Un equipo de investigadores de la Universidad de Oviedo y del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) han descubierto y caracterizado un exoplaneta de tipo supertierra orbitando en el límite interior de la zona de habitabilidad de una estrella enana roja de tipo M0 llamada K2-286. Para ello han usado datos de la campaña 15 del Telescopio Espacial Kepler en su misión extendida (K2).
El satélite Kepler fue diseñado para descubrir exoplanetas mediante el método de tránsitos. Este método consiste en medir el brillo procedente de una estrella y observar si su luminosidad disminuye de forma periódica, como en un eclipse. Si se produce ese cambio de brillo, es que hay un planeta pasando por delante de la estrella regularmente.
En el estudio se emplearon también los instrumentos OSIRIS y HARPS-N, instalados en el Gran Telescopio Canarias (GTC) y el Telescopio Nazionale Galileo (TNG), respectivamente, ubicados en el Observatorio Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).
La estrella K2-286, situada en la constelación de Libra a una distancia de 76 parsecs (244 años luz), tiene un radio de 0,62 radios solares y una temperatura efectiva de 3.650 ºC. El planeta tiene 2,1 veces el radio terrestre, un período orbital de 27,36 días y una temperatura de equilibrio que podría rondar los 60ºC.
El planeta se encuentra en el límite interior de la zona de habitabilidad, de modo que, bajo las condiciones adecuadas, podría mantener agua líquida en su superficie, requisito indispensable para el desarrollo de vida tal y como la conocemos.
El satélite Kepler fue diseñado para descubrir exoplanetas mediante el método de tránsitos. Este método consiste en medir el brillo procedente de una estrella y observar si su luminosidad disminuye de forma periódica, como en un eclipse. Si se produce ese cambio de brillo, es que hay un planeta pasando por delante de la estrella regularmente.
En el estudio se emplearon también los instrumentos OSIRIS y HARPS-N, instalados en el Gran Telescopio Canarias (GTC) y el Telescopio Nazionale Galileo (TNG), respectivamente, ubicados en el Observatorio Roque de los Muchachos (Garafía, La Palma).
La estrella K2-286, situada en la constelación de Libra a una distancia de 76 parsecs (244 años luz), tiene un radio de 0,62 radios solares y una temperatura efectiva de 3.650 ºC. El planeta tiene 2,1 veces el radio terrestre, un período orbital de 27,36 días y una temperatura de equilibrio que podría rondar los 60ºC.
El planeta se encuentra en el límite interior de la zona de habitabilidad, de modo que, bajo las condiciones adecuadas, podría mantener agua líquida en su superficie, requisito indispensable para el desarrollo de vida tal y como la conocemos.
De los más adecuados
El planeta es de especial interés no solo por estar situado en la zona de habitabilidad de su estrella, sino por encontrarse entre los más adecuados para la caracterización atmosférica con el futuro Telescopio Espacial James Webb, así como para un seguimiento desde tierra que permita determinar su masa con precisión.
“Hemos comprobado –señalan Javier de Cos y Enrique Díez, investigadores de la Universidad de Oviedo-, que la actividad de la estrella es moderada comparada con otras estrellas de similares características lo que incrementaría las posibilidades de que el planeta fuera habitable”.
"Los datos precisos del instrumento HARPS-N instalado en el telescopio TNG en La Palma nos han servido para medir una actividad moderada de la estrella y para acotar la masa de este nuevo planeta de tipo supertierra", comenta Borja Toledo, estudiante de doctorado del IAC y coautor de este trabajo.
"Este exoplaneta podría ser un candidato adecuado para un instrumento de nueva generación como ESPRESSO instalado recientemente en los telescopios VLT, en el Observatorio de Paranal (Chile)", añade Jonay González, investigador Ramón y Cajal del IAC y también coautor del artículo.
El planeta es de especial interés no solo por estar situado en la zona de habitabilidad de su estrella, sino por encontrarse entre los más adecuados para la caracterización atmosférica con el futuro Telescopio Espacial James Webb, así como para un seguimiento desde tierra que permita determinar su masa con precisión.
“Hemos comprobado –señalan Javier de Cos y Enrique Díez, investigadores de la Universidad de Oviedo-, que la actividad de la estrella es moderada comparada con otras estrellas de similares características lo que incrementaría las posibilidades de que el planeta fuera habitable”.
"Los datos precisos del instrumento HARPS-N instalado en el telescopio TNG en La Palma nos han servido para medir una actividad moderada de la estrella y para acotar la masa de este nuevo planeta de tipo supertierra", comenta Borja Toledo, estudiante de doctorado del IAC y coautor de este trabajo.
"Este exoplaneta podría ser un candidato adecuado para un instrumento de nueva generación como ESPRESSO instalado recientemente en los telescopios VLT, en el Observatorio de Paranal (Chile)", añade Jonay González, investigador Ramón y Cajal del IAC y también coautor del artículo.
Referencia
A transiting super-Earth close to the inner edge of the habitable zone of an M0 dwarf star. E Díez Alonso et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, sty3467, DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/sty3467
A transiting super-Earth close to the inner edge of the habitable zone of an M0 dwarf star. E Díez Alonso et al. Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, sty3467, DOI:https://doi.org/10.1093/mnras/sty3467