Una colisión gigante ocurrió probablemente en el sistema planetario Kepler 107, que dio origen a dos de los planetas que orbitan a la estrella central. Un impacto similar al que ocurrió cuando se formó la Luna.
Ingenieros chinos han conseguido que la vida brote en la Luna: una semilla de algodón ha florecido en un contenedor llevado a bordo de la sonda Chang’e-4, con la finalidad de desarrollar un experimento de minibiosfera a 384.000 kilómetros de la Tierra.
Los agujeros negros no se forman por explosiones caóticas, sino que los brotes de rayos gamma que emiten siguen un patrón en la oscilación de sus fotones. Un orden dentro del caos caracteriza a uno de los fenómenos más potentes y misteriosos del universo.
Investigadores europeos han descubierto una supertierra habitable a 244 años luz de nuestro planeta. Tiene 2,1 veces el radio terrestre, un período orbital de 27,36 días y una temperatura de equilibrio que podría rondar los 60ºC.
La colaboración internacional Dark Energy Survey (DES) ha finalizado la toma de datos de una cuarta parte del cielo austral durante seis años: 50 terabytes con información de cientos de millones de galaxias distantes serán analizados por 400 científicos de todo el mundo para entender la naturaleza de la energía oscura.
Un nuevo modelo cosmológico habría resuelto el misterio de la energía oscura: se basa en la teoría de cuerdas para afirmar que nuestro Universo estaría asentado sobre una burbuja cósmica en expansión hacia otra dimensión adicional. Otras burbujas podrían soportar el multiverso.
Una nueva teoría científica demuestra que la singularidad del agujero negro no existe. Según este modelo, el universo en el que vivimos sería el resultado del colapso de un universo anterior.
Una nube de gas cuya antigüedad data de la época del Big Bang ha sido descubierta por científicos australianos y permitirá a los astrónomos conocer qué gases formaron las estrellas y las galaxias.
Los científicos han conseguido medir la luz de todas las estrellas que han iluminado el universo observable. Han establecido el total de fotones escapados al espacio desde el principio de los tiempos, señalándonos el camino de regreso al Big Bang.
La misión InSight de la Nasa ha comenzado con buen pie. No sólo aterrizó con éxito, sino que sus paneles solares le aseguran el suministro eléctrico necesario para realizar su misión científica: registrar, durante un año marciano (686.98 días terrestres), la actividad sísmica del planeta rojo.