Un programa que enseña técnicas básicas de resucitación de bebés, inmediatamente después de que éstos nazcan, destinado a países en vías de desarrollo, está salvando vidas en el tercer mundo, han declarado expertos en el encuentro anual de Pediatric Academic Societies (PAS), celebrado el pasado tres de mayo en Denver (Estados Unidos).

El programa, llamado “Helping Babies Breathe” (Ayudando a respirar a los bebés) se centra en técnicas sencillas, como mantener al bebé caliente o succionar su boca, que se deben aplicar a los bebés en el primer minuto de vida, conocido como “minuto de oro”.

El sistema ha sido diseñado para su aplicación en lugares en los que el oxígeno, la intubación o la medicación especializada no se encuentran disponibles.

Aproximadamente, un millón de recién nacidos mueren cada año en los países en vías de desarrollo por asfixia, porque no se inicia la respiración espontánea nada más nacer. Los autores del programa pensaban que muchas de estas muertes podían ser fácilmente evitadas con intervenciones de resucitación básicas, por lo que pusieron en marcha el programa en Tanzania, en septiembre de 2009.

El análisis de los resultados del programa “Helping Babies Breathe” ha demostrado que las tasas de mortalidad en recién nacidos cayeron en un 50% después de su aplicación, logrando que se pase de 13,4 muertes a 6,3 muertes por cada mil nacimientos.

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