Simulación de las temperaturas máximas registradas el 3 de julio a partir del modelo meteorológico estadounidense (GFS) a dos metros del suelo. (Reanalizador climático de la Universidad de Maine).
Desde hace algunas semanas, el hemisferio norte viene sufriendo una intensa ola de calor que ha llevado los registros de temperatura a niveles nunca alcanzados hasta ahora.
Esta situación no sólo plantea un problema medioambiental grave que afecta a la agricultura y al acceso al agua, sino que supone también un serio problema de salud pública.
Los suaves veranos de Irlanda, Escocia y Canadá, han sucumbido a la escalada de la temperatura superando todos los récords anteriores. Según la Canadian Broadcasting Corporation, el calor mató esta semana pasada a 33 personas al sur de Quebec, donde las temperaturas se dispararon.
En el norte de Siberia, a lo largo de la costa del océano glacial Ártico, donde las observaciones meteorológicas son escasas, los modelos han mostrado que las temperaturas alcanzaron el 5 de julio los 4,5ºC por encima de lo normal, situándose en los 32ºC.
Alerta científica
Según explica el meteorólogo Nick Humphrey, que ha alertado de esta escalada de las temperaturas, “se trata de algo realmente increíble… ninguna de estas temperaturas, tomada aisladamente, puede ser atribuida al calentamiento climático, pero colectivamente, corresponden a los extremos que pueden esperarse con el aumento del calentamiento global.”
Una tercera parte de Estados Unidos y el sudeste de Canadá han sido alcanzados por un calor extremo y masivo, coincidiendo la escalada de la temperatura con una humedad excepcional: Denver (Colorado, USA) llegó a los 40,5ºC el 28 de junio.
El caso de Monte Washington no es menos significativo, con una temperatura mínima de 15,5ºC el 2 de julio. Hay que tener en cuenta que, con 1.917 metros sobre el nivel del mar, el Monte Washington, la montaña más alta del noreste de Estados Unidos, pasó a la historia en enero pasado cuando registró la temperatura más fría del planeta: -37.7ºC, que la sensación térmica convirtió en -70º C, superior a la que experimentaríamos en la superficie de Marte.
Burlington, en Dakota del Norte, en el medio oeste de Estados Unidos y lindando con Canadá, marcó un récord también el 2 de julio con una temperatura mínima de 26,6ºC, mientras que Montreal, en la provincia canadiense de Quebec, llegó a los 36,6ºC el mismo día, y Ottawa, la capital de Canadá, batió récords de humedad y temperatura el 1 de julio.
También Europa y Eurasia
Las islas británicas (Gran Bretaña e Irlanda) han sido especialmente castigadas por la ola de calor, que ha derretido carreteras y tejados, según el Weather Channel: Escocia llegó en el centro de la nación, Motherwell, a los 33.2ºC el 28 de junio, una temperatura jamás registrada en esas latitudes, mientras que Glasgow, en las tierras bajas, rozaba los 32ºC.
Tanto Irlanda, con 32ºC en Shanon el 28 de junio, como Irlanda del Norte, con 29,5ºC en Belfast y 30,1ºC en Castlederg, más al norte, han sido barridas también por la escalada de las temperaturas.
En Eurasia, la zona geográfica o continente que comprende Europa y Asia unidas, el clima ha sido la semana pasada extremadamente cálido: Georgia batió récord en su capital, Tiblisi, situada a orillas del río Kurá, con 40,5ºC el 4 de julio.
Armenia, en el Cáucaso sur, superó asimismo su propio récord con 42ºC en su capital, Ereván, también a orillas de un río: el Hrazdan, al mismo tiempo que otras regiones de Rusia registraron también las mayores temperaturas para un mes de junio.
Y ya en el Medio Oriente, destaca el sultanato de Omán, que registró una mínima de 42,6ºC en el puerto pesquero de Quriyat, junto al mar arábigo.
Esta situación no sólo plantea un problema medioambiental grave que afecta a la agricultura y al acceso al agua, sino que supone también un serio problema de salud pública.
Los suaves veranos de Irlanda, Escocia y Canadá, han sucumbido a la escalada de la temperatura superando todos los récords anteriores. Según la Canadian Broadcasting Corporation, el calor mató esta semana pasada a 33 personas al sur de Quebec, donde las temperaturas se dispararon.
En el norte de Siberia, a lo largo de la costa del océano glacial Ártico, donde las observaciones meteorológicas son escasas, los modelos han mostrado que las temperaturas alcanzaron el 5 de julio los 4,5ºC por encima de lo normal, situándose en los 32ºC.
Alerta científica
Según explica el meteorólogo Nick Humphrey, que ha alertado de esta escalada de las temperaturas, “se trata de algo realmente increíble… ninguna de estas temperaturas, tomada aisladamente, puede ser atribuida al calentamiento climático, pero colectivamente, corresponden a los extremos que pueden esperarse con el aumento del calentamiento global.”
Una tercera parte de Estados Unidos y el sudeste de Canadá han sido alcanzados por un calor extremo y masivo, coincidiendo la escalada de la temperatura con una humedad excepcional: Denver (Colorado, USA) llegó a los 40,5ºC el 28 de junio.
El caso de Monte Washington no es menos significativo, con una temperatura mínima de 15,5ºC el 2 de julio. Hay que tener en cuenta que, con 1.917 metros sobre el nivel del mar, el Monte Washington, la montaña más alta del noreste de Estados Unidos, pasó a la historia en enero pasado cuando registró la temperatura más fría del planeta: -37.7ºC, que la sensación térmica convirtió en -70º C, superior a la que experimentaríamos en la superficie de Marte.
Burlington, en Dakota del Norte, en el medio oeste de Estados Unidos y lindando con Canadá, marcó un récord también el 2 de julio con una temperatura mínima de 26,6ºC, mientras que Montreal, en la provincia canadiense de Quebec, llegó a los 36,6ºC el mismo día, y Ottawa, la capital de Canadá, batió récords de humedad y temperatura el 1 de julio.
También Europa y Eurasia
Las islas británicas (Gran Bretaña e Irlanda) han sido especialmente castigadas por la ola de calor, que ha derretido carreteras y tejados, según el Weather Channel: Escocia llegó en el centro de la nación, Motherwell, a los 33.2ºC el 28 de junio, una temperatura jamás registrada en esas latitudes, mientras que Glasgow, en las tierras bajas, rozaba los 32ºC.
Tanto Irlanda, con 32ºC en Shanon el 28 de junio, como Irlanda del Norte, con 29,5ºC en Belfast y 30,1ºC en Castlederg, más al norte, han sido barridas también por la escalada de las temperaturas.
En Eurasia, la zona geográfica o continente que comprende Europa y Asia unidas, el clima ha sido la semana pasada extremadamente cálido: Georgia batió récord en su capital, Tiblisi, situada a orillas del río Kurá, con 40,5ºC el 4 de julio.
Armenia, en el Cáucaso sur, superó asimismo su propio récord con 42ºC en su capital, Ereván, también a orillas de un río: el Hrazdan, al mismo tiempo que otras regiones de Rusia registraron también las mayores temperaturas para un mes de junio.
Y ya en el Medio Oriente, destaca el sultanato de Omán, que registró una mínima de 42,6ºC en el puerto pesquero de Quriyat, junto al mar arábigo.
Punto culminante
Estos datos son los puntos culminantes de un proceso que no es puntual, sino que se prolonga en el tiempo.
El mes de junio registró globalmente una temperatura 0,353ºC por encima de la media de los años 1981 y 2010, lo que coloca al mes de junio en el sexto más cálido de los anales NCEP-NCAR, el organismo de la National Oceanic & Atmospheric Administration de Estados Unidos que analiza datos climáticos desde 1948. La tendencia del mes de junio es de 0,13ºC por década desde 1948 y de 0,20ºC desde 1988, según informa Global-climat.
Otros récords recientes que marcan tendencia, recuerda The Washington Post: Pakistán registró en abril pasado los 50,2ºC, algo que jamás había ocurrido en ese mes. Sin embargo, el mayo de 2017 había alcanzado los 53,5ºC en Ahvaz.
En julio del año pasado, España llegó donde nunca: a los 47ºC en Montoro, Córdoba.
Dallas, en Estados Unidos, llegó a los 32ºC en noviembre 2017, California (sur) a los 42ºC en octubre del mismo año, en septiembre San Francisco llegó a los 40ºC, la más alta del país en esa estación.
Estos datos son los puntos culminantes de un proceso que no es puntual, sino que se prolonga en el tiempo.
El mes de junio registró globalmente una temperatura 0,353ºC por encima de la media de los años 1981 y 2010, lo que coloca al mes de junio en el sexto más cálido de los anales NCEP-NCAR, el organismo de la National Oceanic & Atmospheric Administration de Estados Unidos que analiza datos climáticos desde 1948. La tendencia del mes de junio es de 0,13ºC por década desde 1948 y de 0,20ºC desde 1988, según informa Global-climat.
Otros récords recientes que marcan tendencia, recuerda The Washington Post: Pakistán registró en abril pasado los 50,2ºC, algo que jamás había ocurrido en ese mes. Sin embargo, el mayo de 2017 había alcanzado los 53,5ºC en Ahvaz.
En julio del año pasado, España llegó donde nunca: a los 47ºC en Montoro, Córdoba.
Dallas, en Estados Unidos, llegó a los 32ºC en noviembre 2017, California (sur) a los 42ºC en octubre del mismo año, en septiembre San Francisco llegó a los 40ºC, la más alta del país en esa estación.