Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC), de Atlanta (Estados Unidos), y otros organismos, están trabajando ya en la producción de una vacuna que evite el contagio del virus H1N1, también conocido como gripe porcina.

El esfuerzo es muy importante porque la temporada de la gripe está empezando ahora en el hemisferio sur del planeta y, por tanto, el virus podría acabar mutando en este periodo, para volverse más patógeno.

En concreto, el CDC cultiva actualmente una semilla del virus H1N1, que es el primer paso para conseguir la vacuna. Este cultivo será distribuido entre los fabricantes de vacunas de todo el mundo, que empezarán a desarrollar la vacuna una vez tengan el permiso del CDC.

Pero, para acelerar el desarrollo –dada la urgencia- se están empleando métodos alternativos de fabricación de vacunas, más rápidos que los tradicionales. Por ejemplo, se están generando vacunas a partir del cultivo de células, en lugar de hacerlo con huevos de gallina, como hasta ahora. A pesar de todo, no es seguro que se llegue a tiempo, afirman los expertos.

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