Un estudio realizado por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido, y liderado por la investigadora Anne McMunn, ha concluido que los niños y las niñas que crecen en un hogar formado por una pareja donde los dos progenitores trabajan logran un mejor desarrollo y presentan mejores conductas. En cambio, aquellos pequeños que viven en un hogar monoparental o cuyos padres no tienen un trabajo suelen tener más problemas de conducta y un peor comportamiento.
Durante una campaña electoral, son muchos los factores clave que determinan el voto de los electores. Un estudio realizado por investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), de Estados Unidos, ha revelado que los ciudadanos con escasa información política y que pasan muchas horas al día viendo la televisión votan a los candidatos, en parte, en función de la presencia física de éstos.
Expertos en medicina social y preventiva de la Universidad de Montreal, en Canadá, señalan que los jóvenes que viven en zonas urbanas y acuden cada día al colegio a pie o en bicicleta gozan de mejor salud que los niños que residen en zonas rurales. Los resultados de un estudio realizado por estos científicos, y publicados en la revista Pediatrics, han demostrado, además, que este tipo de transporte es una forma asequible de incorporar la actividad física a la rutina diaria de los niños.
Científicos del Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), en Estados Unidos, analizaron la conducta adoptada por bebés de 16 meses cuando éstos se daban cuenta de que sus juguetes no funcionaban. Los resultados de este estudio, publicados en la revista Science, revelaron que los niños son lo suficientemente hábiles como para averiguar si se han equivocado en la consecución de un objetivo. Además, la investigación ha demostrado que si los pequeños no obtienen lo que esperan, se plantean pedir ayuda o intentarlo de nuevo.
nvestigadores de la Universidad Victoria de Wellington, en Nueva Zelanda, han comprobado que la libertad y la autonomía de una persona conducen al bienestar, en mayor medida que el dinero. El estudio, publicado por la Asociación Americana de Psicología, recoge la información aportada por 420.599 personas de 63 países distintos.
Las lesiones cerebrales son una de las principales preocupaciones de la salud pública. Cada año, 1,7 millones de personas sufren contusiones en la cabeza y, pese a que en gran medida estas lesiones son leves y sus consecuencias imperceptibles, a largo plazo pueden alterar el lenguaje o las emociones, así como también incrementar la irritabilidad, la impulsividad y los comportamientos violentos. A esta conclusión han llegado investigadores de la Universidad de Michigan (en Estados Unidos), quienes afirman que los jóvenes que han sufrido una lesión en la cabeza a lo largo de su vida son más propensos a comportarse de forma violenta en determinadas situaciones.
El cerebro de un niño pequeño distingue, al igual que el de un adulto, entre acciones realizadas de forma deliberada o situaciones producidas accidentalmente. Sin embargo, las respuestas cerebrales ante estos hechos se producen en áreas diferentes del cerebro, en función de cada edad.
La búsqueda de la felicidad es uno de los objetivos que persigue el ser humano a lo largo de su vida. Para unos, la felicidad es sinónimo de desarrollo profesional, para otros, la felicidad depende del dinero o del amor. Investigadoras de las universidades de Yale, Denver y Jerusalén, han descubierto ahora que la felicidad tiene un lado oscuro.
Investigadores del Weill Cornell Medical Collegue de Nueva York han realizado un estudio que pone de manifiesto la relación entre el consumo de alcohol en jóvenes de entre 13 y 17 años y el tiempo que estos dedican a Internet. En concreto, según una encuesta online realizada a 264 adolescentes estadounidenses, los jóvenes consumidores de bebidas alcohólicas pasan más horas delante del ordenador.
La magia se confirma como una de las más potentes herramientas para los neurocientíficos en la búsqueda de respuesta a una de las cuestiones científicas más misteriosas para el género humano: ¿cómo se crea en el cerebro la consciencia y la cognición? Así se puso de manifiesto en el encuentro Neuromagic 2011, celebrado esta semana en Sin Simón, Isla del Pensamiento, que reunió a algunos de los mejores magos del mundo junto con prestigiosos neurocientíficos especialistas en percepción, conciencia y cognición.
Un estudio realizado conjuntamente por investigadores de la Universidad inglesa de Warwick, el Hamilton College y la Universidad de San Francisco revela que países europeos como Dinamarca, Islandia, Irlanda y Suiza, u otros situados en el continente americano, como Canadá y Estados Unidos, todos ellos considerados de entre los más felices del mundo, son también son los países donde más suicidios se producen.
Las rupturas matrimoniales, cada vez más frecuentes, están dando lugar a nuevas estructuras familiares, producto de los emparejamientos que surgen tras los divorcios. Un estudio realizado en Estados Unidos ha analizado la naturaleza de las relaciones que, en este contexto, se desarrollan entre los hijos y las nuevas parejas de los padres. La investigación ha constatado que dichas relaciones no son sencillas, y que su calidad depende en gran medida de cómo ven los niños a los recién llegados.
El dolor físico y el dolor producido por el rechazo social están íntimamente relacionados y nos afectan de manera similar, revela un estudio reciente. La razón: tanto cuando nos rechazan como cuando nos hacemos daño la actividad neuronal de nuestro cerebro se pone en marcha en las mismas áreas: la corteza somatosensorial secundaria y la ínsula dorsal posterior.
Una investigación desarrollada en la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que los peligros reales contra el sistema socieconómico español no proceden del narcotráfico ni del blanqueo de dinero, sino de la corrupción urbanística, los delitos contra la Seguridad Social, la gran evasión fiscal o la prevaricación, cuyos delitos han generado más activos incriminados (455 millones de €) que todo el narcotráfico a lo largo de más de quince años, además de pervertir el sistema político y de destrozar municipios y paisajes. La crisis financiera ha demostrado además que los actores con capacidad de desestabilizar el orden socioeconómico son los especuladores financieros, cuyas conductas aún no han sido tipificadas como delito.
Los adolescentes presentan una mayor susceptibilidad a la influencia de sus iguales pero, precisamente, es en la adolescencia cuando el cerebro humano desarrolla una mayor resistencia a la presión social, revela un estudio.