor de las contribuciones de la naturaleza a las personas, señala el informe.
Las prácticas de acuicultura no sostenibles, la sobrepesca y la explotación pesquera destructiva, amenazan a su vez a los ecosistemas costeros y marinos, con proyecciones que indican que, si las actuales prácticas de pesca continúan, no habrá poblaciones de peces explotables en la región en el año 2048.
Las zonas costeras también se están deteriorando rápidamente a causa de las actividades humanas: los arrecifes de coral, de crucial importancia ecológica, cultural y económica, ya están sufriendo serias amenazas y varios arrecifes ya se han perdido, especialmente en Asia Meridional y en Asia Sudoriental. Según el informe, hasta un 90% de los corales sufrirán degradación grave en el año 2050, aún en escenarios conservadores de cambio climático.
El informe enfatiza que el cambio climático y los eventos extremos asociados plantean grandes amenazas, especialmente a los ecosistemas costeros, zonas costeras bajas y a las islas. El cambio climático también está afectando las distribuciones de las especies, los tamaños de las poblaciones y el período de reproducción y migración.
El aumento en las frecuencias de las pestes y brotes de enfermedades, que surgen como consecuencia de estos cambios, podrían asimismo tener efectos negativos adicionales sobre la producción agrícola y el bienestar humano y se prevé que sus efectos empeoren en los próximos años.
Los ecosistemas alpinos, los bosques, el agua dulce continental y los humedales, como también los sistemas costeros, han sido identificados en el informe como los ecosistemas más amenazados de la región Asia-Pacífico. La creciente variedad y abundancia de especies exóticas invasoras está señalada a su vez como uno de los más serios impulsores del cambio de los ecosistemas y de la pérdida de biodiversidad.
África es el último lugar de la Tierra con una gran variedad de grandes mamíferos. Sin embargo, hoy hay más plantas, peces, anfibios, reptiles, aves y grandes mamíferos más amenazados que nunca por una variedad de causas, tanto inducidas por la acción humana como naturales.
África es extremadamente vulnerable a los efectos del cambio climático y esto va a tener graves consecuencias para las poblaciones económicamente marginadas, señala el informe. Para el año 2100, el cambio climático podría causar la pérdida de más de la mitad de las especies de aves y mamíferos del continente, una disminución del 20-30% de la productividad de los lagos africanos y una pérdida significativa de especies de plantas africanas, añade.
El informe agrega que aproximadamente 500.000 kilómetros cuadrados de tierra africana ya ha sido degradada por la sobreexplotación de los recursos naturales, erosión, salinización y contaminación, provocando pérdidas significativas de las contribuciones de la naturaleza a las personas. Incluso habrá mayor presión sobre la biodiversidad del continente debido a que la población actual de África, de 1.250 millones, será de 2.500 millones en el año 2050.
El informe sobre África concluye señalando que, si bien los ambientes marinos y costeros aportan contribuciones económicas, sociales y culturales significativas la población, el daño causado a los sistemas coralinos, en gran medida debido a la contaminación y cambio climático, tienen enormes consecuencias para la pesca, la seguridad alimentaria, el turismo y la diversidad biológica marina en general.
Asia-Pacífico: sin peces en 2048
Respecto a la región de Asia-Pacífico, el informe señala que la biodiversidad enfrenta amenazas sin precedentes, que van desde fenómenos meteorológicos extremos y el aumento del nivel del mar, hasta la llegada de especies exóticas invasoras, la intensificación agrícola y el aumento de residuos y de la polución.
El informe indica que, a pesar de que hubo una disminución general en la diversidad biológica, también hubo éxitos importantes, incluidos por ejemplo aumentos de áreas protegidas. En los últimos 25 años, las áreas marinas protegidas en la región aumentaron casi un 14%, y el área terrestre protegida aumentó un 0,3%. La cubierta forestal aumentó un 2,5%, siendo los mayores aumentos en Asia Nororiental (22,9% ) y Asia Meridional (5,8%).
Sin embargo, estos esfuerzos son insuficientes para detener la pérdida de diversidad biológica y la disminución en el valor de las contribuciones de la naturaleza a las personas, señala el informe.
Las prácticas de acuicultura no sostenibles, la sobrepesca y la explotación pesquera destructiva, amenazan a su vez a los ecosistemas costeros y marinos, con proyecciones que indican que, si las actuales prácticas de pesca continúan, no habrá poblaciones de peces explotables en la región en el año 2048.
Las zonas costeras también se están deteriorando rápidamente a causa de las actividades humanas: los arrecifes de coral, de crucial importancia ecológica, cultural y económica, ya están sufriendo serias amenazas y varios arrecifes ya se han perdido, especialmente en Asia Meridional y en Asia Sudoriental. Según el informe, hasta un 90% de los corales sufrirán degradación grave en el año 2050, aún en escenarios conservadores de cambio climático.
El informe enfatiza que el cambio climático y los eventos extremos asociados plantean grandes amenazas, especialmente a los ecosistemas costeros, zonas costeras bajas y a las islas. El cambio climático también está afectando las distribuciones de las especies, los tamaños de las poblaciones y el período de reproducción y migración.
El aumento en las frecuencias de las pestes y brotes de enfermedades, que surgen como consecuencia de estos cambios, podrían asimismo tener efectos negativos adicionales sobre la producción agrícola y el bienestar humano y se prevé que sus efectos empeoren en los próximos años.
Los ecosistemas alpinos, los bosques, el agua dulce continental y los humedales, como también los sistemas costeros, han sido identificados en el informe como los ecosistemas más amenazados de la región Asia-Pacífico. La creciente variedad y abundancia de especies exóticas invasoras está señalada a su vez como uno de los más serios impulsores del cambio de los ecosistemas y de la pérdida de biodiversidad.
Europa y Asia Central: ecosistemas abandonados
En la región de Europa y Asia Central, las personas consumen más recursos naturales renovables que los que produce, señala el informe, si bien este desequilibrio está compensado por capacidades biológicas superiores en Europa del Este y en áreas del norte de Europa Occidental y Central.
En la Unión Europea, sólo el 7% de las especies marinas y el 9% de tipos de hábitats marinos muestra un «estado de conservación favorable». Además, un 27% de las evaluaciones de especies y un 66% de las evaluaciones de tipos de hábitats, muestran un «estado de conservación desfavorable», y las demás categorías indican «desconocido».
Los autores consideran que un mayor crecimiento económico puede facilitar el desarrollo sostenible sólo si es disociado de la degradación de la diversidad biológica y de la capacidad de la naturaleza de contribuir a las personas. Sin embargo, tal disociación aún no se ha producido debido a que requeriría un cambio de amplio alcance en las políticas y reformas tributarias a nivel mundial y nacional.
Según el informe, en Europa y Asia Central se ha extendido el abandono de los sistemas tradicionales de uso de la tierra, así como la pérdida de las prácticas y conocimiento indígena y local asociado. Los subsidios basados en la producción, que impulsan el crecimiento en los sectores de la extracción de recursos naturales, de la silvicultura y la agricultura, tienden a exacerbar cuestiones conflictivas sobre el uso de la tierra, a menudo afectando el territorio disponible para los usuarios tradicionales.
La conservación del uso tradicional del suelo y los estilos de vida en Europa y Asia Central están fuertemente relacionados con la adecuación institucional y a la viabilidad económica.
Desarrollo mundial en peligro
“Uno de los hallazgos más importantes en los cuatro informes de evaluaciones regionales de IPBES es que el fracaso en asignar prioridad a políticas y acciones tendientes a detener y revertir la pérdida de diversidad biológica, y la continua degradación de las contribuciones de la naturaleza a las personas, ponen en serio peligro las posibilidades de cualquiera de las regiones y de casi todos los países de lograr sus objetivos de desarrollo a nivel mundial”, dijo la Anne Larigauderie, Secretaria Ejecutiva de IPBES.
A pesar de las graves preocupaciones de los expertos de IPBES, también hay mensajes de esperanza: existen opciones de políticas prometedoras que han demostrado funcionar para proteger y restaurar la diversidad biológica y las contribuciones de la naturaleza a las personas, en los lugares donde se aplicaron eficazmente.
En la región de Europa y Asia Central, las personas consumen más recursos naturales renovables que los que produce, señala el informe, si bien este desequilibrio está compensado por capacidades biológicas superiores en Europa del Este y en áreas del norte de Europa Occidental y Central.
En la Unión Europea, sólo el 7% de las especies marinas y el 9% de tipos de hábitats marinos muestra un «estado de conservación favorable». Además, un 27% de las evaluaciones de especies y un 66% de las evaluaciones de tipos de hábitats, muestran un «estado de conservación desfavorable», y las demás categorías indican «desconocido».
Los autores consideran que un mayor crecimiento económico puede facilitar el desarrollo sostenible sólo si es disociado de la degradación de la diversidad biológica y de la capacidad de la naturaleza de contribuir a las personas. Sin embargo, tal disociación aún no se ha producido debido a que requeriría un cambio de amplio alcance en las políticas y reformas tributarias a nivel mundial y nacional.
Según el informe, en Europa y Asia Central se ha extendido el abandono de los sistemas tradicionales de uso de la tierra, así como la pérdida de las prácticas y conocimiento indígena y local asociado. Los subsidios basados en la producción, que impulsan el crecimiento en los sectores de la extracción de recursos naturales, de la silvicultura y la agricultura, tienden a exacerbar cuestiones conflictivas sobre el uso de la tierra, a menudo afectando el territorio disponible para los usuarios tradicionales.
La conservación del uso tradicional del suelo y los estilos de vida en Europa y Asia Central están fuertemente relacionados con la adecuación institucional y a la viabilidad económica.
Desarrollo mundial en peligro
“Uno de los hallazgos más importantes en los cuatro informes de evaluaciones regionales de IPBES es que el fracaso en asignar prioridad a políticas y acciones tendientes a detener y revertir la pérdida de diversidad biológica, y la continua degradación de las contribuciones de la naturaleza a las personas, ponen en serio peligro las posibilidades de cualquiera de las regiones y de casi todos los países de lograr sus objetivos de desarrollo a nivel mundial”, dijo la Anne Larigauderie, Secretaria Ejecutiva de IPBES.
A pesar de las graves preocupaciones de los expertos de IPBES, también hay mensajes de esperanza: existen opciones de políticas prometedoras que han demostrado funcionar para proteger y restaurar la diversidad biológica y las contribuciones de la naturaleza a las personas, en los lugares donde se aplicaron eficazmente.
Referencia
IPBES Regional Assessment Reports on Biodiversity and Ecosystem Services. El informe complete será publicado este año. De momento pueden descargarse resúmenes por regiones.
IPBES Regional Assessment Reports on Biodiversity and Ecosystem Services. El informe complete será publicado este año. De momento pueden descargarse resúmenes por regiones.