Científicos japoneses han desarrollado un sistema de visión artificial para ciegos o personas con la vista deteriorada que hace llegar las señales visuales al cerebro, informa la revista The Inquirer.
El fabricante de productos oftalmológicos de Japón, Nidek, el profesor Yasuo Tano, de la Universidad de Osaka y el profesor Jun Ota del Instituto Nara de Ciencia y Tecnología trabajaron conjuntamente en el desarrollo de este sistema, que está compuesto por unas gafas de sol que llevan incorporadas unas cámaras que filman las imágenes de aquello que se encuentra delante del sujeto y un dispositivo electrónico que convierte estas imágenes en señales digitales.
Además, el sistema incluye el implante en el ojo de un juego de electrodos de cuatro milímetros cuadrados que estimulan el nervio óptico, informa Nikkei.net. Una vez que las señales alcanzan el cerebro, el paciente puede ver de nuevo.
Visión pixelada
Tal y como se explica en la página web del Proyecto de Visión Artificial que dirige Yasuo Tano, los electrodos son implantados en la cavidad vítrea para la estimulación efectiva de la retina utilizando corrientes transretinales.
La ventaja del método consiste en que el tratamiento quirúrgico para la implantación de dichos electrodos es poco invasivo y permite obtener un amplio campo de visión. Los electrodos son flexibles gracias al uso de chips de circuitos integrados.
La calidad de la visión conseguida por el sistema depende del número de electrodos que se implanten en el ojo. Cada uno de estos electrodos es comparable con un píxel de la fotografía digital, es decir, con la menor unidad en la que se descompone cualquier imagen digital.
La segunda generación del sistema Nidek llevaba nueve electrodos y fue probada en 2005 en la universidad de Osaka con pacientes que con ellos fueron capaces de ver luz.
Comercializable en 2012
Este año, los planes de los científicos son implantar, con cirugía, 49 electrodos de la tercera generación del sistema en el ojo de un paciente, con el objetivo de mejorar la eficacia del dispositivo para que permita ver algo más que luces.
Este sistema sólo funciona con personas cuya retina ha perdido la capacidad de transformar las señales luminosas en flujos eléctricos como consecuencia de alguna enfermedad como la retinitis pigmentaria, la retinopatía autoinmune o la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Nidek está desarrollando paralelamente un nuevo sistema con 100 electrodos que supuestamente bastarían para conseguir que los pacientes diferencien el número de dedos que se les presentan a una distancia de 30 centímetros. La compañía espera conseguir este adelanto en 2010. En 2011 se llevará a cabo una prueba hospitalaria con docenas de pacientes antes de que el producto sea comercializado, presuntamente a partir de 2012.
Según señalan los científicos, en la actualidad no existen tratamientos para pacientes que hayan perdido por completo las células fotorreceptoras, como en el caso de los enfermos de retinitis pigmentaria. La creación de este sistema de “retina artificial” permitirá restaurar la visión estimulando las neuronas retinales que queden con corrientes eléctricas.
Más soluciones artificiales
Recientemente explicamos en Tendencias21 otro avance tecnológico para mejorar la visión en pacientes afectados por la degeneración macular, una enfermedad de los ojos que produce una falta de visión central clara.
El sistema, creado por científicos norteamericanos, consiste en la implantación de minúsculos dispositivos similares a un telescopio en los ojos dañados, tal y como publicó la revista especializada Archives of Ophtalmology.
Para implantarlos, se ha de realizar una extirpación quirúrgica del cristalino ocular mediante su disolución y su extracción por succión, es decir, siguiendo previamente el método común para el tratamiento de cataratas. Las pruebas realizadas en 206 estadounidenses aquejados de esta enfermedad resultaron exitosas.
Otra alternativa artificial a los tratamientos tradicionales contra la ceguera consiste en una máquina, desarrollada por el MIT, capaz de proyectar imágenes en la retina de las personas invidentes o con visión disminuida. Se trata del proyector más pequeño del mundo que, colocado en un ojo, permite a personas con problemas en la vista leer libros, ver fotos o visitar espacios virtuales para preparar visitas a nuevos edificios.
Por último, tal como informamos en otro articulo, médicos e informáticos de la Universidad de Bonn han ideado una prótesis de retina inteligente potencialmente capaz de mejorar el rendimiento de los actuales implantes para ciegos. Se trata de un software capaz de aprender a traducir correctamente las señales de la cámara, para que puedan ser comprendidas por el cerebro. No conseguirá que los ciegos vean completamente, pero sí que puedan distinguir las formas y los límites de los objetos, según los creadores de esta tecnología.
El fabricante de productos oftalmológicos de Japón, Nidek, el profesor Yasuo Tano, de la Universidad de Osaka y el profesor Jun Ota del Instituto Nara de Ciencia y Tecnología trabajaron conjuntamente en el desarrollo de este sistema, que está compuesto por unas gafas de sol que llevan incorporadas unas cámaras que filman las imágenes de aquello que se encuentra delante del sujeto y un dispositivo electrónico que convierte estas imágenes en señales digitales.
Además, el sistema incluye el implante en el ojo de un juego de electrodos de cuatro milímetros cuadrados que estimulan el nervio óptico, informa Nikkei.net. Una vez que las señales alcanzan el cerebro, el paciente puede ver de nuevo.
Visión pixelada
Tal y como se explica en la página web del Proyecto de Visión Artificial que dirige Yasuo Tano, los electrodos son implantados en la cavidad vítrea para la estimulación efectiva de la retina utilizando corrientes transretinales.
La ventaja del método consiste en que el tratamiento quirúrgico para la implantación de dichos electrodos es poco invasivo y permite obtener un amplio campo de visión. Los electrodos son flexibles gracias al uso de chips de circuitos integrados.
La calidad de la visión conseguida por el sistema depende del número de electrodos que se implanten en el ojo. Cada uno de estos electrodos es comparable con un píxel de la fotografía digital, es decir, con la menor unidad en la que se descompone cualquier imagen digital.
La segunda generación del sistema Nidek llevaba nueve electrodos y fue probada en 2005 en la universidad de Osaka con pacientes que con ellos fueron capaces de ver luz.
Comercializable en 2012
Este año, los planes de los científicos son implantar, con cirugía, 49 electrodos de la tercera generación del sistema en el ojo de un paciente, con el objetivo de mejorar la eficacia del dispositivo para que permita ver algo más que luces.
Este sistema sólo funciona con personas cuya retina ha perdido la capacidad de transformar las señales luminosas en flujos eléctricos como consecuencia de alguna enfermedad como la retinitis pigmentaria, la retinopatía autoinmune o la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Nidek está desarrollando paralelamente un nuevo sistema con 100 electrodos que supuestamente bastarían para conseguir que los pacientes diferencien el número de dedos que se les presentan a una distancia de 30 centímetros. La compañía espera conseguir este adelanto en 2010. En 2011 se llevará a cabo una prueba hospitalaria con docenas de pacientes antes de que el producto sea comercializado, presuntamente a partir de 2012.
Según señalan los científicos, en la actualidad no existen tratamientos para pacientes que hayan perdido por completo las células fotorreceptoras, como en el caso de los enfermos de retinitis pigmentaria. La creación de este sistema de “retina artificial” permitirá restaurar la visión estimulando las neuronas retinales que queden con corrientes eléctricas.
Más soluciones artificiales
Recientemente explicamos en Tendencias21 otro avance tecnológico para mejorar la visión en pacientes afectados por la degeneración macular, una enfermedad de los ojos que produce una falta de visión central clara.
El sistema, creado por científicos norteamericanos, consiste en la implantación de minúsculos dispositivos similares a un telescopio en los ojos dañados, tal y como publicó la revista especializada Archives of Ophtalmology.
Para implantarlos, se ha de realizar una extirpación quirúrgica del cristalino ocular mediante su disolución y su extracción por succión, es decir, siguiendo previamente el método común para el tratamiento de cataratas. Las pruebas realizadas en 206 estadounidenses aquejados de esta enfermedad resultaron exitosas.
Otra alternativa artificial a los tratamientos tradicionales contra la ceguera consiste en una máquina, desarrollada por el MIT, capaz de proyectar imágenes en la retina de las personas invidentes o con visión disminuida. Se trata del proyector más pequeño del mundo que, colocado en un ojo, permite a personas con problemas en la vista leer libros, ver fotos o visitar espacios virtuales para preparar visitas a nuevos edificios.
Por último, tal como informamos en otro articulo, médicos e informáticos de la Universidad de Bonn han ideado una prótesis de retina inteligente potencialmente capaz de mejorar el rendimiento de los actuales implantes para ciegos. Se trata de un software capaz de aprender a traducir correctamente las señales de la cámara, para que puedan ser comprendidas por el cerebro. No conseguirá que los ciegos vean completamente, pero sí que puedan distinguir las formas y los límites de los objetos, según los creadores de esta tecnología.