El supraciclaje o upcycling, en inglés, es el proceso de convertir materiales de desecho o productos en desuso en nuevos materiales o productos de mejor calidad o con un mayor valor medioambiental.
En el Laboratorio LINFA (Italia) lo practican con profusión. Allí trabaja un equipo de diseñadores de supraciclaje que recientemente ha diseñado toda una colección de muebles hechos íntegramente con madera recuperada.
Su diseño ha sido una de las candidaturas ganadoras en un concurso de la Comisión Europea para jóvenes creadores bautizado como "Generation Awake Young Designers Contest", y cuyos premios se concedieron recientemente. Además, los ganadores de este concurso presentaron sus trabajos en la Semana Verde que la UE celebró a principios de junio en Bruselas.
Proceso de mayor complejidad que el reciclaje
En concurso consistió en lo siguiente: los candidatos, de edades comprendidas entre los dieciocho y los cuarenta años, debían "supraciclar" productos nuevos a partir de desperdicios, por ejemplo, prendas de vestir, juguetes, objetos artísticos, joyas o muebles.
Aparte del Laboratorio LINFA, otras candidaturas galardonadas fueron una casa de juguete hecha con cartón y botellas de plástico (a cargo de Nikolai Kovachev, de Bulgaria); un juguete diseñado con tapones de rosca multicolor de plástico (de Mathieu Collos y Cyril Rheims, de Francia); y una silla "supraciclada" plegable en un maletín, informa Cordis.
Al término de la ceremonia de entrega de premios, celebrada en Bruselas, Gian Marco Vitti, del Laboratorio LINFA, declaró: "Nosotros creamos muebles supraciclados, que no son lo mismo que muebles reciclados. El supraciclaje es un proceso de mayor complejidad. Recogemos madera usada del vertedero y la transformamos. No diseñamos para la producción en masa. Elaboramos y producimos series pequeñas o incluso piezas únicas, o bien personalizamos productos conforme a lo indicado por cada cliente".
En el Laboratorio LINFA (Italia) lo practican con profusión. Allí trabaja un equipo de diseñadores de supraciclaje que recientemente ha diseñado toda una colección de muebles hechos íntegramente con madera recuperada.
Su diseño ha sido una de las candidaturas ganadoras en un concurso de la Comisión Europea para jóvenes creadores bautizado como "Generation Awake Young Designers Contest", y cuyos premios se concedieron recientemente. Además, los ganadores de este concurso presentaron sus trabajos en la Semana Verde que la UE celebró a principios de junio en Bruselas.
Proceso de mayor complejidad que el reciclaje
En concurso consistió en lo siguiente: los candidatos, de edades comprendidas entre los dieciocho y los cuarenta años, debían "supraciclar" productos nuevos a partir de desperdicios, por ejemplo, prendas de vestir, juguetes, objetos artísticos, joyas o muebles.
Aparte del Laboratorio LINFA, otras candidaturas galardonadas fueron una casa de juguete hecha con cartón y botellas de plástico (a cargo de Nikolai Kovachev, de Bulgaria); un juguete diseñado con tapones de rosca multicolor de plástico (de Mathieu Collos y Cyril Rheims, de Francia); y una silla "supraciclada" plegable en un maletín, informa Cordis.
Al término de la ceremonia de entrega de premios, celebrada en Bruselas, Gian Marco Vitti, del Laboratorio LINFA, declaró: "Nosotros creamos muebles supraciclados, que no son lo mismo que muebles reciclados. El supraciclaje es un proceso de mayor complejidad. Recogemos madera usada del vertedero y la transformamos. No diseñamos para la producción en masa. Elaboramos y producimos series pequeñas o incluso piezas únicas, o bien personalizamos productos conforme a lo indicado por cada cliente".
Talleres de ecodiseño
En el reciclaje, se toman materiales usados y se descomponen para que sus materiales básicos se puedan reprocesar y dar lugar a un nuevo producto de consumo, por lo general de calidad inferior. En cambio, el supraciclaje no consiste en descomponer los materiales, sino en rehacerlos o transformarlos. Por norma, el artículo supraciclado tiene una calidad equivalente o superior a la del original.
El equipo del Laboratorio LINFA recoge palés, muebles viejos y diversos artilugios de la calle, u otros objetos de madera destinados a un vertedero, y los aprovecha para fabricar mesas, asientos, sillas, estanterías, etc. para su uso en espacios públicos o particulares.
Vitti abundó en el proceso de diseño que siguen. "La característica principal es que nuestra colección está codiseñada en el transcurso de talleres de diseño participativo celebrados por Italia. Son una especie de campamentos de ecodiseño en los que el equipo de LINFA convive y colabora con jóvenes diseñadores. Diseñamos y creamos algo nuevo usando exclusivamente material recuperado".
Semillas de la "economía circular"
Con respecto a la "economía circular", término recurrente durante la Semana Verde 2014, cuando se concedieron los susodichos premios, Vitti indicó: "Trabajamos para dar con un método que permita crear una economía circular, pero lo cierto es que las dificultades son excesivas en Italia. Somos un equipo pequeño y poco representativo. No estamos creando un verdadero mercado ni una verdadera economía, sino que diseñamos unos cuantos prototipos de mobiliario. Nuestra ilusión es trabajar algún día para atender una adquisición pública ecológica. Pero en la actualidad esa ilusión dista mucho de la práctica".
Y añadió: "Nos esforzamos mucho para conseguir algo sostenible. Deseamos que nuestro trabajo se ajuste a las necesidades públicas y producir objetos destinados a espacios públicos, no a un colectivo reducido de particulares que cuenta con mucho dinero que gastar en piezas de arte únicas. Esa clase de diseño es para una galería de arte, no para el mundo cotidiano".
Vitti concluyó diciendo: "Necesitamos el apoyo de las instituciones para hacer nuestros proyectos a gran escala. Somos demasiado pequeños para resolver todos los problemas que se plantean. Tiene que haber una colaboración que abarque desde la institución hasta el usuario final, pero indudablemente hay por delante un largo camino por andar".
En el reciclaje, se toman materiales usados y se descomponen para que sus materiales básicos se puedan reprocesar y dar lugar a un nuevo producto de consumo, por lo general de calidad inferior. En cambio, el supraciclaje no consiste en descomponer los materiales, sino en rehacerlos o transformarlos. Por norma, el artículo supraciclado tiene una calidad equivalente o superior a la del original.
El equipo del Laboratorio LINFA recoge palés, muebles viejos y diversos artilugios de la calle, u otros objetos de madera destinados a un vertedero, y los aprovecha para fabricar mesas, asientos, sillas, estanterías, etc. para su uso en espacios públicos o particulares.
Vitti abundó en el proceso de diseño que siguen. "La característica principal es que nuestra colección está codiseñada en el transcurso de talleres de diseño participativo celebrados por Italia. Son una especie de campamentos de ecodiseño en los que el equipo de LINFA convive y colabora con jóvenes diseñadores. Diseñamos y creamos algo nuevo usando exclusivamente material recuperado".
Semillas de la "economía circular"
Con respecto a la "economía circular", término recurrente durante la Semana Verde 2014, cuando se concedieron los susodichos premios, Vitti indicó: "Trabajamos para dar con un método que permita crear una economía circular, pero lo cierto es que las dificultades son excesivas en Italia. Somos un equipo pequeño y poco representativo. No estamos creando un verdadero mercado ni una verdadera economía, sino que diseñamos unos cuantos prototipos de mobiliario. Nuestra ilusión es trabajar algún día para atender una adquisición pública ecológica. Pero en la actualidad esa ilusión dista mucho de la práctica".
Y añadió: "Nos esforzamos mucho para conseguir algo sostenible. Deseamos que nuestro trabajo se ajuste a las necesidades públicas y producir objetos destinados a espacios públicos, no a un colectivo reducido de particulares que cuenta con mucho dinero que gastar en piezas de arte únicas. Esa clase de diseño es para una galería de arte, no para el mundo cotidiano".
Vitti concluyó diciendo: "Necesitamos el apoyo de las instituciones para hacer nuestros proyectos a gran escala. Somos demasiado pequeños para resolver todos los problemas que se plantean. Tiene que haber una colaboración que abarque desde la institución hasta el usuario final, pero indudablemente hay por delante un largo camino por andar".
Más sobre supraciclaje
El concepto de upcycling o supraciclaje proviene del título de un libro escrito por el alemán Gunter Pauli en 1997. El objetivo de esta actividad es evitar el desperdicio de materiales potencialmente útiles, haciendo uso de los ya existentes.
Esto reduce el consumo de nuevas materias primas al crear nuevos productos. Reducir el uso de nuevas materias primas puede resultar en una reducción del consumo de energía, la contaminación del aire, la contaminación del agua e incluso de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El supraciclaje es asimismo lo contrario del downcycling o "infraciclaje", que implica la conversión de materiales y productos en nuevos materiales de menor calidad.
Por ejemplo, durante el proceso de reciclado de plásticos, se mezclan muchos tipos diferentes de plásticos, lo que resulta en un híbrido que se reutiliza, pero que presenta una debilidad estructural con respecto a los originales.
El uso del supraciclaje ha ido aumentando con el paso del tiempo, debido a su potencial de venta actual y al bajo coste de su producción. En Estados Unidos, por ejemplo, el número de productos en Etsy -lugar de venta de productos hechos a mano- etiquetados con la palabra "upcycled" aumentó de unos 7.900 en enero de 2010 a cerca de 30.000 un año después, lo que supuso un incremento del 275%. A partir de abril de 2013, ese número se situó en 263.685, con un aumento adicional del 879%, según un artículo del medio estadounidense Faribault Daily News publicado en abril de 2013.
Asimismo, el blog Inhabitat, dedicado a la sostenibilidad y el diseño, convoca todos los años un concurso de diseño de supraciclaje en el que pueden participar diseñadores de todo el mundo.
El concepto de upcycling o supraciclaje proviene del título de un libro escrito por el alemán Gunter Pauli en 1997. El objetivo de esta actividad es evitar el desperdicio de materiales potencialmente útiles, haciendo uso de los ya existentes.
Esto reduce el consumo de nuevas materias primas al crear nuevos productos. Reducir el uso de nuevas materias primas puede resultar en una reducción del consumo de energía, la contaminación del aire, la contaminación del agua e incluso de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El supraciclaje es asimismo lo contrario del downcycling o "infraciclaje", que implica la conversión de materiales y productos en nuevos materiales de menor calidad.
Por ejemplo, durante el proceso de reciclado de plásticos, se mezclan muchos tipos diferentes de plásticos, lo que resulta en un híbrido que se reutiliza, pero que presenta una debilidad estructural con respecto a los originales.
El uso del supraciclaje ha ido aumentando con el paso del tiempo, debido a su potencial de venta actual y al bajo coste de su producción. En Estados Unidos, por ejemplo, el número de productos en Etsy -lugar de venta de productos hechos a mano- etiquetados con la palabra "upcycled" aumentó de unos 7.900 en enero de 2010 a cerca de 30.000 un año después, lo que supuso un incremento del 275%. A partir de abril de 2013, ese número se situó en 263.685, con un aumento adicional del 879%, según un artículo del medio estadounidense Faribault Daily News publicado en abril de 2013.
Asimismo, el blog Inhabitat, dedicado a la sostenibilidad y el diseño, convoca todos los años un concurso de diseño de supraciclaje en el que pueden participar diseñadores de todo el mundo.