Estados Unidos y Gran Bretaña apuestan por los trenes de alta velocidad como un medio de transporte eficaz, rápido, económico y más ecológico. Imagen: yamasa.org.
La administración Obama parece decidida a concretar la construcción de una extensa red de trenes de alta velocidad en Estados Unidos, y por eso presentó recientemente un plan estratégico sobre el particular, que prevé una inversión de 13 mil millones de dólares. Según las autoridades estadounidenses, los beneficios económicos, logísticos y ecológicos justifican ampliamente el desarrollo de esta iniciativa. Al mismo tiempo, en Gran Bretaña se avanza también sobre un proyecto para desarrollar una nueva línea de trenes de alta velocidad, con una extensión de 540 kilómetros.
El plan estratégico que lleva adelante el presidente Barack Obama incluye 10 corredores de trenes de alta velocidad, según se indicó en un reciente artículo del medio especializado Rail News. De esta manera, Estados Unidos dispondría de un sistema inteligente de transporte, adecuado a las necesidades del siglo XXI y con importantes ventajas desde diversos puntos de vista.
Para el actual gobierno estadounidense, los trenes de alta velocidad serían una excelente alternativa para los ciudadanos, disminuyendo los atascamientos en carreteras o la gran concentración de pasajeros en los aeropuertos, sin por eso perder velocidad en los traslados ni confort en los viajes.
Según indicó el propio Obama en la presentación del plan estratégico, los corredores de trenes de alta velocidad permitirán reducir los tiempos de desplazamiento e incrementar la movilidad, logrando disminuir al mismo tiempo la congestión en otros medios de transporte y aumentando la productividad. De la misma manera, se lograría una importante reducción en las emisiones contaminante y se crearían un gran número de puestos de trabajo.
El plan estratégico que lleva adelante el presidente Barack Obama incluye 10 corredores de trenes de alta velocidad, según se indicó en un reciente artículo del medio especializado Rail News. De esta manera, Estados Unidos dispondría de un sistema inteligente de transporte, adecuado a las necesidades del siglo XXI y con importantes ventajas desde diversos puntos de vista.
Para el actual gobierno estadounidense, los trenes de alta velocidad serían una excelente alternativa para los ciudadanos, disminuyendo los atascamientos en carreteras o la gran concentración de pasajeros en los aeropuertos, sin por eso perder velocidad en los traslados ni confort en los viajes.
Según indicó el propio Obama en la presentación del plan estratégico, los corredores de trenes de alta velocidad permitirán reducir los tiempos de desplazamiento e incrementar la movilidad, logrando disminuir al mismo tiempo la congestión en otros medios de transporte y aumentando la productividad. De la misma manera, se lograría una importante reducción en las emisiones contaminante y se crearían un gran número de puestos de trabajo.
Servicios actuales y nuevos corredores
En la actualidad, en Estados Unidos funciona el llamado Corredor Noreste, entre Washington, Filadelfia, Nueva York y Boston. El servicio es operado por la empresa Amtrak y emplea trenes Acela, basados en la tecnología TGV. En algunos sectores alcanzan una velocidad de 150 millas por hora, aunque en la mayoría de las secciones las velocidades son muy reducidas debido a la naturaleza de la ruta y el estado de la pista. De esta manera, las velocidades medias son generalmente inferiores a las 80 millas por hora.
El nuevo plan de la administración estadounidense prevé una inversión total de 13 mil millones de dólares en el transcurso de cinco años, con un desembolso de 8 mil millones de dólares en los primeros dos años de trabajo. De acuerdo al Departamento de Transporte de Estados Unidos y la Administración Federal de Ferrocarriles, las primeras concesiones podrían entregarse durante fines del próximo verano.
La planificación prevé el desarrollo de dos tipos de servicios: trenes de alta velocidad al estilo de los que funcionan o se están planificando en Europa, Japón o Corea del Sur y, al mismo tiempo, una extensión de los servicios actuales con una progresiva actualización tecnológica para incrementar la calidad de sus prestaciones y su velocidad.
La planificación incluye diez corredores de trenes de alta velocidad. Los mismos abarcarían las siguientes zonas: California (San Francisco, Sacramento, Los Ángeles, San Diego); Noroeste del Pacífico (Eugene, Portland, Tacoma, Seattle, Vancouver); South Central (Tulsa, Oklahoma City, Dallas, Austin, San Antonio) y Corredor de la Costa del Golfo (Houston, Nueva Orleans, Mobile, Birmingham, Atlanta).
Los restantes corredores serían Chicago (Chicago, Milwaukee, Minneapolis-St. Paul, St. Louis, Kansas City, Detroit, Toledo, Cleveland, Columbus, Cincinnati, Indianapolis, Louisville); Florida (Orlando, Tampa, Miami); Sureste (Washington, Richmond, Raleigh, Charlotte, Atlanta, Macon, Columbia, Savannah, Jacksonville); Keystone (Philadelphia, Harrisburg, Pittsburg); Empire (New York, Albany, Buffalo) y New England (Boston, Montreal, Portland, Springfield, New Haven, Albany).
En la actualidad, en Estados Unidos funciona el llamado Corredor Noreste, entre Washington, Filadelfia, Nueva York y Boston. El servicio es operado por la empresa Amtrak y emplea trenes Acela, basados en la tecnología TGV. En algunos sectores alcanzan una velocidad de 150 millas por hora, aunque en la mayoría de las secciones las velocidades son muy reducidas debido a la naturaleza de la ruta y el estado de la pista. De esta manera, las velocidades medias son generalmente inferiores a las 80 millas por hora.
El nuevo plan de la administración estadounidense prevé una inversión total de 13 mil millones de dólares en el transcurso de cinco años, con un desembolso de 8 mil millones de dólares en los primeros dos años de trabajo. De acuerdo al Departamento de Transporte de Estados Unidos y la Administración Federal de Ferrocarriles, las primeras concesiones podrían entregarse durante fines del próximo verano.
La planificación prevé el desarrollo de dos tipos de servicios: trenes de alta velocidad al estilo de los que funcionan o se están planificando en Europa, Japón o Corea del Sur y, al mismo tiempo, una extensión de los servicios actuales con una progresiva actualización tecnológica para incrementar la calidad de sus prestaciones y su velocidad.
La planificación incluye diez corredores de trenes de alta velocidad. Los mismos abarcarían las siguientes zonas: California (San Francisco, Sacramento, Los Ángeles, San Diego); Noroeste del Pacífico (Eugene, Portland, Tacoma, Seattle, Vancouver); South Central (Tulsa, Oklahoma City, Dallas, Austin, San Antonio) y Corredor de la Costa del Golfo (Houston, Nueva Orleans, Mobile, Birmingham, Atlanta).
Los restantes corredores serían Chicago (Chicago, Milwaukee, Minneapolis-St. Paul, St. Louis, Kansas City, Detroit, Toledo, Cleveland, Columbus, Cincinnati, Indianapolis, Louisville); Florida (Orlando, Tampa, Miami); Sureste (Washington, Richmond, Raleigh, Charlotte, Atlanta, Macon, Columbia, Savannah, Jacksonville); Keystone (Philadelphia, Harrisburg, Pittsburg); Empire (New York, Albany, Buffalo) y New England (Boston, Montreal, Portland, Springfield, New Haven, Albany).
El proyecto británico
Por otra parte, el área de transporte del gobierno británico y la empresa HS2 han preparado un proyecto para el desarrollo de una nueva línea de trenes de alta velocidad en Gran Bretaña. Los planes incluyen una infraestructura con una extensión de 540 kilómetros, de acuerdo a una información difundida por Rail News.
Londres, East Midlands, Manchester, Leeds, Liverpool, Newcastle, Edimburgo y Glasgow son algunos de los puntos que uniría la nueva red, disponiendo de trenes capaces de alcanzar los 400 kilómetros por hora de velocidad constante. La planificación prevé un costo de 30 mil millones de libras esterlinas.
Las razones para la construcción de esta nueva red en Gran Bretaña son variadas. En primer término, se busca evitar la congestión de la actual West Coast Main Line (WCML). Al mismo tiempo, se intenta obtener un transporte que acorte los tiempos de viaje entre Londres y otros lugares clave de Gran Bretaña.
De acuerdo a los funcionarios británicos, un mayor desarrollo de los trenes de alta velocidad es un objetivo estratégico para el país. El aumento en la conectividad entre diferentes regiones a través de un servicio económico, eficaz, rápido y más amigable con el medio ambiente se ha transformado así en una de las obsesiones del área de transporte inglés.
Por otra parte, el área de transporte del gobierno británico y la empresa HS2 han preparado un proyecto para el desarrollo de una nueva línea de trenes de alta velocidad en Gran Bretaña. Los planes incluyen una infraestructura con una extensión de 540 kilómetros, de acuerdo a una información difundida por Rail News.
Londres, East Midlands, Manchester, Leeds, Liverpool, Newcastle, Edimburgo y Glasgow son algunos de los puntos que uniría la nueva red, disponiendo de trenes capaces de alcanzar los 400 kilómetros por hora de velocidad constante. La planificación prevé un costo de 30 mil millones de libras esterlinas.
Las razones para la construcción de esta nueva red en Gran Bretaña son variadas. En primer término, se busca evitar la congestión de la actual West Coast Main Line (WCML). Al mismo tiempo, se intenta obtener un transporte que acorte los tiempos de viaje entre Londres y otros lugares clave de Gran Bretaña.
De acuerdo a los funcionarios británicos, un mayor desarrollo de los trenes de alta velocidad es un objetivo estratégico para el país. El aumento en la conectividad entre diferentes regiones a través de un servicio económico, eficaz, rápido y más amigable con el medio ambiente se ha transformado así en una de las obsesiones del área de transporte inglés.