Imitando el funcionamiento de los antibióticos naturales, la compañía Amplyx Pharmaceuticals, de Estados Unidos, está desarrollando una forma de alterar químicamente los fármacos ya existentes para aumentar drásticamente su duración en el organismo y, en consecuencia, su eficacia.

Concretamente, los investigadores de esta compañía trabajan en añadir a los componentes de los fármacos habituales moléculas diseñadas para vincularse a proteínas específicas dentro de las células, y también al objetivo a tratar con dichos fármacos.

La intención final es conseguir aislar los fármacos dentro de las células, para protegerlos de los intentos del cuerpo por destruirlos, y que así duren más en el interior del organismo.

Hasta ahora, los científicos ya han conseguido desarrollar versiones de larga duración de un inhibidor de la proteasa con el que se trata el virus del SIDA, y también de un antibiótico llamado carbapenem. Se espera comenzar con pruebas clínicas de éstas y otras nuevas versiones de medicamentos en dos años.

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