Un estudio del Buck Institute for Age Research, de Estados Unidos, ha proporcionado un modelo del Alzheimer (AD) que podría servir para crear nuevos tratamientos. El Alzheimer es una enfermedad neurogenerativa devastadora que actualmente afecta a 24 millones de personas en el mundo.

En el esfuerzo por desentrañar la función normal de una proteína implicada en el desarrollo de esta enfermedad (la proteína precursora amiloidea o APP), los científicos descubrieron el papel de otra proteína natural en su aparición.

El descubrimiento va en contra de la teoría vigente sobre el AD, que considera que esta enfermedad es fruto de la toxicidad resultante de las llamadas placas amiloideas. Sin embargo, podría ser que al puzzle se sumara una proteína más, la llamada netrin-1. Encargada normalmente de ayudar a guiar a los nervios en sus conexiones en el cerebro y a que las células nervosas sobrevivan.

Los científicos descubrieron que la netrin-1 suministrada a ratones con el gen del Alzheimer hizo retroceder los síntomas de la enfermedad en estos animales. Este efecto supone que ambas proteínas jugarían un papel en la aparición del AD, según los investigadores.

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