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Distorsiones evitables en la cadena de suministros

Los cuatro factores que actúan negativamente sobre el proceso


Una variabilidad tremenda en los pedidos en toda la cadena de suministros puede enloquecer a las empresas que tratan de eliminar un exceso de inventario, de predecir la demanda de producto y de hacer más eficiente su cadena de suministro. Sólo a través de un exhaustivo entendimiento de las causas subyacentes de este efecto distorsivo podrán las empresas reaccionar ante el mismo y controlarlo. Por Sergio Manaut.


Sergio Manaut
28/01/2005

“¿Qué es lo que causa ese efecto que distorsiona la información cuando es transmitida a la cadena?” se preguntan Hau Lee, V. Padmanabhan y Seungjin Whang, tres expertos en Operaciones del MIT. Los académicos encontraron finalmente la respuesta, la que recientemente publicaron en la MIT Sloan Management Review. En ella, identifican cuatro causas principales:

1- La actualización de las previsiones de la demanda.
A medida que cada entidad coloca un pedido a lo largo de la cadena, el stock se actualiza e incluye una parte de stock de seguridad. Con largos tiempos de carga, puede haber semanas de stocks de seguridad, lo que hace más significativa la fluctuación de la demanda.

2- Pedidos en “batches”
Las empresas suelen colocar pedidos en “batches”, a menudo para evitar el coste de procesos pedidos con mayor frecuencia o para bajar costes de transporte. Los proveedores, a su vez, enfrentan erráticos cauces de pedidos y se produce el efecto de distorsión. Cuando los ciclos de los pedidos se superponen, el efecto es aún más pronunciado.

3- Fluctuación de precios
Las promociones especiales y los descuentos de precios llevan a que los clientes compren grandes cantidades. Cuando los precios vuelven a la normalidad, los clientes dejan de comprar. Como resultado, su patrón de compra no refleja su patrón de consumo.

4- Racionamiento y el “juego de la escasez”
Si la demanda de un producto excede la oferta, un fabricante puede racionar sus productos. Los clientes, a su vez, pueden exagerar sus pedidos para compensar el racionamiento. Eventualmente, los pedidos pueden desaparecer y las cancelaciones afloran, habiendo imposible para el fabricante determinar la demanda real de su producto.

Qué hacer

En este sentido, los autores sugieren varias maneras en las que las empresas pueden compensar los efectos distorsionantes:

1- Evitar múltiples actualizaciones de previsiones de demanda.
Las empresas pueden hacer que los ciclos de demanda del “downstream” estén disponsibles en el “upstream”. O pueden sortear directamente el downstream y venderlo directamente al consumidor. Asimismo, pueden mejorar la eficiencia operativa para reducir demanda altamente variable y largos tiempos de re-suministro.

2- Romper los pedidos por batches.
Las empresas pueden usar intercambio electrónico de datos para reducir el coste de colocar pedidos y así realizar este proceso más frecuentemente. Y pueden despachar un surtido de productos en un camión de carga para bajar costes de transporte o usar un servicio logístico externo para manipulear los despachos.

3- Estabilizar precios.
Los fabricantes pueden reducir la frecuencia y el nivel de los descuentos mayoristas para evitar que los clientes asuman exceso de stock. También pueden utilizar sistemas de costes basados en actividad (ABC) de manera que puedan reconocer cuándo las empresas están comprando a granel.

4- Eliminar el juego en situaciones de escasez.
En momentos de escasez, los proveedores pueden asignar producto en base a registros de ventas pasadas, más que en pedidos, de manera que los consumidores no exageren sus pedidos. También pueden eliminar generosas políticas de reembolsos, de manera que sea más difícil que los minoristas cancelen pedidos.

Los autores afirman que sólo a través de un exhaustivo entendimiento de las causas subyacentes de este efecto distorsivo podrán las empresas reaccionar ante el mismo y controlarlo.



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